¿Cuánto puedes estimar una persona?, podrías trascender las barreras de este mundo en tu verdadero yo y la forma que amas a los que te rodean, es una pregunta que aparentemente resulta sencilla de responder, pero sincerándote contigo mismo ¿podrías decir adiós fácilmente a quienes amas?, estar dispuesto a solo mirar cómo se hunden a cada segundo sin mover un solo dedo, si tu respuesta es un si lo haría, mejor deja de leer mi historia, pero si tu corazón aun duda o la respuesta es no, comprenderás por qué y mis razones para entender esta historia.
“John?…. John?... John despierta otra vez estas soñando despierto” dijo mi tia Karina con esa sonrisa suave y amable, “perdóname tia no estaba escuchando” le conteste mientras bebía mi leche, era hora de ir al colegio y tenía que darme prisa, “ya cálmate John lo harás bien” me dijo dando ánimos, “pero y si no…” estaba diciendo dudando de mi mismo, puso su dedo en mis labios y continuo “shhh se que eres muy listo, solo son tus nervios, has estudiado mucho para este dia, recuerda si te pones nervioso frente a todos solo imagínalos desnudos” dijo mi tia con una gran sonrisa, “desnudos!?” dije avergonzándome pues la quise imaginar desnuda, me gire de inmediato, “tontito es a ellos no a mi” dijo bromeando, “estaré en la parte de atrás para apoyarte” dijo ella cuando me dejo en la escuela, “tu tia esta…. Auch!” decía mi amigo peter cuando lo golpee, “ya te dije que no digas una sola palabra de mi tía” le replique, “pero John ella no es tu tía solo es conocida de tus padres, asi que verla no es tan… auch… ya entendí alguien esta de mal humor” dijo mi otro amigo mark, “no me importa, ella es mi tia y no pienso de esa manera de ella, asi que se callan” dije muy molesto, justo como ellos lo decían no teníamos ninguna relación sanguínea, es justo como mi tia dijo imagine a todos desnudos mientras representaba la obra teatral del colegio, tuve que evitar carcajearme, mi imaginación era algo loca, cuando terminamos la obra y las luces se encendieron la tia Karina estaba ahí aplaudiéndome, me sentia muy bien al verla, tener alguien ahí para apoyarme era lo mejor del mundo pensaba, todo porque mis padres eran arquitectos y muchas ocasiones tenían que salir por largo tiempo, cuando la amistad fue lo suficientemente grande comencé a quedarme con la tia Karina cuando ellos no estaban, no solo se limitaba a cuidarme, era mi amiga, me escuchaba y me trataba de comprender
aunque al final siempre terminábamos riendo pensando que ninguno de los dos nos comprendíamos y olvidando el problema, por eso cuando la veía sonreír era como ver brillar el sol en la mañana, diferente de lo que todos pensaban su vida sexual y amorosa era casi nula, entonces conoció a un sujeto que hasta el dia de hoy el solo pensar en su nombre me revuelve el estómago de coraje, nunca me dijo como lo conocio pero cuando empezó a salir con el su cara irradiaba alegría, verla tan feliz me hacía feliz a mi también, un sentimiento que solo puedes comprender cuando amas a otra persona, disfrutar su alegría y llorar su tristeza junto a ella, “estuviste arrollador” dijo mi tia en camino a casa, de vez en vez se sonreía y acomodaba su cabello, “jiji” me rei al compartir su alegría, “de que te ries John?” dijo también sonriendo comprendiendo de lo que yo me reia,
órdenes y me dormí temprano.
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habíamos desarrollado una cercanía tan grande que ya empezábamos a comprendernos sin siquiera hablar, como en aquella fiesta de la abuela cuando con los ojos me pidio auxilio para ayudarla a salir de ahí, “bueno John que pedimos esta vez, comida hindu, italiana, que se te antoja” dijo ella, “comida ordenada?, jiji lo sabía tia Karina, hoy tendrás una cita” le dije, “je lo siento por no decirte, tanto se noto?” dijo sonriendo, “si un poco, pero no te pongas nerviosa solo imagínalos desnudos” le dije animándola, “jiji es un muy buen consejo, quien te lo haya dicho debe ser muy inteligente” dijo, esa sería la última vez que la vería sonreír tan sincera y alegremente durante muchísimo tiempo, antes de marcharse me ayudo a terminar con mis deberes escolares para que pudiera dormirme temprano, cuando la vi salir por la puerta parecía que el sol brillaba en todo su esplendor, tal y como habíamos acordado seguí sus
“buuu buaaaa…. Snif snif… buaaa buuu buu buaa” me despertó el sonido de llantos, me levante de la cama asustado, corri asustado sin importarme nada, solo quería llegar hasta donde podía escuchar a mi tia lamentarse, sentada en su cama tenia las manos cubriéndose el rostro, cuando me escucho entrar se lo descubrió, el rímel se le había corrido y en la profundidad de sus ojos pude compartir su sufrimiento, su ropa parecía haber sido algo rota, calle mi enojo y solo corri para abrazarla, con mi pequeño cuerpo apenas y podía sostenerla pero mi abrazo tenia la intencio de cubrirla por completo y protegerla, “buaaaaaaaaaaa buaaaaaaa!” se solto a llorar completamente, no se cuanto tiempo pasamos abrazados ni tampoco me importo, solo quería verla sonreír, decir un perspicaz chiste o que
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la realidad no fuera esta, como si la tormenta azotara una costa la felicidad de la tia Karina se desvaneció, repetidas veces le pregunte que la habia destrozado pero solo se limitaba a decirme “no lo entenderías John, cosas de adultos”, mis padres regresaron y conversaron con ella pero no cambio nada, como una flor que es cortada su felicidad lo fue, la tia Karina tenia un gran negocio de fitness, dejo de frecuentarlo y un encargado le enviaba los informes, mi corzaon comenzaba a sufrir por ella pues pasaban las semanas y la notaba más decaída, cuando la visitaba limpiaba pilas de basura que se acumulaba mientras la veía casi siempre vestida en pijamas todo el dia, una noche por fin me lo conto todo, con dolor en mi corazón y odio en mis manos quería salir a golpear aquel sujeto que la había destrozado, “por que no fuiste a la policía” le pregunte, “lo hice pero dijeron que no se completo el susodicho ataque” contesto explicándome que el sujeto la habia intentado violar pero no lo consiguió y que al acudir a la policía como había tomado unas copas pensaron que era una pelea de pareja alcohólica, “que malditos!” grite desquiciado,
pero en ese momento no podía comprender todo, lo único que si comprendía era el dolor que me trasmitía, ya casi habia pasado medio año desde aquel incidente y la tia Karina no se recuperaba, la preocupación alcanzo a mis padres que comenzaron a buscarle ayuda, yo me volvi muy agresivo cuando alguien siquiera la mencionaba con un estúpido comentario, por un tiempo me quede sin amigos, luego los que verdaderamente me estimaban lo comprendieron e hicimos las pases, una noche tiempo después por fin la pesadilla parecía haber terminado, fuimos a un restaurant donde cenaríamos con la tia Karina, cuando llegamos la vi vestida en sus atuendos normales, durante la cena sonreía y bromeaba en varias ocasiones, “no te comeras eso John?” dijo mientras tomaba d emi plato un pequeño trozo de carne que guardaba para el final, “jajaja” reimos todos parecía que ella estaba de regreso, pero el destino es cruel y malvado pues de pronto se quedo casi totalmente inmóvil mientras miraba la salida del negocio, como si el tiempo pasara lento pude ver como se volvia a romper, soltó los palillos y trato de ocultar su rostro, lo que habia sido la cena de su regreso fue otra amarga experiencia, fuimos a casa y esa noche podía escuchar la discusión hasta mi habitación, una discusión sobre intervenir directamente para que ella no cometiera algún error, pasaron varios días hasta que ella respondiera los llamados de mis padres, “John hemos sabemos que quieres mucho a la tia Karina, por eso necesitamos que la cuides, crees poder hacer eso?” dijeron ambos encomendándome quedarme con ella por un tiempo, los primeros dos días intente de todo para animarla, aunque se esforzaba por fingir notaba que solo era eso, una ilusión, asi llego el dia cuando por mis padres lograron obtener una sesión con un psicólogo muy renombrado y reconocido por rumores, como el rockstar de los psicólogos anónimos, según los rumores era alguien que lograba curar a sus pacientes, mis padres salieron a sus viajes frecuentes y luego de agendar la cita termine acompañándola, esperar fuera de la sala donde ellos conversaban fue bastante aburrido pero no pensaba separarme de su lado, se abrió la puerta y la tia Karina me pidio pasar, “es este chico la persona en quien mas confía en el mundo?, esta usted segura?” pregunto dos veces para cerciorarse, la tia Karina contesto “si, John es el único en quien verdaderamente confio”, “uff bueno…. Dime hijo ¿quieres mucho a tu tia?, harias cualquier cosa por ella?” pregunto a lo que asentí sin dudarlo ni un segundo, “esta bien… pero este tratamiento es experimental, casi místico y será mejor que sean discretos, dígame tiene algún sitio donde pueda hacer un pequeño retiro por un par de días para adaptarse” pregunto el sujeto, “si, tengo una casa fuera de la ciudad, pero ¿adaptarme a que?” pregunto la tia Karina, “no se imagina, pero necesito que este usted segura que quiere ser curada” dijo el hombre, “por favor tia vuelve a ser la que eras” le dije suplicando, “si quiero hacerlo es mi ultima esperanza” dijo muy melodramática, “¿su ultima esperanza?” me pregunte sin decirlo, “esta bien, ambos recuéstense en estos divanes, necesito que se relajen y escuchen mi voz” dijo el sujeto luego poniéndonos algunos trapos para cubrir nuestras frentes, hablaba y hablaba pidiéndonos relajarnos “asi su lugar perfecto esta con ustedes…. Cuando cuente hasta el cero dormirán 3….. 2…… 1……. 0….” Tal como dijo sentí que entraba en un profundo sueño.
“chas! ¡Despierten!” escuchamos el chasquido de unos dedos y la voz de aquel hombre, abri los ojos mirando el techo de aquel consultorio pero no paso ni un segundo el sentirme extraño, “es todo?” escuche mi voz preguntar, “por que escuche mi voz” pregunte oyendo la voz de la tia Karina, me sente apresurado viendo las cosas distintas, un raro movimiento en mi pesado pecho, “no puede ser posible, soy John” escuche mi voz decir, cuando voltee senti como mi cabello ondeo por el impulso y muy impactado me vi a mi mismo con una cara asutada, “quien eres!?” le grite, conmocionado volteo a verme, se llevo la mano a la boca casi cubriéndosela “no puede ser soy yo” dijo mirándome, “yo?” pregunte mirándome, salte del susto al ver dos enormes cosas raras en mi pecho, trate de alejarlas con mis manos pero no pude, al tocarlas senti que eran parte de mi, reconocí el
quiero verdaderamente, has sido un pequeño amigo que me conforto en el peor momento de mi vida, se que eres un chico honesto y te aprecio tanto, por eso ahora necesito que sepas que confió en ti, tu eres John y yo soy tu tia eso nada ni nadie lo va a cambiar ok?” me dijo con los ojos cristalinos, “pero tia yo tengo tus…” trate de decirle llevando mis manos al pecho, “no me importa!, tu eres mi querido John y unos estúpidos senos no lo harán diferente, eres mas que mi sobrino, eres mi amigo” dijo sincera, “perdóname tia” le dije emotivamente, tomados de la mano caminamos hasta su guardarropa, después de buscar saco una bata, como era de noche tarde o temprano deberíamos dormir, cuando me quite la blusa quede maravillado con lo que vi, “estos son unos pechos enormes…. De verdad están en mi pecho…” me quede pensando mirando las alienígenas formas salir muy lejos d emi pecho en un brasiere, las copas se curveaban aguantando el peso de ambos, el resorte en mi espalda sujetando hacia que las varillas se clavaran en mis costillas, “que es esto…” me seguia preguntando al empezar a ver el cuerpo de mi tia, muy a menudo la veía enseñar piel de mas pero el impacto de la ropa cotidiana hacia mas fuerte la sensación de denudes,
“John se que son muy raras para ti pero son normales para un cuerpo femenino, son unos hermosos regalos para alimentar a los bebes” dijo ella tratando de explicarme, “que!?” grite al imaginarme un bebe pegado a mi pecho succionando, “por favor no toques mas de lo necesario, ahora toma cúbrete comamos algo” dijo ella, tome la bata para ponérmela, senti mi largo cabello cubriendo mi espalda hasta... por reacción solte la bata para tocar ese gran peso extra que cargaba detrás, “que es esto, es enorme” dije al haber palpado mi trasero, “toma John póntelo ya” repitió levantando la bata y entregándomela otra vez, al salir del guardarropa vi una pila de frascos de píldoras y un papel junto, me preocupe pensando que ella estaba enferma, cuando entramos en su cocina continuamos la conversación con cosas que trataban de evitar el tema que mas nos preocupaba “nuestros cuerpos”, pero mi torpeza en utilizar mis manos y tener senos creaba ligeros accidentes, cuando terminamos de cenar decidió que durmiéramos, primero fuimos otra vez a su guardarropa, mientras ella decidia difícilmente si pedirme dormir asi o darme algo cómodo los frascos de píldoras me llamaron la atención, tome el papel para ver la receta, gran sorpresa me lleve cuando comencé a leer.
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collar que llevaba puesto “es el collar de la tia Karina!” dije asustado pensando que algo malo le habia pasado, pero mi voz seguía siendo la de ella, “jo… jo… John?” dijo titubeando, “si!” dije asustado, cai de la orilla del diván y senti lo que traía detrás, mire por mi costado y esas bolas en mi pecho se movían obstruyendo la visión, unos jeans azules ajustados me cubrían, “no, no, no, no, no puede ser!” dijimos ambos parándonos uno frente al otro, “tia Karina!?” pregunte, “si soy yo John, pero…. Esto es una locura… un sueño” decía al verme, ambos estábamos tan asustados e impresionados como para poner atención a lo que empezamos a sentir, queríamos respuestas cuando escuchamos la voz de aquel hombre “desde hoy y por los siguientes días quiero que experimente una nueva perspectiva de la vida eso la curara”, “¿mi tia volteo aterrorizada “curarme!?, u… u… usted me puso en el cuerpo de mi sobrino!” grito, entonces me di cuenta “el cu… cu… cuerpo de mi tia!” dije al enterarme que había pasado, “no, no, no, por favor doctor usted tiene… tiene que arreglar esto… no puede hacer esto…” decía mi tia muy trastornada, “usted me dio su consentimiento, mi deber como doctor es curar a mis pacientes, asi que no puedo detener la terapia, vuelva en una semana y valorare los resultados, ahora si me disculpa” dijo llamando a un sujeto que nos saco fuera, mis primeros pasos no los olvidare jamas,
fue como aprender a caminar de nuevo, sentia el movimiento de mis nalgas y el contoneo de mis caderas, quería controlar el rebote en mi pecho pero mi cuerpo no me obedecía, intentamos reclamar pero la respuesta fue absoluta, fuera del consultorio esperaba un hombre con un perico muy raro “siguiente paciente” dijo el hombre que nos empujo permitiéndole la entrada y cerrando, mi tia y yo nos quedamos por un largo momento mirándonos frente a frente, no tenia idea de como me veía ni por que se movía y sentía mi cuerpo tan extraño, “tenemos que buscar ayuda” le dije, “si, rápido, en mi bolso, llama a tus padres” dijo cuando levante su bolso, “no espera mejor no!, esto no lo van a creer” dijo mi tia antes de intentar reclamar varias veces, “el doctor se lamenta que usted no este contenta con el resultado pero dice que si no se marcha jamás volverá a atenderla” dijo el hombre cerrándole la puerta en la cara, todo sucedía tan rápido, el único que podía arreglar todo se había enfadado, ambos volvimos a mirarnos pensando en alguna solución pero el solo pensar que si no nos marchábamos nunca volveríamos a ser normales fue mas aterrador, “vámonos John, yo te cuidare” dijo ella, subimos al elevador y el solo estar uno junto del otro nos ponía incomodos, “tia yo que vamos a hacer, yo no quiero estar asi, me siento muy raro” le dije asustado tocando mi pecho, “tranquilízate John saldremos de esto, pero no pongas tus manos ahí, vayamos a casa, trata de soportarlo hasta llegar ahí” dijo ella, habíamos llegado en auto pero que yo condujera era algo totalmente imposible, fue donde el auto y saco lo importante, obligados dejamos el auto en el estacionamiento de aquel edificio, no sabíamos cuanto tiempo habia pasado, cuando llegamos era de dia y ahora las estrellas brillaban en el cielo, detuvimos un taxy para irnos, cuando subi “auch!” dije al golpear duro mi cabeza en un costado, el auto era mas bajito de costumbre, “a esta dirección rápido” fueron las únicas palabras de mi tia, sentados en el taxy ambos mirábamos por las ventanillas,
ninguno teníamos el valor de vernos, los ajustados pantalones me apretaban entre las piernas y me aterraba que no me estuvieran aplastando nada, cuando llegamos saco el dinero del bolso que me habia hecho llevar y pago, ambos fuimos directo a la casa donde por un momento nos sentimos mas seguros, luego el caos retorno, temblando me miro “no puede estar pasando esto John, no puedo con mas” dijo sentándose para abrazar sus rodillas y ocultar su rostro, “tia no por favor no te pongas asi yo estare a tu lado siempre” le dije teniendo que arrodillarme para estar frente a ella, el enorme peso de mi pecho o el tremendo cambio de proporciones no me importaba, incluso mi largo cabello interponiéndose era efímero, “mírame por favor tia” le grite llorando junto con ella, levanto el rostro y con esa conexión que teníamos vio en mis ojos lo preocupado y lo mucho que la quería, “perdóname John…. Buaa perdóname…” dijo abrazándome del cuello para llorar encima mio, sentir su rostro hundiéndose mis senos y la lluvia de lágrimas llenas de dolor mojando esos extraños miembros no tuvo efecto en mi, lo único que habia era la necesidad y la desesperación de hacerla sentir bien, cuando termino nos levantamos seco sus lágrimas “gracias” dijo profundamente, el tiempo de levantarnos llego esta vez haciéndome sentir intensamente el cuerpo femenino de mi tia, mis mojados senos fue algo difícil de abordar, “John vamos a…. que te cambies la blusa” dijo ella tomándome de la mano, “pero tia…” dije tratando de evitar lo que seguía, “lo se John!, no se como lidiar con esto, pero trata de ponerte en mis zapatos un momento y entenderme……..” dijo una frase muy comun cuando quieres que los demás te entiendan pero era tan ironica que de apoco las risas comenzaron a brotar de nuestros labios, ese pequeño chascarrillo logro hacernos sentir cercanos otra vez, “ven aquí John” dijo ella tomando mi rostro y obligándome a inclinar, “lo siento john esto es difícil para ambos, sabes que te
Lo siento, lo siento tanto, pero no puedo más con mi vida, despierto por las noches asustada y vivo con temor, salgo a la calle y me siento perseguida, no puedo más con esta carga, no quiero que lloren por mi, no quiero que me recuerden, mi vida no vale nada, padres lo siento, amigos perdónenme si les causo dolor, no soy alguien que merezca su lastima ni afecto, no merezco ni valgo la pena pues tal vez a nadie le importo, como última voluntad quiero que me quemen y esparza mis cenizas, adiós a todos.
Mientras leia mis lagrimas comenzaban a correr por unas mejillas que no eran mías, las gotas caian en mis senos perdiéndose entre ellos, me sentía frustrado, triste y sobre todo enojado conmigo mismo, no fui lo suficientemente fuerte para demostrarle lo mucho que la quería a pesar de las incontables veces que me mostro su cariño, no fui lo suficientemente inteligente para estar a su lado, mi visión se torno muy borrosa detrás de unas gruesas lágrimas, “¿por que tanto silencio John?” me pregunto mientras se giraba viéndome con su nota suicida en mis manos y mis ojos ahogados en lagrimas, “a mi si me importas tia!!! A mi si me importas!! Me ibas a abandonar!!!?, me ibas a dejar solo!!?, acaso pensabas desaparecer sin decirme nada!!?, tu si me importas!!!” le grite lanzándomele encima sin importarme que ahora yo tenia el cuerpo mas grande de los dos, sin poderse defender la derribe mientras mis lagrimas caian en su rostro, lagrimas reales y mucho cariño, me aferre a su pecho mientras le gritaba “no me dejes solo!!! Te necesito!!, quien va a ser mi amiga!!?, a quien le voy a platicar lo que me pase!!?, a quien le preguntare cuando una chica me guste!! A quien!!! No te puedes ir hasta que yo lo diga!!”, gritos tardíos por retenerla a mi lado que penetraron su lastimado y congelado corazón, “no lo se John no lo se…. Buaaaa no lo se…. Quiero estar ahí para ti!!!, pero… pero!!!” decía, “prometelo!! Promete que estaras, promete que no me vas a abandonar!!!, promete que siempre seras mi amiga!! Que nunca me vas a dejar solo!!!” le grite, “lo juro!!! Y….yo… lo juro buaaaa prometo que nunca te voy a dejar solo!” grito, esa noche terminaba con lagrimas y nuevos comienzos, me separe para sentarme, ella se apresuró y seco mis lágrimas “perdóname John pero ya deja de llorar haras que me salgan arrugas” dijo con una broma ligera, esta vez cuando vi sus ojos el deseo de vivir en sus ojos había vuelto, asentí con la cabeza pue mi garganta seguía quebrantada, asi como estábamos fuimos a la cama, esa noche la abrace con todas mis fuerzas, no quería soltarla, “John no me aprietes tanto me estas ahogando” dijo tratando de respirar entre mi pecho,
“perdón…” dije, “esta bien, no quiero morir asfixiada por mis propios senos” dijo bromeando, “jiji” sonreí sintiendo su pequeño pero calido cuerpo, cuando cerraba los ojos por instantes lograba olvidar las sensaciones femeninas y me veía abrazado por ella.
El repicar de la alarma nos despertó con el brillo de la mañana y un nuevo comienzo, un comienzo bastante extraño para ambos, después de levantarnos el primer gran reto llego “tendremos que tomar un baño”, antes de todo hablo conmigo “John yo se que todo esto es fantástico y extraño pero necesito que lo afrontemos juntos, como sabes los niños y las niñas son diferentes, sabes lo que es una vagina y cómo funciona?” me pregunto, “si se que somos diferentes pero no se mucho…” le conteste, “esto es embarazoso….” Dijo ella, “no podemos evitarlo?” le pregunte, “no John no ahora que tu tienes la mia, quítate la ropa” dijo ella, “pero tia!” le dije muy pero muy avergonzado, “John! Solo quítatela, es mi cuerpo se exactamente como se ve, solo quítatela”
guardo tanto cariño y respeto, al verme tan incómodo me ofreció uno de sus conjuntos que usaba para ejercitarse, la panty que me dio se sentia demasiado extraña, el cordón entre mis nalgas y el pequeño triangulo que cubría al frente aunque suave no era lo que desearía vestir, fuimos a la cocina y luego de freir un par de cosas comenzamos a comer, “john tenemos que hablar, ese sujeto dijo que si en una semana demostraba que esta curada nos arreglaba” dijo ella, “pero como pasare una semana asi, yo no se que tengo que hacer” le dije tratando de ayudar, “lo se John, apenas llevamos una hora y ya me siento exhausta, sin embargo….. gracias” dijo explicar por qué, “gracias?” pregunte, “si John gracias por hacer esto por mi, gracias por estar a mi lado y gracias por traerme de vuelta” dijo con sus sentimientos mas claros, “no tia, con que seas feliz yo lo soy, solo trato de ayudarte como tu me has ayudado” le dije, “es increíble lo distinto que es el mundo ahora, ese doctor tenia razón, es algo muy drástico y que me pone en shock pero efectivo” explicaba, “aun no entiendo” le dije tratando de comprender para apoyarla, “toda mi vida crei ser feliz, crei que si me esforzaba en hacer felices a los que me rodeaban seria feliz, muchas veces Sali lastimada pero me obligue a creer en una falsa felicidad, luego conoci a tus padres, primero pensé en ellos como un par de loquitos, cuando te conoci a ti pensé en lo molestos que eran los niños, pero entonces empecé a abrir los ojos, tu y tus padres me mostraron el significado de cariño que no conocía,
era deseada pero no apreciada, hay muchos tipos de amor como definiciones, sin embargo parece que no conocía ninguna antes de eso, siempre pensé que una mujer debía ser un monumento a la belleza, que debía ser fuerte y alegre en todo momento, que con su presencia debía atraer a cuanto macho estuviera a su alrededor, pero exactamente en eso falle, no me comportaba como una mujer si no como una hembra animal, una hembra que buscaba el macho adecuado para procrear, mi vida amorosa era vacia por esa razón, ni que hablar de mi vida sexual, nadie me llenaba el ojo” dijo mi tia con pensamientos profundos, “pero tia no dijiste que aquel sujeto” dije a medias, “si aquel tipo quiso violarme, todo por que no me le entregue de buena gana, no lo vi como el perfecto, entonces conocí el terror de ser casi abusada, después de ello maldije el ser mujer, maldije el no ser una fácil, hasta me pregunte para que quería esa cosa entre mis piernas, me hundi cada vez mas hasta pensar en suicidarme como ya sabes” dijo, “pero ya no lo haras verdad, dime que no lo haras” le dije, “je no puedo este cuerpo es tuyo, aun cuando tome malas decisiones nunca te lastimaría, asi que mientras este en tu cuerpo no lo haria” dijo ligeramente, “mientras estes en mi cuerpo?, entonces no quiero que cambiemos nunca, yo me quedare con tu cuerpo el resto de mi vida” le dije preocupado, “que!? Por que?” pregunto sorprendida, “por que si me quedo tu cuerpo tu nunca te haras daño” conteste, ella sonrió cálida, pacífica y tiernamente, “John estoy muy agradecida de que seas tu a quien elegí para esto, haber intercambiado cuerpo contigo es justo lo que necesitaba para empezar a curarme” dijo ella, el dia continuo con pláticas sobre los momentos felices que habíamos pasado juntos, mirar tv e incluso casi nos olvidábamos la piel en la que vivíamos ahora, entre mas hablábamos mas se sinceraba conmigo, desde sus negocios hasta sus amistades me conto, ya por la noche terminamos conversando de aquel
sujeto, me mostro mensajes en su facebk, el acoso era algo que vivía a diario, los mensajes en su teléfono eran “te extraño mi amor, haber cuando nos comemos eso” sugiriendo que solo la necesitaba para una cosa, ese dia fue mucho mas tranquilo, llego la hora de dormir y otra vez tuve que desnudarme, me dio un pequeño camison pero antes me dijo “John ven aquí” llevándome de la mano hasta el espejo y parándose junto a mi, “dime John que ves” pregunto, la respuesta mas obvia hubiese sido hablar de mis senos o mis inmensas caderas o mas importante de mi sexo, pero yo vi otra cosa “te veo a ti tia karina, te veo parada junto a mi con esa sonrisa que siempre me apoya” conteste, ella sonrió alegremente, “yo tambien te veo a ti john, no me importa que cuerpos ocupemos, no me importa que tengamos edades distintas, no me importa si ahora tu tienes senos y yo no, que ahora tu seas la mujer y yo un chico, no me importa nada, lo único que me importa es lo que hay tras esos ojos” contesto ella, entonces ambos habíamos llegado a la misma conclusión, que importa la forma de tu cuerpo, que importa si eres delgado o gordo, negro o blanco, alto o bajito, que importa!!!, una belleza que trasciende más allá de un simple cuerpo, de instintos animales y de lo obvio, cuando lo único que de verdad importa es hacer felices a los que amas.
ordeno avergonzada, me quite el pantalón sintiendo el frio en mi piel, sentia unos calzones raros y que se ajustaban en el frente, el vacío frente de mi cuerpo, para quitarme el braseiere tuvo que ayudarme a desabrocharlo, cuando lo hizo mi cuello se relajo mucho pero senti la pesada carga en mi pecho, no quería abrir los ojos, no quería ver la desnudes de mi tia, “abre los ojos John, tienes que hacerlo” dijo ella, “no lo hare, no puedo verte desnuda, no es justo” le dije, “esto es difícil!!, bueno entonces hagámoslo justo” dijo, escuchaba ruido tarde en decidir abrir los ojos y cuando lo hice “ah!!!” salte de la impresión, mis dos senos rebotaron incómodamente, me gire, “por que te volteas es tu cuerpo, de que te ape… apenas….” Dijo titubeante, gire a verla, su cara estaba que brillaba de vergüenza, se miraba avergonzada, miraba mi cuerpo desnudo, “ya vi tu cuerpo desnudo, ahora tu puedes ver el mio” dijo para alentarme, “pero tu… “trataba de negarme, “dijiste que estuviera siempre contigo y aquí estoy, tu tambien dijiste que estarías conmigo” dijo para presionarme muy resuelta a lograr obligarme, gire la cabeza abajo y mire de primera mano los hermosos senos de mi tia, “por que son tan grandes!” dije al ver el tamaño de mis pezones y sacudiéndome, mis senos se revolotearon sin control, “deténganse” dije llevando mis manos para sostenerlos, entonces senti las puntas en mis palmas, “perdón no debería tocar!” dije, “no deberías pero tienes que hacerlo, quítate también las pantys” me ordeno, “pero tia…” dije, “tienes que quitártelas, necesitamos bañarnos” ordeno, me quite las pantis concentrado en no mirar, algo que debería ser sencillo me parecio dificilísimo, entre a la regadera y ella me guio desde afuera, “ahora lava bajo los senos asi” decía solo pudiendo hacer ademanes con las manos pues su pecho era plano ahora, rebordear mis pesados senos se sentia muy extraño y me gustaba bastante, la parte mas difícil fue cuando me indico como lavar entre mis piernas, “no puedo, definitivamente ahí no puedo tocar” le dije, “si no lo haces tu lo hare yo y de verdad que no quiero, ya es muy difícil ahora” dijo ella, lavar mi largo cabello me habia parecido muy difícil pero esto lo superaba, cuando toque por primera vez me senti asustado al no encontrar nada, solo piel suave y tersa, a mi me había salido un poco de bello ya, sabía que les salía bello ahí pero yo no tenía uno solo, mientras lavaba me asombre con el tamaño de mis nalgas, luego de que yo saliera ella tuvo su turno, pensé que seria buena idea tratar de guiarla también pero no fue asi pues tratar de explicarle como lavarse en medio me fue frustrante, “jajaja yo puedo sola John gracias, ahora no puedes de ningún modo” dijo burlándose, “tia!!” le dije juzgando su picardía, mientras ella terminaba ahí me encontraba sentado tratando de no pensar en el cuerpo de mi tia, esa es de las mañanas mas largas de mi vida, cuando me enseñó a orinar fue otro momento embarazoso “no puedes guiar el chorro asi que debes inclinarte para que no mojes todo el lugar, abre las piernas y solo relaja” me explicaba sentada frente a mi, cuando fuimos a cambiarnos la vi por primera vez, vi por primera vez el traje de eva de mi tia, vi claramente toda su forma femenina y quedo grabado en mi mente su sexo, esa apretada abertura con dos extraños labios, eso estaba entre mis piernas ahora, solo puedo decir que me quede paralizado al verla, no me parecía algo hermoso, era mas bien algo monstruoso para mi, como si me hubieran arrancado el pene, una figura muy curveada y femenina, para cualquier chico el solo imaginar tener poder sobre el cuerpo de mi tia hubiera sido un motivo morboso y perverso, para mi fue algo terrible, me enfado el siquiera considerarlo, como podría abusar del cuerpo de alguien a quien
Los siguientes tres días aprendimos uno del otro mucho mas, la confianza no paraba de crecer, mirarme al espejo dejo de avergonzarme, “eres hermosa tia” le dije en algún momento, “gracias me halagas, anda porque no tocas si lo deseas, yo ire a ver la tv” dijo tranquila, “!que!? te refieres a…” dije avergonzado, “si John a eso mismo, he visto cómo te observas y lo mucho que te obligas a respetar mi cuerpo, pero no tienes ya por que hacerlo, por esta noche ese cuerpo te pertenece completamente, cuando te mires no pienses en mi, piensa en lo mucho que te gustas y te deseas, hoy dormiré en la habitación que siempre usabas cuando me visitabas, esta noche entra a mi habitación y da rienda suelta a tu imaginación, anda entra” dijo ella que me había llevado hasta hacerme entrar poniendo seguro antes de irse, la habitación parecio hacerse inmensa, me hallaba solo en su habitación, hasta hace un par de días u lugar inaccesible, en estos días me habia enseñado a ponerme y quitarme un sostén por lo que desnudarme fue fácil, “entonces….” Dije tratando de imaginarme que hacer, de verdad debería hacerlo?, mire mis grandes pezones y curiosamente los acaricie, “owwmmm” dije al sentir un frio y crudo placer, “diferencia entre chicos y chicas…” pensé en cuando me explico acerca de… “no se que hacer contigo” trataba de conversar con mi vagina, según ella tenia mucho que no había gozado de placeres sexuales, cuando me bañaba por accidente uno de mis dedos cruzo la entrada y se sitio bien, asi que imagine que eso debería hacer, lleve dos dedos presionando suavemente entre los dos labio, como si de mantequilla se tratara mis dedos se hundieron como cuchillos, “ahhmmm” gemi al sentir mis dedos hacer contacto, el clítoris de Karina era tan sensible que solo haber metido mis dedos ya me habia sacudido en placer, una fantástica sensación me hizo temblar hasta mi alma cuando jugué con mis dedos dentro, sentir el placer que emanaba de entre mis piernas me hacia perder el control, mis gemidos retumbaban en la caza como bombardeo, jugar con las enormes bolsas en mi pecho, jugar con mis senos!!! Wow!!, sobar mi enorme trasero, acariciar cada una de mis grandes nalgas, mover mis piernas, escuchaba la voz de mi tia mi tia Karina gritando extasiada por un placer que se habia aguantado por mucho tiempo, una satisfacción única y placentera, “tia Karina…. No….mmmmm no….. no es mi tia soy yo….. pero tia Karina…… no…. Este soy yo!” gemia mientras debatia quien era quien gemia, mis oídos escuchaban la voz d ela mujer que siempre me tarto como su sobrino pero mi mente sabia perfectamente que era ahora mi voz y mi cuerpo.
“John?…. John?... John despierta otra vez estas soñando despierto” dijo mi tia Karina con esa sonrisa suave y amable, “perdóname tia no estaba escuchando” le conteste mientras bebía mi leche, era hora de ir al colegio y tenía que darme prisa, “ya cálmate John lo harás bien” me dijo dando ánimos, “pero y si no…” estaba diciendo dudando de mi mismo, puso su dedo en mis labios y continuo “shhh se que eres muy listo, solo son tus nervios, has estudiado mucho para este dia, recuerda si te pones nervioso frente a todos solo imagínalos desnudos” dijo mi tia con una gran sonrisa, “desnudos!?” dije avergonzándome pues la quise imaginar desnuda, me gire de inmediato, “tontito es a ellos no a mi” dijo bromeando, “estaré en la parte de atrás para apoyarte” dijo ella cuando me dejo en la escuela, “tu tia esta…. Auch!” decía mi amigo peter cuando lo golpee, “ya te dije que no digas una sola palabra de mi tía” le replique, “pero John ella no es tu tía solo es conocida de tus padres, asi que verla no es tan… auch… ya entendí alguien esta de mal humor” dijo mi otro amigo mark, “no me importa, ella es mi tia y no pienso de esa manera de ella, asi que se callan” dije muy molesto, justo como ellos lo decían no teníamos ninguna relación sanguínea, es justo como mi tia dijo imagine a todos desnudos mientras representaba la obra teatral del colegio, tuve que evitar carcajearme, mi imaginación era algo loca, cuando terminamos la obra y las luces se encendieron la tia Karina estaba ahí aplaudiéndome, me sentia muy bien al verla, tener alguien ahí para apoyarme era lo mejor del mundo pensaba, todo porque mis padres eran arquitectos y muchas ocasiones tenían que salir por largo tiempo, cuando la amistad fue lo suficientemente grande comencé a quedarme con la tia Karina cuando ellos no estaban, no solo se limitaba a cuidarme, era mi amiga, me escuchaba y me trataba de comprender
aunque al final siempre terminábamos riendo pensando que ninguno de los dos nos comprendíamos y olvidando el problema, por eso cuando la veía sonreír era como ver brillar el sol en la mañana, diferente de lo que todos pensaban su vida sexual y amorosa era casi nula, entonces conoció a un sujeto que hasta el dia de hoy el solo pensar en su nombre me revuelve el estómago de coraje, nunca me dijo como lo conocio pero cuando empezó a salir con el su cara irradiaba alegría, verla tan feliz me hacía feliz a mi también, un sentimiento que solo puedes comprender cuando amas a otra persona, disfrutar su alegría y llorar su tristeza junto a ella, “estuviste arrollador” dijo mi tia en camino a casa, de vez en vez se sonreía y acomodaba su cabello, “jiji” me rei al compartir su alegría, “de que te ries John?” dijo también sonriendo comprendiendo de lo que yo me reia,
órdenes y me dormí temprano.
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habíamos desarrollado una cercanía tan grande que ya empezábamos a comprendernos sin siquiera hablar, como en aquella fiesta de la abuela cuando con los ojos me pidio auxilio para ayudarla a salir de ahí, “bueno John que pedimos esta vez, comida hindu, italiana, que se te antoja” dijo ella, “comida ordenada?, jiji lo sabía tia Karina, hoy tendrás una cita” le dije, “je lo siento por no decirte, tanto se noto?” dijo sonriendo, “si un poco, pero no te pongas nerviosa solo imagínalos desnudos” le dije animándola, “jiji es un muy buen consejo, quien te lo haya dicho debe ser muy inteligente” dijo, esa sería la última vez que la vería sonreír tan sincera y alegremente durante muchísimo tiempo, antes de marcharse me ayudo a terminar con mis deberes escolares para que pudiera dormirme temprano, cuando la vi salir por la puerta parecía que el sol brillaba en todo su esplendor, tal y como habíamos acordado seguí sus
“buuu buaaaa…. Snif snif… buaaa buuu buu buaa” me despertó el sonido de llantos, me levante de la cama asustado, corri asustado sin importarme nada, solo quería llegar hasta donde podía escuchar a mi tia lamentarse, sentada en su cama tenia las manos cubriéndose el rostro, cuando me escucho entrar se lo descubrió, el rímel se le había corrido y en la profundidad de sus ojos pude compartir su sufrimiento, su ropa parecía haber sido algo rota, calle mi enojo y solo corri para abrazarla, con mi pequeño cuerpo apenas y podía sostenerla pero mi abrazo tenia la intencio de cubrirla por completo y protegerla, “buaaaaaaaaaaa buaaaaaaa!” se solto a llorar completamente, no se cuanto tiempo pasamos abrazados ni tampoco me importo, solo quería verla sonreír, decir un perspicaz chiste o que
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la realidad no fuera esta, como si la tormenta azotara una costa la felicidad de la tia Karina se desvaneció, repetidas veces le pregunte que la habia destrozado pero solo se limitaba a decirme “no lo entenderías John, cosas de adultos”, mis padres regresaron y conversaron con ella pero no cambio nada, como una flor que es cortada su felicidad lo fue, la tia Karina tenia un gran negocio de fitness, dejo de frecuentarlo y un encargado le enviaba los informes, mi corzaon comenzaba a sufrir por ella pues pasaban las semanas y la notaba más decaída, cuando la visitaba limpiaba pilas de basura que se acumulaba mientras la veía casi siempre vestida en pijamas todo el dia, una noche por fin me lo conto todo, con dolor en mi corazón y odio en mis manos quería salir a golpear aquel sujeto que la había destrozado, “por que no fuiste a la policía” le pregunte, “lo hice pero dijeron que no se completo el susodicho ataque” contesto explicándome que el sujeto la habia intentado violar pero no lo consiguió y que al acudir a la policía como había tomado unas copas pensaron que era una pelea de pareja alcohólica, “que malditos!” grite desquiciado,
pero en ese momento no podía comprender todo, lo único que si comprendía era el dolor que me trasmitía, ya casi habia pasado medio año desde aquel incidente y la tia Karina no se recuperaba, la preocupación alcanzo a mis padres que comenzaron a buscarle ayuda, yo me volvi muy agresivo cuando alguien siquiera la mencionaba con un estúpido comentario, por un tiempo me quede sin amigos, luego los que verdaderamente me estimaban lo comprendieron e hicimos las pases, una noche tiempo después por fin la pesadilla parecía haber terminado, fuimos a un restaurant donde cenaríamos con la tia Karina, cuando llegamos la vi vestida en sus atuendos normales, durante la cena sonreía y bromeaba en varias ocasiones, “no te comeras eso John?” dijo mientras tomaba d emi plato un pequeño trozo de carne que guardaba para el final, “jajaja” reimos todos parecía que ella estaba de regreso, pero el destino es cruel y malvado pues de pronto se quedo casi totalmente inmóvil mientras miraba la salida del negocio, como si el tiempo pasara lento pude ver como se volvia a romper, soltó los palillos y trato de ocultar su rostro, lo que habia sido la cena de su regreso fue otra amarga experiencia, fuimos a casa y esa noche podía escuchar la discusión hasta mi habitación, una discusión sobre intervenir directamente para que ella no cometiera algún error, pasaron varios días hasta que ella respondiera los llamados de mis padres, “John hemos sabemos que quieres mucho a la tia Karina, por eso necesitamos que la cuides, crees poder hacer eso?” dijeron ambos encomendándome quedarme con ella por un tiempo, los primeros dos días intente de todo para animarla, aunque se esforzaba por fingir notaba que solo era eso, una ilusión, asi llego el dia cuando por mis padres lograron obtener una sesión con un psicólogo muy renombrado y reconocido por rumores, como el rockstar de los psicólogos anónimos, según los rumores era alguien que lograba curar a sus pacientes, mis padres salieron a sus viajes frecuentes y luego de agendar la cita termine acompañándola, esperar fuera de la sala donde ellos conversaban fue bastante aburrido pero no pensaba separarme de su lado, se abrió la puerta y la tia Karina me pidio pasar, “es este chico la persona en quien mas confía en el mundo?, esta usted segura?” pregunto dos veces para cerciorarse, la tia Karina contesto “si, John es el único en quien verdaderamente confio”, “uff bueno…. Dime hijo ¿quieres mucho a tu tia?, harias cualquier cosa por ella?” pregunto a lo que asentí sin dudarlo ni un segundo, “esta bien… pero este tratamiento es experimental, casi místico y será mejor que sean discretos, dígame tiene algún sitio donde pueda hacer un pequeño retiro por un par de días para adaptarse” pregunto el sujeto, “si, tengo una casa fuera de la ciudad, pero ¿adaptarme a que?” pregunto la tia Karina, “no se imagina, pero necesito que este usted segura que quiere ser curada” dijo el hombre, “por favor tia vuelve a ser la que eras” le dije suplicando, “si quiero hacerlo es mi ultima esperanza” dijo muy melodramática, “¿su ultima esperanza?” me pregunte sin decirlo, “esta bien, ambos recuéstense en estos divanes, necesito que se relajen y escuchen mi voz” dijo el sujeto luego poniéndonos algunos trapos para cubrir nuestras frentes, hablaba y hablaba pidiéndonos relajarnos “asi su lugar perfecto esta con ustedes…. Cuando cuente hasta el cero dormirán 3….. 2…… 1……. 0….” Tal como dijo sentí que entraba en un profundo sueño.
“chas! ¡Despierten!” escuchamos el chasquido de unos dedos y la voz de aquel hombre, abri los ojos mirando el techo de aquel consultorio pero no paso ni un segundo el sentirme extraño, “es todo?” escuche mi voz preguntar, “por que escuche mi voz” pregunte oyendo la voz de la tia Karina, me sente apresurado viendo las cosas distintas, un raro movimiento en mi pesado pecho, “no puede ser posible, soy John” escuche mi voz decir, cuando voltee senti como mi cabello ondeo por el impulso y muy impactado me vi a mi mismo con una cara asutada, “quien eres!?” le grite, conmocionado volteo a verme, se llevo la mano a la boca casi cubriéndosela “no puede ser soy yo” dijo mirándome, “yo?” pregunte mirándome, salte del susto al ver dos enormes cosas raras en mi pecho, trate de alejarlas con mis manos pero no pude, al tocarlas senti que eran parte de mi, reconocí el
quiero verdaderamente, has sido un pequeño amigo que me conforto en el peor momento de mi vida, se que eres un chico honesto y te aprecio tanto, por eso ahora necesito que sepas que confió en ti, tu eres John y yo soy tu tia eso nada ni nadie lo va a cambiar ok?” me dijo con los ojos cristalinos, “pero tia yo tengo tus…” trate de decirle llevando mis manos al pecho, “no me importa!, tu eres mi querido John y unos estúpidos senos no lo harán diferente, eres mas que mi sobrino, eres mi amigo” dijo sincera, “perdóname tia” le dije emotivamente, tomados de la mano caminamos hasta su guardarropa, después de buscar saco una bata, como era de noche tarde o temprano deberíamos dormir, cuando me quite la blusa quede maravillado con lo que vi, “estos son unos pechos enormes…. De verdad están en mi pecho…” me quede pensando mirando las alienígenas formas salir muy lejos d emi pecho en un brasiere, las copas se curveaban aguantando el peso de ambos, el resorte en mi espalda sujetando hacia que las varillas se clavaran en mis costillas, “que es esto…” me seguia preguntando al empezar a ver el cuerpo de mi tia, muy a menudo la veía enseñar piel de mas pero el impacto de la ropa cotidiana hacia mas fuerte la sensación de denudes,
“John se que son muy raras para ti pero son normales para un cuerpo femenino, son unos hermosos regalos para alimentar a los bebes” dijo ella tratando de explicarme, “que!?” grite al imaginarme un bebe pegado a mi pecho succionando, “por favor no toques mas de lo necesario, ahora toma cúbrete comamos algo” dijo ella, tome la bata para ponérmela, senti mi largo cabello cubriendo mi espalda hasta... por reacción solte la bata para tocar ese gran peso extra que cargaba detrás, “que es esto, es enorme” dije al haber palpado mi trasero, “toma John póntelo ya” repitió levantando la bata y entregándomela otra vez, al salir del guardarropa vi una pila de frascos de píldoras y un papel junto, me preocupe pensando que ella estaba enferma, cuando entramos en su cocina continuamos la conversación con cosas que trataban de evitar el tema que mas nos preocupaba “nuestros cuerpos”, pero mi torpeza en utilizar mis manos y tener senos creaba ligeros accidentes, cuando terminamos de cenar decidió que durmiéramos, primero fuimos otra vez a su guardarropa, mientras ella decidia difícilmente si pedirme dormir asi o darme algo cómodo los frascos de píldoras me llamaron la atención, tome el papel para ver la receta, gran sorpresa me lleve cuando comencé a leer.
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collar que llevaba puesto “es el collar de la tia Karina!” dije asustado pensando que algo malo le habia pasado, pero mi voz seguía siendo la de ella, “jo… jo… John?” dijo titubeando, “si!” dije asustado, cai de la orilla del diván y senti lo que traía detrás, mire por mi costado y esas bolas en mi pecho se movían obstruyendo la visión, unos jeans azules ajustados me cubrían, “no, no, no, no, no puede ser!” dijimos ambos parándonos uno frente al otro, “tia Karina!?” pregunte, “si soy yo John, pero…. Esto es una locura… un sueño” decía al verme, ambos estábamos tan asustados e impresionados como para poner atención a lo que empezamos a sentir, queríamos respuestas cuando escuchamos la voz de aquel hombre “desde hoy y por los siguientes días quiero que experimente una nueva perspectiva de la vida eso la curara”, “¿mi tia volteo aterrorizada “curarme!?, u… u… usted me puso en el cuerpo de mi sobrino!” grito, entonces me di cuenta “el cu… cu… cuerpo de mi tia!” dije al enterarme que había pasado, “no, no, no, por favor doctor usted tiene… tiene que arreglar esto… no puede hacer esto…” decía mi tia muy trastornada, “usted me dio su consentimiento, mi deber como doctor es curar a mis pacientes, asi que no puedo detener la terapia, vuelva en una semana y valorare los resultados, ahora si me disculpa” dijo llamando a un sujeto que nos saco fuera, mis primeros pasos no los olvidare jamas,
fue como aprender a caminar de nuevo, sentia el movimiento de mis nalgas y el contoneo de mis caderas, quería controlar el rebote en mi pecho pero mi cuerpo no me obedecía, intentamos reclamar pero la respuesta fue absoluta, fuera del consultorio esperaba un hombre con un perico muy raro “siguiente paciente” dijo el hombre que nos empujo permitiéndole la entrada y cerrando, mi tia y yo nos quedamos por un largo momento mirándonos frente a frente, no tenia idea de como me veía ni por que se movía y sentía mi cuerpo tan extraño, “tenemos que buscar ayuda” le dije, “si, rápido, en mi bolso, llama a tus padres” dijo cuando levante su bolso, “no espera mejor no!, esto no lo van a creer” dijo mi tia antes de intentar reclamar varias veces, “el doctor se lamenta que usted no este contenta con el resultado pero dice que si no se marcha jamás volverá a atenderla” dijo el hombre cerrándole la puerta en la cara, todo sucedía tan rápido, el único que podía arreglar todo se había enfadado, ambos volvimos a mirarnos pensando en alguna solución pero el solo pensar que si no nos marchábamos nunca volveríamos a ser normales fue mas aterrador, “vámonos John, yo te cuidare” dijo ella, subimos al elevador y el solo estar uno junto del otro nos ponía incomodos, “tia yo que vamos a hacer, yo no quiero estar asi, me siento muy raro” le dije asustado tocando mi pecho, “tranquilízate John saldremos de esto, pero no pongas tus manos ahí, vayamos a casa, trata de soportarlo hasta llegar ahí” dijo ella, habíamos llegado en auto pero que yo condujera era algo totalmente imposible, fue donde el auto y saco lo importante, obligados dejamos el auto en el estacionamiento de aquel edificio, no sabíamos cuanto tiempo habia pasado, cuando llegamos era de dia y ahora las estrellas brillaban en el cielo, detuvimos un taxy para irnos, cuando subi “auch!” dije al golpear duro mi cabeza en un costado, el auto era mas bajito de costumbre, “a esta dirección rápido” fueron las únicas palabras de mi tia, sentados en el taxy ambos mirábamos por las ventanillas,
ninguno teníamos el valor de vernos, los ajustados pantalones me apretaban entre las piernas y me aterraba que no me estuvieran aplastando nada, cuando llegamos saco el dinero del bolso que me habia hecho llevar y pago, ambos fuimos directo a la casa donde por un momento nos sentimos mas seguros, luego el caos retorno, temblando me miro “no puede estar pasando esto John, no puedo con mas” dijo sentándose para abrazar sus rodillas y ocultar su rostro, “tia no por favor no te pongas asi yo estare a tu lado siempre” le dije teniendo que arrodillarme para estar frente a ella, el enorme peso de mi pecho o el tremendo cambio de proporciones no me importaba, incluso mi largo cabello interponiéndose era efímero, “mírame por favor tia” le grite llorando junto con ella, levanto el rostro y con esa conexión que teníamos vio en mis ojos lo preocupado y lo mucho que la quería, “perdóname John…. Buaa perdóname…” dijo abrazándome del cuello para llorar encima mio, sentir su rostro hundiéndose mis senos y la lluvia de lágrimas llenas de dolor mojando esos extraños miembros no tuvo efecto en mi, lo único que habia era la necesidad y la desesperación de hacerla sentir bien, cuando termino nos levantamos seco sus lágrimas “gracias” dijo profundamente, el tiempo de levantarnos llego esta vez haciéndome sentir intensamente el cuerpo femenino de mi tia, mis mojados senos fue algo difícil de abordar, “John vamos a…. que te cambies la blusa” dijo ella tomándome de la mano, “pero tia…” dije tratando de evitar lo que seguía, “lo se John!, no se como lidiar con esto, pero trata de ponerte en mis zapatos un momento y entenderme……..” dijo una frase muy comun cuando quieres que los demás te entiendan pero era tan ironica que de apoco las risas comenzaron a brotar de nuestros labios, ese pequeño chascarrillo logro hacernos sentir cercanos otra vez, “ven aquí John” dijo ella tomando mi rostro y obligándome a inclinar, “lo siento john esto es difícil para ambos, sabes que te
Lo siento, lo siento tanto, pero no puedo más con mi vida, despierto por las noches asustada y vivo con temor, salgo a la calle y me siento perseguida, no puedo más con esta carga, no quiero que lloren por mi, no quiero que me recuerden, mi vida no vale nada, padres lo siento, amigos perdónenme si les causo dolor, no soy alguien que merezca su lastima ni afecto, no merezco ni valgo la pena pues tal vez a nadie le importo, como última voluntad quiero que me quemen y esparza mis cenizas, adiós a todos.
Mientras leia mis lagrimas comenzaban a correr por unas mejillas que no eran mías, las gotas caian en mis senos perdiéndose entre ellos, me sentía frustrado, triste y sobre todo enojado conmigo mismo, no fui lo suficientemente fuerte para demostrarle lo mucho que la quería a pesar de las incontables veces que me mostro su cariño, no fui lo suficientemente inteligente para estar a su lado, mi visión se torno muy borrosa detrás de unas gruesas lágrimas, “¿por que tanto silencio John?” me pregunto mientras se giraba viéndome con su nota suicida en mis manos y mis ojos ahogados en lagrimas, “a mi si me importas tia!!! A mi si me importas!! Me ibas a abandonar!!!?, me ibas a dejar solo!!?, acaso pensabas desaparecer sin decirme nada!!?, tu si me importas!!!” le grite lanzándomele encima sin importarme que ahora yo tenia el cuerpo mas grande de los dos, sin poderse defender la derribe mientras mis lagrimas caian en su rostro, lagrimas reales y mucho cariño, me aferre a su pecho mientras le gritaba “no me dejes solo!!! Te necesito!!, quien va a ser mi amiga!!?, a quien le voy a platicar lo que me pase!!?, a quien le preguntare cuando una chica me guste!! A quien!!! No te puedes ir hasta que yo lo diga!!”, gritos tardíos por retenerla a mi lado que penetraron su lastimado y congelado corazón, “no lo se John no lo se…. Buaaaa no lo se…. Quiero estar ahí para ti!!!, pero… pero!!!” decía, “prometelo!! Promete que estaras, promete que no me vas a abandonar!!!, promete que siempre seras mi amiga!! Que nunca me vas a dejar solo!!!” le grite, “lo juro!!! Y….yo… lo juro buaaaa prometo que nunca te voy a dejar solo!” grito, esa noche terminaba con lagrimas y nuevos comienzos, me separe para sentarme, ella se apresuró y seco mis lágrimas “perdóname John pero ya deja de llorar haras que me salgan arrugas” dijo con una broma ligera, esta vez cuando vi sus ojos el deseo de vivir en sus ojos había vuelto, asentí con la cabeza pue mi garganta seguía quebrantada, asi como estábamos fuimos a la cama, esa noche la abrace con todas mis fuerzas, no quería soltarla, “John no me aprietes tanto me estas ahogando” dijo tratando de respirar entre mi pecho,
“perdón…” dije, “esta bien, no quiero morir asfixiada por mis propios senos” dijo bromeando, “jiji” sonreí sintiendo su pequeño pero calido cuerpo, cuando cerraba los ojos por instantes lograba olvidar las sensaciones femeninas y me veía abrazado por ella.
El repicar de la alarma nos despertó con el brillo de la mañana y un nuevo comienzo, un comienzo bastante extraño para ambos, después de levantarnos el primer gran reto llego “tendremos que tomar un baño”, antes de todo hablo conmigo “John yo se que todo esto es fantástico y extraño pero necesito que lo afrontemos juntos, como sabes los niños y las niñas son diferentes, sabes lo que es una vagina y cómo funciona?” me pregunto, “si se que somos diferentes pero no se mucho…” le conteste, “esto es embarazoso….” Dijo ella, “no podemos evitarlo?” le pregunte, “no John no ahora que tu tienes la mia, quítate la ropa” dijo ella, “pero tia!” le dije muy pero muy avergonzado, “John! Solo quítatela, es mi cuerpo se exactamente como se ve, solo quítatela”
guardo tanto cariño y respeto, al verme tan incómodo me ofreció uno de sus conjuntos que usaba para ejercitarse, la panty que me dio se sentia demasiado extraña, el cordón entre mis nalgas y el pequeño triangulo que cubría al frente aunque suave no era lo que desearía vestir, fuimos a la cocina y luego de freir un par de cosas comenzamos a comer, “john tenemos que hablar, ese sujeto dijo que si en una semana demostraba que esta curada nos arreglaba” dijo ella, “pero como pasare una semana asi, yo no se que tengo que hacer” le dije tratando de ayudar, “lo se John, apenas llevamos una hora y ya me siento exhausta, sin embargo….. gracias” dijo explicar por qué, “gracias?” pregunte, “si John gracias por hacer esto por mi, gracias por estar a mi lado y gracias por traerme de vuelta” dijo con sus sentimientos mas claros, “no tia, con que seas feliz yo lo soy, solo trato de ayudarte como tu me has ayudado” le dije, “es increíble lo distinto que es el mundo ahora, ese doctor tenia razón, es algo muy drástico y que me pone en shock pero efectivo” explicaba, “aun no entiendo” le dije tratando de comprender para apoyarla, “toda mi vida crei ser feliz, crei que si me esforzaba en hacer felices a los que me rodeaban seria feliz, muchas veces Sali lastimada pero me obligue a creer en una falsa felicidad, luego conoci a tus padres, primero pensé en ellos como un par de loquitos, cuando te conoci a ti pensé en lo molestos que eran los niños, pero entonces empecé a abrir los ojos, tu y tus padres me mostraron el significado de cariño que no conocía,
era deseada pero no apreciada, hay muchos tipos de amor como definiciones, sin embargo parece que no conocía ninguna antes de eso, siempre pensé que una mujer debía ser un monumento a la belleza, que debía ser fuerte y alegre en todo momento, que con su presencia debía atraer a cuanto macho estuviera a su alrededor, pero exactamente en eso falle, no me comportaba como una mujer si no como una hembra animal, una hembra que buscaba el macho adecuado para procrear, mi vida amorosa era vacia por esa razón, ni que hablar de mi vida sexual, nadie me llenaba el ojo” dijo mi tia con pensamientos profundos, “pero tia no dijiste que aquel sujeto” dije a medias, “si aquel tipo quiso violarme, todo por que no me le entregue de buena gana, no lo vi como el perfecto, entonces conocí el terror de ser casi abusada, después de ello maldije el ser mujer, maldije el no ser una fácil, hasta me pregunte para que quería esa cosa entre mis piernas, me hundi cada vez mas hasta pensar en suicidarme como ya sabes” dijo, “pero ya no lo haras verdad, dime que no lo haras” le dije, “je no puedo este cuerpo es tuyo, aun cuando tome malas decisiones nunca te lastimaría, asi que mientras este en tu cuerpo no lo haria” dijo ligeramente, “mientras estes en mi cuerpo?, entonces no quiero que cambiemos nunca, yo me quedare con tu cuerpo el resto de mi vida” le dije preocupado, “que!? Por que?” pregunto sorprendida, “por que si me quedo tu cuerpo tu nunca te haras daño” conteste, ella sonrió cálida, pacífica y tiernamente, “John estoy muy agradecida de que seas tu a quien elegí para esto, haber intercambiado cuerpo contigo es justo lo que necesitaba para empezar a curarme” dijo ella, el dia continuo con pláticas sobre los momentos felices que habíamos pasado juntos, mirar tv e incluso casi nos olvidábamos la piel en la que vivíamos ahora, entre mas hablábamos mas se sinceraba conmigo, desde sus negocios hasta sus amistades me conto, ya por la noche terminamos conversando de aquel
sujeto, me mostro mensajes en su facebk, el acoso era algo que vivía a diario, los mensajes en su teléfono eran “te extraño mi amor, haber cuando nos comemos eso” sugiriendo que solo la necesitaba para una cosa, ese dia fue mucho mas tranquilo, llego la hora de dormir y otra vez tuve que desnudarme, me dio un pequeño camison pero antes me dijo “John ven aquí” llevándome de la mano hasta el espejo y parándose junto a mi, “dime John que ves” pregunto, la respuesta mas obvia hubiese sido hablar de mis senos o mis inmensas caderas o mas importante de mi sexo, pero yo vi otra cosa “te veo a ti tia karina, te veo parada junto a mi con esa sonrisa que siempre me apoya” conteste, ella sonrió alegremente, “yo tambien te veo a ti john, no me importa que cuerpos ocupemos, no me importa que tengamos edades distintas, no me importa si ahora tu tienes senos y yo no, que ahora tu seas la mujer y yo un chico, no me importa nada, lo único que me importa es lo que hay tras esos ojos” contesto ella, entonces ambos habíamos llegado a la misma conclusión, que importa la forma de tu cuerpo, que importa si eres delgado o gordo, negro o blanco, alto o bajito, que importa!!!, una belleza que trasciende más allá de un simple cuerpo, de instintos animales y de lo obvio, cuando lo único que de verdad importa es hacer felices a los que amas.
ordeno avergonzada, me quite el pantalón sintiendo el frio en mi piel, sentia unos calzones raros y que se ajustaban en el frente, el vacío frente de mi cuerpo, para quitarme el braseiere tuvo que ayudarme a desabrocharlo, cuando lo hizo mi cuello se relajo mucho pero senti la pesada carga en mi pecho, no quería abrir los ojos, no quería ver la desnudes de mi tia, “abre los ojos John, tienes que hacerlo” dijo ella, “no lo hare, no puedo verte desnuda, no es justo” le dije, “esto es difícil!!, bueno entonces hagámoslo justo” dijo, escuchaba ruido tarde en decidir abrir los ojos y cuando lo hice “ah!!!” salte de la impresión, mis dos senos rebotaron incómodamente, me gire, “por que te volteas es tu cuerpo, de que te ape… apenas….” Dijo titubeante, gire a verla, su cara estaba que brillaba de vergüenza, se miraba avergonzada, miraba mi cuerpo desnudo, “ya vi tu cuerpo desnudo, ahora tu puedes ver el mio” dijo para alentarme, “pero tu… “trataba de negarme, “dijiste que estuviera siempre contigo y aquí estoy, tu tambien dijiste que estarías conmigo” dijo para presionarme muy resuelta a lograr obligarme, gire la cabeza abajo y mire de primera mano los hermosos senos de mi tia, “por que son tan grandes!” dije al ver el tamaño de mis pezones y sacudiéndome, mis senos se revolotearon sin control, “deténganse” dije llevando mis manos para sostenerlos, entonces senti las puntas en mis palmas, “perdón no debería tocar!” dije, “no deberías pero tienes que hacerlo, quítate también las pantys” me ordeno, “pero tia…” dije, “tienes que quitártelas, necesitamos bañarnos” ordeno, me quite las pantis concentrado en no mirar, algo que debería ser sencillo me parecio dificilísimo, entre a la regadera y ella me guio desde afuera, “ahora lava bajo los senos asi” decía solo pudiendo hacer ademanes con las manos pues su pecho era plano ahora, rebordear mis pesados senos se sentia muy extraño y me gustaba bastante, la parte mas difícil fue cuando me indico como lavar entre mis piernas, “no puedo, definitivamente ahí no puedo tocar” le dije, “si no lo haces tu lo hare yo y de verdad que no quiero, ya es muy difícil ahora” dijo ella, lavar mi largo cabello me habia parecido muy difícil pero esto lo superaba, cuando toque por primera vez me senti asustado al no encontrar nada, solo piel suave y tersa, a mi me había salido un poco de bello ya, sabía que les salía bello ahí pero yo no tenía uno solo, mientras lavaba me asombre con el tamaño de mis nalgas, luego de que yo saliera ella tuvo su turno, pensé que seria buena idea tratar de guiarla también pero no fue asi pues tratar de explicarle como lavarse en medio me fue frustrante, “jajaja yo puedo sola John gracias, ahora no puedes de ningún modo” dijo burlándose, “tia!!” le dije juzgando su picardía, mientras ella terminaba ahí me encontraba sentado tratando de no pensar en el cuerpo de mi tia, esa es de las mañanas mas largas de mi vida, cuando me enseñó a orinar fue otro momento embarazoso “no puedes guiar el chorro asi que debes inclinarte para que no mojes todo el lugar, abre las piernas y solo relaja” me explicaba sentada frente a mi, cuando fuimos a cambiarnos la vi por primera vez, vi por primera vez el traje de eva de mi tia, vi claramente toda su forma femenina y quedo grabado en mi mente su sexo, esa apretada abertura con dos extraños labios, eso estaba entre mis piernas ahora, solo puedo decir que me quede paralizado al verla, no me parecía algo hermoso, era mas bien algo monstruoso para mi, como si me hubieran arrancado el pene, una figura muy curveada y femenina, para cualquier chico el solo imaginar tener poder sobre el cuerpo de mi tia hubiera sido un motivo morboso y perverso, para mi fue algo terrible, me enfado el siquiera considerarlo, como podría abusar del cuerpo de alguien a quien
Los siguientes tres días aprendimos uno del otro mucho mas, la confianza no paraba de crecer, mirarme al espejo dejo de avergonzarme, “eres hermosa tia” le dije en algún momento, “gracias me halagas, anda porque no tocas si lo deseas, yo ire a ver la tv” dijo tranquila, “!que!? te refieres a…” dije avergonzado, “si John a eso mismo, he visto cómo te observas y lo mucho que te obligas a respetar mi cuerpo, pero no tienes ya por que hacerlo, por esta noche ese cuerpo te pertenece completamente, cuando te mires no pienses en mi, piensa en lo mucho que te gustas y te deseas, hoy dormiré en la habitación que siempre usabas cuando me visitabas, esta noche entra a mi habitación y da rienda suelta a tu imaginación, anda entra” dijo ella que me había llevado hasta hacerme entrar poniendo seguro antes de irse, la habitación parecio hacerse inmensa, me hallaba solo en su habitación, hasta hace un par de días u lugar inaccesible, en estos días me habia enseñado a ponerme y quitarme un sostén por lo que desnudarme fue fácil, “entonces….” Dije tratando de imaginarme que hacer, de verdad debería hacerlo?, mire mis grandes pezones y curiosamente los acaricie, “owwmmm” dije al sentir un frio y crudo placer, “diferencia entre chicos y chicas…” pensé en cuando me explico acerca de… “no se que hacer contigo” trataba de conversar con mi vagina, según ella tenia mucho que no había gozado de placeres sexuales, cuando me bañaba por accidente uno de mis dedos cruzo la entrada y se sitio bien, asi que imagine que eso debería hacer, lleve dos dedos presionando suavemente entre los dos labio, como si de mantequilla se tratara mis dedos se hundieron como cuchillos, “ahhmmm” gemi al sentir mis dedos hacer contacto, el clítoris de Karina era tan sensible que solo haber metido mis dedos ya me habia sacudido en placer, una fantástica sensación me hizo temblar hasta mi alma cuando jugué con mis dedos dentro, sentir el placer que emanaba de entre mis piernas me hacia perder el control, mis gemidos retumbaban en la caza como bombardeo, jugar con las enormes bolsas en mi pecho, jugar con mis senos!!! Wow!!, sobar mi enorme trasero, acariciar cada una de mis grandes nalgas, mover mis piernas, escuchaba la voz de mi tia mi tia Karina gritando extasiada por un placer que se habia aguantado por mucho tiempo, una satisfacción única y placentera, “tia Karina…. No….mmmmm no….. no es mi tia soy yo….. pero tia Karina…… no…. Este soy yo!” gemia mientras debatia quien era quien gemia, mis oídos escuchaban la voz d ela mujer que siempre me tarto como su sobrino pero mi mente sabia perfectamente que era ahora mi voz y mi cuerpo.
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