
La conocimos en el metro. A mí colega le puso su cara de inocente. Ella parecía no enterarse de que nos estaba gustando. Creo que pertenecía a ese grupo de mujeres a las q llaman invisibles. Pero mi amigo tiene un don para saber cuándo una mujer desnuda está mejor que vestida. Y con esta mujer pasó así.
Le dije hola y ella con su voz sonriente me respondió un holaa...
Sabes que eres muy guapa...
Media hora después estábamos desnudos con ella en un parque. Me lamía mi miembro con ganas como si fuese un regalo, a la vez masturbaba a mí amigo.
Delgadito, pelo largo rizado... Ingenua y unos agujeritos pequeñitos. Parecía una adolescente.
Cuando la penetré despacio tuve que hacer mucha fuerza. La besaba mientras, baboseandola. Robert, mu amigo le comía el coño con esos labios que salían para afuera y que tan cerdo me puso. La embestía como si no hubiera una segunda vez entre sus gritos ahogados por carcajadas incontrolables. Era puro placer.
La sujete en el aire, ella votaba sin miedo a ser vista entre gemidos y estertores. Se retorciacomo una puta serpiente hasta que mi colega sin avisar se la clavó por el ano. El grito desgarrador me excitó salvajemente y sacando fuerzas de no se donde la clavé con desesperación. Por detrás Roberto apretaba fuerte agarrando sus pequeños senos. Ella gozaba, gemía de dolor y balbuceaba...
Ese polvo fue lo más bestia que he hecho desde que tengo sexo. Una cuarentona anónima desnuda en un parque, penetrada con desesperación por dos jóvenes... Poesía pornográfica.
1 comentarios - Una cuarentona para Dos veinteañeros