Esto pasó hace unos meses. Para ponerlos en contexto yo soy Lucas, de Córdoba, tengo 24 años, soy alto, flaco y la chica de la que vamos a hablar se llama Julieta (nombre ficticio para no quemarla).
Juli es una chica de 31 años. Hermosa por donde la mires. Mide unos 170cm de alto y destaca por su hermoso cuerpo con tremendo ojete. Ella vivía al lado de mi depa y compartíamos balcón así que ahí nos conocimos.
Empecemos.
Habían pasado casi dos años desde que no veía a Julieta, mi ex vecina. Nos seguíamos en Instagram, nos respondíamos historias, nada más allá de eso porque ella se fue a trabajar a Buenos Aires una vez que se recibió de médica. Cuando me entero que tenía torneo de pádel en Buenos Aires, pensé automáticamente en ella porque no conocía a nadie más en bs as, le escribí para pedirle una mano con el hospedaje, me dijo sin vueltas:
—Obvio Luquitas, venite a casa… eso sí, es monoambiente y tengo una sola cama de dos plazas, ¿te la bancás?
Yo me hice el canchero:
—Si vos no te quejás, yo tampoco.
Ese mismo finde llegué a su depa en Caballito. Eran casi las 10 de la noche. Su departamento era un poco chiquito pero no tanto, era prolijo, con aroma a vainilla y ropa tirada con descuido elegante. Charlamos un rato, me ofreció algo de comer, y después me dijo que se iba a bañar porque recién llegaba del laburo.
Cuando salió, todavía con el pelo húmedo, apareció en remera corta y tanga negra como si nada. Se tiró en la cama de espaldas, acomodándose tranquila. Me dijo:
– No te molesta no? Total ya me viste en el balcón varias veces jaja.
A mí me latía el pecho a mil, pero me hice el boludo y le respondí:
– Naa todo bien, ya extrañaba la vista jaja.
Ella se relajó y se dio vuelta para dormir dejándome ese rosquete a la vista. Era hermoso.
Durante la noche sentí cómo se movía, cómo a veces se giraba hacia mi lado, su respiración rozándome la nuca. En un descuido, su cadera se apoyó contra mí. El roce de su culo me quemaba, pero ninguno de los dos dijo nada. Yo me hacía el dormido. Me quedé duro, excitado, conteniendo el aire.
A la mañana siguiente, ella se levantó como si nada, se vistió para ir a trabajar y me dijo con media sonrisa:
—Portate bien, Lucas. Te dejé café hecho.
Yo asentí, haciéndome el boludo, aunque por dentro no dejaba de repasar la noche. Cuando se fue, la curiosidad me ganó. Me puse a revisar la compu que había dejado abierta. Por suerte no tenía contraseña. Entré a su google fotos y ahí estaban! encontré fotos de lo que se imaginen: Julieta posando desnuda, fotos culos, provocadora, mirándome directo a la cámara como si me estuviera mirando y sabía que yo iba a verlas.!
Me quedé hipnotizado, la respiración corta, el corazón me latía a mil. Me quedé imaginando que está en esa cama de al lado cogiendo conmigo. No quería porque tenía que irme a competir pero no pude evitar hacerme una paja mirando ese culo hermoso.
Antes del mediodía me fui a jugar el torneo en Palermo y…
CONTINUARÁ. (Si les gustó dejen sus puntos para que siga escribiendo)
Ahi les dejo algunas fotos.
Juli es una chica de 31 años. Hermosa por donde la mires. Mide unos 170cm de alto y destaca por su hermoso cuerpo con tremendo ojete. Ella vivía al lado de mi depa y compartíamos balcón así que ahí nos conocimos.
Empecemos.
Habían pasado casi dos años desde que no veía a Julieta, mi ex vecina. Nos seguíamos en Instagram, nos respondíamos historias, nada más allá de eso porque ella se fue a trabajar a Buenos Aires una vez que se recibió de médica. Cuando me entero que tenía torneo de pádel en Buenos Aires, pensé automáticamente en ella porque no conocía a nadie más en bs as, le escribí para pedirle una mano con el hospedaje, me dijo sin vueltas:
—Obvio Luquitas, venite a casa… eso sí, es monoambiente y tengo una sola cama de dos plazas, ¿te la bancás?
Yo me hice el canchero:
—Si vos no te quejás, yo tampoco.
Ese mismo finde llegué a su depa en Caballito. Eran casi las 10 de la noche. Su departamento era un poco chiquito pero no tanto, era prolijo, con aroma a vainilla y ropa tirada con descuido elegante. Charlamos un rato, me ofreció algo de comer, y después me dijo que se iba a bañar porque recién llegaba del laburo.
Cuando salió, todavía con el pelo húmedo, apareció en remera corta y tanga negra como si nada. Se tiró en la cama de espaldas, acomodándose tranquila. Me dijo:
– No te molesta no? Total ya me viste en el balcón varias veces jaja.
A mí me latía el pecho a mil, pero me hice el boludo y le respondí:
– Naa todo bien, ya extrañaba la vista jaja.
Ella se relajó y se dio vuelta para dormir dejándome ese rosquete a la vista. Era hermoso.
Durante la noche sentí cómo se movía, cómo a veces se giraba hacia mi lado, su respiración rozándome la nuca. En un descuido, su cadera se apoyó contra mí. El roce de su culo me quemaba, pero ninguno de los dos dijo nada. Yo me hacía el dormido. Me quedé duro, excitado, conteniendo el aire.
A la mañana siguiente, ella se levantó como si nada, se vistió para ir a trabajar y me dijo con media sonrisa:
—Portate bien, Lucas. Te dejé café hecho.
Yo asentí, haciéndome el boludo, aunque por dentro no dejaba de repasar la noche. Cuando se fue, la curiosidad me ganó. Me puse a revisar la compu que había dejado abierta. Por suerte no tenía contraseña. Entré a su google fotos y ahí estaban! encontré fotos de lo que se imaginen: Julieta posando desnuda, fotos culos, provocadora, mirándome directo a la cámara como si me estuviera mirando y sabía que yo iba a verlas.!
Me quedé hipnotizado, la respiración corta, el corazón me latía a mil. Me quedé imaginando que está en esa cama de al lado cogiendo conmigo. No quería porque tenía que irme a competir pero no pude evitar hacerme una paja mirando ese culo hermoso.
Antes del mediodía me fui a jugar el torneo en Palermo y…
CONTINUARÁ. (Si les gustó dejen sus puntos para que siga escribiendo)
Ahi les dejo algunas fotos.
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