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Mi cuñadita Maca... Otra Vez II

Al dia siguiente María me despertó. Era las 7.30 de la mañana. Esta mañana sería bastante movida. A las 11 hs. era el casamiento por civil. Despues de estar un rato mas en la cama y mirando el teléfono me levante y fui hacia la casa. Todos hablaban entre todos, andaban por todos lados. La verdad, a esa hr la casa era un caos. Todos en preparativos para el evento.
Salude a todos en general con “hola, buenos días…” mientras me dirigía al baño. La verdad a esa hr no me sentía con ganas de hacer sociales. Despues de higienizarme sali y me fui al living. Mis suegros tomaban mate sentados en el sillon con Marcelo.
>Buen dia Raúl, ¿Cómo amaneciste? – pregunto mi suegra –
>Buen dia Nidia. Bien che, la verdad no me puedo quejar, me dormí al toque apenas me acosté. Dormí toda la noche.
>¿Queres un mate? – me ofrecio Marcelo.
Tomé un par de mates con ellos en el living, hablando de cualquier tema. En la cocina estaba Maria; hablaba con Mica mientras desayunaban. No veía a Maca, pensé que todavía estaría durmiendo. Me levante y me fui hasta la cocina para hablar con María.
>Hola. ¿Cómo están? – Buenas amor – la salude con un pico a Maria.
>Hola, Raúl. Todo bien ¿Vos? – contesto Mica.
>Me hubiera gustado dormir un poco mas. Pero bueno, hoy va a ser un dia complicado – dije sonriendo.
>La verdad que si. Sobre todo en estos eventos. Suele haber quilombo – respondio Mica.
Mariaaaaaaaa – me suegra la llamaba.
>Son las 8 ya. Tenemos que ir porque no nos va a alcanzar el tiempo. Carlita ya nos debe estar esperando.
>Dale má. Termino y vamos.
>Dale apurate. No vamos a llegar te digo. Negro (asi lo llamaba mi suegro a su marido) anda preparándote que vos nos tenes que llevar – Nidia ya empezaba a dar ordenes.
>Ahhhh para mamá, no seas pesada – decía Maria.
>¿Viste? Ya se empieza a complicar la mañana – de dijo Mica sonriendo.
>¿A dónde van? Le pregunte a Maria.
>A lo de Carla. Una conocida de mamá. Nos va a maquillar y a hacer un peinado. Pero tranqui nomas. Para mañana si vamos a necesitar mas tiempo.
>¿Dejo que sigan durmiendo los chicos? – le pregunte.
>Si amor, déjalos dormir un rato mas. Total vos te quedas acá.
No pasaron mas de 15 minutos que María salió con mis suegros. Me quede con Mica y Marcelo. Mica tenia puesto un short de jean y una mererita blanca; esas que tienen solo tirantes. Sin bien no era escotada dejaba ver gran parte de sus tetas. Me costaba no mirar sus tetas. Se veían firmes. Mucho mas complicado se me hacia al recordar como esas tetas rebotaban mientras ella cabalgaba a mi cuñado. Desde donde yo estaba, podia ver sus lindas piernas. Mica estaba sentada casi frente a mi, con su piernas cruzadas. Mientras hablábamos los tres, no podia sacar de mi mente a Mica garchando y mucho menos no recordar sus gemidos.
>Yo no puedo entender – decía Marcelo - ¿Por qué dejan todo para el ultimo día?. Ayer anduvieron toda la tarde y al final no hicieron nada. Ahora andan a las corridas.
>Algo que nunca vamos a poder entender – le conteste – Yo creo que a las mujeres les gusta el caos antes de esta clase de eventos; es algo innato a ellas. Si no no se explica.
>Tal cual viejo. Algo de eso puede ser. ¿Por qué ya no fueron ayer a la tarde?. No, hoy quisieron ir.
>No hablen al pedo ustedes. Hablan porque no entienden nada. – intervino Mica-
>Pero ¿tenemos razón o no tenemos razón? – dijo Marcelo – Ayer a la tarde no había nadie en esta casa. ¿Qué hicieron toda la tarde? No tengo la mas mínima idea.
>Si cuñado. No entiendo. Maria ayer solo salió a gastar jajaja – Menos mal que yo me quede durmiendo la siesta; asi que al menos no tuve que pagar yo; porque encima me dijo que esta tarde todavía tiene que comprase cosas y creo que esta tarde no zafo.
Aproveche para tirar esa frase. Mire fijo a Mica cuando lo hice; quería ver su reacción. Mica solo miro a Marcelo, no hizo ningun gesto.
>¿Vos estabas aca? – pregunto Marcelo.
>Si, ni bien se fueron todos me acosté a intentar dormir una siesta. Encima con el calor pude dormir solo un rato.
Mica no hacía ningún gesto. Podian ser dos cosas, no se sorprendía o la verdad que no le importaba que yo los pude haber escuchado.
>No sabíamos que estabas aca. Nosotros vinimos a las 15 hs mas o menos. No vi ninguno de los autos. Pense que no había nadie – dijo Marcelo.
>Claro porque tus viejos se fueron con Maria en mi auto y Fernando salió con los chicos en el suyo. Tengo entendido que Maca andaba en la camioneta de tu viejo.
>Y si, por eso, pensé que no había nadie. Nosotros estuvimos un rato por acá. Aprovechamos para culear y nos fuimos – dijo Marce y se largo a reir.
>Callate boludo. ¿Qué decis? – dijo Mica – pegándole en el hombro – no seas idiota.
>Habia que aprovechar – dije sonriendo.
Mica que miro con una sonrisa en el rostro. Mica tenia algo en su mirada. Sus ojos hacían que su rostro sea particular. Es una mina que si bien no es muy linda, tiene un forma de belleza que llama la atención. Su mirada es agradable.
>Nada que ver. Este idiota me hace pasar vergüenza –
Mica me miro y su rostro apenas se venia colorado. Era evidente que le estaba dando vergüenza.
>Hay que aprovechar la juventud. Después vienen los hijos, el trabajo y se empieza a complicar, tu mujer la empieza con excusas y bueno; se empieza a complicar – dije sonriendo.
>Tal cual viejo. Por eso nosotros culeamos cada vez que podemos ¿no amor? – Marcelo obviamente la estaba cargando a Mica, para ponerla nerviosa.
Mica me miraba ya con su cara totalmente colorada.
>Callate Marcelo. No me gusta que jodas así. Me haces pasar vergüenza – dijo Mica mientras se levantaba del sillón – Vamos yendo también, me tenes que llevar a casa a cambiarme.
>No te enojes gorda – le dijo Marcelo – Solo hablo al pedo.
No pude evitar mirarle el culito a mi concuñada. Sus nalgas no eran su mejor atributo. Pero el shorcito que tenia puesto lo hacia resaltar. El conjunto de su cintura, caderas y sus lindas piernas sin dudas lo hacia un culo mas que apetecible. Al instante me volvieron las imágenes de Mica de espaldas, con la almohada bajo su vientre ofreciendo su conchita para mi cuñado la garche. Obviamente recordé la conchita de Mica toda mojada y con sus labios hinchados.
Cai en mi realidad y mire hacia otro lado. Mi cuñado no podía engancharme viéndole el culo a su novia. A los diez minutos salieron de la pieza para irse.
>No vemos mas tarde Raúl – me saludo Marcelo – Maca y Fernando deben estar por venir en un rato – Dijo mientras buscaba sus llaves.
>Pensé que dormían – le conteste –
>No, salieron hoy mas temprano. Maca tenia que comprar unas cosas. Los chicos si están durmiendo.
Después que se fueron volví a mi pieza a ver a mis hijos. Seguían durmiendo como si nada. Agarre mi teléfono para pasar el rato. Entre a las redes sociales para buscar a Mica. Primero entre al perfil de Marcelo para ver a quien seguía. Era evidente que debía seguir a Mica; y así fue. No me costo encontrarla. Pero me desilusione al instante. Mica tenia el perfil restringido; no podía ver ninguna de sus publicaciones; y mi objetivo era ver alguna foto de ella.
Habrá pasado casi una hora cuando escuche entrar a Maca y Fernando.
>Hola cuñado – me saludo Maca al verme entrar desde el patio-
>¿Cómo están? - los salude a ambos –
>Todo bien. Hicimos unas compras. Ahora tenemos que cambiarnos.
>Maria y tu mamá se fueron a maquillarse, las llevo tu viejo. Pense que ibas a andar por allá tambien.
>No, mama es la que jode con eso. Maria no le quiso decir que no nomas. Yo mañana nomas voy a la pelu.
>Me voy a bañar – dijo Fernando – Asi después te bañas vos. Anda a despertar a los chicos.
>Epa – dijo Maca – Baja el tonito eh; que vos a mi no me mandas – Era obvio que Maca lo dijo en tono de burla.
>Maca, no rompas las bolas y desperta a los chicos. Mira la hora que es. No se para que querias salir a comprar pavadas; tenias mil cosas que hacer aca.
>Andate a cagar – le contesto Maca – te hubieras quedado vos y hubieras levantado a los chicos hace rato. Vos te ofreciste a llevarme.
Fernando ya no contesto nada. Lo vimos entrar a su pieza.
>¿Que se hace del forro este?. Le faltan huevos para tratarme asi – dijo Maca mientras se iba a la cocina.
Espere unos dos minutos y me fui a donde estaba Maca. Ella estaba de espaldas sacando algo de la heladera. Apenas me acerque, la tome con mis manos de su cintura e hice que gire hacia mi.
>Hola Cuña – la salude dándole cuatro o cinco besos cortos en sus labios –
>Hola mi amor – me contesto Maca con una sonrisa en ca cara.
>No le hagas caso al cornudo este. No merece que vos te enojes por ser un boludo – le dije mientras la tomaba de la cara besándola nuevamente.
Maca paso sus brazos por detrás de mi nuca. Nos besábamos; esos besos pasionales, nuestras lenguas se encontraban dentro de nuestras bocas. El sabor de los labios de Maca no lo puedo describir, era casi adictivo. Baje mis manos por su espalda; la abrace e hice que se pegara mas a mi. Maca tenia una mano sobre mi cara y con la otra me abrazaba desde mi cintura.
>Espera Cuña. No estamos solos – dijo Maca separando su boca de la mia – Pero sin dejar de abrazarme.
>No pasa nada. Fernando se esta bañando y los chicos duermen – le dije – y volví a besarla.
>Pero puede venir alguien – decía Maca mientras me besaba.
>Vamos a escuchar si entran, y desde la puerta no hay forma que nos vean.
Hice que Maca gire. Quedo de espaldas a mi con su culito apretado sobre mi pija que ya se empezaba a parar. Maca tenia una remera que le llegaba justo hasta la cintura y un pantalón de color beige, de piernas anchas; esos pantalones que son de tela fina. Su cola se le marcaba perfectamente sobre la tela. Se podía ver la forma de su tanguita.
Puse una de mis manos sobre su nalga y empecé a acariciarla. Se la apretaba. Maca, todavía de espaldas a mi giro su cabeza hacia atrás buscando mi boca. Volvi a besarla con desesperación. Pase mi mando por dentro de la cintura del pantalón; sentí la piel suave de las nalgas de mi cuñada. Le apretaba la nalga, sentía su tanguita bien metida en la raja de su culito. Ya tenia parada la pija y se la hice sentir a Maca apoyándola en el medio de su culo. Ella tenia sus manos entre su cuerpo y la heladera. Yo detrás apoyando bien la pija sobre su culo mientras la besaba.
>A ver. Déjame verte cuña – le dije separándome de ella –
Maca quiso girarse para quedar de frente a mi.
>No cuña. Asi de espaldas. Mostrame la tanguita – le dije
Maca saco un poco mas su culo. Agarro los elásticos de la cintura del pantalón y se lo fue bajando. Al bajarse en pantalón fue apareciendo una tanguita casi del mismo color del pantalón. Maca tenia la mitad de su culito al aire, dejo de bajarse el pantalón; me miro girando su cabeza.
>¿Ya la viste? – me pregunto con vos de putita
>Bajate mas cuña. Te quiero ver el orto bien entangado – le dije.
Maca se termino de bajar el pantalon, se lo bajo hasta la mitad de sus muslos. Tenia el orto de mi cuñada entangado a medio metro de mi. Maca tomo su tanguita con sus manos y se la acomodó bien. Se la levanto sobre sus caderas. La tanga le quedo perfecta; bien metida entre sus nalgas. Maca abrió un poco sus piernas, apoyo sus manos sobre sus nalgas y apenas de las abrió. Podía ver la tela de la tanguita por toda la raja del culo hasta llegar a su conchita. Sus labios apenas quedaban dentro de la telita que los cubría.
>Que orto que tenes. Como me calienta tu cola – le dije –
>¿Te gusta mirarme el orto cuñado? ¿viste como mi culito se traga la tanguita? – me dijo Maca
No puede contenerme y le di una nalgada. Sonó como una cachetada. Su nalga derecha quedo apenas roja.
>Para que se escucha – dijo Maca-
Di unos pasos para atrás, me saque la pija por fuera de la bermuda y empecé a pajearme despacio.
>A ver cuña. Tocate un poquito para mi – le dije.
Maca no se giro. Se apoyo con una mano sobre la heladera y su otra mano la llevo hasta su conchita. Me miraba por sobre su hombro con su cara de putita. Se paso un par de veces los dedos por arriba de la tela de su tanguita.
Yo tenia una vista privilegiada. Sus deditos fueron por debajo de su tanga; se tocaba la conchita directamente. Sus dedos iban de adelante hacia atrás a lo largo de sus labios. Maca miraba hacia adelante, levanto un poco su cabeza hacia arriba. Apenas se le escapaba algún que otro gemido.
>Correte la tanguita cuña – le dije-
Maca llevo su otra mano hacia atrás, agarro la tela de la tanga y se la corrio para el costado. Su conchita quedo al aire. Sus labios estaban hinchaditos, apenas separados. Los deditos de Maca seguían acariciando su conchita. Se notaba los mojaditos que estaban.
>Mostrame el culo. Quiero verte el orto – le dije mientras me pajeaba a dos o tres pasos detrás de Maca.
Maca separo un poco mas sus piernas. Agarro su tanga con los dedos y la estiro mas hacia el costado. La tela de la tanguita quedo en la mitad de su nalga izquierda. Tenia a la vista el orto de mi cuñada. Miraba la rajita de su culo, el agujero del orto y su conchita. ¿Qué mas podia pedir?
Maca dejo de tocarse la conchita y esa mano la llevo a su boca. Mientras me miraba por sobre su hombro se pasaba la lenga por los dedos, llenándolos de saliva. Estiro su mano hasta su culito y paso sus deditos desde su conchita hasta su culito; tres o cuatro veces. Las puntas de sus dedos apenas entraban en su conchita y los volvía a sacar; al sacar sus deditos mojados los pasaba por el agujero de su culito.
Ya no podia aguantar, todo este show de Maca no duro mas de cinco minutos. Me acerque con la pija en una mano. La otra mano la llene de saliva. Esa misma mano se la pase por toda la concha y por su culo. Volvi a hacer lo mismo, puse mas saliva en mi mano y otra vez le refregué la conchita a Maca.
La saliva de Maca junto a la mia y sumado al flujo de su conchita, hizo que la entrepierna de Maca este muy mojada. Al sentir mi mano en su concha a Maca se le escapo un gemido, no pudo aguantarse.
Apoye la punta de mi pija bien en la raja de su culo. Me apoyé sobre Maca y empecé a mover mis caderas, hacía como que la cogía, pero mi pija solo iba desde su culo hasta su conchita sin penetrarla. Maca giro otra vez su cabeza hacia atrás y volvimos a comernos la boca. Lleve mi mano a su conchita, empecé a tocarle el clítoris mientras pasaba mi pija por culo y concha. Quería cogerla ahí mismo, en la cocina de mis suegros, parada contra la heladera.
>Macarenaaaaa – Se escucho en grito de Fernando –
Los dos nos sorprendimos. Nos separamos al instante.
>Macaneraaaaaa – otra vez Fernando gritaba su nombre.
Me tranquilice a notar que los gritos venían desde la pieza de ellos.
>¿Qué paso? ¿Qué queres? – contesto Maca.
>Facundo te esta llamando. ¿No lo escuchas? – gritaba Fernando desde la pieza.
Maca se acomodo la tanguita y se subió en pantalón.
>Ahí voy. No, no lo había escuchado. Estaba en el patio – contesto Maca – mientras se terminaba de acomodar la ropa.
>Atende a tu hijo Macarena. Te esta llamando hace rato. – decía Fernando ya sin gritar.
Maca me miro y me comió la boca otra vez.
>Zafamos – dijo riéndose – después la seguimos cuña.
Me reí con ella. Cuando Maca dio un par de pasos no pude evitar mirarle el orto.
>Maca. Se te mojo el pantalón boluda. Tenes todo marcado.
Era algo obvio. Antes de que nos interrumpa el grito de Fernando, Maca tenia todo la raja del culo y su conchita mojados, llenos de saliva. Apenas se subió el pantalón se mojo la tela y por el color era demasiado evidente. Si la tela del pantalón se mojo, no podía imaginar como estaba esa tanguita.
>¿Se nota mucho? – pregunto Maca
>Si, boluda – le conteste.
>No importa. Ya me voy a entrar a bañar. No creo que Fernando se de cuenta.
En fin, por el susto la pija ya se me había bajado; obviamente que la calentura no. Me fui a mi pieza a despertar a mis hijos.
Cuando Maria llego con mis suegros ya me había encargado de mis hijos y los chicos de Maca. Todos ya habían desayunado y solamente había que cambiarlos para ir al registro civil.
Obviamente que Maria llego enloquecida; mi suegra igual, a las corridas. Daba gracia verlas ir y venir, de un lado para el otro. En 15 minutos mi suegro ya estaba cambiado, sentado en el sillón. Fernando lo mismo.
>Amor. Por favor, ayúdame a cambiar a los chicos por que no llego – me dijo María.
Lleve a mis hijos a la pieza y en diez minutos ya estaban listos.
>Vayan con el abuelo a esperar. En un rato vamos – le dije a mis hijos.
Maria recién se estaba por empezar a cambiar. Yo solamente tenia que ponerme la camisa y ya estaba listo; me recosté en la cama mientras esperaba que Maria terminara.
Maria se saco la remera y la calza que tenia. Su corpiño no le duro mas de cinco segundo que también se lo saco. Quedo con las tetas al aire y de tanga. Mientras Maria buscaba algo dentro de la valija yo no dejaba de mirarla. Esas tetas con los pezones puntiagudos eran imposible de evitar mirar. Maria sacaba todas las cosas de su valija, buscando no se que cosa. Después de estar puteando por fin encontró lo que buscaba. En ese momento se saco su tanga y la tiro en el suelo. María quedo en bolas. Tenia su conchita totalmente depilada. Como dije en el relato anterior Maria es una mujer hermosa, sigue conservando su figura; observarla en bolas sin que ella se percate de que la están mirando la hace mas linda todavía. Sus movimientos y expresiones son naturales. Al darse vuela la vi con su culo apuntando hacia donde yo estaba. Tiene apenas algunas celulitis en sus nalgas, casi nada. Su culo y piernas firmes por el gym calientan a cualquier hombre.
Yo me acariciaba la pija por sobre el pantalón mientras la miraba. Me deban ganas de tirarle a la cama y chuparle todo su cuerpito.
>¿Qué haces? – me dijo sonriéndose cuando me vio – Cambiate Negro –
>¿Queres darme una chupadita mientras estas asi en bolas? – le pregunte apretándome la pija.
>Ni en pedo Negro. Vamos a llegar tarde. Dale boludo.
Todos la apuraban a Maria desde el living; era la única que faltaba salir. Salimos y estaba toda la familia lista. Es repetitivo decir que Maca estaba hermosa, con un pantalón gris claro, remera blanca y un blazer del mismo color del pantalón. El pantalón le ajustaba bastante en la parte del culo. Maria estaba vestida bastante parecida a su hermana, su pantalón y saco era de un verde bien clarito; lo que la diferenciaba de Maca era tenia camisa en vez de remera.
>Vamos, vamos – dijo mi suegro – vamos que no llegamos.
Faltaban unos 20 minutos para la hora fijada. Fueron saliendo todos. Cada uno sabia en que vehiculo ir. Todo ya estaba organizado.
>Ayudame a trabar la puerta – me dijo Maca – Estaba frente a la puerta que da hacia el patio.
Esa puerta costaba un poco para cerrar. Tenia su maña. Me acerque y la trabe casi sin problema.
>Toma – dijo Maca – sacando algo de su cartera y poniendolo en mi mano – Otro regalito. Ya te había regalado algo parecido hace tiempo. Para que sepas como me calentaste hace un rato – Se sonrió y me guiño el ojo.
Apenas abrí la mano vi la tanguita beige que tenia puesta un rato antes. La tanguita obvio que estaba toda enrollada. Se sentía húmeda, casi mojada. Sentir usa tanguita mojada en mis dedos hizo que el corazón me lata cada vez mas fuerte. Que morbosa que es – pensé por dentro –
Maca salió de la casa como si nada, sin mirar atrás y se subio al auto con Fernando. Yo guarde mi regalo en el bolsillo del pantalón. No podia volver a la pieza. Durante los 10 minutos que nos llevo llegar al registro civil no podía dejar de pesnar en las ganas garcharla otra vez a Maca.
Llegamos bien de tiempo, pero al llegar nos informaron que estaban atrasados mínimo una hr. Tenían algunos problemas que intentaban arreglar. En calor era insoportable, sin bien el aire acondicionado estaba encendido no daba abasto para tanta gente. A la media hora los invitados empezaban a quejarse con el personal del registro, si bien los invitados no éramos muchos pero el lugar era chico.
Facundo el hijo de Maca hace un rato que empezó a llorar. Según el chico le dolia la cabeza. Podria ser por el calor. La verdad que la incomodidad se empezó a sentir cada vez mas.
>Macarena – dijo Fernando casi alzando su voz – Fijate por tu hijo.
Mas de uno de los que estábamos cerca lo miramos al guampudo de Fernando, mas que nada por el tono con el que le hablo a Maca. Ella casi lo como con la mirada.
>¿Hay alguna farmacia por aca? – pregunto Maca a su mamá.
>Aca derecho a unas a 5 o 6 cuadras hay una. Es la que queda mas cerca.
>Anda hasta allá y compra algo para esa criatura – volvió a increparla Fernando.
>Me voy hasta allá entonces – comento Maca – voy a ver que le compro a Facu.
Maria que había visto y escuchado se ofreció a ir ella.
>Deja voy yo Maca, quédate con el vos. Voy a comprar agua también. Porque hace demasiado calor.
La cuestión es que después de un rato se llevo adelante el casamiento. Todo bien. Otra vez se alegro el ambiente. Todos felices y contentos. Al salir del registro nos fuimos a restaurant donde iban a servir un copetín a los invitados. Era tipo una casa antigua refaccionada y ambientada. Paso mas o menos dos horas, ya habíamos comido y bebido. En ese memento la mayoría de la gente salió hacia otro lugar, que vendría ser tipo un patio. Todos parados hablando entre todos y felicitando a la pareja. Maria hablaba con sus familiares. Marcelo y Mica hacían lo mismo mas alejados. Fernando estaba con mis suegros y unos primos. Los chicos ya corrian y jugaban entre todos. La mire a Maca y la note triste, como ida en sus pensamientos. No lo pensé mucho y me acerque a ella.
>¿Todo bien? – le pregunte.
>Hey – me dijo – Si, todo bien, no te preocupes. Estoy cansada, hoy me levante temprano.
>¿Segura? – volvi a preguntar – No te vayas a bajonear por ese idiota.
>No pasa nada. Enserio Raul – Maca apenas sonrio.
>Maca, vos no podes estar asi por ese tipo. No te hagas mala sangre.
>Es que a veces que supera. Pero después se me pasa – me dijo – Tampoco es que me hago mucho la cabeza.
>Guampealo al forro ese – le dije riéndome – yo me ofrezco, me sacrifico por el bien común.
>¿Cómo resistirme a esa oferta cuña? – Contesto Maca – Ya su cara había cambiado. Volvio a sonreir.
>Estas muy linda Maca. No te lo pude decir antes.
>Gracias mi amor – me contesto mirándome a los ojos - ¿Qué tenes ahí? – me pregunto apuntando a mi bolsillo.
>Nada es un regalo – conteste – lo tengo guardado para mas tarde.
>¿Un regalo? – pregunto ella – exagerando su pregunta. ¿Y se puede saber quien te lo dio?
>¿Sabes guardar secretos? – ¿Si te cuento no se lo vas a decir a nadie?
>Soy una tumba – contesto riéndose.
>Es una tanga que me la regalo una putita a la que me ando garchando – dije en voz baja.
>¿Enserio? – dijo Maca – tapándose la boca –
>Eso no es todo. Esta toda húmeda por sus flujos. Porque la muy putita se moja toda cuando esta conmigo –
>Pasa que la pobre chica se debe calentar. Tenes que entenderla. Pero es un lindo regalo, te va a servir para recordarla. ¿o no? – pregunto Maca.
Puse mi mano en el bolsillo donde tenia la tanguita.
>Solo de tocarla y sentir su humedad me calienta. Imaginate – le dije.
>¿Te calienta mi regalito cuña? – La cara de Maca ya se estaba volviendo a su cara de putita.
>No me busques cuña. Acordate que esta mañana me dejaste caliente.
>Yo me toque la conchita en el baño. No me podia aguantar, tambien quede caliente – dijo Maca – Pero no podir gemir porque estaba Fernando en la pieza; asi que fue una pajita nomas.
>¿Te tocaste pensando en mi cuña? – la situación ya me estaba calentando.
>Pensando en vos y en tu pija. Acabe enseguida. Pero no fue lo mismo. Me quede con ganas de que me cojas.
Mire para donde estaban los demás y cada uno estaba en lo suyo. Con música y charlando entre todos.
>Anda al baño y después te sigo – le dije
>Nooooo. ¿Estas loco?. Nos van a ver. Estas diciendo cualquier cosa – dijo Maca con una sonrisa en la cara.
>Dale Cuña. Anda y esperame. En cinco voy. Te quiero coger –
Los baños estaban dentro del restaurant. En el fondo. Bastante alejados, y mas aun del patio donde estaban todos los invitados.
>Estamos por hacer una locura – Dijo Maca cuando se levanto.
>Anda y esperame.
Maca se fue para adentro. Yo fui hasta donde estaba Maria. Hable unas pavadas con sus parientes para hacer un poco de tiempo.
>Amor ¿sera que hay baño aca afuera? – le pregunte a Maria.
>No amor, no hay. Tenes que ir adentro.
>Ok, ok. Me voy. Ahora vuelvo.
Sali y me fui directamente al baño. Entre al de hombre y había un tipo orinando. Que boludo – pensé – No le dije a Maca a que baño entrar. Era obvio que ella había ido al de mujeres. Sali y me pare al lado de la puerta del baño de mujeres. Espere dos o tres minutos. Ninguna mina salió y tampoco entro. Me arriesgue y entre. Sobre los lava manos estaba Maca.
>Veni - me dijo llamándome – mientras entro a unos de los box –
Lo bueno es que los “box” (no se como llamarlos) no estaban separados por mamparas; esas que en la parte de abajo se pueden ver los “pies de las personas”. Estos eran completamente cerrados. Sin dudarlo la seguí y entre detrás de ella. Cerramos la puerta ni bien entramos.
No espere mas, le comi la boca. Le pasaba la lengua por todos lados y ella me correspondía. La aprete a mi y mis manos fueron a sus espalda. La abrazaba mientras nos besábamos. Maca me abrazaba por detrás de la nuca. Mis manos fueron bajando hasta su culo; no podía parar de apretarle las nalgas a mi cuñadita. No estábamos del todo comodos. Pero bueno, es lo que había.
Se escucho que alguien entro al baño. Maca se separo de mi y me miro. Apenas se sonreía mientras se tapaba la boca. Su carita era de felicidad. Le hice seña con el dedo en mi boca para que haga silencio. Pase mi mano por debajo del pantalón. Toque sus nalgas y su tanguita con mis dedos.
>Esperaaaaa - dijo Maca – con una sonrisa – Nos va a escuchar.
No la hice caso, segui acariciando su nalga. Le pase la mano por toda la rajita del culo, tocando su vez la tela de su tanguita. Maca me volvió a besar. Unos segundos después escuchamos que la quien había entrada salia del baño. Otra vez solos.
>Boludo. Nos van a escuchar cuña y se va a armar quilombo. Es una locura esto – dijo Maca – pero no se le iba la sonrisa de su cara.
>¿No te gusta esto? ¿el morbo de que nos descubran? – le pregunte mientras apenas la besaba sin dejar de tocarle el culo.
>Tengo que admitir que me llama la atención – dijo Maca – ya con su vos de putita caliente.
>¿Te calienta no cuña? Igual que espiar a tu hermano – le dije – y la aprete contra mi.
>Ya te dije que eso no fue asi. No me calenté por mirar a Marcelo – me contesto Maca – al dejar de besarme y hacer a un lado su cara.
>Pero te calentó. Te vi con la manito en tu conchita – le dije besando ahora su cuello.
Otra vez el ruido de la puerta. Maca volvió a mirarme con su sonrisa en la cara tapándose la boca. Yo no quería perder tiempo. Me abrí despacio el cierre del pantalón, me corrí el elástico del boxer y saqué mi pija afuera. Maca no lo dudo y con una mano me la apreto y empezó a pajear despacio.
Maca se acerco otra vez y me volvió a besar. Me fue dando besitos por la boca y fue corriendo su boca hacia mi mejilla, llegando cerca del oído.
>Me calentó ver una pareja coger cuña. Eso me calentó. No que fuera mi hermano – me dijo Maca al oído.
Quise levantarle la remera, quería chuparle las tetas.
>No cuña. Me vas a desarreglar todo. No podemos. Te la chupo ¿Queres? – me dijo con su mejor cara de puta mientras se arrodillaba frente a mi.
Maca se metio mi pija sin esperar un segundo. Casi se me escapa un gemido cuando senti sus labios en el cabeza de mi pija. Sin dudas la que había encontrado al baño nos habría escuchado. Enseguida escuchamos la puerta volver a abrirse. Otra vez silencio; otra vez solos.
>No tenemos mucho tiempo cuña. Y yo quiero lechita – dijo mientras me la volvía a chupar.
No puedo describir la forma en la que Maca me chupaba la pija, se la metia mas de la pitad adentro, me pajeaba, todo eso mirándome desde abajo con su carita de puta pidiendo pija.
>Dale cuña. Acabame en la boquita. – Pedia Maca en voz baja sin dejar de chuparme.
Saque la tanguita de mi bolsillo. Esa tanguita que horas atrás tenia puesta mi cuñadita. Ya casi estaba seca. Habían pasado casi cuatro horas de que me la dio. Sin dudarlo lleve la tanguita a mi nariz. Sentir el olor a concha de Maca me enloqueció. Con mi otra mano la agarre del pelo e hice que se meta toda mi pija en la boca. Maca se quedo quieta, con mi pija casi tocando su garganta. Ella sola tiro su cabeza para atrás, apenas tosio y tomaba aire. Mi pija salió de su boca con mucha saliva. Maca me miraba con su carita desde abajo. Su boca con saliva por los costados de sus labios, los ojos con algunas lagrimas, pasando la lengua por la cabeza de mi pija.
Iba a acabar en cualquier momento, ver a mi cuñada ahí abajo tragando mi pija y yo con su tanga con olor a su conchita en mi nariz no me iba a poder aguantar mas. Hice que otra vez me la chupe. Maca no perdió tiempo, con su boquita me chupaba la cabeza de la pija, y me pajeaba el el resto de mi pija.
>Ahhh dale cuña. Dale que acabo – le dije casi gimiendo.
Maca saco mi pija de su boca y me pajeaba rápido. Mirando fijamente mi pija.
>Abri la boca. Abri la boca que doy tu lechita - le dije a maca agarrándola con una mano la cara.
Maca abrió su boca y saco la lengua. Yo me agarre la pija y me pajee tres o cuatros veces y empecé a eyacular. Dos choros de leche salieron de mi pija y fueron directo a su boquita. Uno mas salió y fue sobre a su cara, por su nariz casi llegando entre sus ojos. Maca al sentir eso se metió la pija en la boca, dos o chorros le acabe dentro de su boca.
Maca me pasaba la lengua por la punta de la pija; casi que me la limpiaba. Maca desde abajo me miraba; saco su lengua con restos de mi leche. Jugaba con su lengua, con sus dedos se paso por la cara, donde tenia un poco de leche, los llevo a su boquita y se los trago. Todo eso mirándome fijo a los ojos, como queriendo me vea mientras se tomaba mi leche.
Nuevamente el ruido de la puerta, esta vez se escucho a mas de una mina hablar. Mientras las minas hablaban, Maca estaba arrodillada dentro del box, tomando lechita. Agarre mi pija, todavía con saliva y restos de leche y le refregué por sus labios. Hice eso tres o cuatro veces. Agarre un poco de papel higiénico, me limpie la verga y me la guarde, con cuidado de no mancharme. Maca no se levantaba, todavía seguía arrodillada, esparaba que se fueran las minas. Cuando escucho que se habían ido se levanto.
>Pasame un poco de papel – me pidió Maca.
>No cuña. Dejame yo te limpio – le dije.
Con la tanguita que me había regalado empecé a limpiarle su boquita, los labios. Le pimpie su carita; todo mientras Maca me miraba en silencio. Una vez que quedo bien me la volvi a guardar.
>Ahora, vos sos mi putita cuña. Y como putita obediente vas a hacer algo que te voy a pedri.
>¿Qué me vas a pedir cuñadito? – pregunto Maca con su voz de putita mientras se arreglaba su ropa.
>Ahora, no te vas a lavar la cara ni la boca. Y asi como estas, con tu boquita llena de lechita seca de mi pija vas a ir y vas a besar al cornudo de Fernando. ¿Sabes por que? Porque es un forro. Un cornudo al cual su mujer lo besa con la boca llena de leche de otro hombre.
>Hay no se amor. ¿Vos decis que se merece que le haga eso? – Maca pregunto con voz de puta.
>Se merece eso y mucho mas. Cumplime esto que te pido y te después te doy un premio cuña – le dije.
>Ok, lo voy a pensar. Pero ¿Cuál seria mi premio?
>Tu premio va a ser que te voy a culear como a vos te gusta cuñadita. Me vas a rogar que te haga la colita.
>¿Y vos vas a saber hacerme la colita forro?
La aprete a Maca contra mi. La sostenía desde su cintura. Fui dándole besos en el cuello.
>Vamos a hacer una cosa. Te voy a calentar tanto que me vas a rogar que te haga la colita. Solo te voy a coger el culo si vos me lo pedis.
>Mmmmm que lindo. ¿y estas seguro que te lo voy a pedir?
>Ya te dije. Me vas a a rogar que te haga el orto cuña – le dije mientras le apretaba el culo.
Maca termino de acomodarse su ropa. Me pido que la vea bien, por si se notaba algo. Todo estaba bien.
>Salgo yo primero – le dije.
Abri la puerta del box, no había nadie. Apure mis pasos y Sali del baño. Me fui directo al patio donde estaba Maria.
>Hey. Donde estabas. Demoraste – me dijo y me dio un beso.
>Estaba complicado el baño – le dije agarrándome la zona de la panza. Maria solo se reía.
Al rato la veo a Maca a unos 10 metros de mi. Ella como si nada, como siempre se puso a hablar con todos. Un rato mas tarde se acerco a nosotros y seguimos charlando.
Fernando llego con un baso en la mano.
>Se puso lindo esto he – dijo ni bien entro en la ronda donde estábamos.
>Amor, te estaba buscando – dijo Maca.
Maca lo agarro a Fernando de un lado de su cara y lo beso; dos y hasta tres besos. Esos besos que quienes estan mirando pueden ver una parte de la lengua de quienes se besan.
>Ehhhh paren un poco che – dijo uno de los tios de las hermanitas.
>¿Que tiene de malo? – dijo Maca riéndose – Es mi marido. Mientras lo miraba y con su dedo pulgar le limpiaba la comisura de los labios al guampudo.
Apenas se giro Maca busco mi mirada. Yo obvio que la estaba mirando. Apenas una mueca apareció en su carita.

CONTINUARA.

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