Habían pasado pocos días desde el sexting con Bian. Pero éramos mejores amigas, difícilmente no nos iríamos a ver las caras. De hecho, ella me necesitaba contar un chisme laboral y me invitó a su casa a la salida del trabajo.
Obvio que acepté, de hecho, el tema del sexo ni lo tenía presente. Ya habíamos hecho muchas cosas y lo teníamos súper naturalizado, no existía incomodidad entre nosotras.
Llegué tipo 7pm, estaba ella esperando con una picadita y algo para tomar. También estaba Franquito, pero me saludó rápido por estar viendo un partido.
Estuvimos cuchicheando por un rato largo, de a ratos, Franco se sumaba a comer algo y escuchar algunos titulares, pero poco más.
Con Bian compartimos un vaso de fernet mientras que él iba con su jarrita y puteaba por el partido.
Tipo 11, empezamos a juntar todo, el partido de Franco ya había terminado y por su mal humor, había perdido su equipo...
"Me voy a dormir, son unos burros impresentables, encima mañana me levanto temprano" fué su frase tajante mientras me daba un beso de compromiso en la mejilla.
"No te voy a dejar ver más fútbol si te vas a poner así nene!!" le dice Bian burlandolo.
Nos reímos de su maldad y seguimos lavando las cosas que quedaban.
"Ay ami, bancame un fernet más dale que es tempranito" me dijo ella poniendo ojitos tiernos.
"Bue, dale..." Respondí resignada.
Armamos otro y volvimos al sillón.
Yo: "Che, aprovecho que ya estamos solas... Nunca hablamos de la otra vez"
Bian: "Ay si, perdón si me desubiqué boluda, estaba mega caliente, te pido perdón"
Yo: "jajaja qué decís tarada? Te hubiese dicho si era así pero nada que ver"
Bian: "segura?"
Yo: "si, ya nos lo cogimos, mirá si me va a joder una foto en tanga jajaja"
Bian: "bueno no me tientes otra vez"
Yo: "ah bueno!! Hace dos minutos me pedías perdón!!"
Bian: "ayy es que ese pijón me pone idiotaaaa"
Sentí un fuego recorrer mí entrepierna, me encantaba escuchar a mí amiga loca por mí hombre, me daba una sensación de placer inexplicable, el morbo de saber que lo desea, que puedo compartirlo si quiero o guardarlo solo para mí.
Me acerqué a ella, la sentí agitada, me gustaba notar su respiración acelerada con la combinación de sus cachetitos colorados por el alcohol.
Yo: "jugamos un poco más? Debe seguir despierto".
Me salió del alma, no recuerdo haberlo pensado, no lo medité ni por un segundo. Fué mí yo interior hablando a través mío.
Bian: "ay hija de puta no me digas esto"
Me limité a mirar su celu, como dándole la indicación de empezar.
Bian: "agh no puedo creer estar haciendo esto otra vez" mientras miraba para el lado de la habitación donde dormía su novio.
Vi como ignoró varios chats sin leer y fué directo a buscar el contacto de Gon.
Lo último que se veía, era una imagen con autodestrucción ya eliminada (su foto en toalla).
Bian: "qué le digo?"
Ignoré su pregunta. Cómo si mí amiga ahora fuese Santa y necesitase de mí ayuda.
"Hola Gon, estábamos charlando con Ceci de vos recién"
Tardó unos breves segundos y respondió:
"Ah sí? Porque me suena que no debe ser algo bueno?"
Bian: "mmm no sé, la verdad le dije que me caías súper biennn"
Gon: "ah bueno, vos también a mí, recontra"
Bian: "ay menos mal, tenía miedo después del otro día"
Gon: "todo lo contrario, recién ahí me empezaste a caer bien! Jajaja"
Bian: "que maloooooo, pero bueno, con tal de caerle bien al novio de mí amiga... Lo que sea. Ahora qué estabas haciendo?"
Gon: "justo me acosté recién recién"
Bian: "uy encima solito, pobrecitoooo, perdón es que tengo tu amiga acá en casa. Dame un segundo"
Ella me dió el teléfono y se puso de rodillas en el sillón, de espaldas a mí. Se bajó el jogging que tenía y dejó ver una tanga negra que intentaba cubrir sin suerte, parte de su inmenso culazo.
"Me sacas una fotito?"
Yo accedí, obviamente.
A los pocos segundos mí novio estaba recibiendo esa foto, esta vez, ni siquiera en autodestrucción. "Que la tenga por si me extraña" me dijo riéndose.
Gon: "uf, qué hermoso ese culo, por favor"
Bian: "todavía me acuerdo los chirlos que le dabas!"
Gon: "nunca te quejaste"
Bian: "para nada, lo dije como algo que extraño"
No podía creer ese chat que leía, los dos se tenían unas ganas increíbles, lo mucho que me querrían y respetarían para no garcharse constantemente. Ella tenía fuego en los ojos y él por como escribía podía darme cuenta que también.
Bian se sacó el jogging quedando en buzo ancho cortito y tanga, me encantaba ese look, estaba muy perra. Obvio posó, esta vez de pié y me volvió a pedir una foto.
La reacción de Gon no tardó en llegar.
"Cada vez mejor se pone esto"
Bian: "me da mucha pena que estes ahí solito, encima debes estar calentito"
Gon: "la verdad que sí, me es imposible no pajearme despacito mientras te leo"
Bian gimió mientras leía el mensaje, podía ver cómo su mano rozaba su tanguita y hacía un claro juego por encima de la tela sobre su conchita.
Bian: "ay hijo de puta me pones loca, esa pija me deja estúpida"
Gon: "le vas a tener que pedir permiso a tu amiguita"
Bian: "si a la cornudita le encanta, ni hace falta"
Leí esas líneas y casi me acabo sin tocarme, sentí una electricidad que recorría mí cuerpo, mí amiga me encontró el punto, me dejó loca. Llevé mí manito adentro del pantalón y empecé a jugar yo también.
Eran irresistibles esas ganas de tocarme mientras presenciaba eso.
Bian: "Gon, estaba pensando, es tarde para un Uber, por que no la venís a buscar y yo te pago el viaje?"
Era real lo que leí?
Sentí que soñaba, me empecé a pajear como una loca. Mí amiga me vió y no dudó, me vino a comer la boca y masajearme las tetas acompañando mí descontrol.
Gon respondió, venía a buscarme.
Me seguí tocando y ella me bajó el pantalón, bajó por mí conchita sin pedir permiso, estaba empapada y su lengua me liquidó de placer.
Intentaba taparme para no hacer ruido, cómo le explicaría la situación a su novio? Estaba ella comiéndome la concha en tanga en su living.
Quería gritar pero no podía, mordía un almohadón para aguantarme mientras su lengua bailaba entre mis piernas.
Vimos un mensaje nuevo de él, era su ubicación.
No podía entender todo lo que pasaba, no lo podía procesar, solo que me encantaba y me empecé a acabar en su boquita entre gemidos ahogados.
Sus dedos empapados metidos en mí conchita.
Mí cuerpo temblando y mis manos aferradas a su cabeza.
"Vení hermosa" me dijo y me dió un beso empapado de mis flujos.
Se puso el pantalón y agarró las llaves.
En el ascensor fuimos chapando como dos adolescentes calientes. Quizás la primera categoría no éramos, pero la segunda sí y con creces.
Salimos a la calle y vimos el auto de Gon.
Ella subió en el asiento del acompañante y yo quedé atrás.
"Gracias por venir a buscarla"
Gon: "obvio que sí, la paga era buena"
Bian: "uy cierto, te debo eso"
Se acercó y le comió la boca, inmediatamente puso su mano sobre el pantalón de él, también un jogging suelto que marcaba toda su pija.
Ella se encargó de masajearle bien el bulto, podía ver con qué ganas lo hacía y cómo le pasaba su lengua por el cuello a mí novio.
"Se nota que ustedes jugaron un ratito solas" dijo Gon generando una mirada cómplice entre nosotras. Conocía bien mí sabor y los labios de ella estaban impregnados de mí acabada.
"Puede ser, le tuve que agradecer la visita pero ahora me toca agradecerte a vos de venir a buscarla", mientras terminaba su frase ya estaba liberando su verga del pantalón. No llegaba a ver pero la sonrisa que se dibujó en su cara me dió a entender que se acababa de reencontrar con su miembro.
"Ufff, lo quiero ya en la boca" y acto seguido se agachó sobre él, ahí me acomodé para verlos bien, podía ver cómo ella se abalanzaba a lamerle todo el tronco y la puntita, se notaba en las formas, lo mucho que había extrañado esa sensación.
Rodeaba con sus manos el pijón y sonreía, lo pajeaba, lo besaba, le pasaba su lengua y dejaba caer saliva sobre él. Repetía esa acción una y otra vez, a veces con más delicadeza, otras con menos.
Se pasaba todo el miembro por la cara, lamía, escupía y succionaba. Tragaba, tocia, volvía a tragar y volvía a tocer.
"Por dios, me encanta, me encanta, me encanta"
Solo para decir cosas así se la sacaba de la boca.
Yo me empecé a tocar otra vez, sola en el asiento de atrás. No podía sacarle los ojos de encima a ella, como Bianca no podía hacerlo con la pija de mí novio.
Cruzaban miradas mientras lo pajeaba descontroladamente. Gon disfrutaba enormemente de todo, mí amiga había perdido el ritmo con una verga tan grande pero no el entusiasmo.
De todas formas, no se iba a frenar hasta no comerse hasta el último centímetro de carne.
Tomaba aire y tragaba, las lágrimas en las mejillas y el maquillaje corriendose era algo imposible de evitar a la hora de atragantarse con esa pija. Lo sabía a pesar de años de noviazgo. No había manera, era un precio a pagar.
Los ojitos de él empezaron a cerrarse mientras recostaba su cabeza contra el asiento.
Mí amiga lograba su objetivo con mí macho.
Su pija empezó a entrar y salir de su boca con un ritmo mayor, la saliva de ella recorría todo su tronco y caía sobre su pelvis y bolas, que con mucha experiencia ella masajeaba.
Algunos golpecitos sobre su lengua y labios eran el único instante de paz a esa garganta castigada, sus rulos descontrolados, su maquillaje aún peor, sus boquita hinchada de tanto petear, pero su sonrisa enorme y con claras muestras de alegría.
Yo atrás de ellos, casi ignorada, me masturbaba como si recién descubriera el sexo. Por fin podía gemir tranquila, los vidrios empañados hacían imposible que alguien pueda ver para dentro por más que lo intente.
Solo yo tenía ese espectáculo de pete frente mío.
Mis oídos que me escuchaban a mí misma, también disfrutaban del "glu, glu, glu" de mí amiga acompañado casi de manera rítmica por mí novio y sus gemidos.
Amaba escuchar esas arcadas de ella. El ruido de la paja intensa que le hacía en su pija lubricada por su misma baba que chorreaba de su boca.
Bian tenía los ojitos perdidos sobre esa verga y yo sobre ella.
Los gemidos de él se intensificaron ante la intensa mirada de ella.
"Me vas a dar la lechita hermoso? Dale que pienso siempre en lo rico que me acababas"
"Dale que la cornudita esta me vea tragarte toda la leche"
Gon le arrimó la pija a su boca y Bian sin dudarlo abrió grande y recibió cada chorro de leche, hasta dejar presa su cabecita entre sus labios.
Vi su garganta hacer el esfuerzo por tomarse hasta la última gota. Lo cumplió, el tapizado estaba intacto y la verga de mí novio salió limpia de la boca de mí amiga.
Ambos sonreían mientras cruzaban miradas y yo me acabé nuevamente, los espasmos fueron sin más fuertes que hace un rato, temblaba y sentía fuego en mí cara.
Ví como pude las últimas lamidas para dejar impecable todo.
"Ya podes llevar a mí amiguita"
Caí rendida e incluso me dormí en el asiento de atrás.
No recuerdo ni cómo se despidieron.
Solo sé que me desperté en nuestra cochera, Gon me levantó y me sacó del auto casi sin reaccionar.
Esa noche, me tiró sobre la cama y con la colita levantada mientras estaba boca abajo, se sacó las ganas de mí amiga con mí conchita.
Me dormí con su lechita adentro mío hasta el otro día, feliz de todo lo que viví.
Obvio que acepté, de hecho, el tema del sexo ni lo tenía presente. Ya habíamos hecho muchas cosas y lo teníamos súper naturalizado, no existía incomodidad entre nosotras.
Llegué tipo 7pm, estaba ella esperando con una picadita y algo para tomar. También estaba Franquito, pero me saludó rápido por estar viendo un partido.
Estuvimos cuchicheando por un rato largo, de a ratos, Franco se sumaba a comer algo y escuchar algunos titulares, pero poco más.
Con Bian compartimos un vaso de fernet mientras que él iba con su jarrita y puteaba por el partido.
Tipo 11, empezamos a juntar todo, el partido de Franco ya había terminado y por su mal humor, había perdido su equipo...
"Me voy a dormir, son unos burros impresentables, encima mañana me levanto temprano" fué su frase tajante mientras me daba un beso de compromiso en la mejilla.
"No te voy a dejar ver más fútbol si te vas a poner así nene!!" le dice Bian burlandolo.
Nos reímos de su maldad y seguimos lavando las cosas que quedaban.
"Ay ami, bancame un fernet más dale que es tempranito" me dijo ella poniendo ojitos tiernos.
"Bue, dale..." Respondí resignada.
Armamos otro y volvimos al sillón.
Yo: "Che, aprovecho que ya estamos solas... Nunca hablamos de la otra vez"
Bian: "Ay si, perdón si me desubiqué boluda, estaba mega caliente, te pido perdón"
Yo: "jajaja qué decís tarada? Te hubiese dicho si era así pero nada que ver"
Bian: "segura?"
Yo: "si, ya nos lo cogimos, mirá si me va a joder una foto en tanga jajaja"
Bian: "bueno no me tientes otra vez"
Yo: "ah bueno!! Hace dos minutos me pedías perdón!!"
Bian: "ayy es que ese pijón me pone idiotaaaa"
Sentí un fuego recorrer mí entrepierna, me encantaba escuchar a mí amiga loca por mí hombre, me daba una sensación de placer inexplicable, el morbo de saber que lo desea, que puedo compartirlo si quiero o guardarlo solo para mí.
Me acerqué a ella, la sentí agitada, me gustaba notar su respiración acelerada con la combinación de sus cachetitos colorados por el alcohol.
Yo: "jugamos un poco más? Debe seguir despierto".
Me salió del alma, no recuerdo haberlo pensado, no lo medité ni por un segundo. Fué mí yo interior hablando a través mío.
Bian: "ay hija de puta no me digas esto"
Me limité a mirar su celu, como dándole la indicación de empezar.
Bian: "agh no puedo creer estar haciendo esto otra vez" mientras miraba para el lado de la habitación donde dormía su novio.
Vi como ignoró varios chats sin leer y fué directo a buscar el contacto de Gon.
Lo último que se veía, era una imagen con autodestrucción ya eliminada (su foto en toalla).
Bian: "qué le digo?"
Ignoré su pregunta. Cómo si mí amiga ahora fuese Santa y necesitase de mí ayuda.
"Hola Gon, estábamos charlando con Ceci de vos recién"
Tardó unos breves segundos y respondió:
"Ah sí? Porque me suena que no debe ser algo bueno?"
Bian: "mmm no sé, la verdad le dije que me caías súper biennn"
Gon: "ah bueno, vos también a mí, recontra"
Bian: "ay menos mal, tenía miedo después del otro día"
Gon: "todo lo contrario, recién ahí me empezaste a caer bien! Jajaja"
Bian: "que maloooooo, pero bueno, con tal de caerle bien al novio de mí amiga... Lo que sea. Ahora qué estabas haciendo?"
Gon: "justo me acosté recién recién"
Bian: "uy encima solito, pobrecitoooo, perdón es que tengo tu amiga acá en casa. Dame un segundo"
Ella me dió el teléfono y se puso de rodillas en el sillón, de espaldas a mí. Se bajó el jogging que tenía y dejó ver una tanga negra que intentaba cubrir sin suerte, parte de su inmenso culazo.
"Me sacas una fotito?"
Yo accedí, obviamente.
A los pocos segundos mí novio estaba recibiendo esa foto, esta vez, ni siquiera en autodestrucción. "Que la tenga por si me extraña" me dijo riéndose.
Gon: "uf, qué hermoso ese culo, por favor"
Bian: "todavía me acuerdo los chirlos que le dabas!"
Gon: "nunca te quejaste"
Bian: "para nada, lo dije como algo que extraño"
No podía creer ese chat que leía, los dos se tenían unas ganas increíbles, lo mucho que me querrían y respetarían para no garcharse constantemente. Ella tenía fuego en los ojos y él por como escribía podía darme cuenta que también.
Bian se sacó el jogging quedando en buzo ancho cortito y tanga, me encantaba ese look, estaba muy perra. Obvio posó, esta vez de pié y me volvió a pedir una foto.
La reacción de Gon no tardó en llegar.
"Cada vez mejor se pone esto"
Bian: "me da mucha pena que estes ahí solito, encima debes estar calentito"
Gon: "la verdad que sí, me es imposible no pajearme despacito mientras te leo"
Bian gimió mientras leía el mensaje, podía ver cómo su mano rozaba su tanguita y hacía un claro juego por encima de la tela sobre su conchita.
Bian: "ay hijo de puta me pones loca, esa pija me deja estúpida"
Gon: "le vas a tener que pedir permiso a tu amiguita"
Bian: "si a la cornudita le encanta, ni hace falta"
Leí esas líneas y casi me acabo sin tocarme, sentí una electricidad que recorría mí cuerpo, mí amiga me encontró el punto, me dejó loca. Llevé mí manito adentro del pantalón y empecé a jugar yo también.
Eran irresistibles esas ganas de tocarme mientras presenciaba eso.
Bian: "Gon, estaba pensando, es tarde para un Uber, por que no la venís a buscar y yo te pago el viaje?"
Era real lo que leí?
Sentí que soñaba, me empecé a pajear como una loca. Mí amiga me vió y no dudó, me vino a comer la boca y masajearme las tetas acompañando mí descontrol.
Gon respondió, venía a buscarme.
Me seguí tocando y ella me bajó el pantalón, bajó por mí conchita sin pedir permiso, estaba empapada y su lengua me liquidó de placer.
Intentaba taparme para no hacer ruido, cómo le explicaría la situación a su novio? Estaba ella comiéndome la concha en tanga en su living.
Quería gritar pero no podía, mordía un almohadón para aguantarme mientras su lengua bailaba entre mis piernas.
Vimos un mensaje nuevo de él, era su ubicación.
No podía entender todo lo que pasaba, no lo podía procesar, solo que me encantaba y me empecé a acabar en su boquita entre gemidos ahogados.
Sus dedos empapados metidos en mí conchita.
Mí cuerpo temblando y mis manos aferradas a su cabeza.
"Vení hermosa" me dijo y me dió un beso empapado de mis flujos.
Se puso el pantalón y agarró las llaves.
En el ascensor fuimos chapando como dos adolescentes calientes. Quizás la primera categoría no éramos, pero la segunda sí y con creces.
Salimos a la calle y vimos el auto de Gon.
Ella subió en el asiento del acompañante y yo quedé atrás.
"Gracias por venir a buscarla"
Gon: "obvio que sí, la paga era buena"
Bian: "uy cierto, te debo eso"
Se acercó y le comió la boca, inmediatamente puso su mano sobre el pantalón de él, también un jogging suelto que marcaba toda su pija.
Ella se encargó de masajearle bien el bulto, podía ver con qué ganas lo hacía y cómo le pasaba su lengua por el cuello a mí novio.
"Se nota que ustedes jugaron un ratito solas" dijo Gon generando una mirada cómplice entre nosotras. Conocía bien mí sabor y los labios de ella estaban impregnados de mí acabada.
"Puede ser, le tuve que agradecer la visita pero ahora me toca agradecerte a vos de venir a buscarla", mientras terminaba su frase ya estaba liberando su verga del pantalón. No llegaba a ver pero la sonrisa que se dibujó en su cara me dió a entender que se acababa de reencontrar con su miembro.
"Ufff, lo quiero ya en la boca" y acto seguido se agachó sobre él, ahí me acomodé para verlos bien, podía ver cómo ella se abalanzaba a lamerle todo el tronco y la puntita, se notaba en las formas, lo mucho que había extrañado esa sensación.
Rodeaba con sus manos el pijón y sonreía, lo pajeaba, lo besaba, le pasaba su lengua y dejaba caer saliva sobre él. Repetía esa acción una y otra vez, a veces con más delicadeza, otras con menos.
Se pasaba todo el miembro por la cara, lamía, escupía y succionaba. Tragaba, tocia, volvía a tragar y volvía a tocer.
"Por dios, me encanta, me encanta, me encanta"
Solo para decir cosas así se la sacaba de la boca.
Yo me empecé a tocar otra vez, sola en el asiento de atrás. No podía sacarle los ojos de encima a ella, como Bianca no podía hacerlo con la pija de mí novio.
Cruzaban miradas mientras lo pajeaba descontroladamente. Gon disfrutaba enormemente de todo, mí amiga había perdido el ritmo con una verga tan grande pero no el entusiasmo.
De todas formas, no se iba a frenar hasta no comerse hasta el último centímetro de carne.
Tomaba aire y tragaba, las lágrimas en las mejillas y el maquillaje corriendose era algo imposible de evitar a la hora de atragantarse con esa pija. Lo sabía a pesar de años de noviazgo. No había manera, era un precio a pagar.
Los ojitos de él empezaron a cerrarse mientras recostaba su cabeza contra el asiento.
Mí amiga lograba su objetivo con mí macho.
Su pija empezó a entrar y salir de su boca con un ritmo mayor, la saliva de ella recorría todo su tronco y caía sobre su pelvis y bolas, que con mucha experiencia ella masajeaba.
Algunos golpecitos sobre su lengua y labios eran el único instante de paz a esa garganta castigada, sus rulos descontrolados, su maquillaje aún peor, sus boquita hinchada de tanto petear, pero su sonrisa enorme y con claras muestras de alegría.
Yo atrás de ellos, casi ignorada, me masturbaba como si recién descubriera el sexo. Por fin podía gemir tranquila, los vidrios empañados hacían imposible que alguien pueda ver para dentro por más que lo intente.
Solo yo tenía ese espectáculo de pete frente mío.
Mis oídos que me escuchaban a mí misma, también disfrutaban del "glu, glu, glu" de mí amiga acompañado casi de manera rítmica por mí novio y sus gemidos.
Amaba escuchar esas arcadas de ella. El ruido de la paja intensa que le hacía en su pija lubricada por su misma baba que chorreaba de su boca.
Bian tenía los ojitos perdidos sobre esa verga y yo sobre ella.
Los gemidos de él se intensificaron ante la intensa mirada de ella.
"Me vas a dar la lechita hermoso? Dale que pienso siempre en lo rico que me acababas"
"Dale que la cornudita esta me vea tragarte toda la leche"
Gon le arrimó la pija a su boca y Bian sin dudarlo abrió grande y recibió cada chorro de leche, hasta dejar presa su cabecita entre sus labios.
Vi su garganta hacer el esfuerzo por tomarse hasta la última gota. Lo cumplió, el tapizado estaba intacto y la verga de mí novio salió limpia de la boca de mí amiga.
Ambos sonreían mientras cruzaban miradas y yo me acabé nuevamente, los espasmos fueron sin más fuertes que hace un rato, temblaba y sentía fuego en mí cara.
Ví como pude las últimas lamidas para dejar impecable todo.
"Ya podes llevar a mí amiguita"
Caí rendida e incluso me dormí en el asiento de atrás.
No recuerdo ni cómo se despidieron.
Solo sé que me desperté en nuestra cochera, Gon me levantó y me sacó del auto casi sin reaccionar.
Esa noche, me tiró sobre la cama y con la colita levantada mientras estaba boca abajo, se sacó las ganas de mí amiga con mí conchita.
Me dormí con su lechita adentro mío hasta el otro día, feliz de todo lo que viví.
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