El siguió con su manoseo, yo ya estaba comenzando a tener mi primer orgasmo, me quedé quieta, dejé de besarlo, comencé a gemir, me estás haciendo venir, sigue sigue, mi mano agitaba su miembro como para ordeñarlo, lo tomé con ambas manos, estaba enloquecida de caliente, él seguía con su juego, me abrí de nuevo, exhale un gemido quedando desfallecida con mi vagina palpitando de deseo, no te detengas lo quiero adentro por favor, se quitó el boxer por fin vi su pija en su esplendor, bajó su rostro, comenzó a lamerla, abrió mis piernas las colocó sobre sus hombros, hundió su cabeza entre ellas, entrelazamos nuestras manos, sentí un calor intenso dentro de mi vagina, su lengua hacía estragos, mis fluidos eran intensos, caían según mi posición, hacía las piernas o nalgas, su lengua recorría todos los rincones de mi vagina, comenzó a subir y bajar, entraba y salía de mi culo virgen, comencé a gemir, me estaba matando de placer, quiero esa gran pija dentro mío, comenzó a frotarlo por los labios vaginales sin meterlo, le suplicaba no me hagas esto,

déjame aunque sea chuparlo, quiero ser tu putita, clávame, partime en dos, ya estoy lista para la acciónlo tome con mis manos lo puse en la entrada, comenzó a entrar la punta de su garrote, con mi mano lo guiaba para que me lo metiera todos, mis talones se colocaron en sus nalgas, él fue hundiéndome su verga poco a poco, me dolía nunca tuve algo tan grueso y largo, comencé a derretirme de placer por cada centímetro que

entraba, era un suave gemido, comencé a moverme para que no se detuviera, cuando estaba todo dentro mío, empecé a temblar de emoción, empezó con movimientos de meter y sacar, cerré mis ojos, abrí más mis piernas, me arqueaba de placer cuando un nuevo orgasmo se hacía presente, le pedía que lo hiciera más rápido, le dije suavemente déjame montarlo, sacó su pene cambiamos de posición, se acostó su dura pija apuntaba al techo, la tomé me coloqué sobre él, con mis fluidos su verga estaba húmeda, la coloqué en mis labios vaginales y desapareció, un shock eléctrico recorrió mi espalda, me puse derecha para sentirla en toda su extensión, mis movimientos de cabalgar no me estaban satisfaciendo por el largo de su miembro, así que me acosté sobre su pecho, dejé que mis caderas hicieran el trabajo completo, besé y chupe sus tetillas, lo abracé, continué besándolo, le dije te gusta papi? Si mi putita hermosa, te mueves muy bien, le dije me gustaría comer esa rica pija con mi boca, mientras continuaban sucediendo más orgasmos, quiero que me inundes con tu semen compláceme de nuevo, voy a venirme estoy agotada, Angel lo sacó me colocó en cuatro lo introdujo suavemente, no te detengas dame duro, tomó mis caderas, comenzando con sus acometidas, puse mis pechos a ras de la cama, levanté mis nalgas, el constante mete y saca hacia que me viniera de placer, mis músculos vaginales se contraían para ordeñarlo, hasta que no pudo resistir más, comenzó a descargar su leche en mi interior, poco a poco sus movimientos fueron disminuyendo hasta que su pene quedó flácido, ambos estábamos en la cama exhaustos, comentando lo sucedido, habían transcurrido dos horas de placer. Me diste un hermosa cogida, nunca tuve tanto sexo, mi marido con su pequeño pene no me satisfizo, además de eyacular precozmente, pero vos sos de tiro bien largo, me gustaría tragarme tu verga para sacarte la poca leche que te queda con mi boquita. Como tú lo desees mi amor, me recostó en la cama, colocó sus rodillas cerca de mis hombros, hincado frente a mi, tomó el pene con su mano, lo puso en mi boca, lentamente fue entrando, con mis manos lo tomaba para ir introduciéndolo y sacándolo de mi boca, me sentía como un bebe con su mamadera, él deslizó su mano en mi vagina, eso me calentó nuevamente, yo llevaba el ritmo de metida y sacada de su verga, mi cabeza se inclinaba y alejaba de su gran pedazo de carne, mis manos lo sujetaba, comenzó a intensificar sus movimientos, sin previo aviso una descarga de leche tibia inundó mi garganta, lo degusté como un manjar, mis manos comenzaron a exprimir su miembro para sacarle hasta su última gota, luego quedamos rendidos- Se había hecho tarde eran las diez, nos besamos él se fue, quedamos en encontrarnos en la playa y si mañana Raúl se iba a pescar nuevamente, nos encontraríamos para intentar tener sexo anal para perder mi virginidad por allí, siempre que no me duela lo haríamos.

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entraba, era un suave gemido, comencé a moverme para que no se detuviera, cuando estaba todo dentro mío, empecé a temblar de emoción, empezó con movimientos de meter y sacar, cerré mis ojos, abrí más mis piernas, me arqueaba de placer cuando un nuevo orgasmo se hacía presente, le pedía que lo hiciera más rápido, le dije suavemente déjame montarlo, sacó su pene cambiamos de posición, se acostó su dura pija apuntaba al techo, la tomé me coloqué sobre él, con mis fluidos su verga estaba húmeda, la coloqué en mis labios vaginales y desapareció, un shock eléctrico recorrió mi espalda, me puse derecha para sentirla en toda su extensión, mis movimientos de cabalgar no me estaban satisfaciendo por el largo de su miembro, así que me acosté sobre su pecho, dejé que mis caderas hicieran el trabajo completo, besé y chupe sus tetillas, lo abracé, continué besándolo, le dije te gusta papi? Si mi putita hermosa, te mueves muy bien, le dije me gustaría comer esa rica pija con mi boca, mientras continuaban sucediendo más orgasmos, quiero que me inundes con tu semen compláceme de nuevo, voy a venirme estoy agotada, Angel lo sacó me colocó en cuatro lo introdujo suavemente, no te detengas dame duro, tomó mis caderas, comenzando con sus acometidas, puse mis pechos a ras de la cama, levanté mis nalgas, el constante mete y saca hacia que me viniera de placer, mis músculos vaginales se contraían para ordeñarlo, hasta que no pudo resistir más, comenzó a descargar su leche en mi interior, poco a poco sus movimientos fueron disminuyendo hasta que su pene quedó flácido, ambos estábamos en la cama exhaustos, comentando lo sucedido, habían transcurrido dos horas de placer. Me diste un hermosa cogida, nunca tuve tanto sexo, mi marido con su pequeño pene no me satisfizo, además de eyacular precozmente, pero vos sos de tiro bien largo, me gustaría tragarme tu verga para sacarte la poca leche que te queda con mi boquita. Como tú lo desees mi amor, me recostó en la cama, colocó sus rodillas cerca de mis hombros, hincado frente a mi, tomó el pene con su mano, lo puso en mi boca, lentamente fue entrando, con mis manos lo tomaba para ir introduciéndolo y sacándolo de mi boca, me sentía como un bebe con su mamadera, él deslizó su mano en mi vagina, eso me calentó nuevamente, yo llevaba el ritmo de metida y sacada de su verga, mi cabeza se inclinaba y alejaba de su gran pedazo de carne, mis manos lo sujetaba, comenzó a intensificar sus movimientos, sin previo aviso una descarga de leche tibia inundó mi garganta, lo degusté como un manjar, mis manos comenzaron a exprimir su miembro para sacarle hasta su última gota, luego quedamos rendidos- Se había hecho tarde eran las diez, nos besamos él se fue, quedamos en encontrarnos en la playa y si mañana Raúl se iba a pescar nuevamente, nos encontraríamos para intentar tener sexo anal para perder mi virginidad por allí, siempre que no me duela lo haríamos.

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