Me gusta entrenar, paso horas y horas en el gimnasio, así que eventualmente me volví entrenador del lugar. Además que me encanta ver mujeres sudar, es un fetiche raro que tengo pero me gusta. hoy me toco sesión con mi clienta gordita. Ella era una excelente compañera de gimnasio, siempre estaba dispuesta a trabajar duro. Y su físico gordito hacia que verla sudar fuera una delicia, tenía un cuerpo muy atractivo, especialmente ese gran culo suyo.
Durante nuestros entrenamientos personales, me encantaba ver cómo su culo rebotaba cuando ella hacía pesas. ver como se le marcaba el sudor entre esas enormes nalgas, me encantaba y excitaba mucho verla trabajar.
Pero no solo me gustaba su físico. Ella siempre estaba lista para hacer ejercicio, y eso la hacía muy atractiva.
Finalmente con el tiempo, decidí llevarla a mi casa, engañándola diciendo que yo iba de paso por esa misma calle. La verdad solo quería disfrutar de su compañía en privado. así que cuando llegamos a mi auto, yo me afirme el paquete en clara insinuación y ella se dio cuenta, asi que me agarro el paquete y comenzó a acariciármelo para luego exponer mi paquete y masturbarme con su mano. eso se sintió tan rico, y solo comenzaba.
Arranque el auto en dirección hacia mi casa. Mientras condujo, ella comenzó a chuparme la polla mientras yo acariciaba su culo por debajo de la ropa deportiva ajustada que llevaba. Me encantaba el sabor de su sudor y el tacto de su carne, así que seguí acariciándola durante todo el viaje mienta ella me lo chupaba.
Finalmente llegamos a mi casa, donde ella se quitó la ropa y yo me acomode en el sillon ya desnudo. Comenzó a ocupar sus tetas para masturbarme la polla, con la mezcla de sudor que hacia de lubricante, era una sensación maravillosa. Luego le ordene que se sentara en el sillon y comenze encaje mi cara. Me encantaba el sabor de su sudor y de sus jugos vaginales, así que seguía y seguía, no queria salir de ahí sinceramente. Luego la penetre y folle con tantas ganas. Folle ese enorme culo a gusto.
Después de una larga follada, le dije que se arrodillara y me corrí en todo su cuerpo desde el pelo y tetas hasta sus muslos. Fue un placer inigualable.
Durante nuestros entrenamientos personales, me encantaba ver cómo su culo rebotaba cuando ella hacía pesas. ver como se le marcaba el sudor entre esas enormes nalgas, me encantaba y excitaba mucho verla trabajar.
Pero no solo me gustaba su físico. Ella siempre estaba lista para hacer ejercicio, y eso la hacía muy atractiva.
Finalmente con el tiempo, decidí llevarla a mi casa, engañándola diciendo que yo iba de paso por esa misma calle. La verdad solo quería disfrutar de su compañía en privado. así que cuando llegamos a mi auto, yo me afirme el paquete en clara insinuación y ella se dio cuenta, asi que me agarro el paquete y comenzó a acariciármelo para luego exponer mi paquete y masturbarme con su mano. eso se sintió tan rico, y solo comenzaba.
Arranque el auto en dirección hacia mi casa. Mientras condujo, ella comenzó a chuparme la polla mientras yo acariciaba su culo por debajo de la ropa deportiva ajustada que llevaba. Me encantaba el sabor de su sudor y el tacto de su carne, así que seguí acariciándola durante todo el viaje mienta ella me lo chupaba.
Finalmente llegamos a mi casa, donde ella se quitó la ropa y yo me acomode en el sillon ya desnudo. Comenzó a ocupar sus tetas para masturbarme la polla, con la mezcla de sudor que hacia de lubricante, era una sensación maravillosa. Luego le ordene que se sentara en el sillon y comenze encaje mi cara. Me encantaba el sabor de su sudor y de sus jugos vaginales, así que seguía y seguía, no queria salir de ahí sinceramente. Luego la penetre y folle con tantas ganas. Folle ese enorme culo a gusto.
Después de una larga follada, le dije que se arrodillara y me corrí en todo su cuerpo desde el pelo y tetas hasta sus muslos. Fue un placer inigualable.
0 comentarios - El entrenador fetichista (relato cedido)