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le saqué la virginidad a un pibe 🫢

Siempre me vestí cómoda. Buzos anchos, joggers, nada que marque el cuerpo. No me copa llamar la atención. Pero evidentemente a “E” le llamaba la atención igual. Nos veníamos viendo hacía un tiempo, salidas tranquis, pelis, café, risas. La típica amistad con esa tensión que no sabés si estás flasheando o si es real.
Una noche, vino a casa a ver una peli. Estábamos tirados en el sillón, bastante cerca, y cuando terminó la peli, se me quedó mirando. Esa mirada que no es casual. Me tiró:
—¿Siempre te vestís así porque no querés que te miren… o no sabés lo que escondés?
Me reí nerviosa, pero me encantó que me lo dijera. Había algo en su tono... no era pajero, era genuino. Me acerqué y lo besé yo. Sentí cómo se tensaba todo su cuerpo. Después me confesó que era virgen. No lo podía creer. Tenía esa dulzura y nervios que lo delataban, pero igual me sorprendió.
Fuimos a la pieza, y ahí arrancó todo. Le saqué la remera y lo empecé a besar en el cuello, despacio. Tenía la piel caliente. Me temblaba un poco la mano cuando me tocaba la cintura, pero me dejé llevar. Me subí arriba suyo y me saqué la remera. Tenía un corpiño negro, simple, pero le voló la cabeza. Se quedó mirándome como si no entendiera cómo debajo de tanta ropa suelta había eso.
—No puedo creer que estés así… —me dijo bajito, casi sin aire.
Le tomé las manos y se las puse en mis caderas. Lo ayudé a sacarme el corpiño. Me empezó a besar los pechos, tímido, como si tuviera miedo de hacerlo mal. Le marqué lo que me gustaba, le acaricié el pelo mientras bajaba, lo guié con palabras suaves. Me miraba como si estuviera soñando.
Le desabroché el pantalón y lo ayudé a bajarlo. Estaba muy duro, pero visiblemente nervioso. Le dije que no pensara tanto, que se dejara llevar. Me bajé la bombacha despacito, y él tragó saliva como si no pudiera creer lo que estaba viendo. Se mordió el labio.
Cuando entró, le costó al principio, por los nervios, pero yo estaba muy mojada. Me moví despacito, con ritmo, lo miraba a los ojos, y él no podía ni hablar. Gemía bajito, susurraba mi nombre. Me decía que era hermosa, que no se imaginaba que se iba a sentir así. Me aferraba a las caderas como si tuviera miedo de que me fuera.
No duró mucho, pero fue hermoso. Cuando acabó, se quedó pegado a mí, acariciándome la espalda, diciéndome que había sido la mejor noche de su vida. Y yo, la verdad… también la pasé increíble. Hay algo en sacarle la virginidad a alguien que no tiene nada de sucio si se hace con cariño y deseo real. Lo sentí especial. Y él, ni hablar.

2 comentarios - le saqué la virginidad a un pibe 🫢

SDUltimate
Son esos gestos hermosos que la sinceridad también haya momentos hermosos saliendo naturalmente