La madre de Pedro y el bully 38

Marcelo vio en los ojos de Teresa algo diferente. Esta vez estaba determinada.



Primero de dejarla entrar da una mirada a Claudia desde arriba abajo, muy descaradamente lo que la chica no apreció. A ella nunca le había gustado ese tipo de actitud pero sabía bien que ese tipo de hombres al final terminaban haciéndola gozar. “Espero que valga la pena Teresa”



-Que quieres?
-Quiero volver a como era antes. Quiero hacer otro trato.
-Jajaja. No tienes nada que ofrecerme puta. Todo lo que podías darme ya lo agarré.
-No, no todo, todavía hay mucho más que puedo dar, no tienes idea.
El tono seguro y seductor de la mujer capturó el interés de Marcelo.
-Y que trato quieres hacer?
-Tu me sigues cogiendo como antes y yo te dejo hacerme todo lo que quieras y con quien quieras.
Teresa mira a Claudia. Marcelo entiende su oferta pero todavía quiere meter la mujer a la prueba.
-Veo que ya no tratas de esconderte detrás de una dedo. Muy bien. Pero como se que esta vez mantendrás la palabra?
-Acaso no recibiste mi mensaje…lo que envié a la escuela?
-Mensaje? Ósea tu hijo? Si perra, un pajarito me dijo que la mierdita regresó a la escuela pero no creía que tu eras la que lo había mandado.
Claudia escuchaba sorprendida la conversación ya que no sabía de esta parte de la historia. No sabía que su amiga estaría dispuesta a tanto para gozar nuevamente de ese sujeto.
-Acaso crees que mi hijo hubiera regresado sin que yo lo convenciera?
-Jajaja. Me sorprendes linda. Entonces si yo regresaría, si yo fuera digamos…a visitar a tu hijo a la salida…
-No me importa. As lo que quieras con él, ya no me importa. Lo único que quiero, lo único que me importa ahora es esto.
Teresa pone su mano sobre el paquete de Marcelo apretando su miembro dentro los pantalones.
El plan del bully había funcionado. Por su parte Claudia estaba sorprendida al ver que su amiga estaba sacrificando a su hijo por una verga. “Es así de buena?”
-Mmm como me faltabas.
Dice Teresa mirando abajo.
-Jajaja, así me gustas perra, muy bien. Y ella se queda ahí parada?
-Ella tiene un nombre, me llamo Claudia.
Dice Claudia molesta por el actitud de Marcelo.
-Mmm…por ahora, si. Se quedará ahí parada asta que quiera unirse. Veamos cuanto resiste.
Dice Teresa mirando a su amiga para después arrodillarse delante de él. Claudia veía como su amiga impacientemente desabrochaba el pantalón a su amante y sacaba afuera su miembro todavía no completamente erecto.
GULP
La chica traga saliva al ver que esa cosa todavía no estaba al máximo de su grandeza pero lo mismo era la mas grande y gruesa que haya visto.


 Siempre había pensado que Teresa exageraba cuando describía el miembro de su amante o que talvez en serio pensaba fuese tan grande solo porque en toda su vida había estado solo con su esposo. Pero no era así. Al contrario, ahora creía que su amiga se había echo a la modesta describiendo la virilidad de su macho. Si bien Claudia había ya tenido muchos hombres ahora se sintió como una novata al ver Teresa trabajar la verga del bully. Es como si los roles se hubieran invertido.
La madre de Pedro estaba sediente de sexo y lo demostraba por cómo devoraba el mástil del bully de su hijo.

Claudia observaba la escena hipnotizada. Era la mejor película porno que haya visto pero se encontraba en ella. Sus pantis estaban ya goteando lujuria.
GLACK, GLACK, GLACK
La chica tímidamente daba algunos pasos acercándose más ande ellos. Cada centímetro más cerca su corazón latía más fuerte.
GLACK, GLACK, GLACK, GLACK
Teresa no paraba de atragantarse con la verga como si fuese su motivo para vivir.

GLACK, GLACK, GLACK, GLACK, GLACK
Marcelo ahora había puesto sus manos sobre la cabeza de la mujer y la tenía ahí mientras con su pelvis afondaba su miembro follando su garganta.

Claudia ahora estaba prácticamente ahí a pocos centímetros y el bully se complació al ver que otra mosca había caído en su telaraña por envidia de la otra mosca. Le bastó un gesto. Con un gesto de la cabeza Marcelo le señaló a la chica que se uniera a su amiga y ella obedeció.
Claudia estaba ahí, de rodillas justo al lado de la cara de su amiga viendo cómo su boca era violada con tanta rudeza por ese bastardo. Que envidia que tenia.
Teresa se dio cuenta de su presencia y después de una sonrisa se hizo un poco de parte dejando espacio para la nueva puta de su macho. Las dos juntas comenzaron a lamer, besar y chupar el miembro del chico, una por la derecha y una por la izquierda.

Si bien Marcelo había cogido con una gran cantidad de hembras, asta para él tener a esas dos diosas de rodillas delante de él era algo asombroso.
TRIIIIIIIIIN
El celular de Teresa sonaba mientras ella lamia en círculo la punta de la verga mientras Claudia chupaba los huevos.
Teresa había agarrado el control de la situación y empujó Marcelo para que se sentara sobre el sofá. Delante del bully la madre de Pedro desvestía lentamente a Claudia dándole un espectáculo sublime. No podía hacer a menos que masturbarse viendo cómo las manos de Teresa recurrían el cuerpo de la chica para después culminar en un beso con tanto de lengua.



Marcelo no se contuvo más y se unió a ellas y ahí los tres desnudos se besaban y manoseaban como bajó el efecto de un encantamiento sexual.

Para Teresa el mundo no existía. Lo único que existía era ese momento aunque si el celular sonaba por la tercera vez ella no lo escuchaba. Nadie lo escuchaba.
La acción pasó desde el sofá a la cama donde las dos hembras estaban echadas la una al lado de la otra con las piernas abiertas esperando de recibir finalmente lo que tanto deseaban.
Si en los ojos de Teresa había pura lujuria en los de Claudia estaba todavía una traza de miedo y incertidumbre y él se dio cuenta. Fue por eso que la eligió como primera.
Apuntó la punta de su miembro a la entrada de su conchita depilada y sin decir ni una palabra se la enterró.
-Aaajjj
A Claudia le pareció haberse vuelto de nuevo una virgen porque tener al bully dentro de ella fue como ser cogida por la primera vez. Era nuevo, era enorme, era extraordinario y se estaba haciendo espacio dentro de ella cada vez más.

No había piedad para la nueva puta. Marcelo la penetraba como una animal salvaje y ella gemía y gritaba como la más puta de las perras en celo. Teresa al lado de ella los observaba excitada con sus dientes mordiendo el brazo del chico por la envidia y el deseo mientras su mano masturbaba vivamente su vagina.
Apenas Claudia tuvo su primer orgasmos algunos minutos después, Teresa se metió en medio agarrando a su macho de la cara reclamando con un beso.

Ahora la atención de Marcelo estaba sobre ella y sus manos sobre sus magníficos senos. El chico comenzó a follarla también a ella mientras a su lado Claudia trataba de retomarse de uno de los mejores orgasmos de su vida. Ella vio como su amiga tenía los ojos cerrados y gritaba de placer al ser cogida por ese animal, veía como sus piernas abrazaban el cuerpo del chico como un candado que no lo quería dejar ir.

También el orgasmo de Teresa había llegado pero cuando prestó atención a su alrededor Claudia nos estaba más a su lado sino detrás de su macho acariciándole las espaldas, frotando su cuerpo joven y atlético contra su espalda, besándola el cuello y susurrando algo a su oreja.
No sabía que le había dicho pero ahora nuevamente la atención del bully había regresado a Claudia. Los dos se besaban de rodillas sobre la cama y delante de ella mientras su amiga le frotaba su asta lentamente y sensualmente.
Teresa no tenía intención en estarse de parte así que se unió a ellos tomándole la verga con su mano y mordiendo el cuello de su amante para llamar su atención como una perra celosa.
Marcelo sonreía al saber que esas dos hembras se pelaban por su atención y por la atención de su verga.



Ya era noche y ahora él trío estaba entretenido en una especie de torre Eiffel donde el bully constituía la base y las dos mujeres los lados. Una estaba sentada sobre la cara de él haciéndose lamer su conchita mientras la otras se retorcía sobre la verga del chico. En esa misma posición las dos se besaban en su encima mientras los grandes senos de Teresa frotaban con los más pequeños de Claudia.


Los tres cogieron de varias posiciones por horas y Marcelo las llenó a los de su semen y todavía querían continuar.










Los cuerpos sudados se unían y frotaban sin parar. Si primero las hembras competían por la verga de Marcelo ahora estaban colaborando en perfecta sincronía ofreciéndole al macho sus cuerpos en todas las más placenteras combinaciones. El bully las tenía delante cogiendo primero a una y después la otra con gran habilidad nalgueándolas cuando quería.
Al momento de correrse las dos se pusieron de rodillas delante de él. Las dos esperando el precioso néctar como pollitos hambrientos.

Fue Teresa a recibir la mayor parte de la carga en su boca mientras algunos chorros fueron a la cara de Claudia.

Fue una cogida magnífica para Teresa y para Claudia y la mujer quiso demostrar su afecto y la gratitud a su amiga recompensados con beso compartiendo la leche del macho.

Continúa…