Holis chicos! Perdon por la demora con este relato, habia prometido publicarlo semanas anteriores y no pude!
Ojala les guste porque me encantaria seguir publicando capitulos de esta nueva historia!
Les dejo unas fotitos de regalo y no se olviden de visitarme en mi Insta
/nessa_innocentotaku
Como cada verano con mi mamá visitábamos a su hermana en Santa Rosa de Calamuchita, Córdoba, y ese año no sería la excepción. Habían llegado las fiestas y nos preparábamos para irnos luego de año nuevo, pero un pequeño susto con mi papa puso nuestros planes en peligro.
Él es dueño y encargado de un bazar muy grande en buenos aires, lo fundó hace muchos años, antes de que yo naciera, mi mamá siempre se encargó de la casa y si por algún motivo él no podía estar en el local ella lo reemplaza. Ese fin de año mi papá sufrió un golpe que lo dejó enyesado y con reposo no menos de un mes. Mi mama debía tomar su lugar en el local pero nosotras, como cada año, teníamos todo listo para irnos a lo de mi tía durante enero y algunos días de febrero.
Me encantaba visitarla, Santa Rosa es un lugar muy lindo, había mucha paz a diferencia de lo que vivía día a día en CABA. Adoraba pasar las tardes en su jardín, leyendo nuevos mangas que me compraba antes de ir para estrenarlos allá, las caminatas vespertinas y demás placeres de la vida “campestre”.
Mi tia al enterarse insistió en que yo fuera sola, que ya estaba grande. A mis papas les daba miedo que me tomara un micro sola hacia Córdoba. Fue una semana de mucho insistir hasta que por fin aceptaron.
Estaba muy emocionada, nunca había hecho algo así, aunque parezca una tontería, para mi era un gran paso. Mi mamá se sumaría a nosotras ni bien mi papá podía volver al trabajo. Él había puesto en marcha su idea de recuperarse lo más pronto posible.
Fue asi que llegó el día, la despedida fue eterna, les costaba la idea de dejarme ir sola, pero tuvieron que aceptarlo. Así fue que luego de varias, varias horas de viaje llegué a la terminal en la que mi tía me esperaba con una gran sonrisa.
Su exuberante figura y su vestido floreado con un escote que poco dejaba a la imaginación llamaba la atención de todos los presentes en la terminal.
-¡por fin nena! te dejaron viajar sola, no lo puedo creer- alzaba la voz mientras me daba un gran abrazo
Desde muy chica tuvimos una relación muy cercana, era la tía que me dejaba hacer lo que mis padres no, sufrí mucho cuando se fue a Córdoba a vivir por trabajo, pero cada verano era una oportunidad que esperaba con ansias para poder visitarla.
-¡Qué grande estás! sos toda una mujer ya, cada año que te veo no puedo creer lo que creces, seguís de novia?-
-si si, cumplimos 2 años en un par de meses-
-ah muy bien, y supongo que ya lo hicieron no?- mientras nos dirigiamos hacia el auto
Ella siempre me hablaba con total desparpajo, me hacía sentir su par, a mi me daba cierto pudor hablar de esas cosas, ya que era algo que solo hablaba con Naomi, mi mejor amiga.
-si tía, pero no muchas veces- dije riendome
-ayy, ese pibe me parece que es medio nabo, te voy a tener que presentar algún cordobés - dijo riendo
Faltando algunas cuadras para llegar…
-pipu (asi me decia ella) necesito consultarte algo-
-si tía decime-
-Hace un año estoy en pareja, y desde hace un par de meses el vive conmigo, no les conté a ustedes por teléfono porque prefería decírselo personalmente. El tema es que durante este mes que ustedes iban a estar él se iba a ir a otro lado, pero aprovechando que no está Mabel (mi mamá) quería consultarte si a vos te jode que él esté viviendo ahí, con nosotras este mes. ¡Obviamente tu vieja no puede saberlo porque me mata!-
No podía decirle que no, si bien la idea de convivir con un extraño no me parecía buena, la notaba super entusiasmada y además, ella siempre había sido super compañera conmigo.
-si tía, yo no digo nada, olvidate-
-ayyyy qué alegría, gracias pipu, en la tarde te lo voy a presentar, es un amor de persona, se llama Hugo, tiene un taller mecánico cerca del centro, le voy a decir que esta noche haga algo a la parrilla para tu bienvenida-
Luego de un pequeño recorrido por la ciudad llegamos a su casa. Se encontraba algo alejada del centro, era una vivienda antigua, algo deteriorada pero mi Tia la mantenía lo mejor que podía, tenía un gran parque, sin vecinos aledaños, para mi, era el paraíso. Era como estar en el medio de la nada, sin ruidos molestos, sin tiempo, solo yo y mis lecturas.
Esa tarde conocí a Hugo, mi tia le dio las buenas noticias de que podía quedarse mientras no estuviera mi mamá.
El era un hombre alto,robusto, grandote, de unos cuarenta y tantos años, llevaba algunos días sin afeitarse, pelo corto, tenía puesta una camisa beige cubierta de manchas de grasa y un jean muy gastado. En sus pies llevaba unos borcegos también muy deteriorados.
-¡Hola! disculpa mi pinta, pero recien vuelvo del taller, tu tia me habló mucho de vos! dijo con una voz ronca, profunda, imponente.
Lo saludé tímidamente, tuvimos una pequeña charla los tres y continúe desarmando mis valijas y alistando la habitación que mi tía tenía preparada para mi.
Los primeros días tuvimos una convivencia de lo más tranquila, todo era demasiado perfecto, notaba a mi tía incómoda.
No fue hasta el quinto día que las cosas comenzaron a “naturalizarse”. Hugo y ella comenzaron a tener discusiones que a veces finalizaban con un portazo. La casa no siempre estaba completamente limpia, los platos comenzaban a acumularse en la pileta. En fin, cosas comunes de una convivencia que habían estado intentado ocultar porque yo estaba ahí, aunque luego lo arreglaban en la cama, desde mi habitación podía oírlo todo.
En un principio me daba muchisimo pudor escucharlos teniendo sexo, me incomodaba eran muy ruidosos,pero con el pasar de los dias comence a disfrutarlo, la curiosidad se había apoderado de mi, disfrutaba imaginarlos mientras me tocaba en la cama.
Era domingo, con mi tía fuimos al centro a hacer las compras y Hugo se quedó en la casa haciendo el “fueguito” para comer algo a la parrilla. Al volver, noté que en mi habitación las cosas no estaban como las había dejado, soy muy meticulosa con eso, y vi que el cajón en el que había puesto mi ropa interior estaba entre abierto. Alguien había estado husmeando y si bien no faltaba ninguna prenda, era claro que no estaban como yo las había guardado.Al parecer la curiosidad también se había apoderado de Hugo. No le dije nada a mi tía e hice de cuenta que nada pasó.
La segunda llamada de atención ocurrió esa misma tarde. Mi tía se juntaría con amigas y Hugo iba a jugar un partido de fútbol, al terminar la pasaría a buscar para volver a la casa.
Me pase la tarde leyendo unos de los mangas que me había comprado y aproveche que estaba sola para darme un ducha. Hacía muchísimo calor, y me venía muy bien refrescarme. Si bien mi tia tenía armada afuera una “pelopincho”, el agua ahí no estaba tan fría y prefería quedarme limpita y perfumada para el resto de la tarde/noche.
Me estaba bañando muy tranquila cuando de repente la puerta del baño se abrió de golpe.
-uyyy perdón! no sabia que estabas acá- era Hugo, había vuelto de su partido sin mi tia.
-estaba yendo a buscar a tu tía, pero me estoy re meando y quise aprovechar que pase por la puerta- continuo sin preocupación
-casi me muero del susto- dije mientras lentamente mi alma volvía a mi.
-disculpame, no era mi intencion, vi la luz prendida de la habitación y pensé que estabas ahí-
Supuse que se iría o al menos esperaría luego de esa pequeña charla.
-te jode si meo, es que no aguanto mas-
¿qué podía decirle? En su voz se sentía la necesidad de orinar,solo nos separaba una cortina blanca.
-esta bien, si- dije mientras recuperaba mis pulsaciones normales luego del susto
-gracias! es que no me aguantaba- mientras oía el ruido de un potente chorro contra el inodoro.
Realmente tenía mucha ganas porque duró un buen rato haciéndolo.
-no espies, mira que no termine- dijo riendo
Era un comentario totalmente desubicado, pero en cierto modo el tono juguetón en el que lo había dicho me había despertado curiosidad.
-jaja no- respondí sonrojada.
-listo preciosa, ya no te interrumpo más, me voy a buscar a tu tía, no le digas nada de esto que paso si?
-no no, no digo nada- dije mientras veía una enorme silueta a través de la cortina.
-gracias preciosa nos vemos- mientras cerraba la puerta.
Se fue dejándome con un interrogante ¿él también habria visto mi silueta desnuda?
Era la primera vez que me decía así, preciosa, me llamó la atención. No podía contarle a mi tía, no sabía cómo podía tomarlo, no quería que se pelearán de nuevo.
Esa noche volvi a escuchar como tenian sexo, mi tia realmente lo disfrutaba, se puteaban mucho, parecia no importarles mi presencia en la casa. De hecho parecían hacerlo a propósito. En mis pensamientos Hugo comenzaba a tomar protagonismo…
-daleee, si, hijo de puta, segui asi, cogeme toda- Era lo más suavecito que podía escucharse.
Con el pasar de los días fuimos entrando en confianza con Hugo, y él aprovechaba cada vez que mi tía no estaba entre nosotros para hacer alguna broma con lo sucedido el domingo. Todo esto fue despertando en mí el deseo de generar nuevamente una situación parecida, para ver qué pasaría.
Era miércoles, ella trabajaba hasta tarde, espere a que el llegara del trabajo, había dejado todo listo para meterme en el baño ni bien escuchara la camioneta. Se había hecho la hora, oí el ruido del motor en la entrada de la casa y corrí rápidamente hacia el baño. Esperé unos minutos mientras me duchaba, se hicieron eternos, de repente la puerta del baño se abrió.
-uyy otra vez- dijo con voz socarrona
-no pasa nada- dije entre risas a la vez que me hacía la sorprendida.
-¿te asuste?-
-un poco-
-te jode si hago? voy a tener que empezar a hacer en el taller antes de salir me parece- mientras reía.
-no me molesta- dije timidamente
Esta vez el chorro no fue tan largo, aunque él continuaba ahí. En silencio.
-esta vez te dejo espiar si queres- nuevamente entre risas.
Me sorprendio por completo, no esperaba que fuera tan directo, estaba muy nerviosa, no sabia como responder, pero quería hacerlo.
-si? no es necesario- dije con vos muy temblorosa .
-sisi, te lo ganaste por guardar el secreto jaja-
me tome algunos segundos para responder.
- bueno, pero no mires vos, me da vergüenza-
-jaja bueno, yo miro para el otro lado-
No había vuelta atrás, le estaba siguiendo el juego al novio de mi tia, la curiosidad me estaba matando. Corrí la cortina lentamente y me asomé, su cara apuntaba hacia la puerta, comencé a bajar la mirada, lo vi, Incluso sin estar erecto, se notaba que era grande y grueso. Podía entender el porqué de los gemidos tan fuertes de mi tia por la noche.La cabeza se encontraba húmeda, brillaba, la tenía bastante peluda pero aun así destacaba. Una electricidad me recorrió el cuerpo.
Cerré rápidamente la cortina, mi cara seguramente estaría enrojecida.
-ya está?- preguntó él.
-ajam- No podía siquiera hablar.
-y qué opinas? te gusto?- mientras reía
-te comieron la lengua los ratones- insistió.
-si- pude esbozar entre tanta timidez
-¿si te comieron o si te gusto?-
-Me gusto- me encanto! pero no podia decirselo asi
-Ah muy bien, es otro secreto entre vos y yo, ¿dale?-
-si, si-
-aunque para estar a mano yo tendría que espiarte un poco a vos, ¿no te parece?
El juego estaba yendo demasiado lejos y muy rápido, pero algo dentro mío no quería frenarlo.
-¿Qué decís? ¿puedo?- insistió.
Su profunda voz resonaba en mi cabeza, no me animaba a decir que sí, pero no quería decir que no.
-¿puedo o no, preciosa? volvió a insistir.
-si- dije muy por lo bajo mientras con mis manitos tapaba por completo mi cara.
Me moría de la vergüenza, no podía mirarlo a los ojos.
Senti como lentamente la cortina se iba corriendo. Sus ojos, seguramente, me recorrían de arriba a abajo.
-mmmm no sientas verguenza, tenes un cuerpo muy lindo- me dijo
Me había ruborizado completamente.
-hey no te tapes, déjame ver esa carita tan linda que tenes- mientras su mano se abría paso entre el agua y suavemente liberaba mi cara.
Había asomado medio cuerpo, tenía la camisa de trabajo con algunos botones desabrochados.
-sos muy linda sabes-
-gracias- respondí avergonzada.
Su mirada me recorría una y otra vez, mientras desplazaba aún más la cortina dejando al descubierto su parte inferior.
Mis ojos salieron disparados en su búsqueda. Ahora sí estaba bastante erecto, era muy grande, demasiado, mi curiosidad le ganaba a la timidez.
-¿viste como se puso al verte?- su comentario me enrojeció por completo.
-jaja que no te de vergüenza, ¿queres tocarlo?- mientras se iba bajando los pantalones, revelando unas piernas peludas, se veían fuertes.
No sabia que responder, la situación ya me había superado por completo. El juego se me había ido de las manos.
-te noto muy tensa, ¿me dejas que te ayude a relajar primero?-
Mi cuerpo asintió sin que yo pudiera procesarlo.
-ok, espera que me saco esto pq me voy a mojar la ropa-
Comenzó a quitarse la camisa desabrochandola por completo, dejando su peludo torso al descubierto. Tenía un poquito de panza, pero en general era un cuerpo fornido, me gustaba y mucho.
-pasame el jabon- me ordenó con dulzura
-si- mientras me daba vuelta para agarrarlo sentí como lanzó una profunda respiración.
-mmm que linda cola tenes- si bien lo dijo tiernamente parecía que su bestia interna podía salir en cualquier momento.
Tomó el jabón, se refregó las manos y me lo devolvió. Dejó que el agua cayera sobre ellas para limpiarlas.
-ahora si, tengo las manos limpias-
Sus manos estaban todas cortadas, cubiertas de callos, eran manos de trabajo, eran manos de “hombre”
-acércate- me dijo
Di unos tímidos pasos, casi quedando fuera del alcance del agua, él tenía uno de sus pies dentro de la ducha.
-te voy a hacer algo que te va ayudar a relajar mucho, para que no estés tan tensa, tan nerviosa-
Agache la cabeza y lo deje hacer…
Nuevamente, una electricidad recorrió mi cuerpo, sus manos, porosas, estaban rozando mi pancita, había comenzado a acariciar lentamente mi cuerpo, mi abdomen, mi cadera, mis muslos. Se detuvo en mi pelvis, su dedo comenzó a bajar lentamente hasta llegar a mi conchita. De a poquito, con suavidad, fue separando mis labios, ubicando su dedo en mi clítoris, comenzó a frotarlo suavemente. Me raspaba, pero me encantaba. Sabía cómo estimularme.
Un placer intenso, desconocido, me recorría por completo. La adrenalina, el morbo, lo prohibido, era un cóctel que nunca había experimentado.
De a poco me fui entregando al placer de esas caricias, tuve que apoyar una de mis manos contra la pared ya que por momentos mis piernas cedían. Me había alejado completamente de la ducha, estaba a pocos centímetros de él. Con su otra mano me sostenía para que no cayera, los movimientos de sus dedos se aceleraban. Mis piernas se abrían solas. Por momentos su enorme verga daba espasmos, la miraba hipnotizada.
-mmmmmmm- me costaba contener los gemidos
De repente frenó, su dedo comenzó a bajar y hacer círculos sobre el agujerito humedecido de mi conchita.
-¿te está gustando mucho no preciosa?-
Me encantaba que me dijera así, que un hombre como él me dijera así.
-Si- apenas podía exteriorizar lo que sentía, por dentro me prendia fuego pero por fuera había algo que no me dejaba ser.
Su dedo comenzó a hacerse lugar en mi agujerito, era ancho. Me era imposible disimular el pequeño dolor que me generaba.
-mmm la tenes cerradita preciosa, voy a ir despacio-
Su dedo fue ganandose lugar en mi agujerito, ahora podía entrar y salir con cierta facilidad, estaba disfrutando como nunca.
-ahhh-
-mmm si pendeja, disfruta- ahora entraba y salía con fluidez, me estaba cogiendo.
Ni siquiera mi novio con su cuerpo ejercía la fuerza que él hacía solo con su mano.
-mmmmmmmmmmmmmm, ahhhhhhhhhhhhhhh-
-si pendeja, asi-
-mmmmmmmm, ahhhhhhhhhhhh- mi orgasmo no tardo en llegar. Nunca antes había sentido tanto placer, mi cuerpo quedó temblando sobre su dedo al menos un minuto,estaba dispuesta a todo.De a poco fue retirándolo, mis piernas temblaban.
-te gusto preciosa?- su dedo gordo se situaba sobre mi clitoris, acariciándolo suavemente.
-si- estaba super agitada.
-mmmmmmm, que cuerpito lindo tenes, que piel tan suave, ¿me dejas meterme un ratito a la ducha con vos?-
Ni siquiera esperó mi respuesta, dio un paso hacia adelante y estaba dentro.
-¿no le vamos a decir nada a tu tía no?- dijo en tono sugerente
-no no- no podía contarle esto a nadie.
-Ahora te toca a vos- mientras con su mano apretaba su enorme miembro completamente erecto.
Dio unos pasos hacia adelante y me arrincono contra la pared. Estábamos bajo la ducha. Su voz ya no sonaba tan tierna, tan dulce, más bien todo lo contrario.
Su verga chocaba contra mi cuerpo, un poco más arriba de mi ombligo. Con timidez acerque mis manos y la agarre. La aprete con firmeza, senti sus venas a traves de mis dedos. Se sintió tan bien, nunca había experimentado algo así, siempre había imaginado como sería agarrar un pene tan grande mientras leía algun Hentai, ahora lo estaba viviendo.
Comencé a masturbarlo con ambas manos.
-mmmmmmm siiiii- mientras me agarraba de la cara y me pasaba sus dedos por la boca.
-fuerte nena- me ordenó.
Comencé a masturbarlo rápido, fuerte, como él me pedía, mientras chupaba sus dedos.
-ahhhhhh siiiii, seguí pendeja-
Su verga se sentía muy dura, se la agarraba cada vez más fuerte, lo apretaba y eso lo volvía loco.
-mmmm asi, sii-
Sus dedos iban cada vez más profundo, me daban arcadas. Eso lo hacía disfrutar más.
-seguí que ya viene preciosa, segui, ahhhhhhhhhhhh, seeeeeeeeeeeeeeeeee-
Mientras chupaba sus dedos como podia, senti un fuerte chorro de semen golpear contra mi pechito, había acabado un montón.
-mmm seeeeee preciosa- mientras presionaba su verga contra mi pecho.
Continué masturbandolo hasta que me freno. Me daba mucha vergüenza mirarlo a los ojos. Me costaba asimilar lo que había pasado.
Apoyo su mano contra mi mentón y lo levantó. Nos miramos por un instante.El agua recorría nuestros cuerpos. Ubico sus manos en mis axilas y como si de una pluma se tratara, me levanto y me llevo contra la pared. Lo rodee con mis piernas para sostenerme. Comenzó a besarme, nunca lo habían hecho así, sentía sus gruesos labios rozar con los mios, su barba me raspaba, me encantaba. Me sentía su mujer, su puta. Nunca había experimentado eso.. Continuo besándome mientras el agua tibia de la ducha se enfriaba. Su dureza no atenuaba, estaba rozando los labios de mi conchita pero el tiempo nos corría y él debía ir a buscar a mi tia.
Su celular comenzó a sonar, era el principio del fin de nuestro hermoso momento, debía irse cuanto antes. Con un gran beso me despidio y salio disparado a buscarla. Mis piernas apenas podian mantenerme de pie en la ducha, cedieron, quede sentada sobre la bañera, el agua, ahora fria, caia sobre mi, instintivamente mis dedos fueron en busca de mi sexo,me masturbe como nunca reviviendo en mi mente todo lo que había sucedido.
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Ojala les guste porque me encantaria seguir publicando capitulos de esta nueva historia!
Les dejo unas fotitos de regalo y no se olviden de visitarme en mi Insta
/nessa_innocentotaku
Como cada verano con mi mamá visitábamos a su hermana en Santa Rosa de Calamuchita, Córdoba, y ese año no sería la excepción. Habían llegado las fiestas y nos preparábamos para irnos luego de año nuevo, pero un pequeño susto con mi papa puso nuestros planes en peligro.
Él es dueño y encargado de un bazar muy grande en buenos aires, lo fundó hace muchos años, antes de que yo naciera, mi mamá siempre se encargó de la casa y si por algún motivo él no podía estar en el local ella lo reemplaza. Ese fin de año mi papá sufrió un golpe que lo dejó enyesado y con reposo no menos de un mes. Mi mama debía tomar su lugar en el local pero nosotras, como cada año, teníamos todo listo para irnos a lo de mi tía durante enero y algunos días de febrero.
Me encantaba visitarla, Santa Rosa es un lugar muy lindo, había mucha paz a diferencia de lo que vivía día a día en CABA. Adoraba pasar las tardes en su jardín, leyendo nuevos mangas que me compraba antes de ir para estrenarlos allá, las caminatas vespertinas y demás placeres de la vida “campestre”.
Mi tia al enterarse insistió en que yo fuera sola, que ya estaba grande. A mis papas les daba miedo que me tomara un micro sola hacia Córdoba. Fue una semana de mucho insistir hasta que por fin aceptaron.
Estaba muy emocionada, nunca había hecho algo así, aunque parezca una tontería, para mi era un gran paso. Mi mamá se sumaría a nosotras ni bien mi papá podía volver al trabajo. Él había puesto en marcha su idea de recuperarse lo más pronto posible.
Fue asi que llegó el día, la despedida fue eterna, les costaba la idea de dejarme ir sola, pero tuvieron que aceptarlo. Así fue que luego de varias, varias horas de viaje llegué a la terminal en la que mi tía me esperaba con una gran sonrisa.
Su exuberante figura y su vestido floreado con un escote que poco dejaba a la imaginación llamaba la atención de todos los presentes en la terminal.
-¡por fin nena! te dejaron viajar sola, no lo puedo creer- alzaba la voz mientras me daba un gran abrazo
Desde muy chica tuvimos una relación muy cercana, era la tía que me dejaba hacer lo que mis padres no, sufrí mucho cuando se fue a Córdoba a vivir por trabajo, pero cada verano era una oportunidad que esperaba con ansias para poder visitarla.
-¡Qué grande estás! sos toda una mujer ya, cada año que te veo no puedo creer lo que creces, seguís de novia?-
-si si, cumplimos 2 años en un par de meses-
-ah muy bien, y supongo que ya lo hicieron no?- mientras nos dirigiamos hacia el auto
Ella siempre me hablaba con total desparpajo, me hacía sentir su par, a mi me daba cierto pudor hablar de esas cosas, ya que era algo que solo hablaba con Naomi, mi mejor amiga.
-si tía, pero no muchas veces- dije riendome
-ayy, ese pibe me parece que es medio nabo, te voy a tener que presentar algún cordobés - dijo riendo
Faltando algunas cuadras para llegar…
-pipu (asi me decia ella) necesito consultarte algo-
-si tía decime-
-Hace un año estoy en pareja, y desde hace un par de meses el vive conmigo, no les conté a ustedes por teléfono porque prefería decírselo personalmente. El tema es que durante este mes que ustedes iban a estar él se iba a ir a otro lado, pero aprovechando que no está Mabel (mi mamá) quería consultarte si a vos te jode que él esté viviendo ahí, con nosotras este mes. ¡Obviamente tu vieja no puede saberlo porque me mata!-
No podía decirle que no, si bien la idea de convivir con un extraño no me parecía buena, la notaba super entusiasmada y además, ella siempre había sido super compañera conmigo.
-si tía, yo no digo nada, olvidate-
-ayyyy qué alegría, gracias pipu, en la tarde te lo voy a presentar, es un amor de persona, se llama Hugo, tiene un taller mecánico cerca del centro, le voy a decir que esta noche haga algo a la parrilla para tu bienvenida-
Luego de un pequeño recorrido por la ciudad llegamos a su casa. Se encontraba algo alejada del centro, era una vivienda antigua, algo deteriorada pero mi Tia la mantenía lo mejor que podía, tenía un gran parque, sin vecinos aledaños, para mi, era el paraíso. Era como estar en el medio de la nada, sin ruidos molestos, sin tiempo, solo yo y mis lecturas.
Esa tarde conocí a Hugo, mi tia le dio las buenas noticias de que podía quedarse mientras no estuviera mi mamá.
El era un hombre alto,robusto, grandote, de unos cuarenta y tantos años, llevaba algunos días sin afeitarse, pelo corto, tenía puesta una camisa beige cubierta de manchas de grasa y un jean muy gastado. En sus pies llevaba unos borcegos también muy deteriorados.
-¡Hola! disculpa mi pinta, pero recien vuelvo del taller, tu tia me habló mucho de vos! dijo con una voz ronca, profunda, imponente.
Lo saludé tímidamente, tuvimos una pequeña charla los tres y continúe desarmando mis valijas y alistando la habitación que mi tía tenía preparada para mi.
Los primeros días tuvimos una convivencia de lo más tranquila, todo era demasiado perfecto, notaba a mi tía incómoda.
No fue hasta el quinto día que las cosas comenzaron a “naturalizarse”. Hugo y ella comenzaron a tener discusiones que a veces finalizaban con un portazo. La casa no siempre estaba completamente limpia, los platos comenzaban a acumularse en la pileta. En fin, cosas comunes de una convivencia que habían estado intentado ocultar porque yo estaba ahí, aunque luego lo arreglaban en la cama, desde mi habitación podía oírlo todo.
En un principio me daba muchisimo pudor escucharlos teniendo sexo, me incomodaba eran muy ruidosos,pero con el pasar de los dias comence a disfrutarlo, la curiosidad se había apoderado de mi, disfrutaba imaginarlos mientras me tocaba en la cama.
Era domingo, con mi tía fuimos al centro a hacer las compras y Hugo se quedó en la casa haciendo el “fueguito” para comer algo a la parrilla. Al volver, noté que en mi habitación las cosas no estaban como las había dejado, soy muy meticulosa con eso, y vi que el cajón en el que había puesto mi ropa interior estaba entre abierto. Alguien había estado husmeando y si bien no faltaba ninguna prenda, era claro que no estaban como yo las había guardado.Al parecer la curiosidad también se había apoderado de Hugo. No le dije nada a mi tía e hice de cuenta que nada pasó.
La segunda llamada de atención ocurrió esa misma tarde. Mi tía se juntaría con amigas y Hugo iba a jugar un partido de fútbol, al terminar la pasaría a buscar para volver a la casa.
Me pase la tarde leyendo unos de los mangas que me había comprado y aproveche que estaba sola para darme un ducha. Hacía muchísimo calor, y me venía muy bien refrescarme. Si bien mi tia tenía armada afuera una “pelopincho”, el agua ahí no estaba tan fría y prefería quedarme limpita y perfumada para el resto de la tarde/noche.
Me estaba bañando muy tranquila cuando de repente la puerta del baño se abrió de golpe.
-uyyy perdón! no sabia que estabas acá- era Hugo, había vuelto de su partido sin mi tia.
-estaba yendo a buscar a tu tía, pero me estoy re meando y quise aprovechar que pase por la puerta- continuo sin preocupación
-casi me muero del susto- dije mientras lentamente mi alma volvía a mi.
-disculpame, no era mi intencion, vi la luz prendida de la habitación y pensé que estabas ahí-
Supuse que se iría o al menos esperaría luego de esa pequeña charla.
-te jode si meo, es que no aguanto mas-
¿qué podía decirle? En su voz se sentía la necesidad de orinar,solo nos separaba una cortina blanca.
-esta bien, si- dije mientras recuperaba mis pulsaciones normales luego del susto
-gracias! es que no me aguantaba- mientras oía el ruido de un potente chorro contra el inodoro.
Realmente tenía mucha ganas porque duró un buen rato haciéndolo.
-no espies, mira que no termine- dijo riendo
Era un comentario totalmente desubicado, pero en cierto modo el tono juguetón en el que lo había dicho me había despertado curiosidad.
-jaja no- respondí sonrojada.
-listo preciosa, ya no te interrumpo más, me voy a buscar a tu tía, no le digas nada de esto que paso si?
-no no, no digo nada- dije mientras veía una enorme silueta a través de la cortina.
-gracias preciosa nos vemos- mientras cerraba la puerta.
Se fue dejándome con un interrogante ¿él también habria visto mi silueta desnuda?
Era la primera vez que me decía así, preciosa, me llamó la atención. No podía contarle a mi tía, no sabía cómo podía tomarlo, no quería que se pelearán de nuevo.
Esa noche volvi a escuchar como tenian sexo, mi tia realmente lo disfrutaba, se puteaban mucho, parecia no importarles mi presencia en la casa. De hecho parecían hacerlo a propósito. En mis pensamientos Hugo comenzaba a tomar protagonismo…
-daleee, si, hijo de puta, segui asi, cogeme toda- Era lo más suavecito que podía escucharse.
Con el pasar de los días fuimos entrando en confianza con Hugo, y él aprovechaba cada vez que mi tía no estaba entre nosotros para hacer alguna broma con lo sucedido el domingo. Todo esto fue despertando en mí el deseo de generar nuevamente una situación parecida, para ver qué pasaría.
Era miércoles, ella trabajaba hasta tarde, espere a que el llegara del trabajo, había dejado todo listo para meterme en el baño ni bien escuchara la camioneta. Se había hecho la hora, oí el ruido del motor en la entrada de la casa y corrí rápidamente hacia el baño. Esperé unos minutos mientras me duchaba, se hicieron eternos, de repente la puerta del baño se abrió.
-uyy otra vez- dijo con voz socarrona
-no pasa nada- dije entre risas a la vez que me hacía la sorprendida.
-¿te asuste?-
-un poco-
-te jode si hago? voy a tener que empezar a hacer en el taller antes de salir me parece- mientras reía.
-no me molesta- dije timidamente
Esta vez el chorro no fue tan largo, aunque él continuaba ahí. En silencio.
-esta vez te dejo espiar si queres- nuevamente entre risas.
Me sorprendio por completo, no esperaba que fuera tan directo, estaba muy nerviosa, no sabia como responder, pero quería hacerlo.
-si? no es necesario- dije con vos muy temblorosa .
-sisi, te lo ganaste por guardar el secreto jaja-
me tome algunos segundos para responder.
- bueno, pero no mires vos, me da vergüenza-
-jaja bueno, yo miro para el otro lado-
No había vuelta atrás, le estaba siguiendo el juego al novio de mi tia, la curiosidad me estaba matando. Corrí la cortina lentamente y me asomé, su cara apuntaba hacia la puerta, comencé a bajar la mirada, lo vi, Incluso sin estar erecto, se notaba que era grande y grueso. Podía entender el porqué de los gemidos tan fuertes de mi tia por la noche.La cabeza se encontraba húmeda, brillaba, la tenía bastante peluda pero aun así destacaba. Una electricidad me recorrió el cuerpo.
Cerré rápidamente la cortina, mi cara seguramente estaría enrojecida.
-ya está?- preguntó él.
-ajam- No podía siquiera hablar.
-y qué opinas? te gusto?- mientras reía
-te comieron la lengua los ratones- insistió.
-si- pude esbozar entre tanta timidez
-¿si te comieron o si te gusto?-
-Me gusto- me encanto! pero no podia decirselo asi
-Ah muy bien, es otro secreto entre vos y yo, ¿dale?-
-si, si-
-aunque para estar a mano yo tendría que espiarte un poco a vos, ¿no te parece?
El juego estaba yendo demasiado lejos y muy rápido, pero algo dentro mío no quería frenarlo.
-¿Qué decís? ¿puedo?- insistió.
Su profunda voz resonaba en mi cabeza, no me animaba a decir que sí, pero no quería decir que no.
-¿puedo o no, preciosa? volvió a insistir.
-si- dije muy por lo bajo mientras con mis manitos tapaba por completo mi cara.
Me moría de la vergüenza, no podía mirarlo a los ojos.
Senti como lentamente la cortina se iba corriendo. Sus ojos, seguramente, me recorrían de arriba a abajo.
-mmmm no sientas verguenza, tenes un cuerpo muy lindo- me dijo
Me había ruborizado completamente.
-hey no te tapes, déjame ver esa carita tan linda que tenes- mientras su mano se abría paso entre el agua y suavemente liberaba mi cara.
Había asomado medio cuerpo, tenía la camisa de trabajo con algunos botones desabrochados.
-sos muy linda sabes-
-gracias- respondí avergonzada.
Su mirada me recorría una y otra vez, mientras desplazaba aún más la cortina dejando al descubierto su parte inferior.
Mis ojos salieron disparados en su búsqueda. Ahora sí estaba bastante erecto, era muy grande, demasiado, mi curiosidad le ganaba a la timidez.
-¿viste como se puso al verte?- su comentario me enrojeció por completo.
-jaja que no te de vergüenza, ¿queres tocarlo?- mientras se iba bajando los pantalones, revelando unas piernas peludas, se veían fuertes.
No sabia que responder, la situación ya me había superado por completo. El juego se me había ido de las manos.
-te noto muy tensa, ¿me dejas que te ayude a relajar primero?-
Mi cuerpo asintió sin que yo pudiera procesarlo.
-ok, espera que me saco esto pq me voy a mojar la ropa-
Comenzó a quitarse la camisa desabrochandola por completo, dejando su peludo torso al descubierto. Tenía un poquito de panza, pero en general era un cuerpo fornido, me gustaba y mucho.
-pasame el jabon- me ordenó con dulzura
-si- mientras me daba vuelta para agarrarlo sentí como lanzó una profunda respiración.
-mmm que linda cola tenes- si bien lo dijo tiernamente parecía que su bestia interna podía salir en cualquier momento.
Tomó el jabón, se refregó las manos y me lo devolvió. Dejó que el agua cayera sobre ellas para limpiarlas.
-ahora si, tengo las manos limpias-
Sus manos estaban todas cortadas, cubiertas de callos, eran manos de trabajo, eran manos de “hombre”
-acércate- me dijo
Di unos tímidos pasos, casi quedando fuera del alcance del agua, él tenía uno de sus pies dentro de la ducha.
-te voy a hacer algo que te va ayudar a relajar mucho, para que no estés tan tensa, tan nerviosa-
Agache la cabeza y lo deje hacer…
Nuevamente, una electricidad recorrió mi cuerpo, sus manos, porosas, estaban rozando mi pancita, había comenzado a acariciar lentamente mi cuerpo, mi abdomen, mi cadera, mis muslos. Se detuvo en mi pelvis, su dedo comenzó a bajar lentamente hasta llegar a mi conchita. De a poquito, con suavidad, fue separando mis labios, ubicando su dedo en mi clítoris, comenzó a frotarlo suavemente. Me raspaba, pero me encantaba. Sabía cómo estimularme.
Un placer intenso, desconocido, me recorría por completo. La adrenalina, el morbo, lo prohibido, era un cóctel que nunca había experimentado.
De a poco me fui entregando al placer de esas caricias, tuve que apoyar una de mis manos contra la pared ya que por momentos mis piernas cedían. Me había alejado completamente de la ducha, estaba a pocos centímetros de él. Con su otra mano me sostenía para que no cayera, los movimientos de sus dedos se aceleraban. Mis piernas se abrían solas. Por momentos su enorme verga daba espasmos, la miraba hipnotizada.
-mmmmmmm- me costaba contener los gemidos
De repente frenó, su dedo comenzó a bajar y hacer círculos sobre el agujerito humedecido de mi conchita.
-¿te está gustando mucho no preciosa?-
Me encantaba que me dijera así, que un hombre como él me dijera así.
-Si- apenas podía exteriorizar lo que sentía, por dentro me prendia fuego pero por fuera había algo que no me dejaba ser.
Su dedo comenzó a hacerse lugar en mi agujerito, era ancho. Me era imposible disimular el pequeño dolor que me generaba.
-mmm la tenes cerradita preciosa, voy a ir despacio-
Su dedo fue ganandose lugar en mi agujerito, ahora podía entrar y salir con cierta facilidad, estaba disfrutando como nunca.
-ahhh-
-mmm si pendeja, disfruta- ahora entraba y salía con fluidez, me estaba cogiendo.
Ni siquiera mi novio con su cuerpo ejercía la fuerza que él hacía solo con su mano.
-mmmmmmmmmmmmmm, ahhhhhhhhhhhhhhh-
-si pendeja, asi-
-mmmmmmmm, ahhhhhhhhhhhh- mi orgasmo no tardo en llegar. Nunca antes había sentido tanto placer, mi cuerpo quedó temblando sobre su dedo al menos un minuto,estaba dispuesta a todo.De a poco fue retirándolo, mis piernas temblaban.
-te gusto preciosa?- su dedo gordo se situaba sobre mi clitoris, acariciándolo suavemente.
-si- estaba super agitada.
-mmmmmmm, que cuerpito lindo tenes, que piel tan suave, ¿me dejas meterme un ratito a la ducha con vos?-
Ni siquiera esperó mi respuesta, dio un paso hacia adelante y estaba dentro.
-¿no le vamos a decir nada a tu tía no?- dijo en tono sugerente
-no no- no podía contarle esto a nadie.
-Ahora te toca a vos- mientras con su mano apretaba su enorme miembro completamente erecto.
Dio unos pasos hacia adelante y me arrincono contra la pared. Estábamos bajo la ducha. Su voz ya no sonaba tan tierna, tan dulce, más bien todo lo contrario.
Su verga chocaba contra mi cuerpo, un poco más arriba de mi ombligo. Con timidez acerque mis manos y la agarre. La aprete con firmeza, senti sus venas a traves de mis dedos. Se sintió tan bien, nunca había experimentado algo así, siempre había imaginado como sería agarrar un pene tan grande mientras leía algun Hentai, ahora lo estaba viviendo.
Comencé a masturbarlo con ambas manos.
-mmmmmmm siiiii- mientras me agarraba de la cara y me pasaba sus dedos por la boca.
-fuerte nena- me ordenó.
Comencé a masturbarlo rápido, fuerte, como él me pedía, mientras chupaba sus dedos.
-ahhhhhh siiiii, seguí pendeja-
Su verga se sentía muy dura, se la agarraba cada vez más fuerte, lo apretaba y eso lo volvía loco.
-mmmm asi, sii-
Sus dedos iban cada vez más profundo, me daban arcadas. Eso lo hacía disfrutar más.
-seguí que ya viene preciosa, segui, ahhhhhhhhhhhh, seeeeeeeeeeeeeeeeee-
Mientras chupaba sus dedos como podia, senti un fuerte chorro de semen golpear contra mi pechito, había acabado un montón.
-mmm seeeeee preciosa- mientras presionaba su verga contra mi pecho.
Continué masturbandolo hasta que me freno. Me daba mucha vergüenza mirarlo a los ojos. Me costaba asimilar lo que había pasado.
Apoyo su mano contra mi mentón y lo levantó. Nos miramos por un instante.El agua recorría nuestros cuerpos. Ubico sus manos en mis axilas y como si de una pluma se tratara, me levanto y me llevo contra la pared. Lo rodee con mis piernas para sostenerme. Comenzó a besarme, nunca lo habían hecho así, sentía sus gruesos labios rozar con los mios, su barba me raspaba, me encantaba. Me sentía su mujer, su puta. Nunca había experimentado eso.. Continuo besándome mientras el agua tibia de la ducha se enfriaba. Su dureza no atenuaba, estaba rozando los labios de mi conchita pero el tiempo nos corría y él debía ir a buscar a mi tia.
Su celular comenzó a sonar, era el principio del fin de nuestro hermoso momento, debía irse cuanto antes. Con un gran beso me despidio y salio disparado a buscarla. Mis piernas apenas podian mantenerme de pie en la ducha, cedieron, quede sentada sobre la bañera, el agua, ahora fria, caia sobre mi, instintivamente mis dedos fueron en busca de mi sexo,me masturbe como nunca reviviendo en mi mente todo lo que había sucedido.
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