Hola a todos! Primero que nada agradecerles por las devoluciones de mi primer relato. Hoy vengo a dejarles otra de mis experiencias, todo lo que les cuento es 100% real y con la mayor cantidad de detalles posibles.
ACÁ PUEDEN ENCONTRAR MI PRIMER RELATO
Después de aquella experiencia en el colectivo, mi cabeza no paró de pensar ni un día en lo que había pasado. Los meses corrían y yo seguía pensando en ese día, y en las ganas de volver a vivir una experiencia como esa otra vez.
Desde aquel día, no volvió a suceder nada más, estaba un poco negado, mi vida siguió dentro de lo normal, volvía a tener encuentros y salidas con mujeres, hasta que una noche todo volvió a cambiar.
Juntada con amigos, asado, un poco de alcohol, la cantidad suficiente para que este bastante relajado. Venía todo muy tranquilo, hasta que la charla cambió a temas sexuales, y mi cabeza no pudo hacer a un lado lo que había pasado unos meses atrás.
La conversación paso, la noche estaba un poco aburrida pero yo no podía dejar de pensar. Me fui al sillón, y con un poquito de ayuda del alcohol, empecé a googlear aplicaciones de encuentros, probé unas, todas me parecían malas, hasta que me tope con Grindr.
Instalé, me cree un perfil como en todas las demás, obvio sin fotos y sin información, solo quería curiosear. Revise bastante la lista de personas cercanas, y en eso viene un amigo al sillón, me asuste tanto por miedo a que haya visto algo, que deje el celu por un rato.
Algunos de mis amigos empiezan a irse a sus casas, ya con el ambiente más tranquilo vuelvo al celu y a la app.
Al entrar me llevo una gran sorpresa, tenia un par de mensajes en el buzón, así que entré a ver que estaba pasando.
3 personas me habían hablado, no sabía que hacer, porque se me hacía muy raro todo, pero con miedo y vergüenza, respondí.
Intercambie algunos mensajes con todos, me costaba dar respuestas elaboradas, eran mensajes muy cortos, hasta que una de las conversaciones me llamó la atención haciendo que ignore las demás.
Me dijo que su nombre real era Víctor, tenía 58 años. Empezamos a hablar un rato y a conocernos mas. Me contó que era casado, tenía 1 hijo bastante grande ya, y que estaba en la app "Para ver que había".
Charlamos un buen rato más, hasta que la reunión con mis amigos termino, así que di por finalizada la charla, y me fui a mi departamento y no toque más la app por toda la semana.
Pasa esa semana, llega el viernes, otra vez juntada con amigos, comida y salida. Previa con mucho alcohol, y 2am ya estábamos en el boliche, con más tragos y mujeres.
Yo estaba bastante borracho ya, así que agarro el celu para ver una foto que había sacado, y noto que había dejado Grindr instalado, así que volví a entrar.
Me encontré con varios mensajes como la última vez, pero fui directo a lo que más me había llamado la intención.
Víctor me había estado enviando mensajes durante la semana, yo jamás los vi, pero de todas maneras le respondí "Hola, recién veo los mensajes". Habían pasado muchos días, no tenía esperanza de que me responda, guardo el celu y voy hasta el baño.
Salgo del baño, y en la puerta vuelvo a ojear la app, y otra vez para mi sorpresa, víctor había respondido.
Inmediatamente le respondo y empezamos a charlar, y mientras vuelvo con mi grupo.
Hablamos media hora, usando el celu medio a escondidas para que nadie vea nada, y me cuenta que ceno con unos amigos, la mujer estaba cenando de una amiga y tenía que pasar a buscarla en 1 hora, que estaba con el auto, y que le parecía una buena oportunidad para conocernos y charlar un rato.
Leer ese mensaje, me aceleró el pulso, me temblaban las manos, no podía responder, estaba nervioso, me tomé 5 minutos, pensé y el alcohol hizo su trabajo. "Voy a charlar nada mas" pensé, así que le dije que si.
Casi corriendo voy con el grupo, aviso que me iba y salí del boliche, camine 2 cuadras y me pare en los bancos de calle Oroño a responder.
Víctor me paso una dirección por donde iba a buscarme, estaba a pocas cuadras así que sugerí otra más lejos, porque no quería que nadie me vea. Me pidió el celular, le dije que no, que habláramos solo por la app, no me anime a pasarle mi número.
Me dijo que en 15 minutos aprox. llegaba a la ubicación, así que empecé a caminar, muy rápido, muy nervioso y tenso,
A medida que caminaba hablábamos por mensaje, llegué a decirle que todavía era un poco tímido, que no tenía mucha experiencia en el "ambiente", y me entendió, y dijo que no me preocupara.
Llego a la dirección, y me dice, estoy en un auto azul a dos cuadras, ya llego. Pensé en irme corriendo, miré para la esquina, y lo vi venir. Paro el auto, y desde adentro abrió la puerta. Yo explotaba en nervios, me subo al auto con mucho miedo, y me saluda dándome la mano.
Me dice, tengo 45 minutos, pero por lo menos podemos hablar un rato, y pone en marcha el auto.
Víctor era un hombre medio canoso, kilos de más, algo de barba y ojos marrones.
Empezó a preguntarme sobre mi vida, a que me dedicaba, y por el momento solo me limitaba a responder, porque estaba muy nervioso.
Mientras recorríamos la ciudad seguía la conversación, baja bastante la velocidad, saca la mano de la palanca de cambio, me agarra del ante brazo y me dice "Todavía estas bastante nervioso y tenes que relajarte un poco", y me lleva la mano hacia su pierna derecha.
Yo no podía moverme, deje el brazo quieto, la palma media rígida, no podía moverme, estaba muy nervioso.
Para ese momento, mil cosas se me pasaron por la cabeza, mil sensaciones diferentes, pero dejé la mano, tímida, y me dice, poniéndome la mano firme sobre la mía, así. Y se presiona más sobre su pierna.
Él seguía manejando, hacemos 2 cuadras, yo no podía moverme aun, así que vuelve a tomarme del brazo, y me lo mueve de tal forma que podía acariciarle la pierna, así que muy muy nervioso, seguí haciéndolo por mi cuenta unas cuadras, pero por el nerviosismo deje de hacerlo y quedó mi mano en su pierna, quieta otra vez.
Silencio absoluto, nadie hablaba, hasta que él se empieza a mover un poco de tal modo que mi mano quedó entre las dos piernas.
Desesperado saco la mano en 1 segundo, y me vuelve a tomar del brazo y me dice "Tranquilo no pasa nada", y me lleva el brazo otra vez entre sus piernas.
Es hasta gracioso, pero yo estaba muy muy nervioso y tenso, y no podía moverme.
Me pone su mando encima de la mía, y la lleva de lleno a su entre pierna, y empieza a masajear despacio con mi mano.
No podía creer lo que estaba viendo, los segundos pasaban, él seguía frotándose con mi mano, y empiezo a notar un bulto un poco más grande. Esa sensación me hizo explotar la cabeza.
En ese momento comencé a disfrutar, a medida que se le ponía más dura, más aumentaba mi calentura.
Le desabroche el cinto, baje su cierre, le metí la mano y empecé a tocarlo por arriba de la ropa interior, hasta que sin pensar, meto la mano adentro de la ropa interior y empiezo a masajearle la pija.
Mil cosas se me pasaban por la cabeza, estaba tocando una pija con la mano, se corre un poco más el pantalón, y empiezo a masturbarlo bien despacio. Subía y bajaba, acariciaba y seguía masturbando despacio.
No podía mirarlo a la cara, solo mi mano masturbandolo.
Estuvimos un rato y empieza a vibrarle el celular, lo mira y me dice, "tengo que dejarte porque ya me están llamando. me gustó haberte conocido y seguramente la vamos a seguir en otro momento."
Me dejó a dos cuadras de mi departamento, y estuve 10 minutos parado en la esquina, mirando una pared pensando en todas las sensaciones que había tenido, era la primera vez que tocaba una verga, y sin dudas, quería dar un paso más.
Hasta acá mi relato de hoy. Un poco extenso, pero con la mayor cantidad de detalles que pude dejarles. Nos vemos en mi próxima historia, dentro de unos días.
ACÁ PUEDEN ENCONTRAR MI PRIMER RELATO
Después de aquella experiencia en el colectivo, mi cabeza no paró de pensar ni un día en lo que había pasado. Los meses corrían y yo seguía pensando en ese día, y en las ganas de volver a vivir una experiencia como esa otra vez.
Desde aquel día, no volvió a suceder nada más, estaba un poco negado, mi vida siguió dentro de lo normal, volvía a tener encuentros y salidas con mujeres, hasta que una noche todo volvió a cambiar.
Juntada con amigos, asado, un poco de alcohol, la cantidad suficiente para que este bastante relajado. Venía todo muy tranquilo, hasta que la charla cambió a temas sexuales, y mi cabeza no pudo hacer a un lado lo que había pasado unos meses atrás.
La conversación paso, la noche estaba un poco aburrida pero yo no podía dejar de pensar. Me fui al sillón, y con un poquito de ayuda del alcohol, empecé a googlear aplicaciones de encuentros, probé unas, todas me parecían malas, hasta que me tope con Grindr.
Instalé, me cree un perfil como en todas las demás, obvio sin fotos y sin información, solo quería curiosear. Revise bastante la lista de personas cercanas, y en eso viene un amigo al sillón, me asuste tanto por miedo a que haya visto algo, que deje el celu por un rato.
Algunos de mis amigos empiezan a irse a sus casas, ya con el ambiente más tranquilo vuelvo al celu y a la app.
Al entrar me llevo una gran sorpresa, tenia un par de mensajes en el buzón, así que entré a ver que estaba pasando.
3 personas me habían hablado, no sabía que hacer, porque se me hacía muy raro todo, pero con miedo y vergüenza, respondí.
Intercambie algunos mensajes con todos, me costaba dar respuestas elaboradas, eran mensajes muy cortos, hasta que una de las conversaciones me llamó la atención haciendo que ignore las demás.
Me dijo que su nombre real era Víctor, tenía 58 años. Empezamos a hablar un rato y a conocernos mas. Me contó que era casado, tenía 1 hijo bastante grande ya, y que estaba en la app "Para ver que había".
Charlamos un buen rato más, hasta que la reunión con mis amigos termino, así que di por finalizada la charla, y me fui a mi departamento y no toque más la app por toda la semana.
Pasa esa semana, llega el viernes, otra vez juntada con amigos, comida y salida. Previa con mucho alcohol, y 2am ya estábamos en el boliche, con más tragos y mujeres.
Yo estaba bastante borracho ya, así que agarro el celu para ver una foto que había sacado, y noto que había dejado Grindr instalado, así que volví a entrar.
Me encontré con varios mensajes como la última vez, pero fui directo a lo que más me había llamado la intención.
Víctor me había estado enviando mensajes durante la semana, yo jamás los vi, pero de todas maneras le respondí "Hola, recién veo los mensajes". Habían pasado muchos días, no tenía esperanza de que me responda, guardo el celu y voy hasta el baño.
Salgo del baño, y en la puerta vuelvo a ojear la app, y otra vez para mi sorpresa, víctor había respondido.
Inmediatamente le respondo y empezamos a charlar, y mientras vuelvo con mi grupo.
Hablamos media hora, usando el celu medio a escondidas para que nadie vea nada, y me cuenta que ceno con unos amigos, la mujer estaba cenando de una amiga y tenía que pasar a buscarla en 1 hora, que estaba con el auto, y que le parecía una buena oportunidad para conocernos y charlar un rato.
Leer ese mensaje, me aceleró el pulso, me temblaban las manos, no podía responder, estaba nervioso, me tomé 5 minutos, pensé y el alcohol hizo su trabajo. "Voy a charlar nada mas" pensé, así que le dije que si.
Casi corriendo voy con el grupo, aviso que me iba y salí del boliche, camine 2 cuadras y me pare en los bancos de calle Oroño a responder.
Víctor me paso una dirección por donde iba a buscarme, estaba a pocas cuadras así que sugerí otra más lejos, porque no quería que nadie me vea. Me pidió el celular, le dije que no, que habláramos solo por la app, no me anime a pasarle mi número.
Me dijo que en 15 minutos aprox. llegaba a la ubicación, así que empecé a caminar, muy rápido, muy nervioso y tenso,
A medida que caminaba hablábamos por mensaje, llegué a decirle que todavía era un poco tímido, que no tenía mucha experiencia en el "ambiente", y me entendió, y dijo que no me preocupara.
Llego a la dirección, y me dice, estoy en un auto azul a dos cuadras, ya llego. Pensé en irme corriendo, miré para la esquina, y lo vi venir. Paro el auto, y desde adentro abrió la puerta. Yo explotaba en nervios, me subo al auto con mucho miedo, y me saluda dándome la mano.
Me dice, tengo 45 minutos, pero por lo menos podemos hablar un rato, y pone en marcha el auto.
Víctor era un hombre medio canoso, kilos de más, algo de barba y ojos marrones.
Empezó a preguntarme sobre mi vida, a que me dedicaba, y por el momento solo me limitaba a responder, porque estaba muy nervioso.
Mientras recorríamos la ciudad seguía la conversación, baja bastante la velocidad, saca la mano de la palanca de cambio, me agarra del ante brazo y me dice "Todavía estas bastante nervioso y tenes que relajarte un poco", y me lleva la mano hacia su pierna derecha.
Yo no podía moverme, deje el brazo quieto, la palma media rígida, no podía moverme, estaba muy nervioso.
Para ese momento, mil cosas se me pasaron por la cabeza, mil sensaciones diferentes, pero dejé la mano, tímida, y me dice, poniéndome la mano firme sobre la mía, así. Y se presiona más sobre su pierna.
Él seguía manejando, hacemos 2 cuadras, yo no podía moverme aun, así que vuelve a tomarme del brazo, y me lo mueve de tal forma que podía acariciarle la pierna, así que muy muy nervioso, seguí haciéndolo por mi cuenta unas cuadras, pero por el nerviosismo deje de hacerlo y quedó mi mano en su pierna, quieta otra vez.
Silencio absoluto, nadie hablaba, hasta que él se empieza a mover un poco de tal modo que mi mano quedó entre las dos piernas.
Desesperado saco la mano en 1 segundo, y me vuelve a tomar del brazo y me dice "Tranquilo no pasa nada", y me lleva el brazo otra vez entre sus piernas.
Es hasta gracioso, pero yo estaba muy muy nervioso y tenso, y no podía moverme.
Me pone su mando encima de la mía, y la lleva de lleno a su entre pierna, y empieza a masajear despacio con mi mano.
No podía creer lo que estaba viendo, los segundos pasaban, él seguía frotándose con mi mano, y empiezo a notar un bulto un poco más grande. Esa sensación me hizo explotar la cabeza.
En ese momento comencé a disfrutar, a medida que se le ponía más dura, más aumentaba mi calentura.
Le desabroche el cinto, baje su cierre, le metí la mano y empecé a tocarlo por arriba de la ropa interior, hasta que sin pensar, meto la mano adentro de la ropa interior y empiezo a masajearle la pija.
Mil cosas se me pasaban por la cabeza, estaba tocando una pija con la mano, se corre un poco más el pantalón, y empiezo a masturbarlo bien despacio. Subía y bajaba, acariciaba y seguía masturbando despacio.
No podía mirarlo a la cara, solo mi mano masturbandolo.
Estuvimos un rato y empieza a vibrarle el celular, lo mira y me dice, "tengo que dejarte porque ya me están llamando. me gustó haberte conocido y seguramente la vamos a seguir en otro momento."
Me dejó a dos cuadras de mi departamento, y estuve 10 minutos parado en la esquina, mirando una pared pensando en todas las sensaciones que había tenido, era la primera vez que tocaba una verga, y sin dudas, quería dar un paso más.
Hasta acá mi relato de hoy. Un poco extenso, pero con la mayor cantidad de detalles que pude dejarles. Nos vemos en mi próxima historia, dentro de unos días.
5 comentarios - Mi segunda experiencia con un hombre
rigido y fragil al mismo tiempo.
hermoso relato