

Estoy sola... pero no quieta.
Mis piernas se cruzan y descruzan mientras el reloj avanza lento. Me muerdo el labio. Lo imagino. Lo deseo.
Estoy esperando... y me estoy encendiendo.
No hace falta mucho: un recuerdo, su voz, el roce de mi ropa interior que ya empieza a estorbar.
¿Vendrá pronto?
Ojalá no tarde. Porque si lo hace... voy a empezar sin él."
































Me dijeron que la experiencia se nota. Que la mirada que tengo cuando quiero algo no se aprende: se nace con eso.
Y sí… estoy esperando. Pero no con paciencia.
Estoy en casa, con un vino en la mano y sin ropa interior.
La bata apenas me cubre. Si se abre, se abre…
Que se atreva a mirar. Que se atreva a tocar.
Soy una madre, sí. Una esposa también.
Pero hoy... hoy quiero que me vean como lo que soy cuando nadie me interrumpe: una mujer caliente, madura, llena de ganas.
Estoy esperando.
No por cariño.
Estoy esperando para sentir esa boca recorrerme. Para que me digan al oído cuánto me desean, cuánto soñaron con estar entre mis piernas.
Y cuando llegue…
No va a encontrar una mujer tranquila.
Va a encontrar una mujer hambrienta.

12 comentarios - Esperando como una buena MILF...
Quería su lengua en mis pezones.
Sus dedos en mi humedad.
Quería gritar… aunque tuviera que morder la almohada.