
La vida se vuelve más bonita. Ves el mundo a través de los ojos de una mujer. Tu energía se vuelva más dulce, desapareciendo por completo ese típico comportamiento exclusivo de los machos, en el que por su exceso de testosterona, hacen las cosas más apresuradamente y chocando constantemente con todo.
Así son ellos y está bien, cada quien fluyendo en su energía natural. Por nuestra parte, abrazamos la paciencia. Nuestros movimientos se vuelven más lentos, los pensamientos más empáticos, porque conectamos con un alma sensible.
Ahora podemos cuidar, proteger a través de nuestra energía femenina. Y los hombres deben protegernos a nosotras, cubriendo nuestra ahora posición un poquito más vulnerable. Ahora estamos expuestas a cortejos, piropos, que quieran seducirnos, y por supuesto, que nos deseen tanto románticamente como sexualmente.
Es precioso ser más receptiva, cariñosa, tierna y expresiva con los tonos. Estas muestras de feminidad hacen que los machos posen sus ojos en nosotras, que empiece el juego de la seducción, y que culmine estando enamorada y paseando con ese hombre colgada de su brazo, como si fuera un súper héroe.
Para nosotras lo es, sin dudas un miembro de la especie humana que tiene el triple de fuerza que una, tiene el deseo y el deber natural de protegerte. A su lado te quedas pequeña, lo que favorece que potencies tu feminidad hacia límites inimaginables. Usa tu mejor lencería para sentirte sexy y segura, encuentra ese perfume que transmita tu encanto femenino, sin miedo. Nada malo pasará, es más, te beneficiarás porque así le haces saber al mundo de antemano cómo te gusta ser y cómo te gusta que te traten. Te lloverán los pretendientes, y quién sabe, podrías llegar a encontrar la pareja perfecta con la cual compartir casa, habitación y cama. Un novio para darle todos los días un besito de buenas noches y dormir en su pecho.









6 comentarios - Ser hembra es lo más hermoso que hay
si queres podemos hablar por priv
Por su parte buscamos su protección en todos los sentidos, así como alcancé a leer en tus relatos