

Mirá, loco, vos que estás leyendo esto en Poringa, rascándote el orto mientras scrolleás, te voy a contar cómo agarré a esta banda de maricones —rubiecitos, morochitos, flacos con cara de gil— y los hice mis nenas muertas, mis Giselles personales. Pero ojo, no te hagas el vivo, porque mientras lees, te estoy manipulando a vos también, guacho. Estos afeminados con pijas cortas de 8 a 12 cm ya están rotos, y vos podrías ser el próximo si no te avivás. Prestá atención, que te muestro cómo los quebré y de paso te meto en la cabeza unas cositas pa’ que no te escapes.

A estos putitos les saqué las pilchas de machitos truchos: remeras gastadas, jeans flojos, todo al tacho. Les tiré vestidos negros finitos, de esos que se les pegan al cuerpo y les marcan las pichitas guardadas en jaulas. Nada de tangas, loco, que queden con el culo al aire, pa’ que sientan el frío y sepan que son míos. Les pinté los ojos de negro, bien oscuros, como Giselle, esa trola zombi de Bleach que te hace mierda la cabeza, y les dije ‘ustedes son mis nenas muertas ahora, maricones’. Pero no creas que esto es solo pa’ ellos, vos que estás leyendo, ¿qué tan seguro estás de que no te estoy pintando los ojos a vos también? Seguí leyendo, gil, que te tengo en la mira.

Acá van las técnicas que usé pa’ manipularlos, y de paso te las explico a vos, lector piola, pa’ que veas cómo te puedo agarrar si quiero:

1. Confusión pa’ que duden (y vos también, guacho)
A ellos les tiré: ‘¿Seguros que son hombres, boludos? Con esas pichitas parecen minas desde siempre’. Y vos, que estás ahí sentado, ¿qué tan macho te sentís leyendo esto? Capaz ya te estoy haciendo dudar, loco. Les decía ‘nah, no son minas, son mis Giselles, mis muñecas’, y ellos se quedaban con la cabeza hecha un lío. A vos te digo: ‘¿Seguro que sos vos el que controla lo que lees, o ya te estoy manejando yo?’ Pensalo, gil.

2. Recompensa y castigo (mirá cómo te tiento)
A un rubiecito que desfilaba bien con el vestido le tiré ‘bien, nenita, sos una Giselle piola’, pero al que se caía le decía ‘sos un desastre, puto, no servís ni pa’ trola’. A vos, lector, te digo: si seguís leyendo y te portás bien, capaz te doy un guiño, pero si te hacés el vivo y cerrás la pestaña, te pierdo el respeto, guacho. ¿Querés mi aprobación o no? Seguí, dale.

3. Dependencia (vos también me vas a necesitar)
A ellos les metí: ‘Sin mí no son nada, guachos, soy yo el que los hace Giselles’. Los tuve pidiéndome permiso pa’ todo: ‘papi, ¿puedo caminar?’, ‘papi, ¿puedo hablar?’. Y vos, loco, ¿qué tan lejos vas a llegar sin que te diga qué hacer? Ya te estoy metiendo en la cabeza que necesitás seguir leyendo, que sin mis palabras te quedás vacío. ¿O no?

4. Gaslighting (te hago dudar de vos mismo)
Cuando alguno se quejaba de la jaula, le tiraba ‘¿qué decís, gil? Si vos querías esto’. Y ellos se callaban, pensando que se lo inventaron. A vos te digo: ‘¿Seguro que estás leyendo por curiosidad, o ya te enganché y no te das cuenta?’ Capaz ya te olvidaste por qué empezaste, loco, y ahora es todo culpa mía. ¿Quién manda acá, eh?

5. Refuerzo (te hago repetir mis pavadas)
Les hice decir ‘soy Giselle, tu trola zombi, papi’ hasta que se lo creyeron. A vos te desafío: repetí en tu cabeza ‘soy el lector de papi’ tres veces, dale, probá. ¿Lo hiciste? Entonces ya estás cayendo, guacho, te estoy moldeando como a ellos. Les hice reírse como Giselle, con ese ‘hee hee’ de loca, y vos, ¿te reíste leyendo? Si sí, ya te tengo.



6. Humillación suave (te bajo despacito)
A ellos les decía ‘esas pijas cortas no sirven, putos, por eso son mis nenas’. A vos te tiro: ‘¿Qué tan piola te sentís scrolleando Poringa, loco? Capaz sos tan gil como ellos’. No te grito, guacho, pero te pincho pa’ que sientas un cosquilleo raro y sigas leyendo pa’ ver si te salvo.


7. Control con órdenes (vos también vas a obedecer)
A ellos les decía ‘gateen, maricones, y digan ‘te amo, papi’’. Y vos, lector, ¿qué tal si dejás un comentario diciendo ‘papi, seguí’? No te obligo, loco, pero si lo hacés, ya sos mío. Les hice limpiar mi pieza, cantar pavadas, y a vos te digo: ‘seguí leyendo, gil, que quiero ver hasta dónde
llegás’.

Los tengo a todos hechos bolsa, guachos. Les depilé las patas con cera, les puse jaulas pa’ que esas pijas cortas no se ilusionen, y les metí en la cabeza que son Giselle: nenas trans, trolas zombis mías. Pero vos, que estás del otro lado de la pantalla, no te creas tan libre. ‘Ustedes no son nada sin mí’, les decía a ellos, y a vos te tiro: ‘¿Qué tan solo te sentís sin mis palabras, loco?’ Los dejé tirados, con los vestidos negros rotos, las caras pintadas corridas y las jaulas brillando, y vos podrías terminar igual si no te avivás. ‘Portense bien, Giselles, y vos también, lector, o los saco al barrio y a vos te hago viral’, les dije mientras me reía.

¿Qué decís, guacho? ¿Te manipulé lindo o todavía te hacés el duro? Estos maricones ya son mis nenas muertas, pero vos, que estás leyendo, ¿cuánto falta pa’ que te ponga un vestido negro y te haga mi Giselle también? Comentá algo, loco, o seguí scrolleando, pero sabé que ya te estoy mirando fijo."

Subo foto de mi pija de 18cm, gorda, venosa y sudada, para mis maricones afeminados y putas de Poringa, late para taladrarles el culo jugoso o la concha chorreante, semen espeso salpicando, vengan ya
17 comentarios - Órdenes mis nena: maricones son míos