You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

La doctora ahora es una puta sumisa P2

El domingo, me desperté como nueva, me sentía renovada, con mucha energía, sentía que mí cuerpo estaba completamente relajado y había descansado muy bien. Mire por sobre mí hombro, y ahí estaba el, haciéndome cucharita, apoyándome si verga en la cola y su mano en mí abdomen, me quedé un rato así, inmóvil, para disfrutar el momento y no despertarlo, aunque con lo que sentía que me apoyaba, tenía ganas de hacerlo. Me pegue un poco más, para sentirlo bien pegado, y su respiración en mí nuca. Después de un rato, decidi que había que arrancar el día, y no perder más tiempo, asique con cuidado me levanté de la cama, agarre mí bolso y entre al baño, me lave los dientes, la cara, me acomode un poco y busque en el bolso. Saque mí traje de mucama, y una tanga blanca que había comprado con una inscripción que decía “SUMISA” sobre la cola. El traje venía con una pollera cortita y atrás, no tapaba completamente la cola, unas muñequeras y un lindo gorrito pequeño.

Fui a preparar el desayuno, no sabía que era lo que le gustaba, pero no creo que le diga que no, a unos buenos mates, asique eso fue lo que prepare, puse todo en una bandeja y fui a la habitación. Me pare al lado de su cama, con la bandeja en las manos e intente despertarlo.

Yo: Jefe, buen día, ya es hora de levantarse.

Se movió en la cama, se desperezo pero no abrió los ojos.

Yo: Jefe, buen diaaa. Le traje el desayuno, está muy calentito, no deje que se enfríe por favor (lo dije con doble intención, picaramente) 

Se sonrió, seguramente imaginando algo de lo que vería, y abrió los ojos, diciendo “ buen día”. Pero al mirarme, y ver cómo estaba, otra vez puso esa mirada, la que me gustaba que tuviera. Se sentó en la cama, se acomodo y le di la bandeja.

Nico: Gracias, esto si es un buen servicio, pero a mí me gusta que sea excelente.

Yo: Dígame que más necesita, y con gusto lo haré.

Nico: Me gusta que la habitación esté ordenada y hay mucha ropa tirada.

Yo: Yo me encargo, no se preocupe. Disfrute el desayuno mientras.

Cuando me di vuelta y le dejé ver bien mí cola, mire por sobre mí hombro y vi como se mordía el labio inferior. Me dedique a juntar la ropa del suelo, agachandome y sin doblar las rodillas, para que vea aún mejor, y lo que no llegaba a agarrar, me ponía en 4 patas, parando la cola. Una vez, que termine, le pregunté si necesitaba algo más.

Nico: No gracias, por ahora estoy bien. Que te gusta desayunar ?

Yo: Generalmente, tomo un vaso de leche tibia, y como alguna proteína o algo así, tal vez huevos. Trato de cuidarme. (Era el pie, para todo lo que quiera)

Nico: Que lástima, en la heladera no tengo nada de eso. Pero acá siempre tengo un poco, si te sirve.

Se agarró todo el bulto, e inmediatamente se me hizo agua la boca.

Yo: Puedo ?

Nico: Si obvio, no hay problema. Solo trata de no interrumpirme, que quiero tomar mates y ver un partido de fútbol. 

Se destapó completamente, se corrió al medio de la cama, puso la bandeja de su lado derecho y agarró el control, buscando su partido.

Nico: Ya está, desayuna, dale.

No puedo creer ni entender, como con ciertas palabras o actitudes, logra sacar eso de mí. Por dentro mío, deseaba que este domingo no se terminará nunca y eso que recién había arrancado, creo que puedo ser muy feliz viviendo así, pensé.
Gatie desde los pies de la cama, hasta quedar con mí cara cerca de su verga, que empecé a acariciar.

Nico: Agachate, no me dejas ver el partido.

Cuando escuché eso, no tarde y me metí toda su verga en la boca, y ahí empecé a sentir como crecía. Se puso tiesa muy rápido, y salió un poco de jugo, desde la punta de su cabeza, que saboriandolo lo trague completo. Alternaba como siempre entre sus huevos y si pija, trataba de hacerlo en un ritmo intermedio entre rápido y despacio, pero muy constante. 

Nico: Uff que rico, dijo.

Yo: Le gusta como preparo mí desayuno ?

Nico: Hablo del mate, tu preparación no es la gran cosa.

Este hijo de puta, ahora va a ver, pensé. Que mierda hago ? Y empecé a tragarme la pija entera hasta que no pueda más, y toda la saliva que producía, se la escupa, y así en repetidas veces, llenando toda su verga y sus huevos de una capa de saliva impresionante. Junte mis rodillas, pare la cola y me saque la tanga de entre mis nalgas poniéndola sobre una de ellas, junte un poco de la saliva de su pija con dos dedos y me los apoye en mí ano, haciendo juegos circulares en el, dándome un poco de placer, sabiendo o al menos intuyendo que le iba a gustar ver, como mientras lo pajeaba jugaba con mí cola. Y con la otra mano me puse a hacerle una paja, metiendo mí cara entre sus huevos para lamerlos, meterlos dentro de mí boca y succionarlos cada vez que podía.
Se acomodo de tal forma, que si me esforzaba y estiraba mucho mí lengua, casi que llegaba a rozarle su ano, y así lo hice, nosé porque, pero en ese momento quería probarlo completo. Fui alternando, sus huevos y ano eran un plato, y su verga otro, comiendola hasta el fondo. De vez en cuando volvía a mojar los dos dedos que tenía en el orto, para no lastimarme y que todo sea más fluido, pero está vez introducía una falange o dos. Aumente la velocidad, y la fuerza en todo, desde la chupada de huevos y de pija, hasta las falanges que introducía en mí ano. Largaba leves quejidos, que intentaba ahogar, metiendo su verga en mí boca, aumentando la velocidad, hasta me dejaba de tocar el ano, para autonalguearme, que lo hacía bastante fuerte y me hacía dar una sensación de rabia, que era impresionante, ya no sabía si quería la leche, seguir jugando con mí cola sola, o dar un salto y sentarme en su pija, pero en un momento lo escuché decir de forma débil y a lo lejos.

Nico: Seguí, seguí asi, no pares.

Al mirarlo, sus ojos me veían, e inmediatamente su cabeza colgaba hacia atrás emblanqueciendo sus ojos, ponía una mano sobre mí cabeza, creo yo, que queriendo ejercer fuerza sobre ella, para que me coma entero su miembro, pero no podía, estaba inmerso en un placer que solo lo dejaba a mí merced. Cada vez que sacaba la boca, de alguna de sus partes para tomar aire, lo aprovechaba para decirle alguna guarrada, nunca fui de hablar así, pero en ese momento, sentía que tenía un don divino y una facilidad de palabras putañeras increíble.

Yo: Me vas a llenar la boca de leche ? Voy a hacer que vacíes los huevos en mí boca, y me la voy a tragar toda.

*PETE*

Yo: O preferís llenarme la cola de leche papi ? Mira como me la estoy abriendo para vos.

*PETE*

Yo: Dale, castígame, pégame en el orto así, hijo de puta. (nalgada fuerte).

Nico: Respeta a tu macho puta de mierda (cachetada)

*PETE ESCUPIENDO Y PAJEANDOLO MÁS FUERTE*

Yo: Trátame como quieras, mándame a mí casa toda cojida y llena de leche. Enséñale a mí marido, como se coge a una puta como yo.

En ese momento, retomó sus fuerzas y empujó su verga a lo más profundo de mí garganta, y empezó a llenarla de leche, algunos chorros pasaban directamente y otros me quedaban en la boca. Aunque no podía respirar y no tenía pensado al menos por el momento, sacarme la verga de la boca, intenté mantener la calma y soportar todo lo que podía.
Cuando terminó, soltó mí cabeza y dejó caer sus brazos sobre el costado de su cuerpo, respirando profundamente. Me senté de rodillas donde estaba y sonriéndole, me juntaba algunas gotas que habían quedado en mí pecho y en mí cara, para ponerlas en mí boca y tomarlas.

Yo: Ahora si es un buen día, me encanta desayunar así y me encantó el desayuno. Creo que podría tomarlo todos los días y no me cansaría.

Nico: Creo que voy a pensar seriamente, que vengas a desayunar mucho más seguido, o todos los días, lo voy a pensar.

Me quedé pensando un poco en esa frase, y me pregunte. Después de todo esto, ¿Para que seguir con mí marido?.
Me acomode junto a él, y compartimos algunos mates. Cuando ya era pasado el mediodía y tenía algo de hambre, asique le dije si podía preparar algo para almorzar, me dijo que él lo haría y que lo espere, pero primero me besó muy apasionadamente, acariciando todo mí cuerpo, fue una chispa que encendió el fuego rápidamente en mí y sin pensarlo, puse mí mano en su entrepierna. Sonrió, y me hizo notar que quería que siguiera, no tardó mucho en que su verga esté lista para mí, y atrayendo mí cuerpo hacia él me hizo subirme y empezar a cabalgar lentamente, con besos profundos y apasionados. Me besaba el cuello, la cara, los pechos y me agarraba de vez en cuando las nalgas, como para afirmar que el ritmo que mantenía sobre el, era el correcto.

Nico: Te gusta que te haga el amor asi ?

Yo: Me encanta, lo haces muy bien.

Nico: Me encanta tu cuerpo, quiero que sea solo mío.

Yo: Ya es todo tuyo.

Nico: Demostramelo, acabame toda la pija.

Yo: Estoy cerca, pedimelo, pedimelo.

Nico: Acabame toda la pija, dale, cabalga sobre tu macho y acabame.

Yo: Si, si si. Ya llegó, te voy a acabar toda la pija.

Y eso fue lo último que dije, antes del terrible orgasmo que había liberado, me tomé unos segundos para recuperarme en su pecho, aún en la misma posición. Y empecé a moverme, despacio, todavía estaba demasiado sensible.

Yo: Ahora te toca a vos.

Nico: Ahora no, tengo tiempo todavía, acostate y descansa.

Me ayudó a salir de encima de el, me acosté haciéndome una bolita, me tapo apagó la luz y se fue. Me quedé pensando, que es todo esto ? Después de tratarme como una puta, ahora es romántico ? No me molestaba tampoco, ya veníamos de unas sesiones de sexo duro que compensaba bastante bien, y una vez que hagamos el amor, no le iba a hacer mal a nadie, me dormí.

Pasaron unas 2 horas y me trajo algo de comer a la cama, me despertó y comimos juntos, miramos una película, ya no me importaba la hora, ni volver a casa, tenía varias llamadas perdidas, que tampoco incurrian en una molestia, ni en desesperación por contestar, sabía de quién eran, y eso era suficiente.

Ya adentrándose prontamente la tarde noche, rompí el silencio, avisando que ya debía ir a mí casa. Al otro día trabajaba temprano, y las responsabilidades, había que cumplirlas. 

Nico: Bueno, está bien. Espera mí mensaje, como siempre.

Yo: Está bien, pero por favor, no me hagas esperar muchos días.

Nico: Que pasa ? Vas a extrañar está pija ?

Y abrió la cama para mostrarme, este hombre tenía una especie de don, como hizo para tener la verga tan dura, sin que siquiera halla pasado nada, ni un beso, absolutamente nada.

Yo: Si, la voy a extrañar. Entre otras cosas.

Volvió de repente esa mirada de lujuria, y ya mí cuerpo empezó a reaccionar a eso, tenía que irme, pero si quería algo más, no iba a objetar nada.

Nico: Está bien, entonces te voy a dar un souvenir para que te lleves.

Se arrodilló en la cama, me agarró del pelo y me puso a petearlo, hasta el fondo.

Nico: Baboseala, mientras más babosa este, menos te va a doler.

No entendí porque lo decía, pero yo hice caso. Sin moverme me saco la pija de la boca, me siguió sosteniendo del pelo y se paró al costado de la cama, conmigo en 4, apuntando mí cola hacia el.

Nico: Esto me pediste hoy a la mañana, y así te vas a ir a tu casa.

Yo: Como?

Nico: Con el culo roto, y lleno de leche.

Apoyo su cabeza en mí ano, este se contrajo un poco. “Relájate, o te va a doler” y sin más, empujó todo su miembro dentro de mí, y en menos de un segundo estaba todo dentro mío. Largué un quejido de dolor y placer.

Nico: Yo te avise puta.

Cada vez que me habla así, un fuego dentro mío se enciende. Relaje todo el cuerpo, y para lo único que hacía fuerza, es para dejarle la cola en una posición que le sea cómodo, para que haga lo que quiera con ella. 

Me agarraba del pelo, de los hombros, me nalgueba, en un momento hasta se subió arriba mío, y con una mano aplastaba mí cara contra el colchón, metía varios dedos en mí boca y se afirmaba en mí mandíbula, me apretaba los pezones. Me estaba haciendo la cola de una manera impresionante, solo rezaba porque no me parta en dos, y hacia todo mí esfuerzo por aguantar sus embestidas. Toque mí clítoris y estaba demasiado humedecido, quería pajearme, y volver a acabar.

Nico: Saca la mano de ahí, te vas a ir calentita, con ganas de acabar. Me escuchaste ?

Yo: Si amo, perdón.

Nico: Hoy me pediste esto, y no me olvidé. Te vas a ir con el culo roto y lleno de leche, y más vale que te vayas apretando el culo. Porque quiero que tu marido vea, a la puta que tiene, como llega. Rebalsando leche te voy a dejar el orto.

Paso, me lleno hasta lugares que nadie había llegado, ”Cambiate y andate” me dijo. Y en menos de 3 minutos ya estaba en mí auto, saliendo de su casa, y mientras cerraba el portón eléctrico desde su halla, se dio vuelta y entro, ni siquiera levantó la mano. Y apretando mí cola, como podía, llegue a mí casa.

Estaba exhausta, saque la llave para abrir la puerta y mí marido me gano de mano. Y empezaron los reclamos y preguntas, “donde estabas? Con quien te fuiste? Porque no me respondiste el celular?” Y demás, no quería escucharlo ni aguantarlo, le di mí bolso y le dije.

Yo: Pone todo esto a lavar, con cuidado porque me salió caro, y si algo me falta o lo rompes, lo vas a pagar vos.

Marido: Estás loca ? Desapareces todo el fin de semana y me das tu bolso para que te lave la ropa, en vez de contestarme donde mierda estabas ?

Yo: Hace lo que te digo y te cuento, me voy a bañar.

Abrí la ducha y empecé a desvestirme, pero algo me hizo ir a espiarlo, abrió el bolso frente al lavarropas y sacó del bolso un puñado de prendas, eran mis disfraces, tangas, etc. Vio todo con cara de sorpresa, casi se le cae la mandíbula, y para mí sorpresa se acercó mis tangas a su nariz y las olió. Puso todo en el lavarropas, mientras yo me apuraba para volver a la ducha, me dijo que me apurara que quería hablar conmigo, y en ese momento se me ocurrió una idea. Puse el celular medio escondido en el baño en modo grabación, me desnude y lo llame. Cuando entro y me vio de frente desnuda, le dije.

Yo: Estaba con un amigo, tuvimos una fiesta solo nosotros dos, pero me dio un souvenirs, para que traiga.

Nico: Que cosa ?

Me di vuelta, abrí mis nalgas y deje caer un chorro de leche desde lo profundo de mí ano.

Yo: Ahora ya entendiste ? Déjame ducharme en paz, que necesito irme a dormir.

Solo se callo la boca, creo que le gustó ver eso, nunca se lo hubiera esperado, me puse un shorts y una musculosa, sin nada de ropa interior, quería que todas mis partes estén un poco más libres después del fin de semana agitado que habían tenido, apague la luz y me dispuse a dormir. Pero un rato más tarde, escuché ruidos raros, asique salí de la habitación con cautela y casi sin hacer ruido fui a ver de dónde provenían. Era mí marido desnudo, nunca había prendido el lavarropas, y ahora tenía mis dos disfraces estirados sobre una mesa en el lavadero, mientras que con una mano olía mis tangas, con la otra se pajeaba duramente, no creo que fuera necesario cortarle su momento de placer, al fin y al cabo, era lo único que en este momento podía obtener de mí, pero la idea de lo que vio en el baño, mis disfraces y tangas. Me permitía tener un as bajo la manga, asique le saque unas fotos sin que se diera cuenta, y me fui a descansar.

0 comentarios - La doctora ahora es una puta sumisa P2