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Señora madura

Señora madura


Doña Nieves, una vieja amiga de la familia. (II)

 Doña Nieves, una vieja amiga de la familia. (2)
No lo dudé y empecé a acariciar su suave muslo cubiertos por el nylon, subiendo mi mano ya sin remilgos, note el cambio de tacto en mi mano, sintiendo la calidez de su muslo desnudo, volví sobre el nylon y un dedo se introdujo en el interior donde terminaba el nylon y comprobe la silicona donde acababan las medias.
Mi mano empezó a deslizarse por sus desnudos muslos hacia el interior de sus mientras ella se subía su apretada falda, entonces de su boca dijo medio gimiendo.
— Mmmmm… Ahhh ahora que ya te he sacado de dudas sigue acariciando las medias y tocándome —
Su mano rodeó mi cuello y me llevó hacia sus labios que empezaron a darme pequeños y tiernos besos.
Descaradamente metí mi otra mano por el interior de sus piernas acariciando medias y muslos, se incorporó un poco para que subiera más la ajustada falda, saque la otra y le puse sonoramente sobre su cus nalgas que empecé a amasar y apretujar ya sin miramientos.
— Ahhhh…. tranquilo te voy a dejar que descubras más —
 Mi mano describe círculos sobre sus nalgas, estaba extasiado, la otra subió más hasta que palpe el encaje rugoso de su ropa interior, mis dedos buscaron su vagina y al acariciarla por encima del encaje noté su calor y humedad.
— Mmmmm, ahhhh… sigue explorando más a fondo — Dijo entre besos.
Entonces me agarró con las dos manos por el cuello. y sus delicados besos se tornaron en un apasionado morreo, note su lengua enroscándose en mi boca.
Aquello no tenia vuelta atras queria mas y ella mucho más,,,
Mi mano abandonó sus nalgas y la busco sus senos, en cuanto note sus redondas formas, empeze amasar su pecho izquierdo, mis dedos buscaron su pezón y lo descubri por su dureza sobre la blusa y el sujetador, no llevaba relleno, así que lo rodee con mis dedos y empecé a jugar con él con ligeros apretones mientras amasaba con ganas su teta.
sus jadeos y gemidos se hicieron más sonoros…
— Uffff, Mmmmm…. Ahhhhh —
Sus manos me apartaron de golpe.
— Bájame la cremallera de la falda y quitamela —
Tarde poco en hacerlo y la tiré encima del sofá, ahora veía bien sus medias sus bragas a juego y sin que ella le diese tiempo a acomodarse, las así por los lados y se las quite, su pubis estaba recortado con cuidado pero sin estar rasurado, se veía un coñito de vello gris, me gusto lo que vi,
— Ehhh, vaya que descarado, no te has conformado solo con la falda —
— No, quiero comerte el coño —
Solté abruptamente, estaba como cachondisimo esa mujer me tenía loco.
Ella alargó la mano y me apretó el bulto.
— Y yo quiero ver y tocar eso que antes note duro rozandome mientras abría la puerta —
Sentada en el filo del sofá mientras me miraba lascivamente a la cara con desabrocho el cinturón y me bajó los pantalones, note un alivio sobre mi miembro, la punta del glande asomo por el boxer al erguirme y moverme para librarme de los jeans y zapatos.
Ella agarró mi polla apretandola para notar su dureza encima del boxer.
— Buff Guille como estas..!!!, pero qué tienes aquí — Exclamó, mirándome a los ojos lascivamente
— Me has puesto muy caliente y duro, no puedo negarlo ni reprimirme— Añadi a su comentario
 — Y esta viuda vieja amiga de tu madre te tu madre te ha puesto así…? —
— Soy sincero, ya te he confesó que me pones, y lo estas comprobando por ti misma, con lo que tienes agarrado, no Nieves..? ¿quieres seguir comprobandolo ? —
— Si, claro que quiero Guille, me ha excitado que me preguntases por las medias, y verte la cara cuando has empezado a tocarlas —
Y con las dos manos me baje el boxer, desprendiéndome de el, mi polla apareció rebotando debido a la tremenda erección, a poca distancia de su cara.
— Toda tuya — Dije Quería provocarla, que viese por ella misma, como tenia la polla por ella.
Al verla sus ojos y boca se abrieron como platos.
— Madre mia Guille, pero qué es esto, si aparte de galán estas bien dotado…!!!, menuda herramienta tienes, nunca vi al natural algo así —
Alguna vez ya había oído esas palabras, no me consideraba un dotado, mi polla mide unos 18/20 cm según como me ponen de cerdo, pero era bien gorda y venosa y con un glande muy prominente.
Pero de la boca de Doña Nieves provocó una sacudida el sentir su mano cojiendomela, eso hizo que que se relamiera y me empezase a apretar su mano apretando la polla. Gemi…
La sentía muy dura, hacía tiempo que no la notaba cómo en ese momento.
Mi glande se hincho considerablemente y con la otra mano empezó a acariciarme repartiendo el líquido preseminal que salía, tomando un tono brillante.
— Ufff, que cosita mas hermosa tienes, que rica se ve nene —
Empezó a acariciarla con las dos manos suavemente haciéndome una paja con una lentitud que me encantaba, nunca me habían hecho algo semejante.
me empezaron a temblar las piernas del gusto que me daba.
— Ufff… Que bueno Nieves, tú no habrás visto una asi, pero a mi no me la habían tocado como lo estas haciendo, tu sigue no pares, Mmmm…—
— ¿Te gusta…?- preguntó con sensualidad y entornando los ojos —
— Si….. siii, siempre me han atraído más las mujeres mayores, son todo experiencia, Me gusta… sigue, no pares —
Siguió acariciando con lentitud mi polla, me estaba haciendo una delicada paja, nunca había experimentado esa sensación y placer que me provocaba, continuo con una mano y con la otra empezó con sus uñas a acariciar el glande, era una sensacion nueva para mí, siguió con sus uñas recorriendo toda me polla y empezó a desabrocharse la blusa pausadamente boton a boton.
Empezó a deslizar la blusa junto con los tirantes del sujetador sobre los hombros para desnudarse..
— No, no te lo quites todo, déjate el sujetador —
Masculle a duras por el placer que me hacía sentir
— ¿Vaya, también eres caprichoso..? —
— Caprichoso y muy fetichista, no me gusta follar con una mujer totalmente desnuda, disfruto con la sugerencia… y no te quites los zapatos tampoco, por favor — Contestando a su pregunta
— Oh, querido qué modales, son esos. A una señora de mi posición se le insinua si desea tener sexo y no follar — Replico con autoridad.
— ¿Tú crees…?, quizas el sexo haya sido monotono en tu vida y en tu matrimonio, debido a tu posicion has reprimido tus deseos y fantasias.
No has podido permitirte entregarte al deseo del sexo por puro placer, por atraccion, explorar y disfrutar sin prejuicios de sensaciones diferentes —
— Puede que me equivoque, pero no te quepa duda, de que hoy vas a follar, Quiero follarte y que me folles, nunca había sentido con tanta lujuria y ansia la necesidad de poseer el cuerpo de una mujer, como el deseo que me inunda contigo —
Se quedó descolocada con mis palabras, ante la sinceridad de mis argumentos, manteniendo un largo y cómplice silencio.
— Es hora de olvidarme de mis prejuicios, no puedo negar que me atraes y que deseo tu cuerpo, quiero descubrir y explorar contigo, deseo y quiero follar contigo, follame, follemos ya —
Se quitó la blusa echándola sobre el sofá, y mirándome con sus labios entreabiertos, introdujo los pulgares por el interior de los tirantes del sujetador, jugueteando con ellos tirando de ellos.
— Así te gusta caprichoso..? —
— Mucho mejor — Conteste 
Empezó a juguetear con el encaje del sujetador que rodeaba sus pechos. Introduciendo sus dedos bajo el sujetador, podía ver como sus pintadas uñas pellizcaban sus pezones entre sus dedos, sacó las manos y pude ver como sus duros pezones, quedaban marcados en su fina lencería.
Ella al ver cómo se transformaba mi cara por el deseo, pasó por encima de los pezones, moviendo sus índices sobre ellos, comprobando ella misma su dureza.
— Mmm, y estos te gustan…? Fetichista — Volvió a preguntar lascivamente,sin dejar de tocarse los pezones.
Deslizó las manos por debajo de sus pechos, sacando y descubriendo ambos pechos por encima del sujetador, moviéndose con sus manos
Sus pechos eran redondos y tersos, separados entre ellos, intuí que se los había operado con una sutil cirugía, pues entre ellos se veía la piel más arrugada, tenía unas areolas grandes, amplias, muy marcadas, casi del tamaño de una galleta, de un color rosa oscuro, unos prominentes y largos pezones, que no podía dejar de mirar y deseando probarlos. Alrededor se apreciaban unas venas bien visibles.
mis manos no se contuvieron y se posaron en ellas, empezando a sobarlas con gran deseo y excitación,, las apretujaba y las juntaba, ella no dejaba de gemir sin dejar de mirarme.
— Te gustan…? —
— Muchísimo, deseo lamerlos —
Mi boca se posó sobre su pecho derecho y empecé una sonora lamida de teta, me metia todo lo que podía en mi boca, succionaba, rodeaba con mi lengua su pezón, tiraba de él con mis labios,
— Ohhh, Mmmm, Siii, lamelos todo lo que quieras, me encanta, mis tetas siempre han sido mi punto débil —
— Chupa, chupa Guille, son todas para ti.. Ahhhh —
Ella empezó a acariciar su otro pecho y a pellizcar el pezón, tiraba de él y gemía sonoramente.
Yo al verlo, le cogí los dos pezones y los apreté tirando de ellos poco a poco.
— Buff…. eso me vuelve loca, Ohhhhh…. Siiii tira de ellos —
Seguí tirando de ellos y empecé a subirlos quedando sus duros y largos pezones bien estirados, no quería tirar más, no quería lastimarla.
— Ohhh… Dios.. me encanta —
Los solté de golpe, sus pechos rebotaban, rodee con mis manos sus tetas con fuerza haciendo que se hincharon notablemente, juntandolos y alzandolos, los apreté con más fuerza, sus pezones y areolas se agrandaron.
— Ahhh, Arghhhh —
Gemía mordiéndose el labio.
— Joder, Nieves, que vicio tienes, nunca pense que una mujer mayor tuviera unas tetas como las que tienes, menudas dos joyas —
— Pues no parece que te disguste comerle las tetas a una mujer mayor, me estas haciendo un traje de saliva —
— No va ser lo único que voy a comerte —
La cogí de los brazos y la incorporé sobre los brazos del sofá,la sujete por los tacones y empecé a abrirle las piernas, la visión de ella con las tetas rebosando y sus piernas en medias con esos taconazos rojos, desato mi lujuria
Ella sonreía lascivamente.
— Que buena estas Nieves, siempre me has provocado mucho cuando te veía, ahora te tengo aqui, y a punto de comerte el coño, pues todavía más —
Sujetando los muslos hundí mi cara en su coño y empecé comerselo, mi lengua se deslizaba abriendo sus labios,buscando donde hundirla mas, empece a darle lengüetazos en su raja, abrir más sus piernas para poder unir mis labios y mi cara en su coño, me apartaba de él para verlo mejor y disfrutarlo, los vellos grises de su coño estaban llenos de saliva, la oía gemir, sonaba como un sollozo.
— ¿Qué pasa Nieves, pare y mire, te duele o no te gusta..? a mi me esta encantando el sabor de tu coño —
Me cogió del pelo y volvió a hundir mi cara entre sus piernas.
— Cállate y sigue con lo que estabas —
El oir como me hablo me excitó sobremanera, obedecí y volví a seguir lamiendo su coño, su cintura temblaba, con algún espasmo. con mi mano separe sus labios y descubrí su clítoris, empecé a lamerlo con la lengua notando sus pliegues, su mano me apretó del pelo, y empezó a chillar tapándose la boca, con mis dedos empecé una rápida fricción sobre su clítoris, mientras seguía chupando y mordiendo su coño, mi lengua hurgaba en su interior, Intentó cerrar las piernas, pero se las abrí de nuevo con fuerza.
— Para, para… No, Nooo —
Mis manos en el clítoris empezaron a moverse más rápido, cada vez notaba más mojado su coño.
— Hiiiiiiii, Ahhhh, Arghhhhh Dios que gusto no pares, Noooo, sigue, sigue —
Empecé a sentir mi cara mojandose, le estaba provocando un orgasmo, empezó a convulsionar y a temblar, y mi cara se lleno de calientes flujos, separe me cara de entre sus piernas sin que mi mano parece, veía como iban saltando abundantes gotas al principio y luego repetidos chorros de su viejo y gris coño.
Me detuve y deje que recuperase el aliento y se relajara .
Cuando vi que su pecho volvió una respiración acompasada.
— Estas bien…?, Nieves — Pregunte
— Que si estoy bien.. mas que bien, vaya orgasmo he tenido, entre que hace años que no disfrutaba de un orgasmo y que nunca tuve con sexo oral, Madre mia..!! creía que me iba a dar algo con tanto placer —
— Pero que manera de comerme el coño, Guille, por Dios, que salvaje —
Con sus dedos se tocó la vagina introduciendo los dedos ligeramente entre sus labios, quedando empapados abundantemente, palpo el cojín del sofá, en el cual se apreciaban varias manchas húmedas.
— Que verguenza, me he orinado, no me he podido controlar —
La mire tiernamente, dándole un cálido beso y acariciando el rostro deslizándome hacia sus pechos, dándole un beso a cada pezón.
— Nunca te había pasado — Pregunté
— No, Cariño — Mirándome tiernamente, como disculpándose.
Me tumbé sobre ella, acercando mi rostro a ella, acariciando su moreno y rizado canoso pelo, jugando con sus rizos entre mis dedos.
— No te has orinado, Nieves — Dije, dándole pequeños besos.
— Has tenido un “ Skirt”, te has corrido, como se corren los hombres —
— No… lo dices para no hacerme sentir mal, que majo que eres, cielo —
— Nieves, lo he sentido en mi boca, no te avergüences,te has corrido por puro placer, del gusto, te ha venido poco a poco, pero notaba como te estremecias, y a medida que inundaba, tu cuerpo se estremecia, veía como tus piel se erizaba —
— Si..!! es así como lo describes, que gusto, menudo orgasmo me has provocado y todavia no me has follado con ese trasto que tienes — Señaló, riendo
— Pues cuando quieras, Nieves… — Haciendo el amago de volver a comerle el coño y luego sujetandome la polla golpearle con ella su mojado coño
— Déjame levantarme, dame la copa, estoy sedienta — 
Se incorporó y se miró en el gran espejo que había detrás del sofá.
— Ohhh, Nooo, que horror estoy hecha unos zorros, que cara que tengo —
El sudor del sexo y el orgasmo habia provocado que el maquillaje se le corriese, la sombra y la mascara de los ojos difuminados, le daban el aspecto de una puta vieja barata, mal maquillada.
— Voy a darme un retoque, no quiero con este aspecto —
Se levantó, dirigiéndose a su habitación, la seguí… yendo tras ella, veía cómo se movían sus caderas y culo al compás de sus tacones andando.que producían un erotico eco en el pasillo Disfrutaba de esa visión y le di una sonora palmada en una de sus nalgas cuando se paro para abrir la puerta de su habitacion.
— Ayyyy…. Guille — Dijo, dándose la vuelta y mirándome —
Mis manos fueron a sus nalgas amasando su culo, empujando mi cuerpo contra el suyo quedando aprisionada contra la pared, lamiéndole el cuello y buscando su boca
— Vaya cara de vicio Nene, pensaba que te gustaban mis tetas, también te gusta mi culo por lo que veo — Dijo, con lasciva complicidad.
— Uff, que culo tienes, Nieves. Y con las medias me pones que no veas, si llevases un liguero, te follaba y empotraba aquí mismo en la puerta —
— Vaya con el Guille, eres tremendamente fetichista, no hay duda —
Señaló con voz morbosa y apartándome de ella para entrar en su habitación.
 — No sabes cuanto, me ha fascinado verte en medias, te has dado cuenta que te pedí que no te quitarás los zapatos, Me chifla la sensualidad de los complementos femeninos —
— Claro que me di cuenta, por eso me los dejé puestos. Mmmmm… eres una caja de sorpresas, siempre me has parecido un chico muy mono, educado y tremendamente galán, me gusta tu manera de vestir, diferente a los chicos de tu edad del Náutico, elegante y desenfadado a la vez, y esa melena rubia con coleta o moñito, te da una aire rebelde, muy atractivo a mis ojos — 
Argumentando y haciéndome entrar tras ella con el dedo como si me llamase.
— Ahora también puedo añadir a todo lo que he dicho, que eres muy apasionado y caliente, con un punto fetichista, que me atrae, seduce y excita mucho —
— Vamos un auténtico vicioso que me vuelve loca — Añadió, Rodeando y cogiéndome las pelotas y apretandolas hasta hincharlas visiblemente.
Ese gesto por su parte me sorprendió y me excitó mucho.
— Estos huevos se ven muy hinchados y llenos, O no..? —
Pregunto autoritariamente, mirándome fijamente pegando su cara a la mía, y con la otra mano agarrando mi polla, apretandola enérgicamente, que hizo que se me hinchara visiblemente mi capullo.
— Ahhhhh — Logre jadear, sintiendo un gran placer por lo que me estaba haciendo-
— Si Nieves, Soy un puto vicioso, pero es por ti, por como me pones de cerdo y cachondo —
— Pues seguro te voy a poner mucho más caliente y cachondo, quiero ser la erótica musa de tus más oscuras fantasías —
 Afirmó soltándose y cerrando la puerta de la habitación y dirigiéndose a un vestidor anexo, abriendo varios cajones para que pudiese ver su contenido. 
— Tengo una buen armario de zapatos y lencería, Y… — 
Alargando con voz misteriosa esa “Y” más de la cuenta.
— Tengo muchos y variados ligueros a juego con su conjunto de lencería completo de diversos colores — Afirmó, sujetándose los pechos a la vez —
— Ademas tambien algun body y corpiño, Tengo uno que me encanta, me lo compre para llevar con un vestido largo de fiesta de Fin de Año. Lo compre con cintas para que me ajustara el vestido y me hiciera una cinturita de actriz de los años 50, sin sujetador pero con unos aros que me subía los pechos, quedandome el vestido con un escote de infarto, creo que se llama “Underbust” o eso ponía la caja, me quedaba genial con el vestido — 
— De verdad..? — Logré decir, embobado.
— Quiero verlo, por fa..!! Nieves —
Ella ignoró mi súplica y salió del vestidor, dirigiéndose al espacioso baño del dormitorio, despojándose de la blusa, dejándola caer sensualmente.
— Quizás, te lo deje ver, ahora me quiero desmaquillar y darme una ducha, que me veo y siento hecha unos zorros —
Contestó sin mirarme y con un tono altanero, encendió la luz del baño, se descalzó con delicadeza, y se puso frente al espejo, sacando los utensilios y productos, empezando a desmaquillarse frente al espejo.
Entré tras ella y colocándome detrás suyo, la rodeé con mis brazos sujetando y juntando sus pechos, mientras le besaba los hombros, subiendo hacia su cuello.
— Mmmm… me encantan tus tetas, Nieves, vaaa… enséñame el corpiño que te pusiste con el vestido — Dije mirándola por el espejo.
Ella sin dejar de desmaquillarse, con su mano libre, buscó mi polla morcillona de imaginarla vestida tan sexy..
— Mmmm… me hago una ide de como se pondria esto si me vieses con ese conjunto tan sexy —
— Vamos a hacer un trato, tu me dejas un ratito para que me duche y me acicale un poco, y tu, te das una ducha en el otro baño, que tambien estas muy sudado —
 —Traes el vino y las copas, que tengo la boca seca y cuando “Yo” te llame, no antes.. Ehhh, te vienes y me esperas en la butaca roja del tocador, vale —
— Como desee la Sra. Nieves — Asentí, con cierta sorna, pero con ganas de complacerla.
— Muy buen chico, atento y servicial, como me gustan, sigue asi y a lo mejor tendrás premio —
Dijo, observando mi reacción por el reflejo del espejo, sujetándose los pechos con las dos manos y lanzándome un beso.
— Si es lo que desea, no quiero incomodarla, mientras se baña y se arregla —
— Si, me apetece mucho arreglarme por ti… me he sentido viva después de mucho tiempo al ver tu cara de deseo, no pensaba que una vieja como yo desatase tanta lujuria en hombre joven como tu —
Me di la vuelta desnudo y medio empalmado, salí de su alcoba y me dirigí al otro baño, para darme una ducha, me sentía pegajoso.
— Me vendrá bien la ducha, haber si me bajan las revoluciones — Me dije, en voz alta.
Me meti en la ducha y una agradable sensación me inundó al sentir la refrescante agua recorriendo mi cuerpo, empecé a enjabonarme, al llegar a mi polla y notarla medio dura, empecé a tocarme, reflexionando en lo que estaba viviendo con esa mujer.
— Que vicio y como me ha puesto, Doña Nieves, podría ser mi abuela y así y todo me muero por abrirla de pierna y follarmela, con la veces que he fantaseado estos años y las pajas que me he dado pensando en ella, es como si mis fantasías se volvieran realidad — 
No podía dejar de pensar en esa mujer mayor, nunca había ansiado y deseado poseer el cuerpo de una mujer, como sucedía con Nieves, 
Mientras le daba vueltas a mis pensamientos, mi excitación era mayúscula, pues de tocarme la polla había pasado a estar dándome una paja con la polla bien dura entre mis manos.
— Guille, ya te has duchado..? vas a venir ya con el vino, o te tengo que venir a buscarlo yo..? A una señora como yo no se la debe hacer esperar

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