
Trabajo en una tienda de ropa de Madrid, en un centro comercial de la zona norte. Soy jefa de ventas y a veces ayudo a las compañeras en los vestidores.
Yo tengo ya una edad donde mis aventuras sexuales se centran en ver las de los demás. Y ahí mace está pequeña historia que sucedió a finales de Agosto en la tienda muy muy muy conocida de ropa.
Yo no sé por qué memorizó muy bien más caras y si son guapas o guapos más.
Está chica me sonaba. De unos 32 años, rubia, con unos dientes grandes que hacían sensuales sus labios.
Ya había venido más veces, de eso estaba segura. Cada vez venía con un chico distinto. La última se llevó un bolso, la anterior un pantalón. Siempre que venía compraba solo una prenda.
Me llamó la atención. ¿Por qué no compraría todo de una vez? La solución la encontré en las cámaras de seguridad. Se estaba grabando videos sexuales con diferentes hombres para una página erótica.
Cuando la vi en la red supe que era ella. Cómo era de pago la plataforma solo había una foto con poca definición. Al final me decidí a pagar y ver aquello. A mí el porno me da asco, pienso que deja en mal lugar a la mujer, pero al verla me excité tanto que estuve masturbandome días pensando en ella.
Y un día, cuando por fi la había olvidado... Apareció.
Vino con un hombre diez años mayor. Dieron vueltas disimulando. Ella no llevaba ropa interior, lo descubrí cuando el hombre se puso detrás y le subió la falda.
Yo estaba escondida, disimulaba colocar prendas. En aquel momento la tienda estaba repleta. Ella parecía disfruta cuando el la medio desnudaba y la grababa con el móvil...
Se les notaba nerviosos. Ella sacó un bote de cristal y los Dos consumieron unas gotas, de lo que supe más tarde era GH, una droga que pone cachonda a la gente.
Se besaron, y tras respirar hondo se fueron a los vestidores. Allí estaba Laura que les sonrió amablemente a tes de darles una llave.




Se fueron a la cuatro.
Aceleré el paso aprovechando que la cinco quedó vacía. Me temblaban las manos de la excitación. La escuchaba gemir mientras él le pedía que bajara la voz.
Schhh tia! Por dios baja la voz que nos van a pillar.
Calla gilipollas y quítate los pantalones. Joder, -exclamó segundos después y luego oí sribks y sonidos de saliva.
-Espera nena que recoloque la cámara. Dios sigue chupando.
Asomé la cabeza y los vi desnudos, ella de rodillas lamía con ansias mientras le observaba. El apretaba la mandíbula y resoplaba cada vez excitado.
Luego ella se levantó y le pidió que le comiera la vagina y el ano. La rubia empezó a gemir sin control. Yo aproveché para sacar el móvil entre temblores y grabarlo
Ella se retorcía, le apretaba la cabeza con fuerza, una energía la descontrolada por dentro.
Luego el se levantó y le metió su miembro robusto desde atrás y así estuvieron más de quince minutos. El la embestía como una fiera, la insultaba y ella a él. Ella le golpeaba en la cara . El tío se reía y aceleraba hasta ponerse de puntillas para coger fuerzas.
Luego lo hicieron cara a cara pero por el ano. Al principio ella gemía ahogadamente de dolor pero le empujaba hacia el con más y más ansia. Se besaban, se escupían se golpeaban y reían.
Ella tenía los párpados caídos, supongo que entre la droga y el placer a penas tenía algo de control sobre su cuerpo. Solo absorbían placer, sudando, haciendo pornografía. Disfrutando como adolescentes .
Juraría que ella se había corrido más de diez veces mientras él soportaba firme con los músculos en tensión. Cambiaban de posturas, por detrás, de frente, de lado, ella patas arriba y el entrando de lado. Todas las posturas más pornos que jamás habría imaginado.
Estaban tan poseídos por el placer y las drogas q no se estaban dando cuenta que me había desnudado y estaba dentro, junto a ellos besando les mientras me masturbaba.
Todo se aceleraba, ella sonrió al verme y me besó, él me la metió por detrás, joder q dolor, pero estaba tan cachonda que eso era lo de menos. Me cabalgaba y ella me besaba el cuerpo.
Dios que puta experiencia joder...
0 comentarios - Aquella maravillosa rubia