Se vieron dos veces más, a la tercera vez la espié de nuevo, le pedí a un taxista que los siguiera después de que se fueron en el auto. Para mi sorpresa no estaba lejos su destino, la casa de Jair estaba más o menos a un kilómetro de la universidad y al parecer vivía solo. Entraron y no salieron.
Para la 4ta salida me escondí donde siempre, los esperé en el cafecito y cuando menos me doy cuenta entra Jair con Brenda. Ella y yo nos quedamos paralizados y Jair no sabía quién era yo. Ella se puso bastante nerviosa y yo reaccioné tímidamente preguntando qué hacían ahí, traté de parecer enojado, pero en público me calmé ya que había gente. Jair le preguntó quién era yo y ella le dijo que su novio. Lo siguiente que hizo el tipo me sorprendió. Actuó con calma y se sentó en mi mesa junto a Brenda, se presentó, fue amable y nos dijo que nos fuéramos al parque.
Ya en el parque él me pidió disculpas por “follarse a mi novia”, yo intentaba hablar, pero él hablaba muy rápido y con un tono muy alto. mientras Brenda solo estaba ahí viendo (y seguía junto a él). Me habló sobre Brenda y cómo ella sentía curiosidad por experimentar cosas nuevas, me contó cosas sobre él que casi no escuché y después empezó a cargar contra mí de forma pasivo-agresiva. Con calma y hasta con voz condescendiente me dijo que yo era muy inocente e inexperto, que no podía satisfacer a mi novia, que este tipo de cosas me iban a pasar seguido si no cambiaba mi actitud y que le debería agradecer de que él era responsable, limpio y que le ayudaría a Brenda a explorar su sexualidad. Yo ya estaba incómodo, Brenda seguía callada y tímida y Jair nos dijo que fuéramos a comer.
Comimos en un restaurante, Jair pagó lo de los tres, aunque no era para nada adinerado, se ve que ahorraba. El ambiente se relajó, Brenda y yo no teníamos mucho que decir más que responder a lo que nos contaba el viejo, no nos miramos mucho. Ya para finalizar nos llevó a casa en su auto y en el camino me dijo:
“Entonces así será la cosa, Alex”
“¿Cómo?”
“El próximo sábado me voy a llevar a Brendita, para que no hagas otra estupidez como esta. Por tu culpa no pudimos follar”
“Pero es mi novia”
“¿No ya te lo expliqué?, no pusiste atención, cornudo”
“Si, pero no deberías salir con…”
"La seguiré garchando te guste o no, no trates de cambiarlo o se va a poner feo y no te va a gustar. Te puedes arrepentir, así que ya bajale y aceptalo”.
Nos dejó en la universidad. Brenda se disculpó conmigo y quería hablar del asunto. Yo le dije que mejor otro día hablábamos y me fuí. Estaba muy confundido, me sentía regañado por Jair como si fuera mi papá y traicionado por Brenda porque no hizo nada, se veía muy sumisa con el tipo.
Durante la semana Brenda y yo hablamos. Ella me dijo que estaba triste por todo esto y que no quería perderme. Yo seguía excitado por la situación, pero solo cuando estaba en mi casa a solas; durante nuestro encuentro me había sentido avergonzado. Pero al meditarlo bien me gustaba lo que estaba pasando. Le dije que la perdonaba y le pregunté sobre Jair, si lo quería dejar o qué sentía ella; ella me dijo lo mismo que Jair, que quería experimentar cosas nuevas y que él le daba mucha confianza. Yo no podía creerlo, estaba convencida de toda la historia que me contó su amante. Al día siguiente Jair creó un grupo en Whatsapp donde estábamos los tres y dijo que el grupo era para ponernos de acuerdo con las salidas.
El grupo me pareció demasiado, pero me excitaba mucho, empezaron a hablarse con mucho afecto, Jair le decía “muñeca, princesa, amor, zorrita”. Yo le dije que le llamara Brenda y la respetara, pero nadie me contestó. Tras unos días empezaron a enviarse fotos explícitas, yo me pajeaba con ellas todas las noches, no era capaz de oponerme ni de enojarme aunque me sentía muy humillado por la forma en que hablaban aun sabiendo que yo era testigo de todo. La Brenda que conocía no estaba en ese chat, era una puta, posando en fotos, escribiendo lo mucho que le gusta mamar verga y que la cogiera su amante maduro.
Estuve en esa dinámica por un mes, en cuatro fines de semana Brenda solo salió conmigo en uno y fue porque Jair tenía un evento del sindicato, no estaban respetando los acuerdos, el grupo era inutil para coordinar citas porque él siempre me ganaba a mi novia y ella no ponía un freno a eso. En cambio leía sus conversaciones calientes y muy explícitas a diario, veía sus fotos, escuchaba sus audios y eso me excitaba mucho aunque me daba mucha impotencia no controlar la situación. Mi novia dejó de hablar tanto conmigo y me dijo que era mejor vernos entre semana, empezamos a salir los jueves y las salidas se hicieron más cortas, ya no íbamos al cine, solo a tomar un café o al centro comercial.
Un viernes, cuando sabía que Jair iba a volverse a llevar a Brenda todo el fin de semana, les mandé un mensaje enojado diciendo que me tocaba a mí. Aunque los dos se rieron les dejó de parecer gracioso cuando dije que le iba a decir a sus papás de ella, y era cierto, en todo este tiempo sus padres no habían notado nada porque pensaban que su hija salía conmigo. Así que Jair propuso salir los 3, a lo que yo acepté porque también ellos podían decirle a mis conocidos lo que pasaba, a nadie convenía que se supiera la situación.
Al día siguiente el viejo pasó por nosotros, fuimos a comer y después al centro comercial donde vimos muchas tiendas. En varias ocasiones pensaron que era un padre con sus dos hijos. Llegamos a una tienda de lencería y Brenda se emocionó, quiso medirse unos conjuntos muy sexys, entró a probarselos y subía las fotos al grupo, al final se decidió por 2, uno rojo y uno negro; yo los pagué porque ella insistió.
Cuando nos cansamos nos fuimos y Jair pasó a dejarme cerca de mi casa y se fue a su casa con mi novia. Hicieron de todo. Brenda se desnudó, modeló su nueva lencería a Jair quien disfrutó como rey, le sacó fotos, videos, bebieron (ella también aunque nunca bebía), tuvieron sexo hasta que oscureció, a eso de las 7:00 Brenda me llamó algo borracha y me dijo que sus papás le estaban mandando mensajes, Jair tomó el celular y dijo:
“Cornudo, los padres de Brenda están preocupados, quizás te llamen. Les dices que la película empezó tarde y que llegará más tarde que de costumbre.
(Brenda hacía ruidos de fondo, estaban en plena penetración)
“... esta bien”
“Está bien, señor Jair” (corrigió)
“Está bien, señor Jair”
“¡Eso! Buen cornudo. ¿Quieres ver a tu novia?”
“Ver?”
“Si, pelotudo”
De repente encendió la cámara, estaba su cara burlona y sudorosa, de inmediato dirigió hacia abajo la lente y vi a Brenda en 4, de espaldas, y estaba penetrándola como lo haría un actor porno. Ella solo gemía de placer y se veía hermosísima, su culote se veía bien a pesar de ser delgada, se había amarrado su cabello y estaba despeinada. La cámara era buena, se veía muy bien el detalle, el cuarto desordenado, la música sonando y mi novia ahí en cuatro gritando de placer ya sin nada puesto, su voz inocente de ángel contrastaba con la musica, el entorno pecaminoso y la grande y retorcida verga madura de ese viejo guardia de seguridad. Cualquiera que viera a ese tipo pensaría que es un maduro cualquiera que podría solo soñar con una hermosa y joven mujer como la que estaba en su cama en ese momento.
Estaba a punto de masturbarme cuando terminó la transmisión y me quedé ahí solo imaginando cómo había acabado. Los padres de Brenda no me llamaron. Pero supe que llegó a las 10 a su casa y les sorprendió que yo no la hubiera acompañado a esa hora por lo que su mamá me reclamó el domingo en la iglesia.
Para la 4ta salida me escondí donde siempre, los esperé en el cafecito y cuando menos me doy cuenta entra Jair con Brenda. Ella y yo nos quedamos paralizados y Jair no sabía quién era yo. Ella se puso bastante nerviosa y yo reaccioné tímidamente preguntando qué hacían ahí, traté de parecer enojado, pero en público me calmé ya que había gente. Jair le preguntó quién era yo y ella le dijo que su novio. Lo siguiente que hizo el tipo me sorprendió. Actuó con calma y se sentó en mi mesa junto a Brenda, se presentó, fue amable y nos dijo que nos fuéramos al parque.
Ya en el parque él me pidió disculpas por “follarse a mi novia”, yo intentaba hablar, pero él hablaba muy rápido y con un tono muy alto. mientras Brenda solo estaba ahí viendo (y seguía junto a él). Me habló sobre Brenda y cómo ella sentía curiosidad por experimentar cosas nuevas, me contó cosas sobre él que casi no escuché y después empezó a cargar contra mí de forma pasivo-agresiva. Con calma y hasta con voz condescendiente me dijo que yo era muy inocente e inexperto, que no podía satisfacer a mi novia, que este tipo de cosas me iban a pasar seguido si no cambiaba mi actitud y que le debería agradecer de que él era responsable, limpio y que le ayudaría a Brenda a explorar su sexualidad. Yo ya estaba incómodo, Brenda seguía callada y tímida y Jair nos dijo que fuéramos a comer.
Comimos en un restaurante, Jair pagó lo de los tres, aunque no era para nada adinerado, se ve que ahorraba. El ambiente se relajó, Brenda y yo no teníamos mucho que decir más que responder a lo que nos contaba el viejo, no nos miramos mucho. Ya para finalizar nos llevó a casa en su auto y en el camino me dijo:
“Entonces así será la cosa, Alex”
“¿Cómo?”
“El próximo sábado me voy a llevar a Brendita, para que no hagas otra estupidez como esta. Por tu culpa no pudimos follar”
“Pero es mi novia”
“¿No ya te lo expliqué?, no pusiste atención, cornudo”
“Si, pero no deberías salir con…”
"La seguiré garchando te guste o no, no trates de cambiarlo o se va a poner feo y no te va a gustar. Te puedes arrepentir, así que ya bajale y aceptalo”.
Nos dejó en la universidad. Brenda se disculpó conmigo y quería hablar del asunto. Yo le dije que mejor otro día hablábamos y me fuí. Estaba muy confundido, me sentía regañado por Jair como si fuera mi papá y traicionado por Brenda porque no hizo nada, se veía muy sumisa con el tipo.
Durante la semana Brenda y yo hablamos. Ella me dijo que estaba triste por todo esto y que no quería perderme. Yo seguía excitado por la situación, pero solo cuando estaba en mi casa a solas; durante nuestro encuentro me había sentido avergonzado. Pero al meditarlo bien me gustaba lo que estaba pasando. Le dije que la perdonaba y le pregunté sobre Jair, si lo quería dejar o qué sentía ella; ella me dijo lo mismo que Jair, que quería experimentar cosas nuevas y que él le daba mucha confianza. Yo no podía creerlo, estaba convencida de toda la historia que me contó su amante. Al día siguiente Jair creó un grupo en Whatsapp donde estábamos los tres y dijo que el grupo era para ponernos de acuerdo con las salidas.
El grupo me pareció demasiado, pero me excitaba mucho, empezaron a hablarse con mucho afecto, Jair le decía “muñeca, princesa, amor, zorrita”. Yo le dije que le llamara Brenda y la respetara, pero nadie me contestó. Tras unos días empezaron a enviarse fotos explícitas, yo me pajeaba con ellas todas las noches, no era capaz de oponerme ni de enojarme aunque me sentía muy humillado por la forma en que hablaban aun sabiendo que yo era testigo de todo. La Brenda que conocía no estaba en ese chat, era una puta, posando en fotos, escribiendo lo mucho que le gusta mamar verga y que la cogiera su amante maduro.
Estuve en esa dinámica por un mes, en cuatro fines de semana Brenda solo salió conmigo en uno y fue porque Jair tenía un evento del sindicato, no estaban respetando los acuerdos, el grupo era inutil para coordinar citas porque él siempre me ganaba a mi novia y ella no ponía un freno a eso. En cambio leía sus conversaciones calientes y muy explícitas a diario, veía sus fotos, escuchaba sus audios y eso me excitaba mucho aunque me daba mucha impotencia no controlar la situación. Mi novia dejó de hablar tanto conmigo y me dijo que era mejor vernos entre semana, empezamos a salir los jueves y las salidas se hicieron más cortas, ya no íbamos al cine, solo a tomar un café o al centro comercial.
Un viernes, cuando sabía que Jair iba a volverse a llevar a Brenda todo el fin de semana, les mandé un mensaje enojado diciendo que me tocaba a mí. Aunque los dos se rieron les dejó de parecer gracioso cuando dije que le iba a decir a sus papás de ella, y era cierto, en todo este tiempo sus padres no habían notado nada porque pensaban que su hija salía conmigo. Así que Jair propuso salir los 3, a lo que yo acepté porque también ellos podían decirle a mis conocidos lo que pasaba, a nadie convenía que se supiera la situación.
Al día siguiente el viejo pasó por nosotros, fuimos a comer y después al centro comercial donde vimos muchas tiendas. En varias ocasiones pensaron que era un padre con sus dos hijos. Llegamos a una tienda de lencería y Brenda se emocionó, quiso medirse unos conjuntos muy sexys, entró a probarselos y subía las fotos al grupo, al final se decidió por 2, uno rojo y uno negro; yo los pagué porque ella insistió.
Cuando nos cansamos nos fuimos y Jair pasó a dejarme cerca de mi casa y se fue a su casa con mi novia. Hicieron de todo. Brenda se desnudó, modeló su nueva lencería a Jair quien disfrutó como rey, le sacó fotos, videos, bebieron (ella también aunque nunca bebía), tuvieron sexo hasta que oscureció, a eso de las 7:00 Brenda me llamó algo borracha y me dijo que sus papás le estaban mandando mensajes, Jair tomó el celular y dijo:
“Cornudo, los padres de Brenda están preocupados, quizás te llamen. Les dices que la película empezó tarde y que llegará más tarde que de costumbre.
(Brenda hacía ruidos de fondo, estaban en plena penetración)
“... esta bien”
“Está bien, señor Jair” (corrigió)
“Está bien, señor Jair”
“¡Eso! Buen cornudo. ¿Quieres ver a tu novia?”
“Ver?”
“Si, pelotudo”
De repente encendió la cámara, estaba su cara burlona y sudorosa, de inmediato dirigió hacia abajo la lente y vi a Brenda en 4, de espaldas, y estaba penetrándola como lo haría un actor porno. Ella solo gemía de placer y se veía hermosísima, su culote se veía bien a pesar de ser delgada, se había amarrado su cabello y estaba despeinada. La cámara era buena, se veía muy bien el detalle, el cuarto desordenado, la música sonando y mi novia ahí en cuatro gritando de placer ya sin nada puesto, su voz inocente de ángel contrastaba con la musica, el entorno pecaminoso y la grande y retorcida verga madura de ese viejo guardia de seguridad. Cualquiera que viera a ese tipo pensaría que es un maduro cualquiera que podría solo soñar con una hermosa y joven mujer como la que estaba en su cama en ese momento.
Estaba a punto de masturbarme cuando terminó la transmisión y me quedé ahí solo imaginando cómo había acabado. Los padres de Brenda no me llamaron. Pero supe que llegó a las 10 a su casa y les sorprendió que yo no la hubiera acompañado a esa hora por lo que su mamá me reclamó el domingo en la iglesia.
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