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Destinado a los cuernos Capitulo XI

Nos tomamos un momento para descansar, no le conteste de inmediato, no por temor, al contrario, quería ver si después de tras la calentura aun quería hablar acerca del tema, permaneció observándome como esperando una respuesta, yo voltee la cara para evitarla, pero ella no desistió, en verdad tenia interese de saber quién era Don José, así que le platique sobre él.

Don José era hermano de una tía, si, pero tía política, ella se había casado con un hermano de mi padre cuando eran jóvenes, todos en la calle eran muy cercanos, sus familias habían llegado ahí desde que la colonia empezó a habitarse, así que entre las pocas familias que había siempre terminaban emparentando con alguien cercano. Así también, en la época en que ellos se casaron, Don José salía con otra de las hermanas de mi padre de nombre Carmela, su relación no duro mucho tiempo, más aún cuando esas familias ya habían emparentado, siendo un poco extraño que otros hermanos también quisieran casarse.

Eso no era impedimento para las amistades y menos para el sexo sin compromiso, se perfectamente que Don José y mi tía Carmela habían mantenido relaciones en aquellos tiempos sin que hubiera mayor consecuencia, pero el problema se acrecentó cuando quiso competir con mi padre por el amor de mi madre. Mi padre ya la había cortejado antes, fueron novios por una temporada y terminaron su relación, pero lógicamente nuca dejaron de frecuentarse por la relación vecinal que había, cuando José se acerco a ella con intenciones mas formales, mi padre no lo dejo pasar y el puso sus cartas en la mesa, sin ser novios, un día mi padre prácticamente un día le dio un ultimátum, “quiero que te cases conmigo, voy a ir en la noche a pedir tu mano”, ya en la noche cumplió su palabra, mi padre entro a casa de mi abuelo y le solicito hablar con él, a las formas de antes le pidió la mano de mi madre y ella termino aceptando.

La de mi padre es la versión oficial, la que se cuenta en casa a nosotros sus hijos, pero el nunca menciona que mi madre en ese momento tenia una relación y menos con quien la tenía. La persona de la que escuche la otra versión es justamente mi tía Lupe, cuenta que su hermano llego a salir con mi madre, tampoco es que fuera el mejor postor, pero ya empezaba a ser algo serio, por supuesto le tomo por sorpresa el día que mi madre le dijo que ya no podían tener nada por que ella se casaría con mi padre, Don José reaccionaria yendo a casa de mis abuelos paternos a armar un escándalo, lo que termino en pleito entre familias con conclusiones muy desagradables.

Don José no era precisamente una pera en dulce, su familia era bastante grande, cuento cerca de 12 hermanos y hermanas, todos ellos siempre han sido busca pleitos (de hecho, mi tía Lupe me conto su versión con el simple propósito de causar problemas), borrachos de esos que toman en la calle y molestan al pasar, hasta delincuentes, en efecto son gente que se dedicaban al robo a transporte público. Así que, aunque mi padre y sus hermanos no eran nada ingenuos, si se vieron en problemas con la calaña de semejante familia.

No se realmente nada más, pues no es algo que se cuente en la familia de mi padre, pero desde niño soy testigo de que entre esas familias no se hablan, es más, recuerdo que desde pequeño siempre sentí esa mala vibra de ellos al pasar por su casa y no mentiré, al ir creciendo había burlas de parte de los adultos y los hijos nos buscaban la pelea. Conforme uno se hizo adulto esto se hizo menos frecuente, pero aun así ocurría, de hecho, me molestaban cada vez que llevaba a alguien nueva a la calle, me gritaban cosas como “donde dejaste a la otra”, ese tipo de comentarios que podían ocasionar un mal entendido, la primera vez que Yes paso por la calle, justo me gritaron cosas que no entendí muy bien cuando ya habíamos pasado por donde estaban tomando.

El relato parecía decir mucho sobre el por que no era un tema que había salido antes, por lo que considere que, con el mismo, las interrogantes y, sobre todo, el juego con Don José había llegado hasta ahí, increíblemente Yes me pregunto.

Y: y Don José, ¿Cómo fue contigo?

Por un momento me quede incrédulo, ¿en realidad ella quería saber como era el trato de Don José hacia mí?, lo pensé, pero tenía su mirada fija esperando mi respuesta, con unos ojos expectantes que casi reflejaban un brillo especial, me convencieron para darle una respuesta.

K: tampoco es que fuera especialmente malo conmigo, diría que más bien fue indiferente, cuando los demás llegaban a decirme algo, el no siempre participaba, la mayoría de las veces solo se reía un momento, pero el mismo les hacía dejar las burlas, les imponía respeto a los demás pues era el mayor de la familia que aun continuaba en el barrio. Alguna vez me pelee con uno de sus hijos y el salió a detenernos, yo me lleve la peor parte claro, te recuerdo que son lo que llamamos “chacales”, así que no teníamos trato ni relación alguna, si me lo cruzo por la calle lo saludo y me corresponde, de manera fría pero formal, lo que si puede ser es que…

Yes, ya había vuelto a comenzar con los roces, me acariciaba el pene, mientras ella misma ya había empezado a jugar con sus clítoris, Me quede un momento con la palabra en la boca, buscando las palabras correctas, pero ella seguía expectante y no me dio tiempo de pensar más.

Y: ¿qué?, no lo pienses, solo dilo
K: la vibra que sienten los demás también la siento yo
Y: ¿cuál vibra?
K: una vibra como de respeto
Y: ¿de respeto o dominación?
K: cuando les da una orden a los demás, ellos le obedecen
Y: ¿como si se tratara de su líder?
K: si, algo así

En ese momento ella volvió a tomar la iniciativa, se subió encima de mí y se introdujo mi miembro, por si sola hacia movimientos abruptos de adelante hacia atrás, una vez que se entonó volvió a la conversación.

Y: la verdad es que lo entiendo
K: ¿qué entiendes?
Y: Eso que mencionas, bueno, en realidad, lo siento dentro de mi

K: ¿a que te refieres, a su presencia?
Y: no solo eso, siento esa dominación
K: ¿tú también te sientes dominada por su presencia?
Y: si, cuando me habla es como si solo existiera él, no puedo pensar en otra cosa, por las mañanas voy con la idea de negarme a subir a su camioneta, pero cuando él me dice que me suba, siento vértigo en el estómago y mi cuerpo se mueve solo
K: ¿cuándo te pidió que se fueran a otro lugar, que sentías?
Y: sentí que no me estaba preguntando, sino, que me estaba dando una orden, como si no pudiera desobedecerlo
K: ¿entonces, porque no terminaste yéndote al motel?
Y: ya te lo dije, pensé en que podría molestarte, pero me costo mucho decirle que no
K: y ahora que sabes cómo es en realidad, ¿te irías con él?
Y: la verdad, sí, en ese momento no entendía por qué, solo lo sentía, pero ahora que me platicaste sobre su persona, ya lo entendí
K: ¿de qué hablas?
Y: su presencia me hacia sentir respeto, dominación y sumisión
K: como si de un macho alfa se tratara?
Y: siiiii, esoooo, lo sentí como un macho alfa, sentí esa necesidad de estar con él
K: ¿pero no te da miedo, después de lo que te platique?
Y: si me da miedo, pero la atarcción es muy fuerte
K: aun sabiendo que se cogía a mi tía
Y: siii, porque sé que se cogía a tu tía y mucho más aun porque como mujer también te puedo asegurar … que si se cogía a tu mamá

Me hizo reventar con ese comentario, pero aun debía preguntarle

K: y por eso, quieres acostarte con él
Y: no, con un hombre así una no se acuesta ni hace el amor, mi cuerpo me pide que… que me aparee con él
K: ¿entonces?...
Y: entonces, solo dilo, quiero escucharlo de ti
K: quieres ponerme los cuernos con Don José´
Y: siiii, quiero ponerte los cuernos con Don José, quiero que me entregues con él para que me pueda aparear con ese macho
K: si mi amor, te voy a entregar a él para que te coja como una puta
K: gracias amor, te amo
Y: yo también te amo

La segunda vez que terminamos esa noche fue más intensa que la primera, los dos acabamos exhaustos, nuestra respiración era muy agitada, nos acostamos y nos pusimos frente a frente, mirándonos a los ojos con mucha intensidad nos dimos un beso muy intenso. Tras un largo beso, nos recostamos mirando hacia arriba, pasamos un largo tiempo en esa posición y sin mediar palabra, entre mis pensamientos cruzaba la idea de siempre, la fantasía era un ingrediente que volvía el sexo en pareja algo muy intenso, pero tras terminar, el calor del momento se apagaba y la mente se enfriaba, dejándolo solo como eso, fantasía.
Hice un esfuerzo para levantarme, pero Yes me detuvo del brazo, me volvió a recostar y me abrazo, puso mi cabeza sobre su pecho y me acaricio de una forma muy dulce.

Y: te amo, estoy feliz de estar contigo
K: yo también te amo, eres lo mejor que me ha pasado
Y: y me encanta que tengas una mente tan perversa
K. yo adoro que me sigas el juego
Y: solo espero que estes preparado
K: ¿preparado para qué?
Y: para pasar de la fantasía a la realidad
K: entonces, ¿deberás quieres hacerlo?
Y: sí… déjame hacerlo, deseo coger con Don José
K: ok amor, si eso quieres, se hará como tu digas


Destinado a los cuernos Capitulo XI

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