You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Milf kiosquera puta santiagueña parte 7

Trae puesto un collar con una cadena y la agarradera en la boca, se arrodilló delante mio como invitándome a pasearla tome la cadena y movió la cola feliz, como cuando una mascota sabe que su dueño la va a sacar a pasear. No entendía cómo su marido después de vivir tanto tiempo con ella, no pudo sacar esta parte puta a la luz, como me hubiera divertido si hace años atrás hubiera empezado a garcharla, cuando estaba en todo su apogeo respecto a su cuerpo.

Milf kiosquera puta santiagueña parte 7


Acaricie su pelo su cara y un poco sus tetas, quería tomarme las cosas con calma pero bueno soy humano y lamentablemente tenerla a mí merced de esa forma hizo que me vuelva un poco animal, como ella también estaba imitando ser.
argentina

La corrí de la cara como cuando tenes un perro y querés apartarlo, empecé a caminar despacio mirándola mientras me seguía a la habitación a 4 patas moviéndose muy sexy hamacando su cola de un lado al otro.
puta
orto

Aumente el ritmo a una caminata normal y le costaba seguirme ya no hacía los movimientos de antes.
culona

En los últimos metros acelere y prácticamente la caminata de ella fue mitad arrastrada y mitad intentando ser lo más rápida posible, cuando llegamos al lado de la cama la mire, vi que jadeaba y tenía los ojos algo vidriosos como cuando te ahogas comiendo o algo por el estilo, ya se los había visto de esa forma la diferencia era que en esas oportunidades tenía mí verga en su boca.

milf



Subió a la cama prácticamente de un tirón del collar y yo la ayudaba con la otra mano desde el culo, se dio vuelta y me miró con una mezcla de sorpresa, calentura, era como que con la mirada me pedía que por favor sea más sutil. La gire y quedó en 4, me miraba por sobre su hombro mientras acercaba mí cara a ese orto delicioso, lo bese como si fuera que le estaba dando un beso en la boca a ella, con picos y lengua, abría la boca y lo quería comer, su sabor es delicioso e indescriptible, y si pudieran sentir su olor les aseguro que solo con eso, tendrían una erección que les dolería. Se relajo y gemía hasta de vez en cuando empujaba su culo hacia atrás intentando que mis besos sean más profundos, su concha volvió a emanar ese olor característico de cuando está caliente y lista para ser penetrada. 
orteada


Agarro mis pelos y seguía empujando mí cara hacia adentro de su culo, haciendo cada vez más fuerza llevando su cadera hacia mí, prácticamente no podía respirar pero morir ahí y de esa manera les aseguro que era una muerte más que digna, hacía todo el esfuerzo que podía para meter mí lengua en lo más profundo de su ano, que ya estaba bien dilatado y cada vez más caliente.

L: Que rico me chupas el culo por favor.

Seguí chupando.

L: Podría tenerte así todo el día, que placer.

No pare.

L: Por favor Nico no doy más rompeme el culo de una vez, cógeme por el amor de Dios.

kiosquera

Me pare y me escupí la mano para pasarme la saliva por la punta de la verga, fue un acto reflejo porque puedo asegurar que tenía el orto lubricado y baboseado como nunca. Apoyé la cabeza en la entrada, con una mano sostenía mí verga y con la otra abría una de sus nalgas.

N: La querés ? Así despacito ?

Metí la cabeza completa y la saqué, hice ese movimiento sucesivamente.

L: No, la quiero toda. Toda completa, métela dale.

Hizo un movimiento hacia atrás para meterse la pija más profunda, pero con la mano que tenía en su nalga pude detenerla.

N: No vuelvas a hacer eso, quédate quieta. ( La nalguee) 

L: Métela hijo de puta, no doy más.

Intentó hacer el mismo movimiento, pero está vez con la agarradera del collar le pegue en el culo como si fuera un latigazo, le dolió porque se quejó y quiso moverse como para alejarse.

N: Te dije que no lo hagas más, ¿ahora entendiste ?

L: Si si entendí, perdón es que estoy muy caliente.

culona hermosa



Jugué dos o tres veces más con la cabeza, y ahora hasta la mitad de la verga. Quiso empujarla más adentro y volví a castigarla, se que la reprimenda era fuerte pero necesaria de igual manera, porque el quejido fue más fuerte, la nalga se puso roja de inmediato y me miró con ojos vidriados. No hablé, no era necesario, ella había entendido puesto que volvió a mirarme sobre su hombro y sin hablar asintió con la cabeza, reconoció su error. Le dije que se quede quieta no quería que haga nada, quería ocuparme yo de su culo como creía necesario ella solo debía mantenerse en la posición indicada y soportar las embestidas. Pero se volvió a portar mal y no hizo caso, devuelta la reprimenda, después de algunas veces era obvio que lo hacía a propósito para recibir el castigo, de repente sentir algo de dolor la excitaba y si vamos al caso, ese culo podía resistirlo sin problemas.

milf culona


Empecé a meterlo profundo despacio pero sin cambiar el ritmo, con sus manos abuchono el acolchado y tomó una parte con su boca, creo que necesitaba morder algo un poco por el dolor y para no gemir tan fuerte, mientras que con las manos se aferraba para no cambiar de posición. 

santiaguena


N: Te gusta puta ?

L: Mmja

N: Contesta putita ¿te gusta ?

L: Mmja

No entendía nada, porque no dejaba de morder ese pedazo de tela para poder responderme, le pegue de nuevo con la agarradera, pero es que me hizo enojar un poco, cese el movimiento para hablarle, dejando mí poronga en lo profundo de su orto. 

N: Sacate eso de la boca. Te hice una pregunta.

L: Si me encanta, que me cojas así.

N: Decilo más fuerte, quiero escucharte.

L: Me encanta papi como me rompes el orto.

N: No te vuelvas a tapar la boca, quiero escucharte gritar y que me respondas cuando te hablo.

Milf kiosquera puta santiagueña parte 7


No espere su respuesta, simplemente agarre la correa y de una forma bruta la tiré hacia mí, hizo que levantará la cabeza ahogándose un poco, mientras yo volvía a cogerla pero está vez poniendo mis pies al lado de sus rodillas, era como si me hubiera parado en la cama y sólo bajado la cintura para meterle la verga en el culo. Ahora sí, la tenía en 4 con el culo lo más parado posible y sosteniéndola con la correa, de vez en cuando un poco ahogada pero no podía culparme después de todo ella había traído ese complemento.

Embesti y embesti esas nalgas sin piedad, de vez en cuando sacaba la verga y escupía como para mantenerlo lubricado, abría sus nalgas y disfrutaba la vista su orto estaba abierto, bien abierto y latía, me volvía loco. Empecé a moverme rápido y profundo manteniendo un ritmo constante, ella solo gemía y gritaba, no paraba aunque yo le preguntara algo esos ruidos eran constantes entre palabras y palabras, también había empezado a tocarse el clítoris de una manera desesperada.

argentina


N: Te gusta así ?

L: AhhhhSssssiiahhh

N: Querés que pare?

L: AaaahNnnnoaaaayyyy

N: Sos mí puta?

L: Sssi aaaah

N: Decilo, quiero escucharte, gritarlo

L: SiiiiSoytuputaaaa

N: Gritalo te dije (Le pegue de nuevo)

L: SOYTUPUTAAA AAAAHHH NO DOY MAAAAS, SOY TU PUTA NICO SOY TU PUTA ROMPEME EL ORTO

Mientras gritaba todo eso acabó y mojo un poco la cama, era como si hubiera hecho un poco de pis, solo un chorrito y yo también al ver eso, llene su orto completamente de leche, quedé perdiendo las fuerzas mientras movía apenas mí cadera intentando exprimir hasta la última gota que me quedara.

puta

orto

Su collar tenía un seguro “quita rápido” era un sistema que apretando un botoncito se liberaba. Caí rendido en las almohadas y con las últimas fuerzas que me quedaban intenté ayudarla a acostarse conmigo “vení” le dije, nos acostamos y ella pego su espalda a mí pecho y sus nalgas en mí verga, la abrace y nos dormimos. 

(Así quedaron sus nalgas, real)
culona


Al día siguiente nos levantamos bastante tarde, y bastante satisfechos sexualmente hablando. Solo disfrutamos el último tiempo que nos quedaba antes que me tenga que ir, recordamos el fin de semana que pasamos en especial la noche, también tuvimos algunas ideas de lo que nos gustaría probar y cosas a repetir, la ayude con el desorden de la casa, junte mis cosas y me estaba por ir, antes de salir de agachó sacó mí verga y la chupo un rato. Me dijo “Para que no me extrañe, cuidamela que prontito la voy a necesitar” asique le respondí “Cuando quieras, ya sabes que está para cumplirte todo lo que se te ocurra” y me fui. 

Perdón me olvidaba, como siempre le mandé el famoso comprobante pero está vez le transferí algo de plata y le dije “Cómprate algo lindo para la próxima, putita”.

0 comentarios - Milf kiosquera puta santiagueña parte 7