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Mi novia y sus orgias

Mi novia y sus orgias


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La conocí hace años, estábamos pedos en una fiesta, en la casa de unos amigos. Recuerdo que follamos como animales. Hasta arriba de m y de coca. Bestial. Es fácil comprobar que ella es la que triunfa en la pareja y para mantenerla junto a mí me ha costado y me cuesta pasar por ciertas pruebas.
Una de ellas es follar con desconocidos.
Me propuso ir a fiestas liberales en Madrid. Allí todo dios folla con todas y todos. No tenía ni puta idea de que existieran y eso de ver cómo otros maromos se enculan a mí chica, como te imaginarás no me gusta. Llámame posesivo, inseguro o machista. Me la suda.
Pero accedí y la cagué, me vicié y ahora me encanta la que la miréis gozando y sufriendo y os corráis viéndonos o viéndola.
Cómo aquella noche en un pub de Ventura Rodríguez.
Aquel viejo forrado que soltaba billetes y coca como si fueran caramelos.
Mi chica desnuda, pequeñita y sonriente le lamía su pedazo miembro de arriba abajo. El tío no podía ser más feo pero como gozaba el hijo de puta. Me observaba con los párpados caídos y una sonrisa cruel mientras la baba le caída entre los labios hasta la barbilla.
Luego mi chica se puso sobre una mesa mostrándole el el culo y este cabronazo se la clavo desgastando el húmedo y pequeño conejo de mi nena que me observaba atrapada en el placer de lo que yo no sabía era una adicción.
Se retóricos, lanzando leves suspiros que mezclaba con estertores agónicos. Gemía, se retorcía, me miraba con la mirada completamente ida y gozaba mientras yo la observaba cachondo.
Le puse mi nabo en sus pequeños labios y sus gafitas de pasta se humedecieron. Lamió con su garganta húmeda de arriba abajo rodeando mi hinchado prepucio.
La agarré del pelo rizado, la abofetee, me sentía un simios, luego le metí todo hasta lo más hondo y le apreté la cabeza hasta el fondo durante un buen rato. El otro cabron se meaba de risa mientras mi novia babeaba golpeándome la pierna.
Entonces el otro hijo de la gran puta de levantó como un oso, me la arrancó de las manos y ambos empezaron a besarse ansiosamente mientras se la clavaba por el culo con desesperación.
Mi chica lanzó un grito de dolor, hubo segundos donde todo se paró y entonces la muy cerda le sonrió para escupirle después.
El puto calvo le cruzó la cara con una carcajada animal. Te gusta zorrita? Te gusta que te follen fuerte jajajaja? -Me encanta cerdo de mierda, follame tan fuerte como puedas.
El calvo se esnifo tres rallas y la empotró como si ella fuera un inocente pajarito en manos de una pantera que solo quería una cosa, placer y más placer.
Me excitó tanto la escena q me corrí sin querer en la cara de mi chica como si fuera un manantial de leche densa que quería maquillarla ojos, labios y nariz con mi pegajoso líquido.
Así estuvieron Dos horas mientras yo impotente observaba la follada más bestial que podría haber llegado a imaginar.

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