En mis microsd y usb viejas consevo muchos buenos y grados recuerdos, esta vez desenpolvé fotos de una salvadoreña paisana mía Ana María Guadalupe L. en ese entonces yo tenía como 30 años y ella unos 39 si no recuerdo mal, con 3 crías pero soltera, seguramente de direferente verga cada una, trabajaba de intendencia en una escuela, además de vender ropa de uso en un tianguis.
Los que han leído mis post anteriores sabrán que una de mis predilecciones son ese tipo de putas, porque son más fáciles de convencer y de negociar por su poca solvencia económica y por no tener que prometerle nada, es decir , coger sin compromiso y ocasionalmente ofrecerle ayuda económica y uno que otro detallito como algún obsequio, una salida a comer o cosas así.
Las cosas se dieron muy fácilmente, con una plática sencilla en el transporte colectivo le saqué su número de teléfono y por mensajes concretamos la primer cita, algo simple, a comer, beber y coger. Me sorprende la facilidad con la que accedió y con la que entró en confianza, ya que despuéa de la tercera cogida, ya follábamos en su casa, a veces a escondida de sus hijos y a veces cuando se iban con unas de sus tías teníamos casa libre y es cuando era muy escandalosa, parecía que la estaban matando, que en vez de la ñonga era un cuchillo que le clavaban.
Supongo que ya estaba acostumbrada a meter hombres a su casa , ya que los vecinos disimuladamente veían con cierta sonrisa, como diciendo que ya trajo a otro más.
En ese entonces aún no tenía mucha malicia para humillar a las perras, entonces desaproveché ese fundillo para hacerle muchas asquerosidades que hoy sí le haría.
Las revolvacadas eran buenas, a ella le gustaba llevar las riendas , le gustaba iniciar con un baile, tenía complejo de teibolera, mientras se quitaba lentamente la ropa, después se me sentaba y se empezaba a menear muy rico con ese culo celulítico que me fascinaba, mientras la metía mano en la panochota y las tetas , al tiempo que me pedía que le mordiera y chupara muy duro las mismas tetas y el cuello.
Le encantaba andar chupeteada, marcada como objeto, para después masturbarme con sus tetas y con el mismo culo, un assjob. Casi no le gustaba mamarlo, así que al tener mi verga ya tiesa, me montaba y eso sí, se movía riquisimo como pocas perras que he cogido.
Sigue en parte 2 y última.












Los que han leído mis post anteriores sabrán que una de mis predilecciones son ese tipo de putas, porque son más fáciles de convencer y de negociar por su poca solvencia económica y por no tener que prometerle nada, es decir , coger sin compromiso y ocasionalmente ofrecerle ayuda económica y uno que otro detallito como algún obsequio, una salida a comer o cosas así.
Las cosas se dieron muy fácilmente, con una plática sencilla en el transporte colectivo le saqué su número de teléfono y por mensajes concretamos la primer cita, algo simple, a comer, beber y coger. Me sorprende la facilidad con la que accedió y con la que entró en confianza, ya que despuéa de la tercera cogida, ya follábamos en su casa, a veces a escondida de sus hijos y a veces cuando se iban con unas de sus tías teníamos casa libre y es cuando era muy escandalosa, parecía que la estaban matando, que en vez de la ñonga era un cuchillo que le clavaban.
Supongo que ya estaba acostumbrada a meter hombres a su casa , ya que los vecinos disimuladamente veían con cierta sonrisa, como diciendo que ya trajo a otro más.
En ese entonces aún no tenía mucha malicia para humillar a las perras, entonces desaproveché ese fundillo para hacerle muchas asquerosidades que hoy sí le haría.
Las revolvacadas eran buenas, a ella le gustaba llevar las riendas , le gustaba iniciar con un baile, tenía complejo de teibolera, mientras se quitaba lentamente la ropa, después se me sentaba y se empezaba a menear muy rico con ese culo celulítico que me fascinaba, mientras la metía mano en la panochota y las tetas , al tiempo que me pedía que le mordiera y chupara muy duro las mismas tetas y el cuello.
Le encantaba andar chupeteada, marcada como objeto, para después masturbarme con sus tetas y con el mismo culo, un assjob. Casi no le gustaba mamarlo, así que al tener mi verga ya tiesa, me montaba y eso sí, se movía riquisimo como pocas perras que he cogido.
Sigue en parte 2 y última.













0 comentarios - 1/2 Me revolcaba con mamá soltera paisana, buenos recuerdos.