You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Confesiones de una Puta : La primera vez que me rendí

Recuerdo la primera vez como si cada segundo me quemara la piel. Tenía miedo, un miedo eléctrico que recorría mi cuerpo desde la punta de los pies hasta el pelo. Pero había algo dentro de mí que gritaba: “Hazlo, déjate llevar, no resistas”.


Confesiones de una Puta : La primera vez que me rendí

puta

El hombre entró sin rodeos, con esa autoridad que no pide permiso y no admite dudas. No era guapo, ni amable, ni dulce. Era un amo de miradas, de gestos, de silencio. Y yo, sin pensarlo, me senté en la cama, esperando sus órdenes, sintiendo cómo cada nervio mío se erizaba ante su presencia.
—Quítate la ropa —dijo, firme, casi como un mandato que se sentía en mi piel antes de que lo pronunciara.



trola

gata

Mi primera reacción fue un escalofrío de vergüenza. Pero algo en mí se rendía por completo. Cada prenda que caía era una cadena que soltaba, un miedo que se deshacía. Mi cuerpo desnudo no era suficiente: quería que viera todo de mí, mis dudas, mis ganas de obedecer, mi necesidad de ser usada.
—Ahora arrodíllate —ordenó, y yo lo hice sin vacilar, sintiendo cómo mi respiración se aceleraba mientras me obligaba a mirar al suelo.



callejera


Sus manos no eran suaves: eran directas, exploradoras, dominantes. Me tocaba, me giraba, me humillaba con pequeñas órdenes que me hacían sentir vulnerable y excitada al mismo tiempo. Me obligó a llamarlo “señor”, a repetir que pertenecía a él, que mi placer solo existía si él lo decidía. Cada palabra era un recordatorio de mi sumisión, cada gesto suyo un límite que yo estaba dispuesta a cruzar.
—Muévete como yo diga, gime como yo quiera, mírame solo cuando yo lo permita —susurró cerca de mi oído, y mi cuerpo respondió antes de que mi mente pudiera siquiera protestar.



ramera

sumisa

Gemí, lloré de deseo y nerviosismo, y me rendí completamente a su control. Nunca había sentido tanto miedo y placer juntos, nunca había conocido el vértigo de la obediencia absoluta. Cada toque, cada orden, cada humillación sutil me encendía más. No era solo sexo: era entrega total, rendición sin reservas.


teibolera

carinosa

Confesiones de una Puta : La primera vez que me rendí

Cuando terminó, no era la misma chica que había entrado al cuarto. Mis piernas temblaban, mi piel ardía, y en mi mente había una certeza: había descubierto un lugar donde el control de otro podía ser mi más profundo éxtasis. Esa primera vez me enseñó que rendirse no es debilidad. Es un fuego que te consume, te transforma y te enciende de formas que nunca creí posibles.


puta

trola

2 comentarios - Confesiones de una Puta : La primera vez que me rendí

Panchytu_69 +1
Confesiones de una Puta : La primera vez que me rendí

ramera golfa eso sos puta🍼💦💦💦
ginar83
Sí papi, úsame como quieras