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Una chica sencilla (39)

Volvimos a Buenos Aires sin volver a tocar el tema de la otra noche. 


Coger nosotras ya era algo que no nos escandalizaba, si bien fué la primera vez desde que ambas estábamos de novias. 

Lo que resultaba un tema tabú o al menos para mí, fué los mensajes que nos mandamos entre los 3. 

Bian viajó con un short de jean súper provocativo. Tenía medio culo al aire y arriba una camiseta de fútbol cortita. Parecía esas botineras que se ven en la cancha! 

Yo al volver de mí pueblo, me sentía relajada y no quería romper esa paz con nada, por lo que estaba en una calza corta y un buzo holgado de Gon. 

Ambas fuimos recibidas por nuestros novios en Aeroparque! 

Apenas vi a Gon me colgué de su cuello y me tiré a abrazarlo y matarlo a besos.
Bian asumo que habrá saludado de manera parecida y después obviamente saludamos a los novios de la otra. 

No pude evitar mirar de reojo en todo momento, casi ignorando a Franco. Bian cruzó sus brazos por el cuello de Gon y se apoyó sobre él para saludarlo. Me dió mucho morbo, obviamente no fué más que ése instante y se separaron con un cruce de miradas que solo yo entendí. 

Fuimos los 4 en el mismo auto, manejaba Gon, Franquito de copiloto y nosotras dos atrás.

En el viaje fuimos charlando de las fiestas, obviamente nunca se mencionó nada sexual y mucho menos, nuestro reencuentro con Bian. 

Los dejamos a ellos en la primera parada y a las pocas cuadras de su casa tuvimos que estacionarnos a plena luz del día, cerca de esos paredones donde nadie pasa. 

Cómo extrañaba el sabor de su pija. 

Deliraba de solo tenerla en mí boquita. 

La sensación de atragantarme con su verga era única. 

Chorreaba de mí propia saliva y mis lágrimas cruzaban mis mejillas. Se notaba las ganas contenidas en él también. 

Todo lo reciente que había pasado nos tenía totalmente calientes. 

Pocas veces recibí tan rápido su descarga en mí boquita. No dejé nada, era mí premio y disfruté cada gota que recorrió mí garganta. 

Ya más aliviado mí macho, me tocaba a mí, mí calza fué al piso del auto y su lengua entre mis piernas me hizo delirar hasta acabarme. 

Poco nos importaba si pasaba o no gente. Nos merecíamos ese saludo. 

Ya ambos satisfechos, pudimos seguir hasta casa. 

El viaje fué puro morbo, ambos seguíamos calientes y no pudimos dejar de hablar de sexo y las cosas que nos queríamos hacer. 

Honestamente venía distraído con todo este tema, pero queriendo ver la hora, ví un mensaje de Bian ya casi llegando al depto. 

"Ami, qué decís, me queda bien?" 

La foto venia con un primer plano del orto monumental de Bian, en una tanguita blanca totalmente perdida entre sus curvas. 

Estaba sacada en el baño de la casa de Franco. 

Sabía que esa pregunta no era inocente para nada. Pero le seguí el juego. 

"Diosa, te lo comería todo". 

Al segundo obtuve respuesta. 

"Y Gon qué dice? Necesito la opinión masculina". 

Decidí no mostrarle la foto. Tenía planeado algo mejor. 

Tampoco le contesté a ella. Quise darle suspenso por zorra. 

Gon estacionó el auto, nos fuimos besando todo el ascensor, mucho manoseo, su manito me recorría toda la rayita y me lamía el cuello en simultáneo. 

Apenas entré al departamento, me saqué solita toda la ropa para él, si algo sé que le gusta es que me desvista. Le dí lo que merecía. 

Podía ver en su pantalón una enorme erección, como si no hubiese acabado ya. 

"Bancá amor, antes necesito pedirte algo"

Busqué mí teléfono del piso y fui a él. Me arrimé mientras con una mano abría WhatsApp y con la otra lo empecé a masturbar por debajo del pantalón. 

"Bian me pidió tu ayuda" 

"Quiere saber si te gusta".

Cuando vió la foto sentí su verga saltar. El hijo de puta como todos tenía debilidad por esa cola. Lo seguí pajeando pero ahora con mayor velocidad. Sus ojitos no se perdían ni un pixel de ese culo. 

"Qué le respondo?" 

Noté que no le salían las palabras. Eso me encantó. Le dejé la pija por fuera del pantalón y dejé caer un hilo de saliva sobre la cabecita y ya con su miembro más lubricado, aumenté todavía más la intensidad. 

"Tengo una idea mí amor" y empecé a filmar. 

Lo pajee frente a la cámara unos segundos y mandé el vídeo en autodestrucción con un mensaje... "Parece que le encantó". 

Bian del otro lado parecía muy atenta o expectante de recibir respuesta.

De inmediato contestó. 

"Uf amiga, esa pija que tiene Gon 🤤🤤🤤"

Tiré el teléfono y pasamos a coger como dos desesperados. 

Me reventó como él sabe, estaba segura que en su cabeza alternaba conmigo que me tenía ahí y otro poco si imaginación se iba con mi amiga.

Me gustaría decir que me enojaba, pero todo lo contrario, a mí me pasaba lo mismo y me calentaba muchísimo esto. 

Nuestro reencuentro no fué más que coger como dos adolescentes hasta la madrugada. 

Estaba rota, llena de leche y completamente despeinada. 

Así valía la pena estar de vuelta.

6 comentarios - Una chica sencilla (39)

packard +1
Hermoso como siempre 🔥🔥
Pervberto +1
Ferocidad primitiva y refinamiento insuperable. Una historia en capítulos completamente arrasadora.
tin26cam +1
Al fin volviste...y sabes muy bien cómo hacerlo de manera perfecta
bale06 +1
siempre vale la pena que estes de vuelta
luquitatatat +1
Dios que buen relato, como siempre la mejor!!
morocho_sex
Sin dudas tus relatos son algo etéreo 🔥✨🤯🫣