You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Mí prima isa y los cinco pendejos

Hola amigos de Poringa, soy Gladys.

Ustedes ya me conocen: mujer de barrio, con mis casi 60 encima, con más historias calientes que muchas pendejas de veinte. Y si me siguen, saben que en mi corazón late un nombre: Iván. Ese terrible toro me parte cada vez que me agarra, y yo sé que con él lo tengo todo.

Pero hace poco apareció una sombra peligrosa en mi vida: mi prima Isa, la cordobesa.

Isa llegó un viernes, como siempre, armada hasta los dientes: rubia teñida, tetas apretadas en un top negro, culo de jean pintado. Apenas me saludó me tiró la bomba en la cara:

—“Primita… en el último viaje de egresados me clavé cinco pendejos de 18 en una sola noche. Yo, sola, los hice acabar a todos. Coordinadora y reina,

¿quién me para?”

La muy puta se acomodó en el sillón, cruzando las piernas como si estuviera en un trono, y me remató con otra:

—“Acá la puta soy yo, Gladys.”

Yo respiré hondo, le serví vino y le contesté seria:

—“Está bien para vos, Isa… yo con uno como Iván tengo más que suficiente.”

Pero ella se inclinó hacia mí, me acarició el brazo y me susurró:

—“No seas boluda… ¿no te da curiosidad? Cinco vergas jóvenes, una tras otra, usándote como a una diosa. Dejá de soñar con uno solo, primita… yo te enseño lo que es vivir de verdad.”

Me ardió la cara. Entre bronca y calentura, sentí que esa frase se me metía entre las piernas. La miré fija y le dije con voz firme:

—“Yo no necesito cinco para sentirme puta… pero si me seguís tentando, te demuestro que a mí también me sobra cuerda.”

Se rió, me chocó la copa y quedó ahí… como si hubiéramos firmado un pacto secreto.

Esa noche me acosté sola, pero no pude dormir. Cerraba los ojos y veía la escena: Isa desnuda, rodeada de cinco pendejos, uno en la boca, otro en el culo, los demás pajeándose esperando turno. Ella riendo como una reina, levantando la mano como si dirigiera una orquesta de leche.

Me toqué pensando en eso, imaginando que yo estaba en esa cama, que los cinco me usaban mientras Isa me gritaba al oído:

“¿Ves, prima? Así se hace.”

Acabé fuerte, jadeando en la oscuridad, con el corazón latiendo entre la culpa y el deseo.

Esa fue mi confesión, amigos: amo a Iván, pero Isa me dejó la duda clavada como una espina.

¿Y si yo también probara con cinco?

Ustdes que creen ?

2 comentarios - Mí prima isa y los cinco pendejos

Sexmex_ok
Que hermoso lo que escribes y que buena
manera de expresarlo
lmasse74
A coger que se acaba el mundo!!!