You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Soy madre pero también soy mujer FINAL

Hola mis amigos, cómo están, lamento la ausencia por temas de tiempo no podido volver a publicar, pero traigo este último relato de esta saga con mucho cariño para ustedes, para que se toquen bien cerdo, espero mucho apoyo, ya que tengo una serie de relato muy distinta a la que venían acostumbrados, va a estar llena de muchos capítulos y desarrollo de personajes, pero además estoy cerca de que me den un relato REAL donde se puede ver que algunas perversidad es del porno se pueden ver reflejadas en la vida real, pero tomará un poco de tiempo, pero ya se están haciendo adelantamientos, además gracias por la espera y por el apodo
Saludos❤️‍🔥




Me despertó un pequeño espasmo en mi cuerpo, ya con el sueño muy lejos y con el cuerpo adolorido y la mente nublada. La luz del amanecer se filtraba a través de las cortinas, iluminando la habitación con un resplandor suave. Me estiró lentamente, sintiendo cada músculo y cada articulación protestar por la intensidad de el día anterior. El recuerdo de lo sucedido me golpeó como una ola, cerré los ojos con fuerza, intentando ahuyentar las imágenes que amenazaban con invadir mi mente por más que quisiera aceptarlas, moralmente no era lo que queria
Había cruzado una línea, una frontera que nunca imagine traspasar. El magnífico pene de mi hijo, su carne prohibida, había satisfecho un deseo que mi esposo ya no podía cumplir. La insatisfacción sexual había sido una herida abierta, un anhelo insaciable que me había llevado a cometer un acto impensable.
Karen- No puedo creer lo que hice. Alejandro... mi propio hijo. ¿Cómo pude dejar que la insatisfacción con Óscar me llevara a esto? cierro los ojos, veo su rostro, siento sus manos sobre mí. Es un tormento del que no puedo escapar. Pero sinceramente tampoco quisiera, solo quería ayudarlo
Soy madre pero también soy mujer FINAL
puta
Me levanto de la cama, mi rostro refleja culpa y arrepentimiento. Me dirijo al baño, me miro en el espejo y suspira profundamente. Las ojeras y la palidez de mi piel delatan el cansancio del fenomenal sexo. El espejo reflejó mi imagen, una mujer de mediana edad. Pero debajo de esa culpa que siento, había algo más, una chispa de satisfacción, un secreto que nadie más conocía. Y no lo sabrán
Karen- Necesito compensar a Óscar. Necesito sentir algo, cualquier cosa, para olvidar este error. Pero, ¿cómo puedo olvidar algo que mi cuerpo anhela tanto?"
Yo sé que hay una forma que debía remediarlo, que debía encontrar una manera de salvar mi matrimonio. La idea de perder a mi esposo, de ver mi familia desmoronarse, me aterrorizaba. Pero también sabía que no podía negar la realidad de lo que había sentido, de lo que había experimentado con mi hijo.
Me meto a la ducha para ver si el agua fría de la ducha una promesa de claridad. Mientras el agua caía sobre mi cuerpo, el ambiente solitario y la situación invitaban a un momento de reflexión. ¿Podría dejar de hacer eso? ¿Podría encontrar una manera de satisfacer mis deseos sin destruir su familia?
Sabía que debía hablar con mi esposo, ser honesta, aunque el solo pensamiento me llenaba de terror. Pero también sabía que no podía seguir viviendo en esta mentira
Con una determinación tal vez un poco renovada, el frío que tocaba suavemente mi cuerpo después de cerrar la ducha me hicieron dar un corrientazo entre mi culpa y mi tranquilidad pero sin perder tiempo salgo de la ducha. Me visto lentamente, cada movimiento una afirmación de mi decisión. Iba a salvar su matrimonio, a encontrar una manera de reconciliar mi deseo con mi responsabilidad. Pero en el fondo de mi mente, una voz susurró
Karen- Lo repetiría.
Y con esa verdad, me dije a mi misma, vamos tu puedes afrontar todo y sali de mi habitación, lista para enfrentar el día y las consecuencias de mis acciones.
Me dirigió a la cocina, mis pensamientos enredados en un torbellino de emociones. Necesitaba encontrar una manera de salvar mi matrimonio, de reconectar con su esposo de una forma que ambos pudieran disfrutar. Pero al tener la idea de tener sexo con mi esposo, solo podía pensar en lo sumisa y lo puta que fui pidiendo verga de mi hijo. Y entonces, como un relámpago de inspiración, tuve una idea.
Karen- Sumisión,
pense, la palabra resonando en su mente.
Karen- Eso es tal vez, si le doy el control, si dejo que explore sus deseos, podamos encontrar algo que nos una de nuevo.
Recorde las noches en las que mi esposo había mostrado un interés en explorar ese lado de la intimidad, pero lastimosamente si pene no servía mucho, siempre había sido el que había puesto freno a tales ideas al ver que no era lo mismo que el pensaba que sería.
Karen- Tal vez es el momento de dejarlo explorar,
Me dije a sí misma. Con una determinación renovada, me dirigió a mi habitación. Abri el cajón de mi tocador, donde guardaba algunas de mis lencerías más atrevidas
Karen- Necesito algo que lo excite, algo que le haga querer más,
pense, pasando los dedos por las telas suaves.
Karen- De esto estaba hablando
Seleccione un conjunto de encaje negro que sabía que a mi esposo le encantaría. La tela suave y delicada era como un susurro de promesa contra mi piel.
Karen- Sí, esto es perfecto
me dije, sonriendo para sí misma.
Karen- Falta lo esencial
Luego, me dirigió a mi armario, donde guardaba una vieja venda que había usado en una ocasión especial. La tela de seda negra prometía misterio y anticipación.
Karen- Con esto, podré darle el control total,
Pense, sintiendo una mezcla de nerviosismo y excitación.
De vuelta en la cocina, Karen tomó mi teléfono.
Karen- Necesito escribir algo que lo intrigue, algo que lo haga venir a casa temprano
Me dijo, mordiendo el labio con pequeños flashback de el día anterior con Alejandro mientras pensaba.
Incesto Familiar
Finalmente, escribi
Karen- Te espero con una sorpresa. Ven a casa temprano.
Espero que está vez no me deje plantada como la última vez
Karen- Ahora, a prepararme,
Pensé, sintiendo una oleada de nervios en el estómago.
Paso el tiempo muy rápido, hize todos los quehaceres de la casa y se me olvidó por completo el encuentro y rápido me dirigió al baño, donde me preparó rápidamente para recibirlo. Me pongo la lencería
cornudo
Sintiendo cómo la tela abrazaba mi cuerpo, realzando mis curvas. Me miró en el espejo, viendo a una mujer que estaba lista para borrar el deseo que la atormenta
Karen- Espero que esto funcione, necesito olvidar ese magnífico pene de mi mente
Con la venda en mi mano, me sentó en la cama, esperando. Mi corazón latía con una mezcla de nerviosismo y anticipación.
Karen- Lo escucho,
Tensándome cuando la puerta principal se abrió.
Karen- Está en casa.
Los pasos de mi esposo se acercaron, y yo me preparó para lo que vendría a continuación. Cuando él entró en la habitación, me quedé observándolo con una mirada de deseo y exitacion, obviamente no era por el pero tenía que hacer el intento
Le tiendó la venda, una invitación silenciosa a expulsarme las impurezas que quedaron de la corrida de mi hijo
Karen- Toma
Karen- Quiero que me guíes. usame
Mi esposo me miró, una mezcla de sorpresa y deseo en sus ojos. Tomó la venda, sus manos temblando ligeramente. Y me vendo, estaba completamente a su Merced, no sabía si funcionaría pero tendría que intentarlo, no podía más
Tal vez del calor me deje llevar, imaginando que es Alejandro. Cada caricia, cada beso, está impregnado de la fantasía prohibida.
De repente, el teléfono de Óscar suena, rompiendo el momento.
Óscar-Lo siento, amor. Tengo que atender esto.
Karen- Maldición, Espero que no sea nada importante
Óscar se levanta y sale de la habitación. Yo me quedo sola, con la venda puesta, confundida y excitada, mi mente divagando entre la realidad
Los minutos pasaron como una eternidad, y finalmente escuchó los pasos de Oscar regresando.
Karen- ya estás listo amor?
Dije suavemente, pero ella el respondió, solo esperó, mi cuerpo tenso con expectativa.
Oscar se acercó, y pude sentir sus manos en mi cuerpo, bajando lentamente su ropa interior.
madre e hijo
Karen- Oh, Dios!
Las manos de Oscar eran suaves pero firmes, explorando cada curva, cada pliegue de mi cuerpo.
Karen- Por favor, no me hagas esperar más.
Pero Oscar no dijo nada, solo continuó su exploración, sus dedos y labios trabajando en sintonía, llevándome al límite de la cordura. Me retorcia, mi cuerpo anhelando más, mucho más.
Karen- Mierda Oscar, hace tiempo que no me tocaba así cielo, ohhh!!
El no respondió, solo continuó su asalto sensual. podía sentir el olor de su pene, sabía que lo tenía a pocos centímetros de mi boca, lo presentia
relatos de incesto
Más grande y más duro de lo que recordaba, presionando contra mi
Karen- Sí, de esto es lo que estaba hablando cielo, ohhhh!
Oscar me toma con una ferocidad que me dejó sin aliento, sus embestidas profundas y rítmicas. Cada gritó mío era de desahogó, mis orgasmos llegando en oleadas, uno tras otro.
Karen- Dios, sí, mierdaaaaa!!!
Nos movemos al unísono, una danza silenciosa de deseos y necesidades. Sus labios rozan mi cuello, dejando un rastro de besos que me hacen estremecer. El mundo exterior se desvanece, dejando solo esta burbuja de intimidad y pasión y sin pensarlo habían pasado solo 10 minutos
Soy madre pero también soy mujer FINAL
puta
Cada movimiento es una exploración, una búsqueda de placer mutuo. Las manos de Óscar se entrelazan con las mías, guiándome, mostrándome lo que anhela. La tensión en mi cuerpo aumenta, cada caricia, cada roce, llevándome más cerca del límite.
El tiempo se detiene, suspendido en este momento de pura conexión. El mundo exterior se desvanece, dejando solo esta burbuja de intimidad y pasión. Cada movimiento, cada suspiro, es una promesa, un juramento de amor y deseo. Oscar continuó, su control absoluto, hasta que finalmente, con un gruñido gutural terminó, su semen caliente y pegajoso en mi cara.
jadeó, su cuerpo exhausto pero satisfecho. Finalmente, nos dejamos llevar, cayendo juntos en un abismo de placer. La liberación es intensa, casi dolorosa en su intensidad. Nos quedamos así, entrelazados, sintiendo los ecos del éxtasis resonar a través de nuestros cuerpos.
Con cuidado, me quitó la venda, mis ojos ajustándose a la luz. Pero algo estaba mal.
Karen- Oscar?
llame, pero no hubo respuesta. Miró a mi alrededor, confundida, y me di cuenta de que estaba sola en la habitación, tirada en el piso, empapada en sudor y fluidos.
Karen- Qué demonios?
Levantándose lentamente. Y entonces, la puerta se abrió, y Oscar entró, con el teléfono en la oreja.
Óscar- Lo siento, amor, tenía que atender esa llamada.
Yo estaba muy confundida, no sabia que expresar solo asenti, intentando disimular mi confusión. "
Karen- Voy al baño
dije, escapando a la seguridad del baño. Me miró en el espejo, viendo a una mujer saciada pero perpleja.
Karen- Que mierda?.... Será? No no creo, hubiera sido muy arriesgado, pero se sentía tan familiar
Cuando sali, vi a Alejandro, mi hijo, en la sala, sin camisa y sudado, con una expresión de éxtasis en su rostro. Y entonces, lo vi. Alejandro me guiñó un ojo, un gesto que decía más que mil palabras.
Incesto Familiar
Me quedó allí, congelada, la realidad de lo que había sucedido finalmente cayendo sobre mi
La sala de estar de mi casa. Solo me acerco donde está el, con una expresión de preocupación en mi rostro.
No puedo creer que esto haya pasado. ¿Cómo pude dejar que Alejandro me llevara a la cama y me hiciera cosas que su padre nunca me hizo? Sabía que no estaba bien, pero mi cuerpo me traicionó. Ahora, ¿cómo le explico a mi cuerpo que ya no es un deseo si no un síntoma de necesidad? Tengo que romper el hielo
Alejandro, necesito que me expliques qué pasó. No entiendo cómo llegamos a... a eso. Además no pensaste en lo arriesgado que fue, tu padre estaba muy cerca
Alejandro- Mamá, yo... yo solo quería estar cerca de ti. Sabía que papá no estaba y... y me dejé llevar. Quería agradecerte por lo que hiciste ayer
Karen- Alejandro, no puedo negar que me gustó. Pero también siento que traicioné a tu padre. Él es quien debería haber estado allí, no tú.
Alejandro- Mamá, no quiero que te sientas culpable. Fue mi culpa. Debería haberme controlado. Pero te vi ahí, tan exquisita que sería un pecado dejarte ahí sin explorar todo tu interior
Karen- Pero, Carlos, ¿por qué lo hiciste? Sabías que yo estaba esperando a tu padre.
Carlos- No lo sé, mamá. Solo quería sentirme cercano a ti. Estar dentro de ti
Yo tomo una pausa sabiendo que yo también lo necesitaba pero que más ds
Alejandro- Mamá, no quiero que te sientas mal. Haré lo que sea necesario para que te sientas mejor. Si quieres te lo vuelvo a meter
No sabes cuánto estoy luchando conmigo misma para bajarte ese boxer y meterme todo a la boca
Karen- Lo sé, Alejandro. Pero esto es algo que ambos debemos enfrentar. Necesito que entiendas que, aunque me gustó, también me siento mal por traicionar a tu padre.
Alejandro se va un poco molesto, pero tenía que resolver todo, no podía seguir mintiendo a mi misma así que dejé un pequeño mensaje a Alejandro con una ubicación que lo necesitaba
Un lujoso hotel distante lejos de gente conocida. La habitación está decorada con tonos suaves y una cama king size en el centro. Yo estoy sentada en el borde de la cama, vestida con la misma lencería que tenía hace unas horas puesta ajustado que realza mis curvas. Mi maquillaje es impecable, y mi cabello cae en ondas sobre mis hombros. Estoy nerviosa, pero también emocionada.
No puedo creer que haya llegado tan lejos. Pero necesito esto. Necesito sentirme deseada de nuevo. Alejandro siempre ha sido mi debilidad, y ahora más que nunca.
Alejandro entra en la habitación, sorprendido por la apariencia de su madre. Está vestido de manera casual, con jeans y una camiseta, y lleva una expresión de confusión en su rostro.
Alejandro- Mamá, ¿qué estás haciendo? Te ves... Tan sexy ¿Por qué me citaste aquí? Mi cabeza tiene una idea y tú vestimenta la complementa pero quiero escucharte
Karen- Alejandro, gracias por venir. Sé que esto es inesperado, pero necesitaba verte. Tengo que ser directa. No hay tiempo para rodeos. Carlos, desde aquella tarde, no he sido la misma. Tu padre me ignora, y yo... yo necesito sentirme viva de nuevo la tarde en que... en que estuvimos juntos. Desde entonces, he estado pensando en ti. Necesito tu toque, Alejandro. Necesito sentirte de nuevo. Cómo hace un momento pero está vez si viendo todo
Alejandro- Mamá, ¿me está pidiendo que...? No puedo creerlo. Pero la deseo, siempre lo he hecho.
Alejandro-Mamá, ¿estás segura de esto? Podríamos complicar las cosas.
Karen- Sí, estoy segura. Necesito esto más de lo que puedo expresar. Estoy segura, Carlos. Por favor, no me hagas suplicar. Solo tócame, por favor.
Alejandro- No te lo voy a dar tan fácil, Vamos a jugar un poco. Quiero ver hasta dónde está dispuesta a llegar. Mamá, si eso es lo que quieres, primero necesito que me digas cuánto me deseas. Cuéntame cómo te sientes cuando piensas en mí.
Karen- Alejandro siempre tan directo. Pero eso es parte de tu encanto. cuando pienso en ti, me siento viva. Me imagino tus manos sobre mi cuerpo, tus labios en mi piel. Te deseo más de lo que he deseado a nadie.
Alejandro- Mamá, quiero que te desnudes para mí. Quiero verte, tocarte, saborearte. Pero primero, quiero que me digas exactamente qué partes de tu cuerpo anhelan mi toque.
Karen- Alejandro, siempre tan dominante. Me encanta. quiero que me toques por todas partes. Mis pechos, mis caderas, mis muslos. Quiero sentir tu lengua en mi clítoris, tus dedos dentro de mí.
cornudo
Alejandro- Así te está gustando? Muy bien, mamá. Ahora, a darte lo que quiere, pero te daré lo que deseas. Pero primero, quiero que te arrodilles y me supliques. Quiero escuchar esas palabras de tu boca.
Karen- Haré cualquier cosa por él. Lo amo demasiado. Amo a tu pene Alejandro, por favor, tócame. Necesito sentirte dentro de mí. Te lo suplico.
Alejandro- Mamá, te daré lo que quieres. Pero primero, quiero que me des tu boca. Quiero sentir tus labios alrededor de mi pene.
Karen- Sí, Carlos. Haré lo que me pidas.
Alejandro- entonces, ven aquí, mamá. Déjame mostrarte cuánto te deseo
Alejandro me guía hasta la cama, donde me recuesta suavemente. Se posiciona entre mis piernas, su pene duro y listo. Mi cuerpo tiembla cuando él entra en mi, nuestros cuerpos moviéndose en sincronía perfecta.
madre e hijo
Karen- Oh, Carlos... sí, así.
Alejandro comienza a moverse más rápido, sus caderas golpeando contra las mias. Yo grito de placer, mis uñas clavándose en la espalda de él.
Karen- Más, Carlos, más fuerte
Alejandro obedece, sus movimientos cada vez más intensos, llevándonos a ambos al borde del éxtasis. De repente, el teléfono suena. Es mi esposo.
Karen- No, no ahora. Por favor, no.
Alejandro- Ignóralo, mamá. Solo concéntrate en mí.
Yo respondo el teléfono, mientras el plaf plaf y las voces tiemblan
relatos de incesto
Karen- Hola, cariño. ¿Qué pasa?
Óscar- Karen, ¿dónde estás? Estoy preocupado. No has respondido mis mensajes. Estabas aquí hace un rato y derrepente desapareciste
Mierda, ¿qué le digo?
Karen- Estoy... estoy con una amiga. No te preocupes, todo está bien.
Oscar- ¿Estás segura? Suenas rara.
Karen- Sí, sí. Todo está bien. Te llamo luego, ¿sí?
cuelgo el teléfono, sin dejarlo hablar, mi corazón latiendo con fuerza. Alejandro, sin detenerse, me besa profundamente, como cuando la primera vez que follamos nuestras lenguas entrelazándose
Alejandro- Mamá, te deseo tanto. No puedo parar.
Alejandro cambia de posición, colocandome sobre él. monto su pene, moviéndome arriba y abajo, mis gemidos llenando la habitación.
Soy madre pero también soy mujer FINAL
Karen- Oh, Alejandro, sí... así.
Alejandro agarra mis caderas, guiando sus movimientos, llevándome cada vez más alto. De repente, me levanta y me coloca de rodillas, penetrándome desde atrás. Yo grito de placer, mi cuerpo temblando con cada embestida.
Alejandro- Mamá, te tengo justo donde te quiero. Ahora, a jugar.
Karen- Carlos, por favor, no pares. Estoy tan cerca...
Alejandro- Mamá, estás a punto de tener el orgasmo más intenso de tu vida, ¿verdad?
Karen- Sí, Carlos. Por favor, no pares. Necesito liberarme.
Alejandro- Shh, mamá. Primero, quiero que me supliques. Quiero escuchar cómo me deseas.
Karen- Carlos, por favor, te deseo tanto. Necesito sentirte dentro de mí. Te lo suplico.
Alejandro- Muy bien, mamá. Ahora, a hacerte rogar un poco más.
Alejandro se retira lentamente, dejandome al borde del abismo. Yo gimo de frustración, mi cuerpo temblando de necesidad.
Karen- Carlos, por favor, no me dejes así. Necesito más.
Alejandro- Dime, mamá, ¿cuánto me deseas? ¿Cuánto necesitas mi pene dentro de ti?
Karen- Te deseo más que a nada, Carlos. Necesito tu pene dentro de mí. Por favor, dámelo.
Alejandro se posiciona de nuevo entre mis piernas, pero esta vez, se mueve lentamente, torturándome con su ritmo deliberadamente lento.
Karen- Alejandro, más rápido, por favor. Necesito más.
Karen- Shh, mamá. Disfruta del momento. Quiero que sientas cada centímetro de mí.
Karen- Sí, Alejandro. Sí, así.
Alejandro continúa moviéndose lentamente, llevándome cada vez más cerca del borde, pero sin dejarme caer. Ya estoy desesperada, mi cuerpo rogando por la liberación.
Karen- Carlos, por favor, más rápido. Necesito correrme.
Alejandro- No, mamá. Aún no. Primero, quiero que me digas cuánto me amas. Quiero escuchar esas palabras de tu boca.
Karen- Te amo, Carlos. Te amo más que a nada. Por favor, déjame correrme.
Carlos aumenta el ritmo, sus movimientos cada vez más intensos, llevándome al borde del éxtasis. grito tan fuerte que creo que escucho todo el edificio, mi cuerpo convulsionando con la intensidad de mi orgasmo.
Karen- Oh, Carlos... sí... sí... sí...
Alejandro continúa moviéndose, su propio orgasmo acercándose. Con un grito, alcanza la cúspide, su liberación llenandome por completo.
4 horas después Alejandro llevado por lo nuestro, sus movimientos cada vez más intensos, llevándolos a ambos al borde del éxtasis. Finalmente, con un grito, yo alcanzo el último clímax, mi cuerpo convulsionando alrededor de él. Alejandro sigue poco después, su liberación llenándome por completo
Nos dejamos caer en la cama, nuestrs cuerpos entrelazados, muestras respiraciones lentamente volviendo a la normalidad.
Han pasado meses desde que Alejandro y yo cruzamos esa línea, y ahora, nuestra relación se ha convertido en una danza de deseo y pasión que consume cada momento de nuestras vidas. El decidió dejar el fútbol para atenderme como se debe, desde que paso que se retiró del fútbol, Carlos ha dedicado todo su tiempo y energía a explorar cada rincón de mi cuerpo, y yo, ansiosa por su toque, me he entregado completamente a él.
Nuestra rutina diaria es un ritual de placer. Por las mañanas, cuando el sol apenas asoma por el horizonte, Alejandro se desliza en mi habitación, su cuerpo cálido y firme contra el mío. Sus manos recorren mi piel con una familiaridad que me hace estremecer, y sus labios, siempre hambrientos, encuentran los míos en un beso profundo y apasionado. Nos movemos en sincronía, nuestros cuerpos hablando un lenguaje antiguo y primario, lleno de necesidad y anhelo.
Las tardes son para la exploración. A veces, en la cama matrimonial de mi esposo
puta
donde el aroma de nuestro deseo se mezcla con el olor de las sábanas frescas. Otras, en el carro
Incesto Familiar
aparcados en un rincón oscuro del garaje, donde los vidrios empañados son testigos de nuestra lujuria. En el baño,
cornudo
bajo el chorro cálido de la ducha, donde el agua se lleva nuestros gemidos y susurros. En la cocina,
madre e hijo
sobre la encimera, donde los platos sucios y las migas de pan son olvidados en favor de la carne y el deseo.
Las noches son para la rendición total. En la cama de Alejandro, donde pasamos horas perdidos en un abrazo de cuerpos entrelazados, explorando cada centímetro de piel, cada rincón de placer. En el suelo de la sala, bajo la luz tenue de una lámpara, donde nos movemos como animales, salvajes y libres. En cada lugar, en cada rincón, nuestro amor se manifiesta en un acto de pasión y entrega.
Pero, como en toda historia de deseo, llega un momento en que la realidad irrumpe en nuestro paraíso. Un día, mientras Alejandro y yo nos perdíamos en un baile de cuerpos y gemidos en la sala, la puerta principal se abrió de golpe.
relatos de incesto
Mi esposo, inesperadamente temprano, nos encontró en medio de nuestro acto, sus ojos llenos de shock y traición. Alejandro, con una mezcla de sorpresa y desafío, no se detuvo, sino que continuó moviéndose dentro de mí, sus embestidas cada vez más intensas, como si quisiera marcar su territorio, reclamarme como suya.
Mi esposo, paralizado por la escena, no pudo hacer otra cosa que observar, su rostro una máscara de dolor y confusión. En ese momento, sentí una mezcla de culpa y excitación, una sensación de transgresión que solo aumentó mi placer. Alejandro, con un gruñido final, alcanzó el clímax, su liberación llenándome por completo. Me dejé llevar, mi cuerpo convulsionando con el orgasmo, mientras mi esposo observaba, testigo silencioso de nuestra pasión prohibida.
Soy madre pero también soy mujer FINAL
En ese instante, supe que nada volvería a ser igual. Nuestro secreto había sido descubierto, y con él, la promesa de una vida de deseo y pasión, sin restricciones ni límites. Ahora, solo nos quedaba enfrentar las consecuencias, pero, por el momento, nos teníamos el uno al otro, y eso era suficiente.

Oscar - PERO QUE MIER.....
FIN



Espero que lo hayan disfrutado, dejen sus puntos y comenten para poder estar al tanto de sus gustos y lo que piensan
Saludos ❤️‍🔥

3 comentarios - Soy madre pero también soy mujer FINAL

EdyMexico
Noooo, no puedes Terminarlo asi!!
The_Great_Eros
Que tremendo relato, pero no puede terminar así, ojalá y siga esta saga, sería realmente magnífico.