Para ese entonces se había hecho común llegar a la tienda y darle unos pequeños besos y aunque siempre Maggie siempre trataba de oponer resistencia, siempre terminábamos dándonos al menos un beso pequeño, seguíamos teniendo comunicación por medio de WhatsApp continuamente y aunque ella trataba de contarme cosas personales, para ser honesto yo no tenía mucho interés en su vida, la mujer me gustaba para coger y por mi condición de hombre casado no podía darme el lujo de que ella empezará a sentir por mi nada más que atracción. Es por eso que cuando sentía que se ponía muy intensa, cambiaba la conversación siempre a tonos sexuales.
A pesar de que Maggie me gustaba tanto, siempre rondaba en mi cabeza el sentimiento de traición hacia mi esposa, ya que la relación en casa iba bastante bien, mi mujer me encanta y sobra decir que los encuentros sexuales con ella son bastante buenos, la convivencia es genial, es decir en términos generales tenía una relación muy estable. Sin embargo el solo pensar en tener a Maggie desnuda sobre mi, me hacía perder los estribos y pensar completamente con la "cabeza de abajo" como dicen en mi pueblo.
Así que los intentos de avanzar con Maggie no cesaron, cierto día en una de las ya comunes visitas a pedirle el baño, salí y al despedirme de ella le plante (como ya era costumbre) un beso en la boca, ya habíamos aprendido a besarnos con mucha habilidad, hasta parecía que teníamos años siendo pareja, los labios se juntaban y era prácticamente solo dejarse llevar, pues nuestras bocas y lenguas hacían el resto, ella había perdido el miedo de apretujarse a mi cuando nos besábamos y yo no perdía la oportunidad de tocar su cintura bajo su blusa, incluso varías veces acaricie su espalda desnuda rozando la tela de su sosten y tratando de deslizar mi mano por su costado a sus tetas, pero siempre encontraba la resistencia de su brazo deteniendome la mano. Hasta ese día.
Mientras seguíamos besándonos y apretujandonos pude sentir como su pierna izquierda se movía rozando mi erección, era como si quisiera comprobar cuánto me excitaba besarla y al sentir que efectivamente mi verga estába a punto de reventar acerco todo su cuerpo rozando sus genitales con los míos por encima de la ropa, ella movía sus caderas como buscando sentir mi verga rozar su vagina, pude sentir como su respiración se agitaba y su mano se posaba en mi nuca para impedir que me apartara y la sacará de ese trance de excitación por el que estaba pasando, sin embargo me aleje.
-¿No quieres que vayamos a ver si hace falta acomodar algo en tu bodega?.
-¿Acomodar algo?- pregunto como si no supiera a lo que me refería.
-Si, algo habrá allá atrás que acomodar.- dije mientras la tomaba de la mano y la dirigía hacia la bodega. Ella opusoa más resistencia de la que esperaba, soltandose un par de veces de mi mano, sin embargo a la tercera vez que la jale, solo se dejó guiar.
-¿Que vamos a acomodar?- me dijo en cuanto entramos a la bodega.
-Esto.- conteste mientras tomaba su mano y la llevaba a mi erección.
La abrace y comencé a besarla en medio de la bodega, pero ella jalo de mi, llevándome atrás de la puerta de la misma para evitar que las cámaras nos vieran (para ser honestos jamás había pensado en ellas). Entonces al fin ella se dejó llevar, metí mi mano como acostumbraba por su espalda hasta llegar al filo de su sosten y la deslice lentamente hacia adelante, tocando sus senos cubiertos aún por la tela, mientras dejaba de comerle la boca para besar su cuello y morder sus orejas, sentí como se estremecío.
-Aaah- la escuché gemir muy cerca de mi oído.
Regrese mi mano hacia su espalda metiéndola por debajo del sostén y la deslice hacia adelante, ahora sí, sin encontrar ninguna resistencia de su parte. No podía creer que al fin iba a tener en mis manos ese par de carnosos melones que tanto me habían obsesionado. Llegué al fin a su seno derecho y pude sentir la suavidad y la firmeza que a pesar de su edad y tres hijos aún tenían, busque su pezón, ansiaba sentir su forma, eran del tamaño perfecto, ni tan grandes, ni tan pequeños, simplemente perfectos, tire de su sosten y las libere, pero aún estaban cubiertas por la blusa, la tomé por la orilla y la levanté y al fin tuve frente a mi ese par de preciosas tetas, me detuve un par de segundos para observarlas.
-¿Que?- la escuché decir.
-Nada, estaba observandolas, sabía que serían preciosas.- Apenas termine de decir esas palabras y me lance a chuparlas, primero una, luego la otra, entonces ella hizo algo que me sorprendió, tomo ambas tetas y juntando los pezones los metió ambos a mi boca, mientras lanzaba pequeños gemidos de placer.
-Aaah, ay!. Que rico.- decía mientras me tomaba de la nuca y me apretaba a ella para seguir saboreando esos manjares.
Entonces sentí su mano apretando mi verga por sobre los pantalones, trataba de acariciarla pero la prenda le impedía hacerlo con facilidad, así que se limito a sobarla de arriba a abajo.
Yo dirigí mi mano hacia su pantalón y desabroche el botón.
-Noooo, aquí no hay aaaah- me dijo mientras mi mano se deslizaba por debajo de sus bragas para tocar su vagina, ella cerró los ojos y tiro su cabeza para atrás, me tomo de la cabeza ye dio una de sus tetas para seguir lamiendolas, su boca decía que no, pero su cuerpo ya no la obedecía.
Con una de mis manos tire hacia abajo su pantalón, sin bajarlo por completo, pero si permitiéndome mover la otra con facilidad dentro de sus bragas, deslice mi dedo medio hasta tocar su vagina, estaba empapada, pude sentir como mi dedo se deslizo con facilidad dentro de ella.
-Aaay aaayyy!!- decía apretando sus gemidos, para que no se escuchará nada hacia la tienda.
Comencé a meter y sacar mi dedo de su vagina, mientras sentía como se contraía con cada introducción, luego metí dos dedos, luego tres.
-Aay, aaayyy- me tomaba con ambas manos de la cabeza mientras veía su gesto de excitacion- ¡Que rico me haces!.
Me tomo del rostro y me beso mientras sentía como su vagina se derretía por dentro y su cuerpo temblaba, me mordió el labio inferior mientras ahogaba un gemido.
-Aaaauuuummmmm! Aaaaauuummmmmm!- se estaba viniendo con la penetración de mis dedos, sus piernas temblaron y tuve que sostenerla para que no cayera. Pero yo quería más, saque mis dedos de su coño y los dirigí a su clítoris y comencé a rozarlo circularmente con mi mano completamente empapada de su orgasmo reciente.
-Yaaaa, yaaaa!!- me dijo mientras arqueaba sus cejas, tratando de imponer autoridad. Sin embargo para ese momento su cuerpo ya no oponía resistencia, así que mientras acariciaba su clítoris comencé a besarla lentamente, con la intención de que se recuperara de su orgasmo, pero sin dejar de estimularla para que siguiera excitada y me permitiera seguir jugando con su cuerpo. Poco a poco los besos lentos volvieron a ser salvajes, así que sin dejar de jugar con su clítoris empecé a chuparle las tetas.
-Mmmmm, mmmmmmmmm, aaauummm.- sentí que un nuevo orgasmo la estaba alcanzando, cuando me tomo de los cabellos y comenzó a jalarme para que la viera a los ojos, clavo su mirada en la mía y mientras se ponía de puntitas me regaló otro orgasmo en mi mano. Me solté de sus manos y volví a atacar sus tetas con mi boca, creo que jamás tendré suficiente de chupar esas tetas, al mismo tiempo empecé nuevamente a acariciar su clítoris, nuevamente junto ambas tetas para meterlas juntas a mi boca y un par de minutos después se derritió en un tercer orgasmo.
-Aaammmm, aaammmm, que rico!!- me dijo mientras yo seguía chupándole sus dos pezones y ella se pasaba las manos por la cara, echando la cabeza y sus cabellos hacia atrás y adelantaba el pubis con la intención de sentir más presión de mi mano. Saque mi mano empapada de su panti y le bese por unos minutos más. Sobra decir que yo estaba empalmadisimo y aunque ella trato de sacarme la verga, no pudo desabrochar mi cinturón, yo no busque placer ese día por qué no podía llegar lleno de fluidos a casa, ya que mi mujer estaba esperandome y el olor a sexo es muy escandaloso. Así que la deje acomodarse la ropa y yo me dirigí al baño a darme una muy buena lavada de manos y a quitarme el labial rojo de la cara.
Aquí termina la 4a parte de la historia, si por azar llegaste primero a esta parte, te invito a mi perfil, ahí se encuentran las primeras tres partes.
Saludos.
A pesar de que Maggie me gustaba tanto, siempre rondaba en mi cabeza el sentimiento de traición hacia mi esposa, ya que la relación en casa iba bastante bien, mi mujer me encanta y sobra decir que los encuentros sexuales con ella son bastante buenos, la convivencia es genial, es decir en términos generales tenía una relación muy estable. Sin embargo el solo pensar en tener a Maggie desnuda sobre mi, me hacía perder los estribos y pensar completamente con la "cabeza de abajo" como dicen en mi pueblo.
Así que los intentos de avanzar con Maggie no cesaron, cierto día en una de las ya comunes visitas a pedirle el baño, salí y al despedirme de ella le plante (como ya era costumbre) un beso en la boca, ya habíamos aprendido a besarnos con mucha habilidad, hasta parecía que teníamos años siendo pareja, los labios se juntaban y era prácticamente solo dejarse llevar, pues nuestras bocas y lenguas hacían el resto, ella había perdido el miedo de apretujarse a mi cuando nos besábamos y yo no perdía la oportunidad de tocar su cintura bajo su blusa, incluso varías veces acaricie su espalda desnuda rozando la tela de su sosten y tratando de deslizar mi mano por su costado a sus tetas, pero siempre encontraba la resistencia de su brazo deteniendome la mano. Hasta ese día.
Mientras seguíamos besándonos y apretujandonos pude sentir como su pierna izquierda se movía rozando mi erección, era como si quisiera comprobar cuánto me excitaba besarla y al sentir que efectivamente mi verga estába a punto de reventar acerco todo su cuerpo rozando sus genitales con los míos por encima de la ropa, ella movía sus caderas como buscando sentir mi verga rozar su vagina, pude sentir como su respiración se agitaba y su mano se posaba en mi nuca para impedir que me apartara y la sacará de ese trance de excitación por el que estaba pasando, sin embargo me aleje.
-¿No quieres que vayamos a ver si hace falta acomodar algo en tu bodega?.
-¿Acomodar algo?- pregunto como si no supiera a lo que me refería.
-Si, algo habrá allá atrás que acomodar.- dije mientras la tomaba de la mano y la dirigía hacia la bodega. Ella opusoa más resistencia de la que esperaba, soltandose un par de veces de mi mano, sin embargo a la tercera vez que la jale, solo se dejó guiar.
-¿Que vamos a acomodar?- me dijo en cuanto entramos a la bodega.
-Esto.- conteste mientras tomaba su mano y la llevaba a mi erección.
La abrace y comencé a besarla en medio de la bodega, pero ella jalo de mi, llevándome atrás de la puerta de la misma para evitar que las cámaras nos vieran (para ser honestos jamás había pensado en ellas). Entonces al fin ella se dejó llevar, metí mi mano como acostumbraba por su espalda hasta llegar al filo de su sosten y la deslice lentamente hacia adelante, tocando sus senos cubiertos aún por la tela, mientras dejaba de comerle la boca para besar su cuello y morder sus orejas, sentí como se estremecío.
-Aaah- la escuché gemir muy cerca de mi oído.
Regrese mi mano hacia su espalda metiéndola por debajo del sostén y la deslice hacia adelante, ahora sí, sin encontrar ninguna resistencia de su parte. No podía creer que al fin iba a tener en mis manos ese par de carnosos melones que tanto me habían obsesionado. Llegué al fin a su seno derecho y pude sentir la suavidad y la firmeza que a pesar de su edad y tres hijos aún tenían, busque su pezón, ansiaba sentir su forma, eran del tamaño perfecto, ni tan grandes, ni tan pequeños, simplemente perfectos, tire de su sosten y las libere, pero aún estaban cubiertas por la blusa, la tomé por la orilla y la levanté y al fin tuve frente a mi ese par de preciosas tetas, me detuve un par de segundos para observarlas.
-¿Que?- la escuché decir.
-Nada, estaba observandolas, sabía que serían preciosas.- Apenas termine de decir esas palabras y me lance a chuparlas, primero una, luego la otra, entonces ella hizo algo que me sorprendió, tomo ambas tetas y juntando los pezones los metió ambos a mi boca, mientras lanzaba pequeños gemidos de placer.
-Aaah, ay!. Que rico.- decía mientras me tomaba de la nuca y me apretaba a ella para seguir saboreando esos manjares.
Entonces sentí su mano apretando mi verga por sobre los pantalones, trataba de acariciarla pero la prenda le impedía hacerlo con facilidad, así que se limito a sobarla de arriba a abajo.
Yo dirigí mi mano hacia su pantalón y desabroche el botón.
-Noooo, aquí no hay aaaah- me dijo mientras mi mano se deslizaba por debajo de sus bragas para tocar su vagina, ella cerró los ojos y tiro su cabeza para atrás, me tomo de la cabeza ye dio una de sus tetas para seguir lamiendolas, su boca decía que no, pero su cuerpo ya no la obedecía.
Con una de mis manos tire hacia abajo su pantalón, sin bajarlo por completo, pero si permitiéndome mover la otra con facilidad dentro de sus bragas, deslice mi dedo medio hasta tocar su vagina, estaba empapada, pude sentir como mi dedo se deslizo con facilidad dentro de ella.
-Aaay aaayyy!!- decía apretando sus gemidos, para que no se escuchará nada hacia la tienda.
Comencé a meter y sacar mi dedo de su vagina, mientras sentía como se contraía con cada introducción, luego metí dos dedos, luego tres.
-Aay, aaayyy- me tomaba con ambas manos de la cabeza mientras veía su gesto de excitacion- ¡Que rico me haces!.
Me tomo del rostro y me beso mientras sentía como su vagina se derretía por dentro y su cuerpo temblaba, me mordió el labio inferior mientras ahogaba un gemido.
-Aaaauuuummmmm! Aaaaauuummmmmm!- se estaba viniendo con la penetración de mis dedos, sus piernas temblaron y tuve que sostenerla para que no cayera. Pero yo quería más, saque mis dedos de su coño y los dirigí a su clítoris y comencé a rozarlo circularmente con mi mano completamente empapada de su orgasmo reciente.
-Yaaaa, yaaaa!!- me dijo mientras arqueaba sus cejas, tratando de imponer autoridad. Sin embargo para ese momento su cuerpo ya no oponía resistencia, así que mientras acariciaba su clítoris comencé a besarla lentamente, con la intención de que se recuperara de su orgasmo, pero sin dejar de estimularla para que siguiera excitada y me permitiera seguir jugando con su cuerpo. Poco a poco los besos lentos volvieron a ser salvajes, así que sin dejar de jugar con su clítoris empecé a chuparle las tetas.
-Mmmmm, mmmmmmmmm, aaauummm.- sentí que un nuevo orgasmo la estaba alcanzando, cuando me tomo de los cabellos y comenzó a jalarme para que la viera a los ojos, clavo su mirada en la mía y mientras se ponía de puntitas me regaló otro orgasmo en mi mano. Me solté de sus manos y volví a atacar sus tetas con mi boca, creo que jamás tendré suficiente de chupar esas tetas, al mismo tiempo empecé nuevamente a acariciar su clítoris, nuevamente junto ambas tetas para meterlas juntas a mi boca y un par de minutos después se derritió en un tercer orgasmo.
-Aaammmm, aaammmm, que rico!!- me dijo mientras yo seguía chupándole sus dos pezones y ella se pasaba las manos por la cara, echando la cabeza y sus cabellos hacia atrás y adelantaba el pubis con la intención de sentir más presión de mi mano. Saque mi mano empapada de su panti y le bese por unos minutos más. Sobra decir que yo estaba empalmadisimo y aunque ella trato de sacarme la verga, no pudo desabrochar mi cinturón, yo no busque placer ese día por qué no podía llegar lleno de fluidos a casa, ya que mi mujer estaba esperandome y el olor a sexo es muy escandaloso. Así que la deje acomodarse la ropa y yo me dirigí al baño a darme una muy buena lavada de manos y a quitarme el labial rojo de la cara.
Aquí termina la 4a parte de la historia, si por azar llegaste primero a esta parte, te invito a mi perfil, ahí se encuentran las primeras tres partes.
Saludos.
1 comentarios - La señora de la tienda cap 4