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Familia Complicada 10, sexo con mi Hermanastra

Después de ver lo que paso en el quincho entre mi hermanastra y su novio, con Florencia decidimos salir de la casa y dar un paseo para no molestarlos. En los días siguientes, mi hermanastra y yo apenas tuvimos contacto. Ella pasaba la mayor parte del tiempo en la casa de su novio o en la de su padre, y cuando coincidíamos en casa, nuestras interacciones eran breves y distantes. No parecía querer hablar ni tener nada que ver conmigo. Esto continuó durante una semana o diez días más o menos.

Pude notar que Laura y su madre, Gabriela, tenían una relación tensa, algo pasaba entre ellas, y pronto descubrí, gracias a mi padre que me conto, el motivo era la beca que Laura y su novio habían recibido para estudiar en Barcelona. Gabriela se oponía a que su hija se fuera a vivir a España durante dos años, mientras que Laura estaba emocionada de aprovechar la oportunidad y vivir con su novio en el extranjero. Esto parecía ser el punto de discordia entre ellas. A mi me molesto un poco, pero era algo que deje pasar. 

Parecía que la relación de Laura y su novio no era tan perfecta como aparentaba. Pese a que él la trataba como si ella fuera una princesa de cuentos de hadas. En varias ocasiones, pude ver que discutían acaloradamente, y Laura se enfadaba tanto que incluso lo dejaba afuera de la casa. Las discusiones siempre terminaban con Laura gritándole a su novio, quien se limitaba a agachar la cabeza y recibir la bronca sin defenderse. Era evidente quien llevaba los pantalones en la relación, y si me preguntan también los testículos. 

Una de las últimas veces que presencié una de estas discusiones fue un viernes por la noche, cerca de las once. Era tarde y yo era el único que estaba en la casa, por lo que pude escuchar claramente cómo Laura le gritaba a su novio. Me pregunté qué estaría pasando en su relación para que las cosas estuvieran tan tensas entre ellos. La discusión fue intensa y Laura se desahogó con su novio, quien intentó calmarla sin éxito. Después de azotarle la puerta en su cara, Laura se metió en la casa y se dirigió directamente al bar y tomo una botella de licor de mi padre. Mientras hablaba por teléfono con sus amigas, planeaban salir solas de noche, lo que me hizo preguntar si estaba buscando escapar de su situación. Subió las escaleras a su habitación, bebiendo directamente de la botella y despotricando contra su novio. Aunque no podía entender exactamente lo que decía, su tono y actitud dejaban claro que estaba muy enfadada.

Me encerré en mi habitación y me puse a jugar en mi computado, intentando ignorar la situación y no entrometerme. Nuestra relación con Laura ya estaba tensa, así que no quería agregar más leña al fuego. Me limité a dejar que ella manejara su situación con su novio a su manera. Desde mi habitación, podía ver el cuarto de Laura en el primer piso y escuchaba la música a todo volumen. Ella cantaba con desesperación mientras bebía de la botella. Qué podría haberla llevado a ese estado de ánimo. Parecía que estaba intentando desahogarse. Parecía buscar algo y no entraba, volaba ropa de un lado para otro. Miro por la ventana y me vio. Y desapareció de mi vista. Unos minutos después entraba desaforada a mi habitación.

Laura: Maldito pervertido de mierda, volviste a robar mis bragas.  Tanto te gusto que no puedes dejarme en paz.- ya estaba visiblemente borracha, y enojadísima, de un manotazo tiro un cuadro con mis padres y algunos juegos que tenia en la mesa de la computadora.


Fernando: Que te pasa loca, tu novio te volvió a dejar insatisfecha y vienes a tirarme la bronca a mí.

Laura: Hijo de puta, pervertido de mierda.- me tiro una cachetada, que esquive,  esto se estaba volviendo habitual entre nosotros.

Fernando: Si quieres que te monte un macho de verdad solamente pídelo, y no hagas estos espectáculos.

Laura: Que más quisieras.- dijo golpeando mi pecho con su dedo. 

Fernando: Lo quiero tanto como tu lo deseas.- nuestras caras estaban ya muy cerca.

No parábamos de mirarnos y yo dirigía mi vista a sus ojos y labios, y ella hacia lo mismo. Pero por un segundo recupero la cordura, fue a salir, y yo la sujete del brazo jalándola hacia mi, no pensaba dejarla escapar esta vez. Ella se volvió para golpearme atrape su brazo y la bese, me mordió y fuerte y yo hice lo mismo, me arriesgue y metí mi lengua en su boca y su lengua se enredo en la mía, se masajeaban, era un combate oral. Ya estaba arto de estos juegos entre nosotros,  no la pensaba dejar ir así tan fácil. La tome de sus nalgas firmemente, las apreté fuerte, la levante y la senté en la mesa de la computadora, ella dejo de besarme en ningún momento. Ella se separo de mí y no sabia que podía hacer, si irse y dejarme de nuevo con las ganas, pero me miro fijamente a los ojos y se podía ver fuego en sus lindos ojos, no paraba de jadear con la boca abierta, de un manotazo bajo mi pantalón de gimnasia y calzoncillo a la vez. 


Laura: A ver si de verdad puedes satisfacer a una hembra. 

Dijo esto tomando mi pene y jalando de él fuerte, se ve que no le iban las cosas suaves y tiernas, yo ataque su cuello y una mano mía se perdió bajo su vestido, y se encontró con sus bragas completamente mojadas, acaricie su vulva por encima, mientras ella no paraba de dar jalones a mi pene como si quisiera arrancarlo. Ella tomo mi nuca, me dirigió hasta su boca y me dio el beso del campeonato, no falto nada, lengua, mordida, intercambio de salivas, lo único que nos faltaba era el aire, nos separábamos para respirar únicamente, que calentura que teníamos. Laura en un arrebato rasgo mi remera, era vieja pero empleo bastante fuerza, me pasaba las manos y uñas por mi pecho y abdominales, yo no iba a ser menos, había acariciado bastante su sexo y lo notaba muy caliente y húmedo, también rompí sus bragas y las tire a un lado. Saque su vestido por su cabeza y ambos quedamos desnudos, mirándonos jadeando, ella nunca había soltado mi pene.

Laura: Ahora si.- me lanzo una mirada desafiante.

Nos volvimos a encontrar y besarnos, ella dirigió mi pene a su vulva y comenzó a restregarlo. Mientras yo con una mano masajeaba uno de sus pechos y terminaba pellizcando su pezón, y con la otra estrujaba su nalga, por que lo hacia muy fuerte. Las cosquillas que sentía en mi glande cada vez que pasaba entre sus labios vaginales eran muy gratificantes, todo calentito y húmedo.  En momento determinado, guiado por la calentura la levante, sosteniendo fuertemente sus nalgas, ella comprendió todo, me abrazo por detrás de la nuca, y cruzo sus piernas aprisionándome con ellas. Puse mi pene en la entrada de su cálido agujero, pero no fue suficiente ella hizo un movimiento de cadera, que me desestabilizo y casi nos caemos, pero consiguió enterrarla toda. La lleve contra la pared, y ahí la empotre y penetre más firmemente, un sonido gutural dejo escapar como gemido. Con mis  dedos podía recorrer cerca de su vagina y sentir mi pene entrar y salir, también recoger sus abundantes flujos, que también sentía como caían, sus gotas me mojaban las piernas. 

Tome una decisión, y creía que estaba en lo correcto, embadurne dos dedos y empecé a restregar su ano. Ella tenia su cabeza apoyada en mi hombro y sus gemidos se acrecentaron con esta acción, cada tanto daba besos a mi cuello, lo que si me había clavado las uñas en toda la espalda. Ambos estábamos en un punto de no retorno, nuestra calentura estaba en lo máximo, mis huevos ya estaban hirviendo. Cuando note que ella estaba por acabar, por asalto metí dos dedos en su ano, el grito que pego lo debieron sentir hasta en la luna. Le agarro la desesperación y mordió mi hombro, su ano y vagina empezaron a contraerse, mientras empezó a expulsar flujo a presión de esta ultima. Yo no pude más fueron mucha estimulación junta y me descargue en lo profundo de ella. La deposite en la cama, respiraba fuertemente.

Cuando se tranquilizo y volvió en si, parece que se hubiera dado cuenta de todo. Recogió su ropa y quiso salir de mi habitación a la carrera, intente impedírselo pero me insulto y empujo entonces la deje. Quince minutos después salía de la casa dando un portazo. Yo me preocupe por ella y por el estado en el que se encontraba, y le mande un mensaje.

Fernando: Como estas Laura, tenemos que hablar, pero lo importante es que ahora estés bien. 

No me lo contesto hasta las cuatro de la madrugada, casi no le entendía, complemente borracha, con música de fondo y creo que la voz de una de sus amigas. 

Laura: Tú y yo no podemos estar juntos, como te digo, somos muy parecidos, y si nos juntamos somos como dinamita y bum.- hablaba muy gracioso.- somos energías muy fuertes, no somos compatibles, solamente tenemos esa atracción sexual, y ya nos sacamos las ganas, que estuvo bueno, si.- tomo aire y continuo, estiraba mucho las palabras.-  no estuvo bueno, la verdad fue el mejor sexo de mi vida, pero no creas que por tener un buen pene y saber usarlo, o ser tan sexy,  enigmático o ser lindo,  me voy a enamorar de ti, no señor, me voy a vivir con mi novio a Barcelona.

Bueno creo que saque  más de Laura en un audio borracha, que desde la conocía. El mensaje de Laura me hizo darme cuenta de varias cosas importantes. Me gustaba y la atracción era mutua, pero también estaba enamorada de su novio y tenía planes de irse a Barcelona. Esto me generaba un conflicto interno, ya que yo estaba seguro de mis sentimientos por Florencia y mis planes de estudiar y quedarme en el país. La situación se estaba volviendo cada vez más complicada.

Tal vez Laura tenía razón al pensar que nuestros caracteres podrían chocar debido a su excesiva energía masculina que ambos teníamos. Y yo no me iba a dejar dominar. Con Florencia, la relación fluía porque ella tenía una energía más femenina y era sumisa conmigo. De manera similar, Laura parecía dominar a su novio, quien era más tímido, sumiso y callado.  Esto me hizo reflexionar sobre si teníamos algo íbamos a terminar colisionando. 

Estaba trabajando en un proyecto emocionante con mis amigos nerds, creando un programa que usaba herramientas de inteligencia artificial para seguridad y monitoreo de cámaras. El objetivo era detectar situaciones anómalas y sospechosas, y alertar al operador para prevenir problemas y amenazas. Esto reducía tiempos, y hacia que cualquier usuario fuera mucho más eficiente. Mi padre, que trabaja en seguridad, me estaba ayudando mucho, proporcionándome datos e información valiosa para el proyecto. Esto me permitió combinar mis habilidades con las de mis amigos y aprender de la experiencia de mi padre.

Necesitábamos una inyección de capital, ya que el programa debía expandirse y comenzar con los test, después de buscar varias alternativas, mis padres finalmente nos ayudaron. La inversión de mis padres fue crucial para poner en marcha nuestro proyecto. Mi madre y mi padre fueron los principales inversores, y su apoyo financiero nos permitió avanzar. Incluso me ofrecí a vender mi camioneta para contribuir, pero ellos insistieron en que la inversión era para mi futuro. Con su apoyo, nos pusimos a trabajar arduamente para sacar adelante el proyecto.

Cuando Florencia regresó de su viaje, la cité para hablar con ella y contarle todo lo que había pasado con Laura. Aunque sabía que no tendría problemas, quería ver su reacción. Al principio, parecía un poco molesta, y me dijo que creía que íbamos a hacerlas cosas juntos, que íbamos a hacer un trió, pero que si yo la había pasado bien, se alegraba por mi. Ya sabía que no iba a faltar oportunidad de que trajeras a otra a la relación.  Me quede callado y no quise decir más vería como se iba desarrollando todo.

Después de la conversación, Florencia pareció olvidarse del tema y nuestra relación siguió adelante sin problemas. Empecé a sentirme como parte de su familia, su padre me trataba como a un hijo y me invitaba a actividades como ver boxeo o días de campo. De manera similar, mi familia incluía a Florencia en todas nuestras actividades. Incluso me enteré de que Florencia y mi madre tenían una comunicación fluida a través de WhatsApp, aunque Florencia no quiso contarme sobre qué hablaban, diciendo que eran cosas de mujeres. No quise insistir y ser invasivo con Florencia sobre su relación con mi madre, pensando que si había algo importante me lo diría. 

En cuanto a Laura, nuestra relación se volvió prácticamente nula. Ella parecía huir de mí y no respondía a mis mensajes. Me preguntaba si se sentía avergonzada por el audio que me había enviado o por lo que había ocurrido entre nosotros, o si estaba estresada por su viaje a Barcelona. Quería hablar con ella y aclarar las cosas, pero parecía que no estaba dispuesta a hablar. Intenté saber cómo se encontraba a través de sus amigas, ya que ellas estaban frecuentemente en casa de mis amigos nerds. Aunque mis amigos se habían hecho amigos de ellas y algunos incluso habían tenido algún plan romántico con alguna, no pude obtener mucha información sobre el estado de ánimo de Laura. Lo único que pude sacar en claro es que estaba confundida y sentía un cúmulo de emociones por su viaje y su relación con su novio.

Mi casa estaba llena de tensión y emociones encontradas. Mi madrastra Gabriela estaba muy alterada por la partida de Laura, lo que era comprensible. Mi padre evitaba estar en casa para no tener un enfrentamiento con ella, y Laura evitaba estar conmigo y discutía constantemente con su madre. Esto creaba un ambiente tenso cada vez que estábamos los cuatro juntos. Era como si la casa estuviera convulsionada y cada uno estuviera lidiando con sus propias emociones y conflictos.

Florencia se había convertido en la novia perfecta, siempre atenta y dispuesta a apoyarme en mis proyectos y intereses. Incluso se interesaba por mi problema con Laura y hablaba con sus amigas para intentar entender mejor la situación. Me gustaba verla relacionarse con mis amigos y las chicas, era más sociable y parecía disfrutar de la compañía. Había cambiado mucho desde que la conocí. Ya no era la chica tímida y solitaria que se mostraba vulnerable. Ahora era más segura y sociable, parecía haber encontrado su confianza,  incluso su padre me hizo un comentario al respecto, como un alago por la transformación de su hija desde que estaba conmigo.

El proyecto había tomado un giro inesperado y emocionante. Una agencia de seguridad del gobierno se había interesado en nuestro trabajo y ofreció financiar parte del proyecto. Sabía que mi madre podría estar detrás de esto, ya que ella tenía conexiones en el ámbito gubernamental. Con este aporte, nuestro proyecto estaba a punto de despegar y nuestra pequeña empresa podría tener un futuro prometedor. Solo faltaban algunos detalles para finalizar el software y estaríamos listos para lanzar nuestro producto.

Un mes después de lo ocurrido con Laura, yo estaba enfrascado con todo mi trabajo y la facultad. Laura parecía que todo había vuelto a la normalidad, con su novio, al menos en apariencia. La había visto más seguido con él, y parecían haber encontrado un punto de equilibrio en su relación. Ahora estaban planeando irse, yo la veía resignada y triste  a Gabriela, su madre. Sin embargo, Laura tenía el apoyo de su padre, y el viaje parecía ser algo decidido.

Volví a casa cerca de las siete de la facultad, tenia que cambiarme e iría a la casa de Pedro, ahí me esperaría con Tomas para continuar como él proyecto, la habíamos tomado de base. Atrás de la casa de Pedro habían construido una casa más chica, para que viviera los últimos años de vida su abuela, al fallecer esta nosotros nos apoderamos de ella, e instalamos nuestra empresa ahí. Estaba saliendo de mi casa cuando sonó mi teléfono, era mi madrastra. 

Gabriela: Fer, cariño estas en la casa.

Fernando: Si Gabi, en que te puedo ayudar.- era raro que mi madrastra me llamara, así que era por algo. 

Gabriela: Laura se quedo en la tienda, eligiendo ropa para llevarse a España. Me olvide de decirle que el sistema automático cierra las persianas a las ocho, lo cambiamos hace poco. He estado llamando a mi hija, pero no contesta. Si se baja la persiana la puedo abrir yo con el control remoto, pero me lo traje y esta en mi auto, si se queda encerrada ahora no puedo ir estoy en la otra punta de la ciudad por entrar a una reunión. Puedes tu tomar la copia de las llaves que están en la casa he ir a avisarle. Por favor. 

Fernando: Si, claro no tengo problemas, me queda de pasada a donde voy.- Mentiras, pero era una oportunidad de ver a Laura.
Llegue al local y estaba todo en penumbras con muy pocas luces, arriba del mostrador estaba la cartera de Laura. La llamaba mientras buscaba por el local y no la veía. Hice sonar su teléfono y estaba dentro de la cartera. Me acorde que el local tenia un sótano que se usaba como deposito. Baje las escaleras y estaba la luz encendida, y llame a Laura, la escuche pidiendo ayuda llorando. En eso sentí que las persianas comenzaban a bajarse, estábamos encerrados. 

Laura: Fer ayuda por favor, estoy encerrada aquí, ya no aguanto más ayúdame, sufro claustrofobia. 

El sótano tenia un pequeño cuartito con espejos, Laura se había metido en el y par de cajas con ropa se habían caído bloqueando la puerta, hasta el punto de ser imposible abrir desde donde estaba ella. Calculo por lo que me dijo Gabriela, que llevaba ahí más de una hora y media encerrada. 

Fer: Tranquila, en un momento te saco.

Laura: Rápido Fer creo que me muero. 

Logré abrir la puerta después de correr las cajas pesadas que la bloqueaban. Pero lo que vi me sorprendió, Laura estaba llorando desconsoladamente, con el maquillaje corrido por las lágrimas. En cuanto me vio, corrió hacia mí y me abrazó, llorando en mi pecho y agradeciéndome. 

Intenté consolarla lo mejor que pude, diciéndole palabras tranquilizadoras para calmarla. Pero era evidente que estaba sufriendo un ataque de claustrofobia, algo que no sabía que tenía. Su cuerpo temblaba y tiritaba, y yo podía sentir su ansiedad y miedo. Quise ayudarla a sentirse mejor, pero era difícil verla en ese estado, no reaccionaba y estaba histérica, tenía los síntomas de un ataque de pánico. 
Intenté sacarla de ese estado de pánico y la hice reaccionar diciéndole algo que la hiciera enojar. 

Fer: Parece que te has enamorado de mi, después de que fuiste mía. 

Laura: Eres un imbécil, inmaduro. -Aunque seguía llorando, su expresión cambió y me miró con enojo. – No te creas que fue para tanto.

Su cuerpo seguía temblando, pero al menos había reaccionado. Me di cuenta de que mi comentario había sido un poco brusco, pero funcionó.

Fer: El mejor sexo de tu vida, creo que me dijiste.- haciendo alusión a su audio.

Laura: Solo sexo, lo puedo conseguir con un gigoló también, si quieres te pago.

Fer: Interesante quieres repetir y pagarme.

No la deje reaccionar y la bese, ella sorprendida al principio cuando se recupero colaboro plenamente, con un beso posesivo donde cada uno quería imponer sus reglas chupar más, lamer más los labios, o meter más la lengua. Nos separamos y quedamos mirándonos y volvimos a lo mismo besarnos, restregarnos pasarnos la mano por donde podíamos, ella apretaba mis nalgas contra ella, mientras yo hacia lo mismos, la tome del cuello y seguí besándola, aunque no se dejaba controlar y me tomo del cabello, como queriendo imponerse. Nos volvimos a separar. 

Fer: Admítelo nuestro deseo sexual es muy grande.

Laura: desde que te ayude con tu novia no paro de pensar en ello. 

Justo en ese momento escuchamos la persiana subirse, y mi padre llamarnos.

Fer: Dame una noche antes de irte.

Ella no dijo nada, corrió al espejo a acomodarse el maquillaje. Yo subí y le esplique a mi padre lo que había pasado. Gabriela también llego y se dedico a ayudar a su hija. Subí a la camioneta para ir a juntarme con Pedro y Tomas, mientras manejaba recibí un mensaje de Laura. 

Laura: Gracias por rescatarme.- y unos segundos después, otro mensaje.- solo una noche.

2 comentarios - Familia Complicada 10, sexo con mi Hermanastra

nukissy1083
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Marc7663713 +1
Ufa excelente, en espera de la continuación, muy bien relato y excelente continuidad
Cervero2012 +1
Gracias por pasar, y por el apoyo. un abrazo grande