Esta es la segunda parte del relato en el que cuento una experiencia real que tuve en mi viaje de egresados. En el relato anterior me olvidé de aclarar cosas importantes como mi propio nombre (Lautaro) o que, por supuesto que yo ya tenía más de 18 años, y todas las personas incluidas en el mismo también.
Link de la primera parte:
https://m.poringa.net/posts/relatos/6096867/Bariloche-y-la-adulta-responsable.html
En fin, quería agradecer a la gente que apoyó el primer post, no me imaginaba que iba a llamar tanto la atención y pido disculpas por la introducción tan larga. Pienso que era necesaria para que el momento de la verdadera acción fuera bastante más interesante de leer. Sin mucho más que decir, continúo:
Como bien les decía, mientras me tocaba por encima del pantalón, Noelia pasó su mano por su espalda, se agarró el elástico del pantalón y... Lamentablemente, se lo subió, haciendo que se le entierre bien entre las nalgas. Sin embargo, no despegó el culo de mi pierna y, después de quedarme paralizado por unos segundos del miedo de haber sido descubierto, continué con lo mío, cada vez moviendo la mano con más intensidad de arriba hacia abajo.
Entonces fue cuando cometí una locura propia del momento de calentura. Puse lentamente mi otra mano, la más cercana a ella, sobre mi muslo, justo al lado de donde me estaba apoyando. Con mucho cuidado, empecé a rozarla con la punta del dedo meñique para tantear la situación y, al notar que no se alejaba de ninguna manera, procedí a mover cada vez más y más la mano hacia su nalga. Unos minutos después, mi mano se encontraba en su totalidad encima de su ojete. Ya a esta altura me sentía zarpadísimo, pero de lo caliente que estaba, empecé a mover la mano en círculos, acariciándola suavemente mientras que al mismo tiempo me metía la mano por debajo del boxer para pajearme mejor.
En el momento que sentí que estaba por llegar al orgasmo, me rescaté un poco de lo riesgoso que sería si alguien me ve justo y me levanté disimulada y silenciosamente al baño que estaba justo al lado para descargar. Me encargué de lo mío en menos de un minuto con un trozo de papel higiénico que encontré ahí mismo y volví a mi asiento a intentar dormir un poco, con muchísimos pensamientos dando vueltas por mi cabeza.
De nuevo, con cuidado de no despertarla a Noelia, pasé muy cuidadosamente por el espacio entre los asientos y me puse de nuevo lo más cerca posible a como había quedado antes. En ese momento noté que hacía frío, siendo el calor del cuerpo de ella contra mi pierna lo único que me impedía no empezar a temblar. Sin embargo, crucé los brazos y apoyé mi cabeza contra el vidrio para poder conciliar el sueño.
Me desperté al rato debido al sol del amanecer que me apuntaba directo en la cara y noté que ella ya no estaba al lado mío. Pero más importante, tenía una de las mayores erecciones matutinas de las que recuerde. Eso me avergonzó un poco al no saber desde cuándo me encontraba así y si Noelia había notado aquello o no, pero no le di mayor importancia. Al rato, ella volvió con un vaso de plástico en cada mano, al verme despierto me ofreció uno con una sonrisa.
—Buen diiia, ¿cómo dormimos?
—Hola Noelia... Bien, bien, un poco incómodo pero bien. ¿Vos, pudiste dormir?
—Decime Noe. Y sí, se hizo lo que se pudo para acomodarme en el asiento, espero no haberte jodido mucho, dijo para después reírse, aparentemente no habiendo notado su invasión a mi espacio personal.
—No si, no pasa nada. Ni cuenta me di, le respondí mintiendo un poco.
Después de eso, nos pusimos a tomar el café, mientras seguíamos conversando de temas varios, como la actualidad o sobre mis compañeros. Luego de un rato, me levanté para ir a hablar con mis amigas y ponerme al día de cómo habían pasado la noche, obviamente sin mencionarles todo lo que me había pasado a mí.
Al rato, el micro se detuvo en un parador para que pudiéramos bajar a estirar las piernas y desayunar. Con mi grupo nos sentamos a comer y ahí me di cuenta de algo que no había previsto: no estaba permitido compartir habitación entre compañeros de distinto sexo. Esto era obviamente un problema debido a que planeaba juntarme con ellas, pero ahora necesitaba encontrar un grupo que le sobrara un espacio.
Con este problema presente, fui adonde estaba la coordinadora y Noelia desayunando para explicarles mi situación. La coordinadora se llamaba Zoe, quien no era mucho más grande que yo, era una chica rubia, no muy alta y que se notaba que se la pasaba en el gym. Después de escucharme, me hizo una seña para que no me preocupe y me dijo que "cualquier cosa, no había problema en que comparta la habitación con ellas dos".
Al escuchar eso, mi problema propio de mi timidez casi que se convirtió, irónicamente, en una bendición. Rápidamente y sin pensarlo tanto, le respondí que estaba bien por mí, que no me molestaba para nada y sin mucho más que decir, me volví a mi asiento. Recuerdo que, en chiste, mis amigas bromeaban y me trataban de ganador irónicamente, a lo que yo también le encontraba gracia porque realmente no me imaginaba que fuera a suceder algo con ninguna de las dos. Sin embargo, poco sabía sobre lo que me esperaba esta semana...
De nuevo, gracias por leerme. Por favor punteen y comenten para una tercera parte porque esa es la única manera que tengo de darme cuenta si mi relato está gustando o no. Saludos!
Link de la primera parte:
https://m.poringa.net/posts/relatos/6096867/Bariloche-y-la-adulta-responsable.html
En fin, quería agradecer a la gente que apoyó el primer post, no me imaginaba que iba a llamar tanto la atención y pido disculpas por la introducción tan larga. Pienso que era necesaria para que el momento de la verdadera acción fuera bastante más interesante de leer. Sin mucho más que decir, continúo:
Como bien les decía, mientras me tocaba por encima del pantalón, Noelia pasó su mano por su espalda, se agarró el elástico del pantalón y... Lamentablemente, se lo subió, haciendo que se le entierre bien entre las nalgas. Sin embargo, no despegó el culo de mi pierna y, después de quedarme paralizado por unos segundos del miedo de haber sido descubierto, continué con lo mío, cada vez moviendo la mano con más intensidad de arriba hacia abajo.
Entonces fue cuando cometí una locura propia del momento de calentura. Puse lentamente mi otra mano, la más cercana a ella, sobre mi muslo, justo al lado de donde me estaba apoyando. Con mucho cuidado, empecé a rozarla con la punta del dedo meñique para tantear la situación y, al notar que no se alejaba de ninguna manera, procedí a mover cada vez más y más la mano hacia su nalga. Unos minutos después, mi mano se encontraba en su totalidad encima de su ojete. Ya a esta altura me sentía zarpadísimo, pero de lo caliente que estaba, empecé a mover la mano en círculos, acariciándola suavemente mientras que al mismo tiempo me metía la mano por debajo del boxer para pajearme mejor.
En el momento que sentí que estaba por llegar al orgasmo, me rescaté un poco de lo riesgoso que sería si alguien me ve justo y me levanté disimulada y silenciosamente al baño que estaba justo al lado para descargar. Me encargué de lo mío en menos de un minuto con un trozo de papel higiénico que encontré ahí mismo y volví a mi asiento a intentar dormir un poco, con muchísimos pensamientos dando vueltas por mi cabeza.
De nuevo, con cuidado de no despertarla a Noelia, pasé muy cuidadosamente por el espacio entre los asientos y me puse de nuevo lo más cerca posible a como había quedado antes. En ese momento noté que hacía frío, siendo el calor del cuerpo de ella contra mi pierna lo único que me impedía no empezar a temblar. Sin embargo, crucé los brazos y apoyé mi cabeza contra el vidrio para poder conciliar el sueño.
Me desperté al rato debido al sol del amanecer que me apuntaba directo en la cara y noté que ella ya no estaba al lado mío. Pero más importante, tenía una de las mayores erecciones matutinas de las que recuerde. Eso me avergonzó un poco al no saber desde cuándo me encontraba así y si Noelia había notado aquello o no, pero no le di mayor importancia. Al rato, ella volvió con un vaso de plástico en cada mano, al verme despierto me ofreció uno con una sonrisa.
—Buen diiia, ¿cómo dormimos?
—Hola Noelia... Bien, bien, un poco incómodo pero bien. ¿Vos, pudiste dormir?
—Decime Noe. Y sí, se hizo lo que se pudo para acomodarme en el asiento, espero no haberte jodido mucho, dijo para después reírse, aparentemente no habiendo notado su invasión a mi espacio personal.
—No si, no pasa nada. Ni cuenta me di, le respondí mintiendo un poco.
Después de eso, nos pusimos a tomar el café, mientras seguíamos conversando de temas varios, como la actualidad o sobre mis compañeros. Luego de un rato, me levanté para ir a hablar con mis amigas y ponerme al día de cómo habían pasado la noche, obviamente sin mencionarles todo lo que me había pasado a mí.
Al rato, el micro se detuvo en un parador para que pudiéramos bajar a estirar las piernas y desayunar. Con mi grupo nos sentamos a comer y ahí me di cuenta de algo que no había previsto: no estaba permitido compartir habitación entre compañeros de distinto sexo. Esto era obviamente un problema debido a que planeaba juntarme con ellas, pero ahora necesitaba encontrar un grupo que le sobrara un espacio.
Con este problema presente, fui adonde estaba la coordinadora y Noelia desayunando para explicarles mi situación. La coordinadora se llamaba Zoe, quien no era mucho más grande que yo, era una chica rubia, no muy alta y que se notaba que se la pasaba en el gym. Después de escucharme, me hizo una seña para que no me preocupe y me dijo que "cualquier cosa, no había problema en que comparta la habitación con ellas dos".
Al escuchar eso, mi problema propio de mi timidez casi que se convirtió, irónicamente, en una bendición. Rápidamente y sin pensarlo tanto, le respondí que estaba bien por mí, que no me molestaba para nada y sin mucho más que decir, me volví a mi asiento. Recuerdo que, en chiste, mis amigas bromeaban y me trataban de ganador irónicamente, a lo que yo también le encontraba gracia porque realmente no me imaginaba que fuera a suceder algo con ninguna de las dos. Sin embargo, poco sabía sobre lo que me esperaba esta semana...
De nuevo, gracias por leerme. Por favor punteen y comenten para una tercera parte porque esa es la única manera que tengo de darme cuenta si mi relato está gustando o no. Saludos!
8 comentarios - Bariloche pt. 2: Me pasé de la raya
Para cuándo se nos está parando la pija se termina el relato... Te doy 2 pts... Cuando me pueda terminar de pajear te dejo 10.