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El alcohol me hizo hablar de más...1

 Esto pasó hace unos 15 años, yo tenía 35 y mi mujer uno menos. Teníamos pocas amistades, pero con Oscar y Mariana nos llevábamos mejor que con todos los demás. Pasábamos algunos domingos o fines de semana juntos, ya que Oscar era mi compañero de trabajo y todo transcurría muy bien.
En casa teníamos un patio grande, no lujoso, pero cuidado y con una piscina de material que era el centro de las reuniones.
Se dió que mi mujer y Mariana aprovecharon un fin de semana del viernes al lunes para ir a visitar a los padres de Mariana y Oscar se instaló conmigo desde el viernes. 
Estuvimos a la tarde y parte de la noche en la pile y luego nos quedamos en cueros, sólo con short de baño.
Jugamos a la Play un tiempo con juegos de carreras y vimos un par de películas de acción. 
Claro, en algún momento se nos dió por ver algo de sexo en la tele y fuimos viendo algunos géneros hasta que nos encontramos viendo porno trans.
Siempre comentando algo, como si no tuviera importancia y dándole a las cervezas. Entre los dos llevábamos 3 litros y ya íbamos al baño bastante seguido. En eso que seguíamos viendo, se daba una imagen de un marido con curvas femeninas y en tanga, que estaba en cuatro y lamía la verga del macho que compartían con su mujer. El chupaba la verga con los ojos entrecerrados, ella besaba al hombre y este iba corriendo la tanga y le iba metiendo un dedo en la cola al marido. Yo noté como Oscar se acomodó en el sillón que estaba y dijo “ehhh, que pasó ahí?”
Yo ensayé una risita nerviosa, pero lo cierto es que ya estaba con mi verga casi al palo.
Se fué dando que nos calentamos más y sobre todo con lo que hablábamos desde ese momento.

Oscar - Che, que loco, como le queda esa tanga al putito…
Yo - Putito no es, es el marido.
O - Bue...se está comiendo tremenda verga y le hacen el culo a la vez, si eso no es ser puto…
Y – Bueno, tal vez un poco.
O – Un poco? un poco se lo va a coger en un ratito nomás.
Y- Que se yo, me parece más como un juego en el matrimonio, no significa que sea gay.
O – Ojo que no lo digo peyorativamente, me parece perfecto que jueguen y no tengan dramas con eso. Además, mirá si me calienta (diciendo eso se agarró la verga sobre el short de baño y la tenía hecha un matafuegos).
Me quedé viendo su verga unos segundos y el miraba la pantalla, pero giró y me vió que llevaba unos 5 segundos y seguía mirando su bulto. Noté que me miró y aparté la vista hacia la tele. Ninguno dijo nada.

O – Lindo culito tiene el marido, yo se lo haría encantado.
Y – Me parece que la que se lo va a hacer va a ser la mujer.
Dije eso porque, en ese momento, ella agarró un arnés que sacó de un cajón y se lo fue colocando, lo que ya indicaba que lo iba a penetrar.
O - Que raro que una mina disfrute haciendo eso.
Y – Es más común de lo que parece, bah, digo…
O - No me parece.
Y – Bueno, Mariana no debe estar interesada.
Dije eso y me di cuenta enseguida que la cerveza me había aflojado la lengua.
O – Ahhhh, mirá vos...no quería saber tanto, che. A Andrea le gusta la cuestión.
Y – Dale, boludo.
Le dije eso y se ve que mi cara estaba roja por demás, porque sentí un calor enorme cuando me miró a los ojos y me dijo “contá”.
 
Y- Dale, dejá de joder y mirá la peli.
O -Dale, ahora contá. Si estamos en confianza. Además, no es para juzgar, me calienta saber en que andan ustedes. Usan juguetes?
Y – Bueno, hemos usado alguna vez.
O – Mariana tenía uno cuando era soltera, me contó una vez. Pero no se nos dió por comprar ahora.
Y – Tal vez se les de en algún momento.
O – Bueno, dejá de dar vueltas y decime, que usan.
Y – Tenemos un par de vibradores, nada del otro mundo.
O – Uhhh, mostrame.
Y – No da.
O – Como que no da, dale, mostrame. 
Ya estaba en el baile y me resistí un poco más, hasta que le dije que le iba a mostrar, para que vea si se contagiaba y le compraba uno a Mariana.
Y – Pará que me estoy meando, voy al baño y los traigo.
Me levanté, fuí a mear y cuando salgo voy al dormitorio. Fui al cajón donde guardamos eso y al abrirlo e inclinarme a tomar dos vibradores para mostrarle a Oscar, siento que se apoya en mis hombros y me dice…
O – Boludo!!! tenés un arsenal porno ahí. Los ojos se le iban a lo que veía. Había tres vibradores, una verga de 22 cms con sopapa, 2 pomos de crema anal, una jaulita de castidad en su blister sellado y sin usar...y lo que le voló la cabeza...un arnés con una verga negra de 20 cms x 4 de diámetro con dos huevos, muy realista.
No tardó nada en ponerse al lado mío y no pude ni reaccionar ni decirle que no toque, ya era tarde. En un segundo, se apoderó del arnés y me miró con una sonrisa sin decir nada por unos segundos, hasta que..
O – Guacho, no se privan de nada. Claro, te pone la tanguita también?
Y – No jodas, dejá ahí.
O- No pasa nada, che. Es buenísimo que se hayan liberado tanto y me imagino que lo deben pasar de 10 con esto.
Y – Es la idea, pero no es para tanto.
O – No me respondiste..
Y – Que?
O – Te pone la tanga?
Y – Pff…
O – Ya sabés que nadie te juzga, no te enojes. Me alegra que lo pasen tan bien...y más me calienta, jaja.
Y – Ja ja, a nosotros también.
Ya me iba relajando y no me molestaba que haya visto todo ni que me imagine ensartado por la cola. 
Volvimos al living y dijo que abría otra cerveza. La peli había avanzado y se veía al marido acostado, ella teniendo sus piernas levantadas y el macho cogiéndolo suave mientras lo besaba con las lenguas a la vista.
O - Bueno, ahora sí se animó la cosa ja ja
Y - ja ja, y no le sacó la tanga, eh, se lo está cogiendo vestido de nena ja ja. 
Eso dije ya arrastrando las palabras y me cuenta.
O - Eso quiero saber... Ella te lo hace con su tanga? Al final, tienen el mismo talle. 
Yo mido 1,73 pero delgado y mi mujer 1,70 y es verdad, me va su ropa. Ya no me dió vergüenza y hasta me gustaba contarle. 
Y - Las tangas de ella me van. 
O - Ufffg, me calienta eso..
Al decirlo, se metió la mano en el short y se amasó unos segundos la verga. Cuando la sacó, se le notaba un bulto enorme. Mientras me miraba se chupó la mano, dejando saliva en sus dedos y la volvió a meter para agarrar su verga. 
Era un nivel diferente de confianza, se dió rápido y sin vueltas, como que nos pareció normal a los dos. Y al verlo, mi verga también dió unos saltitos y no hice nada para disimularlo.
En tono de broma, me abrí el short y mirando mi verga dije " vos cálmate" jaja.
El también rió dando otro trago a la cerveza y en eso lo miro y veo que tiene todavía el arnés con la verga negra en la mano.
Y - Dejá eso y lavate las manos, cochino. Ja ja. 
O - Cierto, ja ja, encima sabés dónde estuvo esto...? Y lo que hizo me terminó de parar la verga y casi me hace acabar... Lo sostuvo mirándome fijo y sacando la lengua bien visible, lamió el juguete desde los huevos hasta el glande y cuando terminó dijo..."cómo pega esa cerveza" y nos reímos entre nervios y calentura. 
O - Che, voy a guardar esto dónde estaba, dijo como ya terminando la cuestión y se encaminó hacia mi habitación. De allá se vino con una tanga rosa en la mano y me sorprendió.
Y - Che, esta usás?.
Ni tiempo de pensar me tomé y le dije "SI"
O - Uff, imagino tu culito acá, pintada te debe quedar. 
Y - Basta, no te voy a mostrar.
O - Te regalaste ja ja. No te dije nada, pero, dale, me porto bien. No te cuesta nada. Y decime, como es que arreglan con Andrea cuando quieren hacer todo eso?
Y – Cuando veo que la cosa viene con onda durante el día o la tarde, se que a la noche se va a dar y generalmente es así. Así que cuando voy a la cama ya estoy bien higienizado y con una tanga puesta, además de ir muchas veces con alguna remerita corta de ella, tipo top o torerita, o en el extremo de calentura, con un corpiñito. Por lo general llego con la luz apagada, pero al notar ella que tengo esas prendas, ya me empieza a decir “parece que la nena quiere que la cojan o que putita me voy a coger”, cosas de ese estilo.
O -Como me para la verga que me cuentes todo eso, que lindo! Como me gustaría ver como te coge Andrea.

En la tele, la peli ya casi terminaba y se intensificaron los gemidos, llamando nuestra atención. El macho sacaba la verga del culo del marido y se sentaba en su pecho, haciendo que su semen cayera en la boca del hombre. La metió en su boca y se veían las contracciones del miembro mientras descargaba, hasta que agarró firme la verga y la chupó unos 30 segundos más, apretándola hasta que ya no salía más semen.
Estábamos callados y nos habíamos sentado con un vaso de cerveza cada uno, hasta que veo que Oscar se lleva la tanga a la nariz y aspira hondo para luego decir, " que rico!!".
Yo sonreí un poco y tiré un manotazo para agarrar la prenda, pero el esquivó y dijo "nadaaa, mía". Ja ja
Nos reímos y me tiré sobre el, improvisando una lucha y tratando de que abra la mano, riendo los dos. En eso se da que mientras yo intentaba abrir su mano izquierda, el seguía sentado en el sofá, Yo casi de pie, mi pecho estaba apoyado sobre su pecho y en mi muslo izquierdo sentía palpitando su durísima verga, y casi perdiendo el equilibrio. Siento que su mano derecha va a mis nalgas, pero dos dedos entran bajo la tela y toman contacto con mi piel, bien en la raya de la cola y apretando, como si fuera una caricia, me dice riendo, "acá tiene que estar esta bombachita ja ja" y la suelta, permitiendo que yo la tome en mis manos. Se reía mientras me veía intentar recuperar el equilibrio y lo fui haciendo apoyando mis manos en su pecho, hasta que me pude parar y me di cuenta que recién ahí el retiró su mano de mi cola. Sin querer o queriendo, pero me había metido dos dedos bajo el short y sentí que llegó a tocar mi ano lentamente. Ninguno dijo nada más y me fui a la habitación a llevar la bombacha. Nos habíamos reído un montón en la lucha y cuando estaba guardando la tanga en el cajón, dudé. Teníamos todo el fin de semana sin que nadie fuera a interrumpir y había confianza. Ninguna reacción de Óscar había sido malintencionada, lo que me dejó latente la idea de ser visto de otra manera. No lo pensé tanto y en un instante estaba desnudo, me saqué el short de baño y noté que tanta excitación subiendo y bajando, había dejado mi verga toda mojada y brillosa de jugos. La sequé con el short y sin pensar mucho, me puse la tanga. Agarré una toalla grande y la anudé en forma de pareo al tiempo que caminaba hacia el living. Fui y me senté al lado de Óscar, que viendo la toalla me dijo si iba a la pileta. 
Lo miré fijo y le dije "ni te emociones, te muestro pero calmado, eh!".
O - Nooooo!!!! Gracias, el sueño del pibe ja ja.
Lo miré como diciéndole que se porte bien y me levanté del sofá. Me puse de espaldas a él y esperé. Había pensado abrir la toalla, pero esperé a que él lo haga. Escuché que me preguntó "puedo?" Y mirándolo por sobre mi hombro le hice señas que si con la cabeza. Me sentía desnuda, porque mi mujer me ponía corpiño y bombacha para nuestros juegos y yo me sentía casi como si fuera una mujer que estaba en tetas cuando tenía la tanga puesta.
Lo siguiente me sorprendió, ya que pensé que iba a levantar la toalla para mirar o a desatar el nudo y en lugar de eso, sentí sus manos agarrar mis nalgas. Pegué un saltito y me quedé en el lugar, sintiendo como iba arremangando la toalla sin dejar de tocar mis nalgas. Hasta que dijo 'a ver qué hay acá!!!" Y llegó a subirla hasta mi cintura, dejando que su mano izquierda la sostenga, permitiendo que mi cola quedara a la vista. Enseguida sentí que su mano derecha agarró mi pierna izquierda desde atrás. Se sintió firme. El mide 1.86, es un hombre corpulento, brazos y piernas velludos, siempre con barba de un par de días, que le sale enseguida y yo, si bien no soy afeminado, soy más bien lampiño, mucho más bajo y delgado y casi ni me sale barba, sumado eso a que estaba en tanga y descalza, al lado de el soy como una nena y lo sentí en ese momento.
Desde que nos casamos, no había tenido nada con nadie de mi mismo sexo y mi mujer nunca quiso tríos ni cosa parecida con nadie. Tampoco es que sentía atracción hacia los hombres. El sexo con ella siempre fue satisfactorio y en nuestros juegos había de todo, pero nunca le hice faltar verga y se ha desmayado más de una vez cuando me dedico a chuparle la conchita y hundir la lengua en su cola. Ella juega a los roles conmigo, pero siempre termina con su ración de leche y sus merecidos orgasmos. Pero acá se había dado una situación que derivó fluídamente en algo sexual.
Su mano en mi pierna me erizó los pelitos y cuando sentí subir esa mano áspera, se me aflojaron las piernas y más cuando lo escuché...
O – Te queda divina, te muestra una cola hermosa.
Y – Gr...gracias
Mi voz temblaba y seguí quedándome quieta, sin saber que esperar. Su mano llegó entre mis piernas y se detuvo a 1 centímetro de tocar la tela, aprisionando mi muslo en una caricia apretada que me hizo tambalear y para no caerme estiré mi mano izquierda hasta apoyarla en su hombro, lo que me hizo girar a la izquierda y sacó su mano. Quedé de frente a él y siguió diciendo “hermosa, hermosa, sos toda una nena, te ves hermosa”. No supe contestarle y me agarró las dos nalgas y sentí sus dedos perderse bajo la tela y sin dudar sus dedos se encontraron de frente y juntos subieron surcando mi raya y pasando firme sobre mi ano hasta llegar a la parte de arriba de la tanga. Ya no me manejaba el alcohol, estaba consciente de que estaba permitiendo todo eso y más. Volvieron sus dedos juntos hacia abajo y al llegar a mi culo se detuvieron en una caricia circular, forzando apenas la entrada de una falange del índice y me salió un gemido a la vez que me agarré de su cabeza y apoyé mi abdomen en su cara, sintiendo sus dedos en mi intimidad.
Me separó un poco de él para apartar la tanga y ver mi zona púbica, pero no esperaba ver lo que vió y me dijo “estás toda mojada y depilada, es como una conchita suave esto”. Me miré y noté que mi verga se había achicado y se notaba en la tanga una pequeña mancha de humedad, pero era un enchastre lo mojada que estaba por dentro y mi pitito se había achicado y estaba todo hecho un pegote brilloso.
Y – Huy, si, me voy a cambiar…
O- Nooo, esperá, no te vayas todavía. 
Yo había dado un paso y me sostuvo, pero aprovechó a hacer que quede de espaldas a él. Su mano izquierda en mi cintura, la derecha entrando en la tanga, apoyándose en mi púbis, comenzando un masaje circular cual si se tratara de un masaje a una vagina y fué una sensación increible. Empecé a temblar y mucho. En un momento siento que intensifica el masaje y mi verga blanda rozaba el dorso de sus dedos, pero el acariciaba una supuesta conchita, a la vez que su mano izquierda subió a tomar mi pezón y acariciarlo, fue como un detonante. Sentí un torrente de semen y aunque mi verguita estaba blanda, eyaculé todo dentro de la bombacha rosada de mi mujer, haciendo que los dedos de Oscar se impregnaran y resbalaran ahora con suavidad sobre mi fingida conchita de putito. Lo que pasó a continuación, aún hoy me endurece la verga al recordarlo. Es como que se negaba a parar, se negaba a dejar de tener ahí sus dedos y me apretó mi pecho izquierdo, haciendo que me apoye sobre su cara, sintiendo que me besaba la espalda y empezaba a retirar su mano de mi verguita, dejando un rastro de semen al salir. Giré mi cabeza y lo que ví, me voló el cerebro. Llevó los dedos llenos de semen a la nariz y aspirando hondo cerró los ojos, para luego y sin dudar, llevarlos a su boca y llenar su lengua de leche, cerrar los labios y chupar todo lo que pudo del viscoso líquido. Levantó la mirada y viendo como lo obvservaba, metió la mano nuevamente en la tanga, juntó toda la leche posible y la llevó sin escalas a mis labios, que se abrieron obedientes para cerrarse con los dedos en mi boca, dejándolos limpios otra vez.
Giré mi cuerpo y al quedar de frente a él, vi que sin que yo me diera cuenta, se había sacado el short de baño y su verga goteaba flácida sobre su propia prenda que estaba en el suelo. Ni se en que momento se lo sacó, ni se de que manera se masturbó, lo que si pude ver, fué una una cantidad enorme de semen sobre su short. Tentada estuve de arrodillarme a comer todo eso y meterme su verga en la boca, pero fue bajando rápido la temperatura sexual y en eso sentí una palmada fuerte en mi cola al tiempo que me decía “que hermosa puta sos, te comería toda, pero ahora a bañarse”. Así se cortó ese ambiente y nos dispusimos a ir al agua. Iba a agarrar la toalla del piso y siento que me dice “esperá, no vas a necesitar esto” y noto como sus manos toman mi tanga de los bordes y la comienzan a bajar lentamente, lo que me motivó a arquear la espalda e inclinarme hacia adelante, dejando mis piernas sin flexionar y mi colita levantada. La bajó del todo y desnudita, agarré la toalla y me fuí al baño. A medio camino giré a ver si venía y lo vi nuevamente, su boca sorbiendo todo el esperma de la tanga y tragando con gusto. Cuando salí del baño, secándome, lo veo que venía desnudo desde la pileta y con la toalla en la mano. Pensé que veríamos la tele o algo más, pero en poco tiempo notamos que ninguno aguantaba más tiempo despierto. Ya eran casi las 5 de la mañana y el calor no aflojaba, de manera que nos fuimos a la habitación mía, que tiene el aire acondicionado más silencioso y nos tiramos en la cama. Creo que ni tres minutos tardamos en dormirnos.
Ideas locas ya se nos cruzaban antes de dormirnos, pero a veces se da y a veces no se da como uno cree. 

Se agradecen los mensajes al privado y ni hablar que son bienvenidas sus fotitos, esas tetas, conchitas, vergas y culos no se van a enviar solas. Y me encantaría leer sus experiencias.
El alcohol me hizo hablar de más...1

3 comentarios - El alcohol me hizo hablar de más...1

nick8765
no sabés lo dura que me dejó la verga. Quiero que siga!!!!
maronlaro
Gracias, quiero ver eso...