Fantasías recíprocas (el inicio)

Con Agos nos conocimos al poquito tiempo que ella llegó a la ciudad, venía de un pueblito del interior y trabajaba de moza en un bodegoncito donde yo almorzaba todos los días.
A los dos meses de conocernos me preguntó si la invitaba a salir ya que no conocía a nadie y tampoco conocía la ciudad. Quedamos para el sábado siguiente y me dijo que esperaba pasarla muy bien. No es una súper diosa, pero tampoco estaba mal.
Salimos, lo pasamos lindo y terminamos cogiendo como los mejores. La relación de sexo y amistad fue creciendo, y la verdad es que era muy putita, me encantaba eso y a ella también.
Una vez y ya con mucha confianza, hablamos de nuestras fantasías. Ella me dijo que debíamos cumplirlas, a lo que le dije que si. Le pregunté cuáles eran las de ellas, y me dijo que sólo tenía una, meterme los dedos en el culo y dedearme. Que si yo aceptaba cumplirle eso, ella me cumpliría todas mis fantasías. Le dije que significaban todas mis fantasías, a lo que me respondió que todo lo que yo quisiera.
Nunca había hecho eso pero me gustó la idea de poder hacer con ella lo que quisiera. Así que accedí con la condición de que ella debería cumplirme una primera, como garantía. Me dijo que si y que la próxima salida empezábamos.
Quedamos en vernos el finde y pensé Can que podíamos arrancar ya que el precio era alto.
Llegado el finde, nos juntamos en casa, tomamos algo y le dije que se quedara en ropa interior y con las botas puestas. Obedeció y me preguntó con qué fantasía queria empezar. Le respondí que quería que fuese mi puta, cosa que ya venía siendo, y que a cambio de su fantasía iba a hacer con ella todo lo que quisiera. Me dijo que no había problemas y que estaba dispuesta a pagar el precio.
Le dije que si iba a ser mi puta, lo primero que quería era hacerle un casting porno y grabarlo. Me dijo que le encantaba la idea y que estaba dispuesta. Tome mi celular y le dije que se arrodillara y empecé a filmar.
Fueron dos horas, con intervalos, donde la cogí en todas las poses, por todos lados y lo súper disfrutamos.
Me pidió que cumpliera mi parte del trato y accedí.
Si bien no me gustó mucho, ella si lo disfrutó y me dijo que yo podía hacer con ella lo que gustara.
Valió la pena ya que tenía una putita gauchita para satisfacer todos mis gusto…

Desde entonces vengo cumpliendo muchas cosas que quería hacer pero no siempre tenía una putita así a disposición.

voy a ir contando varias cosas que hicimos y también me gustaría que me tiren ideas.