Vi por la ventana y logré ver el amanecer, las nubes de color rosa y el cielo morado claro lentamente volviéndose más y más azul claro. Volteé mi vista a mi entrepierna. La cara de una chica estaba ahí, chupándome el pene. Tenía los labios y sus mejillas, rojas y rechonchas, llenas de una mezcla de su saliva y mi semen, burbujeante y caliente. Sus ojos miraban hacía arriba cuando eyaculé, haciendo un perfecto ejemplo de "pequeña muerte". Creo que era linda cuando hacía eso.
Judit era el nombre de esa chica. Pelinegra y de piel blanca como la leche. Era de complexión ancha, aunque sus senos no eran tan grandes. Tenía algunas estrías en los muslos. Estaba llena de pecas por todo el cuerpo. Además, usaba lentes, dándole esa apariencia de nerd, pero no de nerd lista, más bien nerd de comics y anime y así. Y lo era, era la menos popular del instituto. No recuerdo que la molestaran con su peso, ni nada, pero siempre se vio relegada a mirar a los demás desde su puesto al fondo del salón.
No me acuerdo cómo fue la primera que cogí con Judit, pero recuerdo vívidamente que se volvió en algo común ese verano antes de irme a la uni. Solo recuerdo que me pidió que fuese su novio y le dije que no quería ser su novio, pero que podía actuar como uno. Lo que hoy se llama "Relación Sexo-afectiva"
Así inició todo. Mientras no estaba su familia (que solía ser casi siempre), iba y cogíamos hasta que se cansara. Y hacíamos de todo y en todas partes: Ya sea anal, vaginal, oral o manual, lo hacíamos en su cuarto, en la cocina, en la sala, en el cuarto de sus padres, en el sótano. Recuerdo bien que una vez cogimos mientras nos bañábamos, diría que fue la sesión más incomoda que tuvimos en toda nuestra relación. Incluso supera a la vez que cogimos en año nuevo en el patio trasero.
Básicamente, aprovechamos que su casa estaba a afueras del pueblo y que sus padres había ido a una fiesta de trabajo para revolcarnos como perros en el césped húmedo. Tuvimos suerte de que nadie nos hubiese visto, porque estaba todo el rato con mi mano en su boca para evitar que hiciera cualquier ruido. Creo que le gustó que hiciera eso, o tal vez hacerlo en público la excitó, porque me besó inmediatamente después de terminar. Yo la besé devuelta, pero de lengua, lo que la excitó aún más porque tuvimos sexo en la cocina. Creo que esa vez fue la primera que le practiqué yo sexo oral a ella. No sabía muy bien que hacer, pero su coño estaba rosadito y gordo, así que simplemente se la empecé a lamer, al inicio lento y ya al final como un animal, por decirlo de una forma. Sus gemidos llenaron toda la cocina.
Después, supongo que nuestra relación se tornaba más "Romántica". Empecé a hacer más cosas para ella aparte de satisfacerla sexualmente: Cocinar, limpiar los platos, podar el pasto, lavar la ropa y ese tipo de cosas. Algo que caracterizaba a Judit es que era una floja de primera. Prefería quedarse encerrada en su cuarto viendo Anime, o leyendo comics que ayudarme por lo que usualmente, después de que terminara, la "castigaba" cogiéndomela. En verdad era más como un juego, nunca me expresó que quería que parara y parecía disfrutarlo. Tampoco tenía que forzarla mucho, casi siempre que estaba en su cuarto solo llevaba un top y unas bragas elásticas, que no me costaban mucho sacar. Normalmente, después de cogérmela, terminaba viendo lo que ella estaba viendo, desnudos. Eran esos los momentos en los que le acariciaba los pechos, esos pecho de tamaño medio, suaves, blancos como la leche y con los pezones rosas invertidos.
Eventualmente, el verano acabó. Esa mañana en la que me estaba practicando sexo oral sería la última vez que cogeríamos. La última vez que vería ese rostro de guarra que ponía.
Después de que se lavara la cara, bajamos a la cocina y le hice unos panqueques de desayuno. Cuando acabó me dio las gracias, mientras algunas lágrimas salían de sus ojos. Le di un abrazo y le besé la frente, le dije que algún día volvería. Aún no lo he hecho, pero no lo descarto. Me dio algo de pena despedirme, fue divertido nuestro tiempo juntos.
Judit era el nombre de esa chica. Pelinegra y de piel blanca como la leche. Era de complexión ancha, aunque sus senos no eran tan grandes. Tenía algunas estrías en los muslos. Estaba llena de pecas por todo el cuerpo. Además, usaba lentes, dándole esa apariencia de nerd, pero no de nerd lista, más bien nerd de comics y anime y así. Y lo era, era la menos popular del instituto. No recuerdo que la molestaran con su peso, ni nada, pero siempre se vio relegada a mirar a los demás desde su puesto al fondo del salón.
No me acuerdo cómo fue la primera que cogí con Judit, pero recuerdo vívidamente que se volvió en algo común ese verano antes de irme a la uni. Solo recuerdo que me pidió que fuese su novio y le dije que no quería ser su novio, pero que podía actuar como uno. Lo que hoy se llama "Relación Sexo-afectiva"
Así inició todo. Mientras no estaba su familia (que solía ser casi siempre), iba y cogíamos hasta que se cansara. Y hacíamos de todo y en todas partes: Ya sea anal, vaginal, oral o manual, lo hacíamos en su cuarto, en la cocina, en la sala, en el cuarto de sus padres, en el sótano. Recuerdo bien que una vez cogimos mientras nos bañábamos, diría que fue la sesión más incomoda que tuvimos en toda nuestra relación. Incluso supera a la vez que cogimos en año nuevo en el patio trasero.
Básicamente, aprovechamos que su casa estaba a afueras del pueblo y que sus padres había ido a una fiesta de trabajo para revolcarnos como perros en el césped húmedo. Tuvimos suerte de que nadie nos hubiese visto, porque estaba todo el rato con mi mano en su boca para evitar que hiciera cualquier ruido. Creo que le gustó que hiciera eso, o tal vez hacerlo en público la excitó, porque me besó inmediatamente después de terminar. Yo la besé devuelta, pero de lengua, lo que la excitó aún más porque tuvimos sexo en la cocina. Creo que esa vez fue la primera que le practiqué yo sexo oral a ella. No sabía muy bien que hacer, pero su coño estaba rosadito y gordo, así que simplemente se la empecé a lamer, al inicio lento y ya al final como un animal, por decirlo de una forma. Sus gemidos llenaron toda la cocina.
Después, supongo que nuestra relación se tornaba más "Romántica". Empecé a hacer más cosas para ella aparte de satisfacerla sexualmente: Cocinar, limpiar los platos, podar el pasto, lavar la ropa y ese tipo de cosas. Algo que caracterizaba a Judit es que era una floja de primera. Prefería quedarse encerrada en su cuarto viendo Anime, o leyendo comics que ayudarme por lo que usualmente, después de que terminara, la "castigaba" cogiéndomela. En verdad era más como un juego, nunca me expresó que quería que parara y parecía disfrutarlo. Tampoco tenía que forzarla mucho, casi siempre que estaba en su cuarto solo llevaba un top y unas bragas elásticas, que no me costaban mucho sacar. Normalmente, después de cogérmela, terminaba viendo lo que ella estaba viendo, desnudos. Eran esos los momentos en los que le acariciaba los pechos, esos pecho de tamaño medio, suaves, blancos como la leche y con los pezones rosas invertidos.
Eventualmente, el verano acabó. Esa mañana en la que me estaba practicando sexo oral sería la última vez que cogeríamos. La última vez que vería ese rostro de guarra que ponía.
Después de que se lavara la cara, bajamos a la cocina y le hice unos panqueques de desayuno. Cuando acabó me dio las gracias, mientras algunas lágrimas salían de sus ojos. Le di un abrazo y le besé la frente, le dije que algún día volvería. Aún no lo he hecho, pero no lo descarto. Me dio algo de pena despedirme, fue divertido nuestro tiempo juntos.
0 comentarios - Relación con Gordita Nerd.