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Terminé de criado de mi jefa, el semental 3

Me despedí de Vale y me fui a mi lugar de trabajo y tome mi maletín y fui a la reunión en el último piso con mi jefa. Ella me hizo pasar en el acto, me senté y me quede viéndola mientras terminaba algo en su computadora.


Susana: Vaya acto que montaste en el comedor.- siguió antes que hablara.- comprendes que este circulo es más que sexo, es protegernos entre los miembros, es tener lealtad.


Alberto: Si señora.


Susana: Dame esos informes, y ven aquí abajo que necesito pasar este estrés.- paradójico no era por sexo.


Vi y en realidad la una forma que me dejaba era de rodillas entre sus pierna, ella se remango la falda y no tenia ropa interior, entendí perfectamente cual era mi lugar y función, empecé a comer la vagina de mi jefa profundamente.


Susana: Tranquilo que sino no puedo concentrarme, hazlo suave.- ella siguió leyendo el informe.


Yo continúe pasando mi lengua por su raja mas tranquilo, ella se saco un zapato y me empujo hasta yo caer sentado, no fue brusca, tomo su pie y empezó a apretar mi miembro, yo seguía esmerándome y trabajando su vagina.


Susana: Sácala afuera.


Yo obedecí y saque mi pene afuera, ella lo observo un instante y continúo leyendo mis observaciones en el informe. Ella puso su pie de nuevo en mi pene pasando de arriba abajo, tenía unas medias negras que llegaban a medio muslo, su vagina ya emitía bastante flujo y después de diez minutos eso era un charco. Ella dejo el informe en la mesa.


Susana: Ahora si empéñate.


Yo le di caña, y me esforcé al máximo en un par de segundo la jefa estaba acabando y se mordió los labios para no gritar, ella no había parado de acariciar mi pene con su pies.


Susana: Ven aquí semental, quiero probar tu semen.


Me pare y mi jefa me hizo una mamada muy similar a la que me hizo anteriormente, brutal. Yo no pude aguantar mucho, a parte no me había descargado en diez días.


Alberto: Señora ya voy.- no me dejo terminar.


Susana: Lo quiero todo en mi boca.


Yo empecé a descargar abundantemente en la boca de mi jefa y ella se lo tragaba todo y succionaba en el proceso, quede desecho, me aparte un poco.


Susana: Es delicioso.- dijo juntando un poco que habían escapado de sus labios.- leche totalmente deliciosa y fértil, vamos a sacar buenos bebes de ti semental.


Estaba confundido, había dicho bebes, estaba pensando todo mientras ella manejaba su Mercedes Benz GLC 300, me llevaba a una cena del grupo en uno de los restaurant más exclusivos de la ciudad.


Alberto: Disculpe señora, dijo que tengo que tener hijos, debo ser padre.


Susana: Bueno si quieres reconocerlos y hacerte cargo de tu función como padre, me parece bien. Como dije el grupo de dará los beneficios de acuerdo a tu esfuerzo. Aunque solo podrás casarte con una de nosotras.- Ella miraba al frente, pero con el rabillo del ojo miraba mi reacción.


Alberto: Casarme, ¿yo? ¿Con una de ustedes?- A ver más allá de toda lógica, esto no estaba bien.


Susana: Si, se vería raro que fueras pareja de todas. Así que elegí a Valentina para ti. Se complementan bien.


Yo quede perplejo, no es que me disgustara cualquiera de las cuatro mujeres, valla que las cuatro eran bellísimas, el sueño de cualquier hombre, con personalidades distintas, cuerpos hermosos pero distintos. La SUV entro al estacionamiento del restaurant, alguien nos acompaño hasta un pequeño reservado VIP, me quede parado, seguía procesando todo, todo el grupo estaba ahí, y se quedaron mirándonos.


Hernán: ¿Pasa algo?


Susana: Nada, veníamos hablando del casamiento de Vale con Alberto.


Vale estaba tomando agua y se ahogo, no paraba de toser, mientras Clara y Juli la ayudaban, pero no paraban de reírse. Hernán también tenia una media sonrisa, la que parecía inmune a todo, y se había acomodado muy tranquilamente era Susana, estaba como si no hubiera dicho nada.


Susana: Bueno pidamos la comida.


Mi teléfono no paraba de vibrar en mi bolsillo. Me excuse diciendo que me llamaba mi madre y podía ser urgente. Salí a una terraza que se usaba para los fumadores. Y me comunique con mi santa madre, ella me llamaba tan urgentemente para invitarme a una fiesta de la Universidad, iban a aprovechar esta fiesta para homenajearla por su jubilación y treinta años de servicio en la misma.


Mi mamá era una simple administrativa en la misma, pero era muy querida. Era justo este viernes, y como era tan antisocial me obligo a prometerle que iría. Después de un par de minutos me despedí de ella. Antes de volver me pareció escuchar una voz familiar, provenía de una ventanita al final de la terraza, al acercarme me di cuenta que era del baño de damas. Las voces eran inconfundibles, era Juli y Vale.


Vale: Hay que vergüenza.


Juli: Pero no era lo que habían hablado.


Vale: Si, pero no viste su cara, Susana se adelanto. No quiero obligarlo, quiero que sea natural.


Juli: Natural, en esta familia nada es natural. Pero mejor así, de una o otra forma tendrás tu respuesta al terminar la noche. A parte quien en su sano juicio te podría rechazar a ti, mira que belleza.


Vale: si dice que no, lo protegeré y pagare por su lealtad, no lo expulsaremos del grupo.


Juli: Claro, quieres seguir teniendo sexo con él. Como es el único hombre que te ha hecho llegar a un orgasmo, no quieres perderlo.


Vale: No digas tonterías y volvamos.


Me quede cinco minutos más en la terraza no fui tan obvio para llegar junto a ellas. Me quede pensando en todo lo escuchado de Valentina, y me alegre, pero también tenia un desafío. Y era como llevar a buen puerto todo. Cuando volví me preguntaron cual era la urgencia, al contarle lo de la fiesta Juli dijo que el viernes justo estaría en mi ciudad visitando una de las empresa en la cual tenían un paquete accionario importante.


La cena se llevo en relativa calma se hablo sobre todo del golpe que le di al ex de Vale, incluso Susana mostro orgullosa el video de seguridad. No pararon de reír, Vale me lanzaba miraditas con una cara de perrito abandonado. Ya después de la cena nos pedimos unos cafés, y yo procedí a explicar todos los datos de la investigación.


Hernán: Mira Alberto, en este momento no nos conviene hacer mucho alboroto, estamos por adquirir la mayor exportadora alimenticia del país, por ello nos hemos unidos con otras dos grandes empresas, es un negocio valuado en más de tres mil millones de dólares. Hasta que el trato no se cierre no podemos permitirnos un escándalo de este nivel. Toda la Gerencia esta abocada a este trato, por eso te delegamos toda la investigación a ti.


Susana: Esto no quedara impune, mañana quiero que nos reunamos con tu equipo en el estudio jurídico del esposo de Hernán. Ellos tomaran todas las pruebas y terminaran de hacer la investigación, y las presentaran a la justicia, esto nos dará tiempo a cerrar este dichoso trato, que me va a volver loca.


Clara: Bueno superado estos dos problemas, cuando es el casamiento, y lo más importante para nosotras cuando encargamos los bebes.- Yo me quede congelado, y Vale también pego un respingo.


Susana: Bueno tendrían que dejar pasar un par de meses para que todo este lio se olvide.- No la pude dejar seguir más.


Alberto: Señora Susana, yo mañana le daré mi respuesta.


Vi que su cara se transformo, no le gusto ni media mi interrupción y menos que no la obedeciera, pero note que de a poco me iban llevando para un lugar y esto parecía una montaña rusa. Fue a decir algo Susana ya enojada, pero Hernán toco su brazo.


Clara: Perfecto, me parece muy bien.- y como para desviar la atención comento.- cuando este maldito trato termine haremos un retiro, y una gran orgia, eso debe servir para sacarme el estrés que tengo. Para colmo mañana tenemos que viajar temprano para seguir con las negociaciones.


Susana se quedo callada, pero visiblemente enojada. Un par de minutos después estábamos en el estacionamiento, antes que Susana me agarrara para hablar conmigo, le hable a Valentina.


Alberto: Vale te llevo a tu casa has bebido mucho, yo puedo manejar tu auto.- ella asintió con la cabeza, todo el mundo se dio cuenta que era para quedarnos solos y poder hablar.


Ella había tomado demasiado vino, intentando escapar de la tensión generada por la conversación entre Susana y Clara. La ansiedad la había llevado a buscar refugio en las copas. Ahora, en el auto, ambos estábamos nerviosos, conscientes de que la conversación que íbamos a tener podría definir el futuro de nuestra relación y nuestras vidas. El ambiente estaba cargado de expectativa y ansiedad, sabíamos que lo que se dijera en ese momento podría tener un impacto duradero.


Alberto: Valentina, creo que tenemos que hablar de todo esto. Sé que venimos de mundos diferentes, de clases sociales distintas y de grupos diferentes. Incluso nos separan diez años de edad, lo que puede ser un obstáculo significativo. Pero si te soy sincero, tú eres la única persona con la que me siento cómodo, la única con la que puedo ser yo mismo. Para mí, tener una relación contigo es como un sueño, pero no quiero que te sientas presionada por tu familia o por cualquier otra circunstancia. Quiero que lo hablemos y que decidamos juntos qué futuro queremos para nosotros.


Ella introdujo la dirección de su casa en el GPS del auto y me dijo.


Vale: Vamos a mi casa, ahí podemos hablar más tranquilamente y tomar la decisión que nos convenga.


Me pareció una buena idea, necesitábamos un lugar donde pudiéramos hablar sin interrupciones ni distracciones. Mientras conducía hacia su casa, mi mente estaba llena de pensamientos y emociones.


En su casa, ella preparó un té para ambos. Estábamos nerviosos, y yo no sabía bien qué decir. Así que le pregunté sin más preámbulo.


Alberto: Valentina, ¿qué te parece la idea de que nos casemos?. ¿Y sobre los bebes del circulo?


Y ella respondió con una sonrisa pícara.


Vale: Ah, eso tendrás que averiguarlo por las malas, con una propuesta formal, con anillo y todo. Ahí sabrás si quiero casarme contigo o no. Sobre los bebes no me molesta.- Y luego añadió, con una mirada muy dulce.- Mientras tanto, creo que deberíamos descansar, ya que mañana tengo que viajar temprano. Así puedes llevarme al aeropuerto.


Ya en la habitación nos desnudamos, ella se acostó en posición fetal y me llamo a su lado, me acosté en su espalda haciendo cucharita. Ella tomo una de mis manos que estaba bajo de ella y la puso en su estomago, la otra mano mía la coloco sobre su pecho, mientras que busco mi pene que ya estaba erecto y levanto un poco su pierna y lo deposito contra su vagina. Ella con su mano libre acariciaba mi brazo y con la otra hacia lo mismos con mi cadera y nalgas, mientras movía sus caderas suavemente y con ritmo frotando nuestros sexos. Aquello era más que sexo, era una confirmación.


Alberto: Entonces somos novios.- dije besando su cuello.


Vale: ¿Te me estas declarando?.- dijo girando su cuello.


Alberto: Si.- la bese suavemente en los labios.


Vale: Esta bien, acepto cariño, pero ahora tendrás que hacerme el amor.


Y yo entendí, entendí el matiz de lo que dijo, no era lo mismo tener sexo que hacer el amor. Nos besamos profundamente mientras nuestros sexos seguían frotándose. Ambos estaban húmedos y calientes, como nuestros labios en ese momento. Mi líquido pre seminal y sus flujos hacían de lubricación perfecta para el masaje genital que nos estábamos dando, pero ninguno quería separarse, seguíamos besándonos, con mucha lengua y saliva. Yo seguía a su espalda, y ella con la cabeza girada nos seguíamos besando. Ella bajo una de sus manos y apretó mi pene contra su vulva, lo que provoco mayor placer para ambos.


Yo en un momento dado no pude más y presione mi pene en su vagina y entro más de la mitad, ella emitió un gran suspiro, y enterró su cara contra la almohada, aumente el ritmo de las penetraciones, y con mi boca ataque directamente su cuello, mis manos acariciaban su pecho y vientre, ella un par de segundos después llevo su mano a su clítoris y empezó a masajearlo.


Vale: Si cariño, no aguanto más, vente conmigo.


Y empezó a gritar y su vagina a contraerse con un gran orgasmo. Cada vez que su vagina se contraía me arrastraba inmediatamente al orgasmo, era como si me estuviera ordeñando el pene, y no fue la excepción. Acabe abundantemente dentro de ella. Y nos quedamos así, acariciándonos nos quedamos dormidos.


En la mañana tuvimos que salir corriendo, menos mal que el vuelo que iban a tomar al interior del país se iba a realizar en el avión privado de la compañía, sino hubiera perdido el vuelo, la deje en el aeropuerto, ahí la estaban esperando Clara y Hernán.


Vale. Solo una regla cariño, no te puedes acostar con ninguna mujer.- yo rápidamente pensé, he iba a preguntar, pero ella aclaro.- Ninguna mujer que no este en el circulo.


Nos dimos un piquito cosa que fue aplaudida por los otros dos. Al llegar a la empresa, me di cuenta de que había llegado en el auto de Valentina, un Audi A7 Sportback demasiado llamativo y fuera de mi alcance como empleado. Decidí aparcarlo en un estacionamiento cercano. Nada más llegar, me informaron de que tenía una reunión en la sala de juntas junto al despacho de la gerente general. Me olió mal, y pensé que podría tener relación con la pelea que había tenido con el director de compras.


No me equivocaba, ya que al entrar en la sala, estaban el director de compras, el director administrativo y el director de recursos humanos, todos relacionados con la investigación que yo había llevado a cabo. En la cabecera de la mesa, estaba sentada doña Susana Aridmendia, mirando las hojas que le habían presentado sin decir una palabra. El ambiente era tenso y expectante.


Doña Susana estaba furiosa, con un carácter que parecía un Dóberman a punto de atacar. Se dirigió a todos los presentes con una voz que más que hablar parecía ladrar.


Susana: Aquí mando yo, y solo tienen que escuchar. No quiero ningún problema.- Luego se centró en mí y en Martín.- Señor Albero Rodríguez, usted agredió a un Directivo de esta empresa, será suspendido dos días.- Yo solamente asentí con la cabeza.- Sr. Martín Hernández, usted tomo del brazo y saco a la rastra del comedor a una de las dueñas de la empresa.- Martín se quedo pálido.- y tengo entendido que quiere iniciar acciones legales contra el señor aquí presente. Bueno si medimos con la misma vara, nosotros también tendríamos que actuar en consecuencia. Su sanción será hablada en la próxima reunión de la junta de accionistas. Pueden retirarse todos, no los quiero ver. Usted señor Rodríguez todavía no me he cansado de gritarle, quédese.


Ni bien se fueron, por el intercomunicador pidió que pasara el Jefe de Seguridad, el tipo era alguien de la vieja escuela, un hombre sobre los sesenta años, leal y justo, pero un perro si se lo molestaba. Le pidió que nos acompañara a una reunión fuera de la empresa.


Llegamos al Estudio Jurídico del esposo de Hernán. Estaba todo el grupo de investigación, más la Señora Susana y Enríquez el Jefe de Seguridad. En esa reunión presentamos toda la investigación. También el abogado nos dio instrucciones expresa a seguir, también nos indico que teníamos que realizar un seguimiento de los implicados para que no se destruyeran ninguna prueba. Todos sabíamos que hacer, y que rol cumplir, no debíamos llamar la atención para nada. La señora le dio órdenes a Enríquez y este se fue de inmediato a cumplirlas.


Susana: ustedes han prestado un servicio muy grande a nuestra empresa.- nos dijo al grupo de investigación.- por lo tanto por sugerencia del Sr. Rodríguez, vamos a entregarle un bono por su fidelidad. Cada uno recibirá cincuenta mil dólares.- alguno quisieron hablar.- la lealtad no tiene precio, y mientras pueda la compensare. Aquí enfrente hay un buen restaurant, es de la familia del esposo de mi hermano, almuercen ahí, yo pago. El Sr. Rodríguez y yo tenemos que seguir haciendo trámites.


Todo el mundo no escatimo en elogios para la Sra. Susana, ella estaba incomoda, así que los despacho, note que ella tenia un problema parecido al mío, sino era un tipo de autismo estaba cerca.


Susana: Tenemos que festejar que te pusiste de novio, o no semental.- dijo mientras subíamos al SUV.- Te llevare a comprarte ropa, y a sacarte esa mugre de pelos que tienes ahí abajo y después iremos a almorzar.


Alberto: Pensé que estaba enojada conmigo señora.


Susana: Si, me desobedeciste, pero al final hiciste lo que yo quería.


La señora Susana me sorprendió con su amabilidad y generosidad. Me llevó a los mejores lugares de la ciudad. Fuimos a un sastre y me encargo tres trajes a medida. También me compro uno ya hecho. Después fuimos al centro comercial, y me compró más ropa y accesorios, incluyendo un reloj que me encanto. Fuimos a una estética donde me cortaron el pelo y me depilaron completamente. Después, nos sentamos en un restaurante y tuvimos una charla amena sobre todo tipo de temas. Me di cuenta de que no era tan mala como pensaba, sino alguien más cercana y humana, tal incomprendida como yo. Entendí mejor sus actitudes y decisiones.


Después de un día tan relajado, decidí viajar a la ciudad natal, a la casa de mis padres para pasar el día y asistir a la fiesta de la universidad que era el viernes por la noche. Algo que me di cuenta ya en San Nicolás, mi ciudad es que me habían hecho un deposito en mi cuenta bancaria, cuando vi el saldo casi me caigo de espalda, doscientos mil dólares, por obra y gracia de mi querida jefa.

3 comentarios - Terminé de criado de mi jefa, el semental 3

ekissa7512
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soy_caliente +1
Escribes buenos relatos..sigue lss sagas rsuoy intrigadisimo