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Me pagaron una deuda, con una mujer (6): Otra sumisa

Volví a mi casa ya de noche, me encontré a Ana sentada en el living con poca iluminación, como mirando a la nada y con síntomas de haber estado llorando. Me acerque lentamente, me senté a la par de ella y la abrace.


Ana: Si no me hubiera cruzado contigo viviría engañada toda mi vida, y hasta terminaría en un agujero mucho más profundo del que he estado.- dijo mientras apoyaba su cabeza en mi hombro.


Yo: Nada te pasara yo te protegeré siempre.


Ana: y yo siempre te serviré.


Nos besamos dulcemente, hasta que Ana metió su lengua en mi boca y su mano empezó a masajear mi miembro por encima del pantalón. Ella se subió a caballo encima de mí, nos besábamos mientras ella se restregaba sobre mí, mi pene en segundos consiguió su máximo esplendor, baje mi mano a sus nalgas y empecé a estrujarlas. Nos separamos y mi boca busco su cuello, de un tirón abrí el escote del vestido y con mi lengua recorrí parte de sus pechos.


Ella torpemente intentaba desabrochar mi pantalón, no queríamos separarnos, se levantó un poco y lo consiguió, sobre la misma corrió su tanga hacia un lado y llevo mi miembro a su vulva, con su mano hacia presión con mi miembro contra sus labios, una y otra vez, hasta que por lubricación, calentura y un movimiento de cintura mi pene termino por completo dentro de ella, un gemido gutural dejo escapar.


Yo: Mmm esto está demasiado bueno.


Ana: Si, demasiado cariño.- Lo dijo a propósito, mirándome a los ojos y esperando mi reacción.


La tome de la cara y la bese, intentando demostrar todo mi amor y ella hizo lo mismo, aunque nuestro beso se convirtió en una batalla de lengua, succión de labios, mordeduras. Mientras nuestros sexos buscaban alejarse para volver a encontrarse con mucha violencia, nunca lo habíamos hecho con ropa, ni en esa posición, yo sentado, me estaba gustando que tomara la iniciativa y me diera placer.


Y en verdad si lo hizo, se cansó del mete y saca y empezó un movimiento circular con sus caderas buscando que nuestros órganos tuvieran el mayor contacto posible, y nosotros no parábamos de besarnos.


Mi mano seguía apretando un pecho y la otra ya jugaba libremente en la entrada de su ano con dos dedos, y ocurrió lo inevitable, no se puede tener tanto placer por tanto tiempo, la descarga en su interior la arrastro a un muy buen orgasmos, ella se quedó quieta y yo seguí introduciendo dos dedos en su ano y los movimientos de caderas y espasmos se alargaron por un par de segundos más, se quedó en esa posición un par de minutos para recuperarse, se desmonto y vio mi pene hecho un desastre, brillante lleno de flujos y semen, se agacho y con su lengua recorrió todo mi pene dejándolo impoluto, totalmente limpio.


Ana: Así está más bonito.- y con una sonrisa se fue a la ducha.


No teníamos mucho tiempo para otra cosa, teníamos que levantarnos temprano. Y teníamos que dividirnos, Ana tenía que ir a buscar a su prima a la estación de buses, para ello hable con uno de los policías para que la acompañara, irían en la camioneta que me dio Juan Carlos. Mientras que yo tenía que ir a prestar declaración delante del Juez y el Fiscal por la investigación que tenía Juan Carlos, ahí se me notificaría de la amenaza a mi vida. Antes de dormir Ana me mostro un mensaje que había recibido de Miguel desde un teléfono desechable, en el cual le decía a Ana que a partir del día siguiente tenía que ir informándole por mensaje todos mis movimientos. Simplemente les contesto que si. Y nos fuimos a dormir.


El martes nos levantábamos temprano. Estaba lluvioso y la temperatura había bajado bastante. Nos preparamos rápido para hacer cada uno lo que tenía que hacer. Ana iba a ir a buscar a su prima a la estación de Buses y yo tenía que ir al juzgado a declarar. Ana preparó café de más para llevarle a los policías que estaban afuera. Cuando salimos, Ana se fue en la camioneta Audi con el efectivo policial y yo me dirigí al juzgado, escoltado por el otro policía en su auto.


Llegué al juzgado temprano, no quería hacer esperar a nadie. Tuve que esperar en una sala contigua, donde me trajeron café y estuve acompañado de mi amigo Raúl. Charlamos de todo un poco y él me preparó más o menos para lo que tenía que decir y hacer al entrar en la sala. Cuando entré, estaban el juez y el fiscal, quienes me notificaron sobre las escuchas que comprometían a Juan Carlos, donde aparentemente planeaban un robo y fingir mi accidente fatal. Me hice el sorprendido. Me dijeron que me pondrían una escolta policial y que debería estar lo más quieto posible, si era posible quedarme en mi casa.


Después de salir del juzgado, me junté con mi amigo Raúl, quien me puso al tanto de cómo avanzaba la investigación. Me dijo que Juan Carlos estaba cada vez más comprometido y que tenían más pruebas en su contra. También habían encontrado pruebas concretas sobre sus socios, el Gordo Tony y su banda, incluyendo tráfico de drogas, lavado de dinero, robos, préstamos usureros y hasta un homicidio. El objetivo era terminar con todo lo antes posible, antes de que se filtrara información a la prensa o a policías corruptos que podrían alertar a la organización.


Raúl me dijo que la idea era acabar con toda la organización en menos de una semana, pero que sería un golpe complejo que implicaría muchos factores para asegurarse de que Juan Carlos, Miguel y el Gordo Tony cayeran.


Después de reunirme con Raúl, me sentí aliviado y satisfecho con los planes que habíamos trazado. Era crucial eliminar la amenaza que representaba Juan Carlos y su entorno, no solo para mí, sino también para proteger a Ana en el futuro. Sin embargo, mi mente estaba en otro lado mientras me dirigía a la empresa. No podía dejar de pensar en lo que habíamos hablado con Raúl y en lo que estaría haciendo Ana en ese momento. Intenté concentrarme en el trabajo, pero mi atención estaba dividida. La mañana se me hizo larga y pesada, y solo pensaba en volver a casa por la tarde y ver cómo se desarrollarían los acontecimientos.


Mientras tanto, Ana se había dirigido a la terminal de buses y había recibido a su prima Maite. Apenas tuvo que esperar, ya que el colectivo estaba próximo a llegar. Las dos primas se habían mantenido en contacto desde temprano. Al llegar, Maite abrazó a su prima y se fundieron en un abrazo cálido y emotivo. Las lágrimas, los mimos y el consuelo no faltaron. Maite era una mujer fuerte y sacrificada, como Ana, y había pasado por mucho. Ver a su prima después de todo lo que había pasado la desbordó y la hizo llorar desconsoladamente. Después del emotivo reencuentro, pasaron por algunas tiendas de ropa para comprar ropa nueva, ya que Maite solo había venido con lo puesto.


Llamé a Ana solo para preguntar cómo había llegado Maite y cómo estaban. Me respondió que estaban bien y que me esperarían a la tarde. Me sentí aliviado al saber que todo había salido bien. Ya pensaría en cómo ayudar a Maite, tal vez podría conseguirle trabajo con alguno de mis contactos o ver si podía hacerle un lugar en la empresa. Estaba dispuesto a ofrecerle mi apoyo y ayuda en lo que necesitara. La tarde se acercaba y estaba ansioso por ver a Ana y Maite, y empezar a trabajar en encontrar una solución para su situación.


Mientras conseguía un lugar o trabajo para Maite, podría quedarse en mi casa el tiempo que necesitara. No había problema, ya veríamos cómo nos acomodaríamos. La casa era lo suficientemente grande como para que se sintiera cómoda y segura. Me parecía lo menos que podía hacer por ella, después de todo lo que había pasado. Ana y yo podríamos hacer algunos ajustes para que Maite se sintiera como en casa. La prioridad era que se sintiera segura y apoyada.


Llegue a casa cerca de la 19 horas, había sido un día bastante largo, y si ha eso le sumábamos que ya veníamos cansados del fin de semana y del lunes, quería descansar, pero hasta que no solucionara lo de Maite no me iba a poder tranquilizar. Debía convencer a Ana que la estadía de su prima era temporal, y lo de que se sumara a nuestra pareja como esclava era toda una locura. Si ya con una mujer joven en casa yo quedaba para el arrastre, ni imaginar con dos, era totalmente descabellado.


Otra cosa es que estaba temeroso de que la presencia de Maite dañara mi relación con Ana, ya que habíamos desarrollados sentimientos el uno con el otro y estábamos llevando un lindo periodo de enamoramiento, no quería arruinarlo. Estacione el auto en mi cochera, y les lleve unos refrescos y bizcochitos a los policías que estaban de guardia. Estos aparte de agradecerme, me mostraron unas fotos de la tarde.


Policía: Mire Esteban, esta tarde anduvo merodeando uno de los sujetos de interés, es el que se llama Miguel, lo trajo el otro sujeto mayor Juan Carlos, y lo dejo a un par de cuadras, estuvo estudiando la zona, vio las rutas de escape, donde podía haber cámaras, y observo su casa por un rato, no se preocupe que estos dos son vigilados todo el tiempo.


Salude a los chicos y me metí en mi casa. Lo que me contaban era algo que esperaba y me había advertido Raúl, ambos personajes habían investigado en internet homicidios reales, y como los habían encontrado. Bueno ellos creen que son muy listos, “Nunca interrumpas a tu enemigo mientras comete un error”, dijo un gran general.


Entre en la casa, y me encontré a Ana esperándome en el Living, estaba muy bien arreglada, con un lindo vestido suelto, los vestidos color pastel que me volvían loco, le podía meter mano cada vez que quería, o incluso tomarla, y eran fácil de quitar. Un maquillaje sobrio, que resaltaban aún más su dulce rostro, y unos zapatos de tacón rojos.


Ana: Amo siéntese y ahora le sirvo un café.- la mire por como me trataba.- déjeme que lo trate así hoy, por favor.
Yo: ¿Dónde esta tu prima?.- dije pensando que estaba descansando, del largo viaje.
Ana: Mi Amo, tenemos que hablar.- asentí con la cabeza, porque quería dejar en claro mi postura.- Lo más importante es que Miguel me ha mandado varios mensajes hoy, y no los he abierto.
Le pedí el teléfono y los miramos juntos.
Miguel: Zorra necesitamos que nos informes sobre los horarios de Esteban, que hace, si sale a algún lado, o tiene planeado ir a algún lado.
Miguel: Si ves dinero o él lleva grandes cifras de dinero a la casa, o si hay una caja fuerte en ella.
Miguel: Zorra contesta, no te olvides a quien le debes lealtad.
Miguel: Zorra hedionda, estoy afuera de la casa de Esteban, dime si estás sola.
Ella se puso un poco incomoda, la atraje a mí y la senté en mi falda.
Yo: Tranquila la policía ya me dijo de esto. Ven le contestaremos juntos, Raúl me dijo que poner si esto ocurría.
El mensaje buscaba no levantar sospechas.
Ana: Hola Miguel, saluda al amo Juan Carlos. Disculpa que no te conteste, recién me dan él celular, no lo tengo siempre conmigo. No, no estaba sola, siempre estoy acompañada o por el Señor Esteban o por la empleada de la Limpieza. Y sus horarios no son fijos, pero de seguro no está en las mañanas. En cuanto a dinero, eso no lo se. El cuando llega se encierra en su oficina y no puedo ver nada. Si observo algo te aviso.


Miguel: Bueno, si puedes sácale información a la empleada de limpieza. Borra todo para que no lo vean. Ya falta poco para que todo termine y el amo te recompensara.


Ana apretaba el celular y hasta sus falanges de la mano se pusieron blancas de tanta presión.


Ana: Hijo de puta, yo sé como me recompensara, haciendo de mi vida un infierno.


Yo: tranquila cariño.


Dije mientras acariciaba su cara, ella tardo un par de segundos en entender como le había dicho y como la trataba nos miramos y nos dimos tres tiernos piquitos.


Ana: Amo lo importante de hoy es que llego su nueva esclava, déjeme que se la presente.- la tome del brazo y la senté en mi falda de nuevo.


Yo: Ven aquí, tenemos que hablar. Mira yo no busco otra esclava, ya te tengo a ti, y te amo, no necesito más.- vi que sus ojos se llenaron de lágrimas.- Tranquila yo ayudare a tu prima, le conseguiré trabajo y puede quedarse aquí todo el tiempo que quiera.


Ana: Amo no entiende, ella quiere ser su esclava, y yo quiero que ella sea su esclava, ella es como mi hermana. Las mujeres como nosotras no pueden estar solas, necesitamos alguien fuerte y bueno como usted para que nos guie y proteja. Sino terminaremos en manos de canallas o alguien malo que nos prostituya.


Y en realidad tenía razón, todo esto me lo había comentado el psicólogo forense, y también estaba en los libros que me había dado. Las mujeres tienden a elegir un patrón de hombres determinados, bajo circunstancias determinadas. Son tan vulnerables que posiblemente elijan a otro golpeador.


Me quede pensando en que decir para que sonara más bonito, pero Ana no me lo permitió y salió hacia las habitaciones a buscar a su prima. Creo que mi cerebro se fue a otra dimensión cuando Ana volvió con su prima, deje de pensar y hasta mi mandíbula se me desencajo. Por supuesto que intente disimular, tanto como puede un hombre. Es que hasta lo que había visto en su momento era su foto de perfil, la cual estaba con su marido, y ella estaba muy desarreglada. Esto era otra cosa, Ana la había arreglado y preparado a conciencia.


Déjenme describirla, creo no poder hacerle justicia. De cara es linda, aunque Ana era más bonita, tenía una cara ovalada y un pelo negro, ojos color verdes, y sobresalían sus labios cortitos pero anchos. Su piel era blanca pálida, mucho más que la de Ana. Ella era bastante delgada, creo que ahí había intervenido el marido, tal vez la hacía pasar hambre. Pero así y todo lo que resaltaban eran sus pechos, eran redondos, preciosos un poco más grandes que los medianos, pero ella al estar tan delgada parecía mucho más grandes. Su culito era poquito, ahí si se notaba la delgadez.


Para rematar todo esto Ana le había puesto un conjunto de lencería negro y un camisón hot totalmente transparente. Me hacía recordar mucho a la actriz que interpreto a Jane, la novia de Jesse Pinkman, en Breaking Bad. Solamente que tetona.


Maite: Hola Amo, soy Maite.- Un sonoro cachetazo propinado por Ana, impactó en su mejilla.


Ana: Silencio, nadie te dio permiso para hablar. El amo todavía no te ha aceptado, por lo tanto no tienes derecho a llamarlo así.- Se dirigió a mi.- Disculpe mi Amo, esta puta es del campo, y si bien es una sumisa, no ha sido adiestrada como una esclava.


En realidad esto era surrealista, no lo podía creer, tampoco podía creer el comportamiento de Ana. Respire hondo tome la taza de café y bebí el ultimo sorbo que quedaba. Mi silencio puso nerviosas a ambas, que pensaron que todo su plan se iba a la basura.


Ana: Amo esa es una ventaja, así usted puede adiestrarla.- La giro y le hizo sacar culo.- mire este trasero, está un poco flaco porque su ex la mataba de hambre, pero bien alimentada y con ejercicio, puede ser un buen trasero para que el amo azote, tiene potencial.


Ana la hizo inclinar un poco tomo sus nalgas y las separaba y juntaba, ella estaba a menos de un metro mío, y yo podía ver todo su ano y los labios de su vulva cuando hacia este movimiento hipnótico. Ana me miraba y yo intentaba no dar pruebas de que me hubiera afectado, entonces como si fuera una vendedora se esforzó al máximo con su ataque. La desnudo por completo, en realidad el tanga tapaba poco.


Ana: Mire amo, que buena vagina y que buen ano. Tienen poco uso, y el anterior dueño no tenía una herramienta como usted, así que está bastante apretada.- dijo metiendo un dedo en su vagina, lo saco, y la giro quedando frente a mí.- Mire que par de ubres, parece una vaca, tiene los pezones muy sensibles, fíjese que grande la aureola y mire que pitones.


Maite estaba roja de vergüenza, claro no era lo mismo ser maltratada y golpeada en el campo, que ser una sumisa, si bien tenía cosas en común, no era lo mismo. Ana le abrió un poco las piernas y separo sus labrios mayores de la vagina, eran gorditos, muy prolijos, ella estaba completamente depilada, como Ana, sospechaba que también había tenido que ver ella con esto. Ana se mojó un dedo y lo paso por su Clítoris, después de un par de pasadas asomo el clítoris más grande que he visto, como de un centímetro más o menos. Yo ya tenía una erección más que evidente, y ambas se habían percatado de ello.


Ana: Permítame una demostración amo.


En no más de tres segundos Ana había desabrochado mi pantalón y dejar mi pene al aire, tome nota mental de castigarla después por esta insolencia. Maite se arrodillo entre mis piernas, tomo mi pene y sin perder tiempo lo fue engullendo poco a poco, logro que pasara más de la mitad, hizo lo mismo otra vez, he intento un poco más y lo consiguió, ella aguantaba bastante bien las arcadas, lo hizo repetidas veces hasta que consiguió tragarlo todo, algo que Ana nunca había podido hacer.


Una de sus manos acariciaba mis pelotas, seguro que Ana la había preparado con mis gustos, suavemente con los dedos las acariciaba. Mientras seguía tragándose todo lo que podía, mientras Ana se había situado atrás mío y me daba suaves besos en el cuello y me mordía las orejas, mientras sus manos me habían desabrochado la camisa y acariciaban mi pecho.


Ana: Amo pruebe las ubres de esta puta. Ya va a ver que están buenísimas.


Maite al escuchar a su prima escupió en mi pene, y lo puso entre sus tetas. Empezó a moverlas circularmente frotando mi pene. La verdad nunca en la vida había sentido unas tetas tan calentitas y suaves, cada tanto volvía a escupir mi pene. Cuando se cansó de aquello empezó a subir de arriba abajo masturbándome, mientras Ana me besaba, se soltaba y buscaba mi cuello.


Yo no podía aguantar mucho aquel doble ataque, y ella lo noto, metió la cabeza de mi pene en su boca y con una mano empezó a masturbarme furiosamente mientras que la otra acariciaba mis bolas, mientras estaba mi cabeza en su boca su lengua jugaba con ella. Yo no aguante más y empecé a descargar dentro de ella, fue potente y abundante mi orgasmo, pero no satisfecha empezó a succionar mi pene, me estaba prácticamente ordeñando, lo que prolongo mi orgasmo. Ana se acercó a mi oído.


Ana: Ves cariño, ves que es una buena puta, y te puede servir, nosotras vamos a preparar la mesa para cenar. Y si quieres después puedes usarla.


Como me había manipulado la puta de Ana. Ya tendría que darle un escarmiento, pero la verdad es que me gustaba lo que había pasado, aunque no podía dejarla sin castigo.

4 comentarios - Me pagaron una deuda, con una mujer (6): Otra sumisa

soy_caliente +2
Buen relato estoy pegadisimo a tus historias... asi que quedo atento al proximo cap
rockemo001 +1
que buena historia atento a la siguiente parte
Marc7663713 +1
Ufa!! Que excelente relato y continua poniendo se mejor, van +10
Mklf +1
Espero el próximo +10