Mi amigo el alfa 2

Al día siguiente, me estaba alistando para ir de nuevo al instituto, pero aún no podía olvidar lo que había visto ayer en la cocina. Por más que trataba de evitarlo, no podía dejar de masturbarme. Al bajar a la sala, vi a mi amigo ya listo, con una sonrisa, esperando para irnos. Mientras nos íbamos, mi madre nos dio su bendición y nos deseó un buen día. Eso, en vez de ayudar, solo ocasionó que tuviera una erección, pero como no tengo un atributo tan grande, tampoco tenía que evitar ocultarla.

En el instituto, todo transcurrió normal; no hubo gran cosa. Ya al final, en la tarde, cuando me iba a mis tutorías, vi a mi amigo irse. En ese momento, rápidamente entró en mí una sensación de morbo muy grande. Tenía tanta lascividad que sentí que mi corazón iba a explotar, y mi boca no dejaba de salivar. Así que me propuse faltar nuevamente, arriesgando todo con tal de verlo de nuevo.

Me quedé sentado afuera del instituto, contando los minutos para emprender mi caminar hacia mi hogar, para que mi amigo no notara mi presencia y no levantara sospechas. Luego de 15 largos minutos, empecé a caminar con un paso rápido impulsado por mi gran morbo y curiosidad. Al llegar a mi hogar, noté la puerta cerrada con llave, lo que era extraño, ya que solo la cerramos por las noches cuando vamos a dormir. Yo no poseo llave, pero recordé que en el patio trasero hay una escondida debajo de una maceta. Así que me apuré a buscarla para poder entrar. Mis manos sudaban un poco y el pulso me tambaleaba.

Abrí la puerta lentamente, sin hacer ruido, para que no rechinara. Me asomé a la sala y a la cocina, y no encontré a nadie, hasta que por fin oí algo que venía del segundo piso: eran risas coquetas. Subí lentamente para no hacer ningún ruido y poder apreciar lo que estaba pasando ahí. Al asomarme, vi a mi madre acariciándole la verga a mi amigo y a punto de bajarle el pantalón. La sensación que tuve fue extraña: una parte de mí quería salir a confrontarlos, y otra solo quería quedarse ahí y verlo. En eso, mi madre le bajó el pantalón a mi amigo, dejando ver su vergota dura y venosa.

Era una verga que solo ves en películas porno. Ella, muy sonriente, no podía dejar de mirarla; estaba totalmente hipnotizada. Mi madre no dudó: se la llevó a la boca como si fuera su última cena.

La verga de mi amigo palpitaba con cada gemido ahogado que ella emitía. Mi madre forzaba su boca para poder meterse la gran polla de mi amigo, mientras esta no dejaba de palpitar. Él rápidamente se la quitó de encima, y en ese momento su verga quedó expuesta: era una tremenda polla, muy grande y venosa, a la cual le escurría todavía la saliva de mi madre. Esa cosa no paraba de eyacular violentamente, y aún así seguía dura como una roca, como si fuera a explotar.

Mi madre se empezó a quitar la ropa. Ella tenía una cara de felicidad y excitación que la hacían parecer una puta en celo, completamente perdida en su deseo de que esa verga la empalara. Ella cada vez le acercaba mas su culo a mi amigo, mientras la verga de mi amigo no dejaba de moverse, deseoso por reventarle la vagina. La vagina por donde yo nací estaba completamente mojada y lista para ser abierta por el gran pene de mi amigo. En un instante, la gran verga de mi amigo entró en la vagina de mi madre.

Tan mojada estaba que el tremendo monstruo no tardó mucho en entrar por completo. Ella no paraba de gemir de dolor y placer, y yo, por mi parte, no podía contener las ganas de jalármela, pero debía evitar hacer ruido para que no me vieran. Aún así, no pude evitar eyacular en mis pantalones. Mi amigo sonreía mientras disfrutaba de la apretada vagina de mi madre sin parar. Después de acabar dentro de su vagina varias veces, sacó su gran verga, la cual todavía estaba erecta y húmeda con los fluidos vaginales de mi madre.

Incluso afuera de la vagina de mi mami, la verga de mi amigo no dejaba de eyacular y expulsar mucho semen

En ese momento yo no dejaba de pensar en como toda la vagina de mi madre quedó completamente llena de semen, pero mi amigo todavía no había acabado el apenas estaba empezando. Ahora estaba a punto de ir por el pequeño ano apretadito de mi mami.

Él le empezó a frotar su verga, la cual estaba completamente lubricada por los fluidos vaginales de mi madre, y mientras eso pasaba ella solamente reía y gemía mientras se mordía los labios, él no tardo mucho en empezar a introducírle su gran polla lentamente por su ano.

A la muy zorra se le notaba que le dolía pero no paraba de gemir y pedir que no se la saque, y es que mi madre había estado sin macho durante bastante tiempo y ella realmente estaba disfrutando de esa gran verga. Yo podía escuchar cómo su gran culo se pedorreada mientras la gran verga de mi amigo le entraba y salía.

Su gran polla palpitante no dejaba de eyacular dentro de ella, los sonidos de húmedos y pedos se mezclaban. Al final, él se la sacó, dejando una gran vista del ano roto y expandido de mi madre, mientras el tenía su polla aún grande y dura.

Esa cosa seguía muy erecta y no paraba de palpitar.

Al final, yo no aguanté más y me fui lentamente para que no me escucharan. Salí de mi casa y me fui a esconder al patio de atrás para poder jalármela sin que se percataran. Ahi afuera todavía podía escuchar levemente los gemidos de mi madre los cuales se escucharon toda la tarde mientras yo permanecia afuera de mi casa hasta la hora en que supuestamente tenía que regresar del instituto. Cuando entre vi a mi madre que estaba sentada en la sala con mi amigo, ella estaba realmente contenta y vigorosa, al verme se paró rápido y me saludó con un beso y medio un fuerte abrazó, diciéndome lo mucho que me ama, mientras mi amigo veía la televisión felizmente.