Bueno, chicas y chicos, ahora viene una parte de la historia que siempre me hizo sonrojar al recordarla… y que, ahora, he guardado como un secreto muy mío. Es de esas cosas que uno no planea, pero que simplemente suceden, y que te hacen sentir viva, peligrosa y… un poquito traviesa al mismo tiempo.
Es la parte donde empiezas a darte cuenta de que hay alguien más que te hace cosquillas en el corazón, alguien que aparece en los momentos más inesperados y que hace que tu rutina diaria se vuelva un juego secreto. Sí, es exactamente esa parte donde empiezas a jugar con la línea entre lo correcto y lo que te provoca… y créanme, yo me lo disfruté muchísimo.
Mientras todo esto pasaba, no podía dejar de pensar en mi novio. Lo amo de verdad, de eso no hay duda, y aunque está lejos, siento su apoyo en cada mensaje y cada llamada. Pero también… hay algo en mí que se despierta con Diego, algo que no sabía que podía sentir.
Me decía a mí misma: “Es solo un juego, nadie se entera, él no está aquí y yo sigo siendo fiel en mi corazón”. Y sí, es un poco travieso admitirlo, pero así me sentía: culpable y divertida al mismo tiempo. Como si tuviera un secreto que me pertenece solo a mí.
Me encontraba imaginando cosas con Diego, sí, pero también riéndome de mí misma por lo rápido que esto me estaba atrapando. Cada mensaje suyo hacía que mi día se iluminara un poquito más, y cada mirada que cruzábamos en la planta me hacía sentir viva. Esa sensación de peligro mezclada con emoción era… embriagadora.
Lo peor y lo mejor es que podía mantenerlo todo oculto. Mis amigos, mi familia, mi novio… nadie sabía. Era como jugar a dos mundos al mismo tiempo: uno estable, seguro, amoroso, y otro lleno de chispa, misterio y ganas contenidas. Y confieso, eso tenía su propio encanto.
Era viernes por la tarde cuando llegué a casa y antes de acostarme mientras colgaba con mi novio, pensaba en Diego. Cada mensaje que me enviaba Diego, lo leía con una sonrisa traviesa, asegurándome de borrar cualquier rastro que pudiera delatarme. Era una mezcla de adrenalina, culpa y placer que no podía describir con palabras… pero que me hacía sentir increíblemente viva.
Esa noche no mames tuve un maldito sueño delicioso con ese hombre dios mío, solo pude recordar algunos flasbacks donde estábamos teniendo sexoooooo, que cosaaaaaa, uno de ellos es donde él me cargaba mientras me venía, asi de explícito, dios que rico es soñar jajajaja
Les voy a relatar como soñé con ese hombre, nada más de acordarme me mojo y aprieto bien las piernitas ufffff que verga, yo estaba en primera persona viendo todo, me veía a mí y él dándome de vergasos mientras yo estaba acostada, y veía como metía y la sacaba una y otra ves mientras yo gritaba como una puta:
Ufff justo así era mi sueño, y quien no jajaja con esa tremenda verga, yo estaba echa una puta ahí.
Así tal cual, como en mi sueño él me tenía con las patitas pa’arriba metiéndome tremenda riata
Plaf Plaf la metía toda contra mi, y me encantaba, recuerdo que en mis sueños el metía decía, así te gusta Vicky ( porque así me decía en el trabajo) y yo me calentaba diciéndole por favor hazme acabar papi, te lo ruego
Agarraba mis nalguitas como su juégate pinche Diego decía yo
Fueron como 5 minutos en mis sueños pero yo sentí que duró más de media hora jajaja, y justo antes de despertarme sentí algo que jamás había sentido ni tenido nunca, Dieguito hermoso me hizo venir, claro en mis sueños pero lo sentí tan real
Así de hemroso se ve el paraíso chicas y ni se imaginan como se siente, al menos yo me mis sueños claro, ahora en la vida real no puedo de verdad,
Mis patitas usándolas de artes mientras me hace venir dios,
es que no mamen es que miren esa vergota, pinche riatota, con razón en ese sueño me hizo ver estrellitas, jajaja
Aquí poco a poco mis recuerdos se empezaban a nublar, eso mientras caía mi juguito de princesa en primera persona,
Mientras se nublaba podía ver como este cabron me habría bien de patas para tragarme esa berenjena,
Qué hermoso sueño decía mientras en mi cabeza me guardaba estas imágenes, donde más le eche ojo es a esa verga
Cuando desperté con el corazón acelerado, la sonrisa tonta en los labios y esa sensación que mezcla emoción y culpa. Sabía que era solo un sueño, que nada había pasado realmente… pero la forma en que me sentí, tan libre y tan deseada, y con esa enorme verga quien puede despertarse normal, hasta me sentí más habierta jajajaja
Y lo confieso: mientras más pienso en él, más me doy cuenta de que no es solo fantasía. Hay algo en Diego que me hace perder la cabeza… aunque sepa que debería controlarme.
Y aquí es donde las cosas se ponen más interesantes… porque claro, ustedes se preguntarán: ¿y tu novio? Sí, él siempre estuvo presente, aunque lejos, confiando en mí ciegamente. Y ahí estaba yo, jugando con fuego a escondidas.
Quiero que entiendan algo: no es que lo haya dejado de amar, al contrario, lo extrañaba muchísimo y nuestras llamadas eran lo que me mantenía firme en mi rutina. Pero también, en ese otro lado de mi vida, Diego había aparecido como una chispa inesperada, un recordatorio de que yo también podía sentirme deseada, viva y un poquito traviesa.
Era como tener dos mundos paralelos: uno seguro, estable, con mi novio al que amaba… y otro secreto, emocionante y peligroso, que me daba mariposas en la panza cada vez que sonaba el celular
Dejen sus puntos para parte 3
Es la parte donde empiezas a darte cuenta de que hay alguien más que te hace cosquillas en el corazón, alguien que aparece en los momentos más inesperados y que hace que tu rutina diaria se vuelva un juego secreto. Sí, es exactamente esa parte donde empiezas a jugar con la línea entre lo correcto y lo que te provoca… y créanme, yo me lo disfruté muchísimo.
Mientras todo esto pasaba, no podía dejar de pensar en mi novio. Lo amo de verdad, de eso no hay duda, y aunque está lejos, siento su apoyo en cada mensaje y cada llamada. Pero también… hay algo en mí que se despierta con Diego, algo que no sabía que podía sentir.
Me decía a mí misma: “Es solo un juego, nadie se entera, él no está aquí y yo sigo siendo fiel en mi corazón”. Y sí, es un poco travieso admitirlo, pero así me sentía: culpable y divertida al mismo tiempo. Como si tuviera un secreto que me pertenece solo a mí.
Me encontraba imaginando cosas con Diego, sí, pero también riéndome de mí misma por lo rápido que esto me estaba atrapando. Cada mensaje suyo hacía que mi día se iluminara un poquito más, y cada mirada que cruzábamos en la planta me hacía sentir viva. Esa sensación de peligro mezclada con emoción era… embriagadora.
Lo peor y lo mejor es que podía mantenerlo todo oculto. Mis amigos, mi familia, mi novio… nadie sabía. Era como jugar a dos mundos al mismo tiempo: uno estable, seguro, amoroso, y otro lleno de chispa, misterio y ganas contenidas. Y confieso, eso tenía su propio encanto.
Era viernes por la tarde cuando llegué a casa y antes de acostarme mientras colgaba con mi novio, pensaba en Diego. Cada mensaje que me enviaba Diego, lo leía con una sonrisa traviesa, asegurándome de borrar cualquier rastro que pudiera delatarme. Era una mezcla de adrenalina, culpa y placer que no podía describir con palabras… pero que me hacía sentir increíblemente viva.
Esa noche no mames tuve un maldito sueño delicioso con ese hombre dios mío, solo pude recordar algunos flasbacks donde estábamos teniendo sexoooooo, que cosaaaaaa, uno de ellos es donde él me cargaba mientras me venía, asi de explícito, dios que rico es soñar jajajaja
Les voy a relatar como soñé con ese hombre, nada más de acordarme me mojo y aprieto bien las piernitas ufffff que verga, yo estaba en primera persona viendo todo, me veía a mí y él dándome de vergasos mientras yo estaba acostada, y veía como metía y la sacaba una y otra ves mientras yo gritaba como una puta:
Ufff justo así era mi sueño, y quien no jajaja con esa tremenda verga, yo estaba echa una puta ahí.
Así tal cual, como en mi sueño él me tenía con las patitas pa’arriba metiéndome tremenda riata
Plaf Plaf la metía toda contra mi, y me encantaba, recuerdo que en mis sueños el metía decía, así te gusta Vicky ( porque así me decía en el trabajo) y yo me calentaba diciéndole por favor hazme acabar papi, te lo ruego
Agarraba mis nalguitas como su juégate pinche Diego decía yo
Fueron como 5 minutos en mis sueños pero yo sentí que duró más de media hora jajaja, y justo antes de despertarme sentí algo que jamás había sentido ni tenido nunca, Dieguito hermoso me hizo venir, claro en mis sueños pero lo sentí tan real
Así de hemroso se ve el paraíso chicas y ni se imaginan como se siente, al menos yo me mis sueños claro, ahora en la vida real no puedo de verdad,
Mis patitas usándolas de artes mientras me hace venir dios,
es que no mamen es que miren esa vergota, pinche riatota, con razón en ese sueño me hizo ver estrellitas, jajaja
Aquí poco a poco mis recuerdos se empezaban a nublar, eso mientras caía mi juguito de princesa en primera persona,
Mientras se nublaba podía ver como este cabron me habría bien de patas para tragarme esa berenjena,
Qué hermoso sueño decía mientras en mi cabeza me guardaba estas imágenes, donde más le eche ojo es a esa verga
Cuando desperté con el corazón acelerado, la sonrisa tonta en los labios y esa sensación que mezcla emoción y culpa. Sabía que era solo un sueño, que nada había pasado realmente… pero la forma en que me sentí, tan libre y tan deseada, y con esa enorme verga quien puede despertarse normal, hasta me sentí más habierta jajajaja
Y lo confieso: mientras más pienso en él, más me doy cuenta de que no es solo fantasía. Hay algo en Diego que me hace perder la cabeza… aunque sepa que debería controlarme.
Y aquí es donde las cosas se ponen más interesantes… porque claro, ustedes se preguntarán: ¿y tu novio? Sí, él siempre estuvo presente, aunque lejos, confiando en mí ciegamente. Y ahí estaba yo, jugando con fuego a escondidas.
Quiero que entiendan algo: no es que lo haya dejado de amar, al contrario, lo extrañaba muchísimo y nuestras llamadas eran lo que me mantenía firme en mi rutina. Pero también, en ese otro lado de mi vida, Diego había aparecido como una chispa inesperada, un recordatorio de que yo también podía sentirme deseada, viva y un poquito traviesa.
Era como tener dos mundos paralelos: uno seguro, estable, con mi novio al que amaba… y otro secreto, emocionante y peligroso, que me daba mariposas en la panza cada vez que sonaba el celular
Dejen sus puntos para parte 3
1 comentarios - Lo que me aventé en estadías Pt 2