
Mis sueños con un gran pene negro y grueso.
Sin menospreciar los miembros que me han penetrado, vaya que si he sentido el máximo placer con algunos, en mi mente ha pasado por muchos momentos la curiosidad de un hermoso pene negro y grande. Fuerte, con venas que rocen mi vagina desde afuera y completamente hacia adentro
Iba hace algún tiempo de pie en el metro de Santiago, capital chilena, aferrada al tubo metálico del vagón, sosteniéndome mientras avanzaba y esperaba llegar a mi estación final. Fijamente veía como entraban y salían personas en cada estación, mi trayecto era largo, así que conseguí que esta fuera mi distracción. En este país Suramericano, ha llegado migración haitiana y venezolana, y es resaltante ver espectaculares hombres de pelo rizado, piel oscura y penes grandes, era inevitable para mí pensar en su entrepierna ¿de qué tamaño lo tendrá, cómo se verá desnudo?...era todo lo que pasaba por mi mente.
Bajé del vagón del Metro y en las calles era lo mismo, me mantenía en aquellos trayectos con la vagina palpitando y el clítois hinchado de pensar que cualquiera de ellos me podría tomar en sus brazos y penetrar. Esta fantasía ha sido recurrente, nunca la he materializado, sólo ha estado en mi mente y en aquella oportunidad pude darle rienda suelta a mi imaginación.
Pasar por un lado de cualquiera de ellos y sentirme tan diminuta, me exaltaba la excitación de pensar que ese hombre con su priviliegiada fisionomía y gran pene me podía dorminar, que con la fuerza que los caracteriza me penetraría sin cesar, rozando las paredes de mi vagina de forma lineal y circular. Tocando mi utero y si tenía suerte que me dieran ganas de orinar.
A pesar del frío que sentía me podía imaginar, que en cualquier rincón apartado de aquella ciudad podía suceder que me bajara el pantalón hasta las nalgas, metiera sus manos en mi vagina para que notara lo humeda que estaba, introdujera un dedo o dos al principio con mucho cuidado, rozara la erección de mi clítoris y posteriormente introdujera su gran pene despacito, que las paredes de mi vagina y sus terminaciones nerviosas se activaran al sentir el roce completo su miembro. Luego el ritmo fuera más fuerte hasta que ambos resultarmos compenetrados en el acto. Debe caber completico y quedar ajustado, hasta sin moverse, debe ser gratificante sentirse llena y despertando todo tipo de sensaciones. Pienso cuánto tiempo pudiese aguantar en la faena, creo que sería una jornada larga y placentera.
Bendito viaje a Santiago, aunque no concreté fisicamente mi fantasía, me dio material para llegar a la casa a masturbarme.
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