Me cogí a compañera tímida del trabajo [FOTOS REALES]

Ro era una mina tranqui, perfil bajo, media tímida. Flaquita, sin mucho arriba pero con un orto que no pasaba desapercibido. En la planta todos le dábamos una mirada cada vez que aparecía, con esa complicidad muda que se da entre compañeros de laburo.
Igual Ro, no bajaba mucho, porque era ingeniera y tenía la oficina arriba. Pero justo —como si el destino supiera lo que hacía— su escritorio daba para nuestro lado, y encima todo era vidrio. Así que desde abajo la veíamos todo el día ahí, sentada, laburando. Así que cuando pintaba el descanso visual, ya sabíamos dónde mirar.




Las miradas entre Ro y yo, iban y venían, medio camufladas, pero estaban. Ella siempre se mostraba re atenta conmigo, y no perdía oportunidad de bajar a la planta a charlar un rato. Al principio era todo tranqui, buena onda nomás. Nos fuimos haciendo amigos, compartiendo boludeces del laburo, quejas maritales, chistes. Los dos casados, así que los límites estaban claros... o eso fingíamos....
Un día le ofrecí llevarla en el carro hasta la parada del bondi. Nada grave, eran 10 minutos nomás, pero esos 10 minutos se hacían eternos, con la tensión flotando en el aire. A veces hablábamos boludeces, otras veces solo escuchábamos la radio, en silencio, se fue haciendo un ritual. Pero la energía estaba ahí, densa, como esperando.
Siempre, después de dejarla, ella se bajaba, me decía “gracias” con esa voz suave y siempre tímida, y antes de que el bondi llegara, me buscaba con la mirada, su mirada tierna pero de putita al mismo tiempo. Cuando me encontraba, me clavaba una sonrisa que decía más que mil palabras. Y yo, obvio, me la llevaba puesta todo el viaje de vuelta.




Pasaron un par de semanas, todo seguía igual, esa tensión flotando cada vez que estábamos cerca. Y justo se dio que mi jermu se fue de viaje por unos días. No te voy a mentir, dudé un montón antes de invitarla a casa. No porque no quisiera —ya venía con la cabeza explotada de tantas fantasías—, sino porque Ro era una mina tranquila, reservada, y tenía miedo de que pensara cualquiera.
Pero para mi sorpresa, accedió sin dar demasiadas vueltas. Me dijo que sí, con una sonrisa cómplice que me dejó recalculando toda la tarde.
Cuando llegó, me llamó la atención que no viniera con una de sus típicas polleritas cortas, esas que dejaban ver esas piernas que ya conocíamos de memoria. Venía con un jean ajustado, marcando bien todo, pero lo que me mató fue que no tenía corpiño. Se le marcaban los pezones de una forma que me dejó medio ido, como si de golpe me hubieran bajado el volumen del mundo. Pezones marca galleta María traía la conchuda...










Subimos juntos por las escaleras hacia la habitación, obviamente yo detrás, viendo como rebotaba su gran culo, y ella haciéndose siempre a la inocente. Sin intercambiar demasiadas palabras, empezamos a besarnos con pasión y le metí mano, por debajo de su top, jugando por debajo de su pantalón también, metiendo la punta de los dedos en sus dos agujeros. Le traía ganas a la puta....Pude quitarle el ajustado jean, estuvimos así durante unos 30 minutos, ella solo me besaba, no se animaba a más y por más que intentaba no me dejó sacar su top rojo...




Sentía que se mojaba más y más, pude notar que tenía unos labios carnosos, y un culito bien aceitado...los piropos le encantaban y sentía pequeños gemidos de su tímida boca.




Ro estaba ya muy mojada, lubricada, y con besos cada vez más ardientes. De repente, ella se sintió mal, imagino que culpable, se vistió rápidamente y me dejó con terrible erección... 




Al día siguiente la encaré, y quedamos en hablar después de la jornada laboral. Se subió a mi carro, como de costumbre, y arranqué el motor sin dirección específica, me detuve en un lugar alejado y vacío. Apenas hablamos y los besos empezaron de nuevo. Con la misma pasión, sentía que ella contenía cierta desesperación en su timidez, y eso me ponía muy caliente. Esta vez ella estaba más curiosa y me rozaba la pierna discretamente...no perdí oportunidad y me saqué la pija, que estaba explotando con la clásica gota transparente en la punta. Ro, sin dar muchas vueltas, se la comió.




Adentro? Pregunté.... y ella, sin responder, empezó a chuparla con más fuerza...La inocente y tímida Ro, acababa de tragar toda mi leche. Me sorprendió que no escupiera. Durante dos semanas, el pete en el carro era la norma. Después del laburo, ella se subía al carro y sin decir nada, empezaba a jugar. Siempre, acababa dentro, y ella feliz, tragaba semen a diario. Ro empezó a cambiar, se puso más coqueta, se vestía mas insinuante y todos en la planta lo notábamos. Yo permanecí en silencio, no quería dramas. Y quien come callado come muchas veces...
Empezamos con el sexting y pude verla, al fin, en bolas....la trola estaba muy cogible.










Al fin, después de calentar el horno a fuego lento, Ro accedió a abrir las piernas. Yo estaba reventando de felicidad. Quedamos para vernos un jueves después de la jornada. Se subió a mi carro, pero esta vez no hubo pete, la lleve a casa. Ella se puso una blusa pegada y un jean que resaltaban sus gruesas piernas. Llegamos a mi casa, y se sentó en las escaleras...











Empezamos a besarnos en las escaleras, pero ella se entusaiasmo por un juego de trenes de mi hijo. Le expliqué como funcionaba, mientras ella en cuatro, jugando con los trenes de juguete y yo disfrutando la buena vista......casi un aperitivo....




Se levantó, le dije lo hermosa que se veía y ella me devolvió una sonrisa mientras me miraba el bulto, ya bien cargado.




La llevé al dormitorio, entre besos, piropos, bromas y muchos fluidos, empecé a desnudarla...la perra estaba a tope...


























Al fin iba a ver ese redondo locu en vivo....después de tanta espera....










Y de tetas tampoco andaba tan mal Ro, pezones enormes y bien duritos compensaban su pequeño tamaño...




Sus agujeros antes de la penetración... (ella me confesó que su marido casi ni la tocaba ya)







Después del ensarte Vaginal... (sin forro, eh?...alta putita...








Entregó cola también y quedó así:















Está demás contar, que ella me dejó rellenarla sin condón, en el anal si decidí usar forro por un tema de lubricación...Lo volvimos a hacer, anal, oral, vaginal, de 4, ella arriba....realmente me desquité. La puta de Ro, estaba llena de mi leche, rebalsando de todos sus agujeros.
Se hizo tarde, me pidió Ducharse para regresar a su casa, y se fue....



































Así termina el relato de mi primera vez con Ro, una putita culona del trabajo. Tuvimos algunos encuentros más, empezó a comprarse disfraces, lencería, se abrió completamente conmigo y se fue haciendo muy adicta al anal.
Si quieres que siga con mis historias con Ro, la putita culona del laburo, deja comentarios y puntos! Hasta la próxima...