Yo, que siempre confié en que mi equipo iba a ganar, había hecho la apuesta con Martín. El que pedía se iba a tomar una pastilla Gender Bender e iba a ser la sirvienta personal del otro y le iba a obedecer todas su órdenes. Durante los primeros 30 minutos mi equipo iva ganando.
— Jajaja te vas a disfraz hoy me parece. Le dije riendo.
Luego a mi equipo lo empataron en el minuto 60 y me comence a asustar. Justo cuando iba a terminar el partido en el minuto 89 anota un gol el equipo de Martín. Me lo celebró en la cara. Se levantó y me trago las pastillas y el vestido que yo había elegido para el y ahora lo iba a tener que usar yo. Tomé la pastilla, y en segundos mi cuerpo cambió, mi pecho, caderas y culo se comenzaron a expandír , mi voz y mi piel se pusieron mas suave, mi cuerpo y cara tambien se comenzaban a ser mas pequeño y suave mas sexy. Mi ropa ya no me quedaba, y tuve que ponerme el uniforme de mucama.

El disfraz que había elegido me quedaba muy pequeño. Se me notaba las tetas y el culo todo el tiempo.
— Wow. Me dijo Martín.
— Te ves muy bien. Me dijo
— Gracias, cual es su primera orden señor. Le dije en tono de broma.
— Decime amo. Le dijo con una voz arrogante.
— Okey amo. Le respondí.
— Lo primero es limpiar mi casa. Me dijo mirando con una mirada seductora.


Comence a limpiar tal como me lo había ordenado Martin. Me sentía totalmente humillada y mas con este vestido.
— Hola amo. Saludando a Martin.
— Hola putita. Me dijo con soberbia.
No le dije nada por que era parte de la apuesta. Martin me comenzo a mirar mientras limpiaba.
— Necesita algo mi amo. Le pregunté.
— Nono vos seguis. Me dijo mirando de arriba a abajo desnudándome con la mirada.

El viernes mientras yo limpiaba la casa y pensaba que cocinar pars cuando vuelva del boliche justl llego Martin completamente borracho y caliente del boliche.
— Amo llego. Le dije.
Lo ayude a sentarse al sillon y me sente alado suyo.
— Hola putita. Me dijo.
— Todo bien. Pregunté.
— No, Sofia es una puta me dijo que no queria coger por que mi verga es enorme y que la iba a lastimar y que no ninguna mujer tendría un orgasmo por que no se coger me dijo la muy puta. Dijo enojado.
— No pasa nada amo, vas a encontrar a alguien mejor. Le dije un poco tímida y asustada nunca habia visto a Martin asi.
— Gracias putita. Me dijo sonriendo.
Se levantó del sillón.
— Quiero que me la chupes. Me dijo.
— Que. Le pregunté.
— El castigo de la apuesta es que vos tenes que obedecer todas mis órdenes. Me dijo.
— Sísi pero. Le dije antes de que me interrumpera.
— Sos mi puta sirvienta, tenes que hacer todo lo que yo te órdene sin excepciones, ahora ponete de rodillas, saca mi verga y comenza a chuparmela. Le dijo enojado y ultradominante.
A lo que yo sorprendida y media asustada por que no sabía este lado de Martin me puse de rodillas ante él.
— Como ordene amo. Le dije.
— Así es putita. Me dijo arrogante.
Mientras le iba bajando el boxer pensé ojala que lo de su enorme verga sea mentira.
— Oh no... es enorme. Dije asustada del tamaño de su verga venoso y larga y gorda.
— Viste putita, todo es verdad sobre mi verga. Me dijo mientras se reía.

— Por favor... Martin no me hagas hacerlo, somos amigos. Le dije suplicando.
— Chupa puta te dije. Me respondió gritando.
Me trage el orgullo y abri la boca, agarre su gran verga y me acerqué a ella. Comence a chuparsela, primero comence con la cabeza y asi segui hasta la mitad. No pude mas de eso era enorme

Mientras se la seguía chupando la verga.
— Me quedé con ganas de romper el culo a una puta hoy. Me dijo con una voz fuerte y dominante.
Comence a aumentar la velocidad para que se venga antes de que me rompa el culo. Se la comence a chupar desesperada.
— Estas con ganas putita al parecer. Me dijo
Que haya aumentado la velocidad después de lo que me dijo Martin. Parece que interpretó mi aumento como aprobación.
— Ponete en cuatro. Me dijo mientras sacaba su verga de mi boca que salió un sonido de succión humedo.
— No hace falta, deja que te la siga chupando. Le dije trate todo para que no coga el culo.
— Por favor... Martin. Le dije.
— Martin? Soy tu amo puta. Me dijo levantando la voz.
— Perdon amo. Le dije.
— En cuatro te dije. Me ordeno.
Me puse en 4 con el culo apuntado hacia el. Rogando que me tenga piedad. Me puso la cabeza de la verga en la entrada de mi culo.
— Amoooo. Le dije mientras puso toda su verga en mi culo.
— Despacio... por favor... tengamos piedad... amooo. Le dije rogando mientras gemia de dolor.
Entraba toda su verga y salía.

Martin me dio una muy fuerte embestida.
— Ahhh. Los dos dijimos el de placer y yo de dolor.
Pensé que había acabado. Pero no. Me dio una nalgada.
— Subite. Me dijo mientras se sentó en el sillón.
— Veamos que tan buena puta sos. Me dijo riéndose.
Me subí en el.
Me subi en el dandole la espalda no lo queria ver la cara y no quiera que me vea. Apoye mis piernas en las suyas. Acomodo su verga en mi culo adolorido otra vez.
— Estas preparada... Me dijo mientras comenzó a cogerme sin piedad.
Yo solo gemia. Pensando en como terminé en esto y como me estaba rompiendo el culo.

— Volteate quiero ver tu cara y tus tetas. Me dijo.
Mierda pense ahora va haber mi cara de dolida.
Me voltee. Y comenzó otra vez.
— Que lindas tetas putita. Me dijo
Yo trataba de que no me vea la cara. Comence a moverme yo también para terminar mas rápido con esto.
— Ah que putita que sos, ya te esta gustando verdad. Me dijo

Me agarro de la cintura y con un movimiento rápido de dejo debajo de el.
— Así entra mejor jaja. Me dijo con una risa dominante y arrogante.
— Levanta las piernas Quédate abierta para tu amo. Me dijo.
Yo le hice caso ya queria terminar.
Me comenzo a coger el culo pero esta vez era diferente. Sentia todo su verga dentro de mi y llegaba mas profundo. Poco a poco comencé a sentir placer. Se estaba comenzando a sentir rico pero no iba a dejar que el lo sepa. De todas formas una hora seguida rompiéndome el culo esta segura que ya estaba por cansarse.

— Por favor deja que mi culo adolorido descansa. Le dije entre gemidos y suplicando.
— Solo te voy a dejar de coger el culo, cuando me pidas que te coga por la vagina que te haga una mujer, te haga mi puta. Me dijo mientras comenzaba a darme mas duro y fuerte.
— No voy a parar putita. Me dijo.
— Por favor... cógeme... haceme tu puta. Le dije gritando.
— Buena puta. Me dijo mientras sacaba su verga de mi culo y me la puso en la vagina.
Solté un gran gemido. Fue sin querer.
— Ah te esta gustando verdad putita. Me dijo

Luego de casi media hora. Cogiendome duro por la vagina. Por accidente me corri. Llegué al orgasmo y solté todos mis jugos sobre el. Mi cuerpo me traicióno.
— Wow puta sabia que te gustaba. Me dijo engreido
— La puta de Sofia se equivoco mi verga hace llegar al orgasmo a todas las putas. Me decia mientras se reía.
Yo toda exhausta y avergonzada.

Luego de dos dolorosas y muy placenteras horas cogiendome.
— Arrodíllate que me voy a correr puta. Me dijo.
Rápidamente me puse de rodillas.
— Abri la boca que acá viene. Le dijo mientras soltaba todo su semen sobre mi cara marcandome con su semen como su puta.
Algunas gotas de su semen cayeron adentro de mi boca y la curiosidad me gano y me la trague. Tenía un sabor a salada y rico a la vez.
— Que buena puta sos. Me dijo mientras se fue acostar. Dejándome ahí toda manchada con su semen. Y asi fue la primera noche de un muy largo mes.

Quieren la continuación?
— Jajaja te vas a disfraz hoy me parece. Le dije riendo.
Luego a mi equipo lo empataron en el minuto 60 y me comence a asustar. Justo cuando iba a terminar el partido en el minuto 89 anota un gol el equipo de Martín. Me lo celebró en la cara. Se levantó y me trago las pastillas y el vestido que yo había elegido para el y ahora lo iba a tener que usar yo. Tomé la pastilla, y en segundos mi cuerpo cambió, mi pecho, caderas y culo se comenzaron a expandír , mi voz y mi piel se pusieron mas suave, mi cuerpo y cara tambien se comenzaban a ser mas pequeño y suave mas sexy. Mi ropa ya no me quedaba, y tuve que ponerme el uniforme de mucama.

El disfraz que había elegido me quedaba muy pequeño. Se me notaba las tetas y el culo todo el tiempo.
— Wow. Me dijo Martín.
— Te ves muy bien. Me dijo
— Gracias, cual es su primera orden señor. Le dije en tono de broma.
— Decime amo. Le dijo con una voz arrogante.
— Okey amo. Le respondí.
— Lo primero es limpiar mi casa. Me dijo mirando con una mirada seductora.


Comence a limpiar tal como me lo había ordenado Martin. Me sentía totalmente humillada y mas con este vestido.
— Hola amo. Saludando a Martin.
— Hola putita. Me dijo con soberbia.
No le dije nada por que era parte de la apuesta. Martin me comenzo a mirar mientras limpiaba.
— Necesita algo mi amo. Le pregunté.
— Nono vos seguis. Me dijo mirando de arriba a abajo desnudándome con la mirada.

El viernes mientras yo limpiaba la casa y pensaba que cocinar pars cuando vuelva del boliche justl llego Martin completamente borracho y caliente del boliche.
— Amo llego. Le dije.
Lo ayude a sentarse al sillon y me sente alado suyo.
— Hola putita. Me dijo.
— Todo bien. Pregunté.
— No, Sofia es una puta me dijo que no queria coger por que mi verga es enorme y que la iba a lastimar y que no ninguna mujer tendría un orgasmo por que no se coger me dijo la muy puta. Dijo enojado.
— No pasa nada amo, vas a encontrar a alguien mejor. Le dije un poco tímida y asustada nunca habia visto a Martin asi.
— Gracias putita. Me dijo sonriendo.
Se levantó del sillón.
— Quiero que me la chupes. Me dijo.
— Que. Le pregunté.
— El castigo de la apuesta es que vos tenes que obedecer todas mis órdenes. Me dijo.
— Sísi pero. Le dije antes de que me interrumpera.
— Sos mi puta sirvienta, tenes que hacer todo lo que yo te órdene sin excepciones, ahora ponete de rodillas, saca mi verga y comenza a chuparmela. Le dijo enojado y ultradominante.
A lo que yo sorprendida y media asustada por que no sabía este lado de Martin me puse de rodillas ante él.
— Como ordene amo. Le dije.
— Así es putita. Me dijo arrogante.
Mientras le iba bajando el boxer pensé ojala que lo de su enorme verga sea mentira.
— Oh no... es enorme. Dije asustada del tamaño de su verga venoso y larga y gorda.
— Viste putita, todo es verdad sobre mi verga. Me dijo mientras se reía.

— Por favor... Martin no me hagas hacerlo, somos amigos. Le dije suplicando.
— Chupa puta te dije. Me respondió gritando.
Me trage el orgullo y abri la boca, agarre su gran verga y me acerqué a ella. Comence a chuparsela, primero comence con la cabeza y asi segui hasta la mitad. No pude mas de eso era enorme

Mientras se la seguía chupando la verga.
— Me quedé con ganas de romper el culo a una puta hoy. Me dijo con una voz fuerte y dominante.
Comence a aumentar la velocidad para que se venga antes de que me rompa el culo. Se la comence a chupar desesperada.
— Estas con ganas putita al parecer. Me dijo
Que haya aumentado la velocidad después de lo que me dijo Martin. Parece que interpretó mi aumento como aprobación.
— Ponete en cuatro. Me dijo mientras sacaba su verga de mi boca que salió un sonido de succión humedo.
— No hace falta, deja que te la siga chupando. Le dije trate todo para que no coga el culo.
— Por favor... Martin. Le dije.
— Martin? Soy tu amo puta. Me dijo levantando la voz.
— Perdon amo. Le dije.
— En cuatro te dije. Me ordeno.
Me puse en 4 con el culo apuntado hacia el. Rogando que me tenga piedad. Me puso la cabeza de la verga en la entrada de mi culo.
— Amoooo. Le dije mientras puso toda su verga en mi culo.
— Despacio... por favor... tengamos piedad... amooo. Le dije rogando mientras gemia de dolor.
Entraba toda su verga y salía.

Martin me dio una muy fuerte embestida.
— Ahhh. Los dos dijimos el de placer y yo de dolor.
Pensé que había acabado. Pero no. Me dio una nalgada.
— Subite. Me dijo mientras se sentó en el sillón.
— Veamos que tan buena puta sos. Me dijo riéndose.
Me subí en el.
Me subi en el dandole la espalda no lo queria ver la cara y no quiera que me vea. Apoye mis piernas en las suyas. Acomodo su verga en mi culo adolorido otra vez.
— Estas preparada... Me dijo mientras comenzó a cogerme sin piedad.
Yo solo gemia. Pensando en como terminé en esto y como me estaba rompiendo el culo.

— Volteate quiero ver tu cara y tus tetas. Me dijo.
Mierda pense ahora va haber mi cara de dolida.
Me voltee. Y comenzó otra vez.
— Que lindas tetas putita. Me dijo
Yo trataba de que no me vea la cara. Comence a moverme yo también para terminar mas rápido con esto.
— Ah que putita que sos, ya te esta gustando verdad. Me dijo

Me agarro de la cintura y con un movimiento rápido de dejo debajo de el.
— Así entra mejor jaja. Me dijo con una risa dominante y arrogante.
— Levanta las piernas Quédate abierta para tu amo. Me dijo.
Yo le hice caso ya queria terminar.
Me comenzo a coger el culo pero esta vez era diferente. Sentia todo su verga dentro de mi y llegaba mas profundo. Poco a poco comencé a sentir placer. Se estaba comenzando a sentir rico pero no iba a dejar que el lo sepa. De todas formas una hora seguida rompiéndome el culo esta segura que ya estaba por cansarse.

— Por favor deja que mi culo adolorido descansa. Le dije entre gemidos y suplicando.
— Solo te voy a dejar de coger el culo, cuando me pidas que te coga por la vagina que te haga una mujer, te haga mi puta. Me dijo mientras comenzaba a darme mas duro y fuerte.
— No voy a parar putita. Me dijo.
— Por favor... cógeme... haceme tu puta. Le dije gritando.
— Buena puta. Me dijo mientras sacaba su verga de mi culo y me la puso en la vagina.
Solté un gran gemido. Fue sin querer.
— Ah te esta gustando verdad putita. Me dijo

Luego de casi media hora. Cogiendome duro por la vagina. Por accidente me corri. Llegué al orgasmo y solté todos mis jugos sobre el. Mi cuerpo me traicióno.
— Wow puta sabia que te gustaba. Me dijo engreido
— La puta de Sofia se equivoco mi verga hace llegar al orgasmo a todas las putas. Me decia mientras se reía.
Yo toda exhausta y avergonzada.

Luego de dos dolorosas y muy placenteras horas cogiendome.
— Arrodíllate que me voy a correr puta. Me dijo.
Rápidamente me puse de rodillas.
— Abri la boca que acá viene. Le dijo mientras soltaba todo su semen sobre mi cara marcandome con su semen como su puta.
Algunas gotas de su semen cayeron adentro de mi boca y la curiosidad me gano y me la trague. Tenía un sabor a salada y rico a la vez.
— Que buena puta sos. Me dijo mientras se fue acostar. Dejándome ahí toda manchada con su semen. Y asi fue la primera noche de un muy largo mes.

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