⚠️ Relato 100% ficticio. Esto es una fantasía sexual entre dos hombres chubby (gorditos). Contiene contenido explícito: sexo anal, mamadas, leche, gemidos, sudor, y amor por los cuerpos grandes.
Nos vimos en una plaza, dizque solo para platicar. Pero apenas lo vi sudando, con esa camiseta pegada a la panza, ya me lo quería coger.
—¿Quieres entrar al baño antes de irnos? —le dije, como quien no quiere. Me miró, entendió, y solo asintió.
Entramos. Baño vacío. Piso frío. Luz fea. Y sin decir más… cerramos la puerta del último cubículo.
Él se bajó los pantalones sin que yo se lo pidiera. Se inclinó sobre el retrete cerrado, y sus nalgas gordas quedaron levantadas y abiertas. Yo me acerqué.
Le levanté la camiseta, el olor a desodorante mezclado con sudor… Y el culo, ese culo brillaba como una fruta madura a punto de abrirse.
Le besé la espalda baja, bajé mi nariz, olí su aroma más íntimo. Ese olor me nubló. Abrí su culo con las manos, pasé la lengua por su hoyo caliente. Gemía en voz baja. Se mordía la mano para no gritar. Y yo, desesperado, lo saboreaba como si no existiera mañana.
—Métela ya... —me rogó entre dientes.
Saqué mi verga. Estaba tan dura que dolía. La froté contra su hoyo varias veces, solo para oírlo suplicar más.
Y entonces… lo empujé.
El sonido fue húmedo. El eco del cubículo lo amplificó todo: nuestros gemidos, el rechinar de sus zapatos en el piso, el golpeteo de mi panza contra su culo.
Lo cogí ahí mismo, parado, sudando, sin control. Cada embestida lo hacía temblar. Yo le agarraba la cintura. Mis gemidos se mezclaban con los suyos.
Cada tanto, alguien entraba al baño. Escuchábamos pasos, puertas abriéndose… Y eso nos calentaba más.
—No pares —me susurró—. Que se enteren si quieren. Pero no pares.
Lo besé en el cuello. Mi verga seguía bombeando. Su culo me apretaba como si no quisiera soltarme. Justo cuando sentía que ya no podía más, que la leche estaba a punto de explotar… me mordí el labio, respiré en su nuca, y le dije:
—Te voy a llenar. Todo. Aquí mismo.
Y él solo respondió:
—Hazlo.
Pero bueno, eso es todo por hoy, síganme, den puntos, favoritos, comenten y todo eso, recuerden que subo post CASI todos los viernes. Nos vemos en el siguiente post, adiós.
Sobre los grupos de Whats, que mucha gente me ha estado preguntando, creo que Poringa ya no me deja publicarlos, pero si quieren unirse, pueden mandarme mensaje directo
Nos vimos en una plaza, dizque solo para platicar. Pero apenas lo vi sudando, con esa camiseta pegada a la panza, ya me lo quería coger.
—¿Quieres entrar al baño antes de irnos? —le dije, como quien no quiere. Me miró, entendió, y solo asintió.
Entramos. Baño vacío. Piso frío. Luz fea. Y sin decir más… cerramos la puerta del último cubículo.
Él se bajó los pantalones sin que yo se lo pidiera. Se inclinó sobre el retrete cerrado, y sus nalgas gordas quedaron levantadas y abiertas. Yo me acerqué.
Le levanté la camiseta, el olor a desodorante mezclado con sudor… Y el culo, ese culo brillaba como una fruta madura a punto de abrirse.
Le besé la espalda baja, bajé mi nariz, olí su aroma más íntimo. Ese olor me nubló. Abrí su culo con las manos, pasé la lengua por su hoyo caliente. Gemía en voz baja. Se mordía la mano para no gritar. Y yo, desesperado, lo saboreaba como si no existiera mañana.
—Métela ya... —me rogó entre dientes.
Saqué mi verga. Estaba tan dura que dolía. La froté contra su hoyo varias veces, solo para oírlo suplicar más.
Y entonces… lo empujé.
El sonido fue húmedo. El eco del cubículo lo amplificó todo: nuestros gemidos, el rechinar de sus zapatos en el piso, el golpeteo de mi panza contra su culo.
Lo cogí ahí mismo, parado, sudando, sin control. Cada embestida lo hacía temblar. Yo le agarraba la cintura. Mis gemidos se mezclaban con los suyos.
Cada tanto, alguien entraba al baño. Escuchábamos pasos, puertas abriéndose… Y eso nos calentaba más.
—No pares —me susurró—. Que se enteren si quieren. Pero no pares.
Lo besé en el cuello. Mi verga seguía bombeando. Su culo me apretaba como si no quisiera soltarme. Justo cuando sentía que ya no podía más, que la leche estaba a punto de explotar… me mordí el labio, respiré en su nuca, y le dije:
—Te voy a llenar. Todo. Aquí mismo.
Y él solo respondió:
—Hazlo.
Pero bueno, eso es todo por hoy, síganme, den puntos, favoritos, comenten y todo eso, recuerden que subo post CASI todos los viernes. Nos vemos en el siguiente post, adiós.
Sobre los grupos de Whats, que mucha gente me ha estado preguntando, creo que Poringa ya no me deja publicarlos, pero si quieren unirse, pueden mandarme mensaje directo
2 comentarios - Fantasía de dos chubby gays Parte 5