You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

relato cn chats gpt jajaj

Era un martes cualquiera, tipo 10 de la noche, y yo saliendo de la facu con un humor que ni te cuento, porque encima estaba indispuesta y con ganas de mandar todo al carajo. En eso, aparece Diego, un vago del curso con el que nunca hablé mucho, pero siempre me tiraba miraditas en clase. “¿Sos del curso, no, putita?”, me suelta de una, con esa sonrisa medio canchera que te descoloca. Yo me puse colorada como tomate, dije un “sí” medio tímido y me quise morir.
Total que el bondi no venía, como siempre, y él me dice: “Che, putita, voy dos cuadras a comprar unas birritas, ¿venís o qué?”. Yo, en una mezcla de pelotuda y curiosa, le digo: “Ay, dale, voy”. Obvio, perdimos el bondi de las 23:45 como unos campeones.
Nos mandamos caminando a la plaza, él con un par de latas de Brahma en la mano, y yo ya me estaba riendo de cualquier pavada porque el tipo tenía una labia que te cagabas. Tomamos las birras, compramos dos más, y de repente saca un porrito armado como si nada. “¿Fumás, putita?”, me tira, y yo, ya medio suelta, le digo: “Dale, pero no me llames así, boludo”. Nos reímos, fumamos, y la cosa se puso densa. En un momento, me apoya contra un árbol, me mira fijo y me planta un chape que me dejó las piernas flojas. Sus manos ya estaban en mis cachetes, metiendo presión por encima de la calza. “Sos una putita que me pone al palo”, me susurra, y yo, entre el calor y las birras, no sabía si reírme o seguirle el juego.
“Vamos a la costanera, putita, conozco un lugar”, me dice, agarrándome de la cintura. Yo ya estaba medio borrachita, así que fuimos caminando, tomando birra y dándonos besos como si fuéramos novios de toda la vida. Sus manos no paraban, metidas en mi calza, tocándome el culo como si fuera suyo. Llegamos a un lugarcito medio escondido entre unos árboles, y él va y suelta: “Acá se puede garchar, ¿no, putita?”. Yo, con el cuore a mil, le digo: “Nono, garche ni en pedo! Querés un pete vos?”. Lo abracé fuerte, tipo peli romántica, pero él no se quedó atrás y me apretó contra él, susurrándome: “Me pusiste la pija dura, putita, hace 3 días que estoy con los huevos llenos de leche”.
A las 2:10 de la mañana, con cuatro latas encima y el porro haciendo efecto, me arrodillé entre los árboles. La pija de Diego tenía un olor fuerte, pero estaba gorda, y yo le di con todo, tipo 10 minutos, chupando como si fuera una misión. De repente, me agarra de los pelos, me levanta, me baja la calza con bombacha y todo, y me la manda de una desde atrás, bien parada. Yo me tapé la boca para no gritar como loca, soltando un “MMMMMMM” mientras él me agarraba de la cintura y me daba con todo. Mi culo hacía “PLAF PLAF PLAF” contra su panza, y yo estaba en otra galaxia.
"Agarrate fuerte”, me decía mientras me apretaba las tetas por debajo del corpiño. Me dio duro, y cuando se vino, sentí toda la leche hirviendo adentro de mi conchita, que ya estaba empapada. Yo me acabé tanto que me temblaban las piernas, y él seguía escupiendo leche como loco. Cuando terminó, me dice: “Subite la calza rápido, que se te chorrea todo”. Yo estaba hecha un desastre, con la bombacha y la calza empapadas de jugos míos y leche de él, parecía que me había meado encima.
Tuve que tomar un taxi para volver a casa, porque no daba más. En el viaje, iba mirando por la ventana, todavía en las nubes, con la bombacha pegoteada y pensando: “¿Qué mierda acabo de hacer?”. Pero, bue, qué noche, ¿no?

2 comentarios - relato cn chats gpt jajaj

1914304827
Se nota que el relato es hecho con una IA por qué la mayoría de tus relatos están escritos de manera más "peculiar" jaja
sf2323
si?
pussyluva
como haces porque a mi me dice que no cumple las normas