Holiiiii soy Karen de nuevo😁🔥 y quiero confesarles algo, papis. En mi cultura otavaleña, aunque no lo crean, por dentro somos demasiado putas. No todas, pero hoy en día, la mayoría lo es. Colegialas, universitarias indígenas, somos así. Si algún hombre nos gusta, puede violarnos, pegarnos, humillarnos, y aún así queremos más. Queremos que nos humillen mucho más. Somos sumisas y muy golosas de semen. Si las chicas indígenas salen a fiestas, ya son putas. Solo hay que convencerlas.
Nos encanta la idea de ser usadas y dominadas. La humillación y el dolor se convierten en placer para nosotras. Nos excita saber que somos vistas como objetos de deseo, listas para satisfacer los apetitos más primitivos de los hombres. La cultura nos ha enseñado a ser sumisas, a complacer, y eso se refleja en nuestra forma de ser en la intimidad.
Cuando salimos, lo hacemos con la esperanza de ser notadas, de atraer la atención de hombres que quieran usar nuestros cuerpos. Nos gusta la idea de ser conquistadas, de ser tomadas con fuerza y sin piedad. La violación, los golpes, las humillaciones, todo se convierte en una experiencia erótica que nos deja insaciables.
Somos golosas de semen, ansiosas por sentir cómo nos llenan y nos marcan. Nos encanta lamer nuestros dedos después, saboreando la mezcla de nuestros fluidos y el semen de nuestros agresores. Es un acto que nos hace sentir completas y satisfechas, un recordatorio de nuestra sumisión y deseo.
Así que, papis, si alguna vez tienen la oportunidad, no duden en tomarnos. Somos suyas para usar y disfrutar.
Por mi parte usame, dejame llena de semen, azotame y ahogame con tu hermosa verga 🥵🔥😏

Nos encanta la idea de ser usadas y dominadas. La humillación y el dolor se convierten en placer para nosotras. Nos excita saber que somos vistas como objetos de deseo, listas para satisfacer los apetitos más primitivos de los hombres. La cultura nos ha enseñado a ser sumisas, a complacer, y eso se refleja en nuestra forma de ser en la intimidad.
Cuando salimos, lo hacemos con la esperanza de ser notadas, de atraer la atención de hombres que quieran usar nuestros cuerpos. Nos gusta la idea de ser conquistadas, de ser tomadas con fuerza y sin piedad. La violación, los golpes, las humillaciones, todo se convierte en una experiencia erótica que nos deja insaciables.
Somos golosas de semen, ansiosas por sentir cómo nos llenan y nos marcan. Nos encanta lamer nuestros dedos después, saboreando la mezcla de nuestros fluidos y el semen de nuestros agresores. Es un acto que nos hace sentir completas y satisfechas, un recordatorio de nuestra sumisión y deseo.
Así que, papis, si alguna vez tienen la oportunidad, no duden en tomarnos. Somos suyas para usar y disfrutar.
Por mi parte usame, dejame llena de semen, azotame y ahogame con tu hermosa verga 🥵🔥😏


8 comentarios - Confesión de todas las indígenas otavaleñas 😏🔥