Soy Angie Sisa Ascanta, y hoy quiero compartir una de mis aventuras más salvajes y excitantes. Todo comenzó en un matrimonio indígena, donde yo iba vestida con mi anaco y mi camisa tradicional. Mi esposo, como siempre, se emborrachó y se quedó dormido en uno de los cuartos. Mientras tanto, en la fiesta unos chicos se acercaron a mí y, poco a poco, comenzaron a emborracharme. La noche estaba llena de risas y coqueteos, y pronto, me sentí más desinhibida de lo normal.
Uno de los chicos propuso ir a una casa en construcción cerca a un bosque, y yo, sin dudarlo, acepté. La idea de algo nuevo y excitante me atraía. Llegamos al lugar, y seguimos bebiendo. El alcohol comenzó a hacer efecto, y de repente, me sentí caliente y deseosa. Los chicos, notando mi cambio de humor, se acercaron y comenzaron a besarme. Sus labios eran suaves y sus lenguas exploradoras. Me sentí perdida en un torbellino de deseo.
Uno de ellos me levantó y me llevó a una esquina más oscura de la construcción. Me recostó sobre un montón de escombros y comenzó a quitarme mi anaco. Sus manos exploraban cada rincón de mi cuerpo, y yo gemía de placer. Otro chico se unió, y pronto, estaba rodeada de hombres que me deseaban. Sus manos estaban en todas partes, acariciando mis pechos, mi cintura, mis caderas. Me sentí como una diosa, adorada y deseada por todos.
Uno de ellos me levantó y me llevó a una mesa improvisada, donde me recostó y comenzó a besar mi cuello mientras otro me subía el anaco y me quitaba las bragas. Sentí cómo sus dedos exploraban mi humedad de manera ruda , y gemí de placer. Pronto, estaban todos sobre mí, tomando turnos para penetrarme, llenándome por completo. La sensación de tener a tantos hombres dentro de mí, tocándome, besándome, era indescriptible. Me sentí usada, pero de la manera más placentera posible.
Me pusieron de rodillas desnuda y me hicieron chupar penes, uno tras otro. Sentía sus manos en mi cabeza, guiándome, mientras sus erecciones llenaban mi boca. El sabor salado y la textura suave de sus miembros me excitaban aún más. Me encantaba la sensación de poder y control que sentía, sabiendo que estaba dando placer a tantos hombres.
Después de lo que pareció una eternidad de placer, me dejaron casi desnuda en la madrugada, cerca de mi casa. Me cambié rápidamente y volví a casa como si nada hubiera pasado. Mi esposo ni siquiera se dio cuenta de mi ausencia. Fue una noche que nunca olvidaré, llena de lujuria y deseo.
Así es como fui vestida a la fiesta de matrimonio 👇
Solo regrese a casa con la camisa, el resto de la ropa no se dónde quedaría 😅 ni nos bragas tenía puesto
Uno de los chicos propuso ir a una casa en construcción cerca a un bosque, y yo, sin dudarlo, acepté. La idea de algo nuevo y excitante me atraía. Llegamos al lugar, y seguimos bebiendo. El alcohol comenzó a hacer efecto, y de repente, me sentí caliente y deseosa. Los chicos, notando mi cambio de humor, se acercaron y comenzaron a besarme. Sus labios eran suaves y sus lenguas exploradoras. Me sentí perdida en un torbellino de deseo.
Uno de ellos me levantó y me llevó a una esquina más oscura de la construcción. Me recostó sobre un montón de escombros y comenzó a quitarme mi anaco. Sus manos exploraban cada rincón de mi cuerpo, y yo gemía de placer. Otro chico se unió, y pronto, estaba rodeada de hombres que me deseaban. Sus manos estaban en todas partes, acariciando mis pechos, mi cintura, mis caderas. Me sentí como una diosa, adorada y deseada por todos.
Uno de ellos me levantó y me llevó a una mesa improvisada, donde me recostó y comenzó a besar mi cuello mientras otro me subía el anaco y me quitaba las bragas. Sentí cómo sus dedos exploraban mi humedad de manera ruda , y gemí de placer. Pronto, estaban todos sobre mí, tomando turnos para penetrarme, llenándome por completo. La sensación de tener a tantos hombres dentro de mí, tocándome, besándome, era indescriptible. Me sentí usada, pero de la manera más placentera posible.
Me pusieron de rodillas desnuda y me hicieron chupar penes, uno tras otro. Sentía sus manos en mi cabeza, guiándome, mientras sus erecciones llenaban mi boca. El sabor salado y la textura suave de sus miembros me excitaban aún más. Me encantaba la sensación de poder y control que sentía, sabiendo que estaba dando placer a tantos hombres.
Después de lo que pareció una eternidad de placer, me dejaron casi desnuda en la madrugada, cerca de mi casa. Me cambié rápidamente y volví a casa como si nada hubiera pasado. Mi esposo ni siquiera se dio cuenta de mi ausencia. Fue una noche que nunca olvidaré, llena de lujuria y deseo.
Así es como fui vestida a la fiesta de matrimonio 👇
Solo regrese a casa con la camisa, el resto de la ropa no se dónde quedaría 😅 ni nos bragas tenía puesto

3 comentarios - Fui infiel a mi esposo pero de una manera muy deliciosa 🥵