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Hell Patrol

Fotos que tomamos mi esposa y yo, tratando de darle un toque erotico
Total libertad para comentar lo que quieran
Espero sean de vuestro agrado

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dulces.placeres@live.com


HELL PATROL


Oriana sin dudas, jamás hubiera sido la chica pura y casta que mamá hubiera deseado que le presentara como mi prometida, por el contrario, su reputación estaba más cerca del infierno que del cielo
Una morena que aclaraba sus cabellos a rubios, no era muy bonita de rostro, pero su cuerpo de curvas privilegiadas compensaba cualquier desvío, de buenos pechos, buena cintura y una cola de ensueño, con las mejores piernas que pudieran imaginar
Ella era enfermera de un hospital público, y aun enfundada en pantalones anchos, en un guardapolvos a la cintura, aún así, ella llamaba la atención de cualquier mortal, tanto hombres como mujeres
Ella no solo embriagaba con su físico, también lo hacía con sus palabras, con sus gestos, con su andar y hubiera deseado estar bajo su cuidado en algún sanatorio al azar
Pero el que estaba bajo su cuidado era mi padre, luego de una intervención de vesícula, y en esos días en que yo oficiaba de acompañante, nuestros caminos se cruzaron
Yo no estaba en un buen momento, venía despechado por un amor perdido, por una mujer que me había dejado y entré en su mundo solo por conquistar a otra mujer, que era mucho más bonita de la que la que me había abandonado

Pero Oriana, no era trigo limpio, una enfermera que había pasado por la cama de varios doctores, que se había cruzado con muchos internos de paso, como era mi caso, y una reputación que no daba para muchos comentarios
Yo me enamoré perdidamente de ella, como era, sin cuestionarla, sin peros, sin condiciones
Ella me contaba historias que hasta me hacía ruborizar como hombre, sin imaginar el puterío que podía ser un hospital público, aburridas noches de guardia en pleno verano, donde solo usaba el guardapolvos y una falda, las revolcadas que se pegaba con los enfermeros, algún problema con alguna esposa de algún doctor, y hasta la forma vergonzosa con la cual con las compañeras de turno comparaban las vergas de los tipos que salían inconscientes de cirugía, también me contaría la historia de Freddy, un tipo de mantenimiento con fama de 'buena herramienta', y la forma en que habían competido las chicas para cogérselo
No me importaba, nada me importaba, ella tenía una fascinación por el sexo, por los hombres, y el apetito que tenía entre sus piernas iba mucho más lejos de su trabajo, porque ella era así las veinticuatro horas del día

Yo sabía que me había sido infiel, una y cien veces, no era un secreto, por el contrario, era una confesión abierta y no me molestaba, me calentaba, y creo que mi éxtasis sexual era tener sexo con ella sabiendo que había estado antes con alguien mas
Para dos personas que pisaban los cuarenta las cosas estaban bien como estaban, me amaba a su manera, siempre decía que si yo hubiera sido un poquito más celoso, o un poquito más controlador, nada hubiera funcionado entre nosotros
Entre sus calzados podían verse casi con exclusividad zapatos de altos tacos, y en su cajón de ropa interior las tangas cola less monopolizaban el mismo, eras sus favoritos, en lo posible ella estaba siempre con una buena tanga enterrada en el culo y zapatos con tacones, su dicho era que nunca sabías cuando tendrías 'una guerra' por delante, y en tal caso, siempre debería estar preparada
Tal vez, lo malo de mi relación con ella fuera separarme de mi familia, mi madre no la soportaba y la había echado de su casa, por puta, literal, y me había dicho que mientras estuviera con ella no quería verme, que ella me había convertido en un estúpido dominado que me llevaba de las narices con su olor a concha, y aunque fuera verdad, pues era mi verdad
Con mi padre nos veíamos a escondidas, en algún bar a compartir un café, y así nos pasábamos los chimentos de un lado y del otro, él estaba triste, lo notaba, y aunque pretendía mostrarse imparcial, no podía disimular que Oriana tampoco era de su agrado, pero seguramente, por ser hombre, podía ser un poco más diplomático y falso que mamá

Y llegaría el día en que HELL PATROL estaría de gira por la ciudad...

HELL PATROL era un quinteto devenido a cuarteto en estos días, una banda de mediana popularidad que intentaba hacer un rock pop suave, mezclando canciones rockeras para los chicos con baladitas sentimentaloides para las chicas, honestamente eran mediocres y se mantenían a flote con un par de canciones que la habían pegado en su momento y no mucho más, además de hacer varios covers de bandas de verdad
Yo no me acordaba de ellos, al enterarme que estaban de gira y pasarían por el pueblo recordé que alguna vez se habían marchado a España en busca de abrirse a nuevos mercados donde parecieron perderse en la nada misma
Y la historia con mi mujer databa de esos días de adolescencia, loca y desenfrenada, como lo escucharía de sus propios labios, los días en que había empezado a enamorarse de ser puta
Ella estaba muy enganchada con una de esa baladitas de esos días, había ido a un concierto con Esteban, su noviecito de esos días, ella le dijo que haría lo imposible por conocer a los músicos y después del show fueron al detrás de la escena, por esas cosas sus caminos se separaron en medio de tanta gente, y Oriana apareció en el camerino de Paul - Pablo -, pero él se hacía llamar Paul - y en cruce de palabras, ella le estaba chupando la pija, y eso sería lo que verían los ojos de Esteban al abrir la puerta
Ella lo contaba con una marcada risa pero recuerda que en ese momento la había pasado mal

Mi mujer me mostraría fotos de esos tiempos, porque después de ese entuerto, Paul y ella tuvieron un romance efímero, los acompañó a alguna que otra gira, pero ella no podía conformarse con uno y tenía que ser la chica de todos, por lo cual anduvo de groupie pasando de pija en pija hasta que solo la relación no dio para mas

El regreso de la banda al país y nuevo tour de gira pasaba desapercibido de las luces de la efímera fama que alguna vez la había acompañado y solo despertaba el interés de aquellos fieles que aun quedaban en este presente
Fuimos esa noche al estadio cubierto que a pesar de no ser muy grande, apenas llegaba a la mitad de su capacidad cubierta, y entre humo y explosiones pasamos un set de canciones que si bien sonaban compactas no pasaban de ser mediocres, como siempre lo habían sido y obviamente no faltaría como cierre una de las antiguas y melosas baladas por las cuales habían sido conocidos

Cuando todo había terminado, y seguramente como lo había hecho años atrás, mi esposa se internó entre la multitud para encontrarse con sus viejos amigos, con quienes terminaríamos bebiendo unas cervezas en un sitio apartado, alejados de la multitud

Se recordaron historias, Dante el vocalista, me pareció un pedante que solo hablaba de él y siempre se ponía por delante de su banda, Paul el guitarrista parecía mantener afinidad con mi esposa y notaba leer entre líneas que para él había sido un poco mas que solo sexo, Marcelo, el batero estaba loco de remate y el bajista era quien se mantenía un poco alejado de la manada, tal vez por ser el nuevo del grupo
Entre birra y birra, contaron como pasaron de ser cinco a cuatro, tras alguna disolución pasajera por proyectos personales el tecladista había optado por otras cosas y decidieron prescindir ya de el, también contaron la historia del antiguo bajista, quien siempre había tenido roces con el resto por el tipo de música que hacían, odiaba las baladitas cursis y todo terminó en el cambio por Marcos, el bajista actual con quien estaban de gira
A todo esto, a mi me importaba una mierda toda esa historia, solo veía con recelo, como Oriana parecía estar mas cerca de ellos que de mi, con una excitación fuera de lo habitual y como las manos y las miradas iban mas allá de lo normal, de lo permitido y cuando Dante me llamó 'Esteban' y todos rieron supe de inmediato porqué lo hacía, porque mi mujer me había contado la historia, pero claro, ellos no sabían que yo sabía

Se había hecho tarde, la gente se había ido y ya estaban limpiando el lugar para el día siguiente, y cuando amablemente nos indicaron que debíamos retirarnos, puesto iban a cerrar, uno de los cuatro sugirió seguirla en la casucha donde estaban parando
Y de pronto nos vimos los cuatro músicos, Oriana y yo encerrados entre cuatro paredes, con botellas de bebidas blancas a medio vaciar, guitarras durmiendo en el rincón, prendas tiradas por doquier y una escueta cama de apenas plaza y media que oficiaría como próximo lugar de encuentro
Nunca supe como habíamos pasado tan rápido de un bar a un dormitorio
Ellos parecían aprestarse al asalto final, como en los viejos tiempos, según habían dicho y mi esposa se veía sensualmente puta con esa falda de cuero tan ajustada y tan corta que le hacían ver un culo enmarcado y unas piernas por demás sugerentes
Pero no era solo el aspecto visual, sino también su onda, porque mi esposa se mostraba sumamente provocativa en palabras y en acciones, y aunque sabía que esa noche yo era uno mas y que debería esperar mi turno, pues poco me importaba, la situación de que la vería poseída en breve me llevaba a una excitación incontrolable.

Yo sabía cual era mi lugar en el juego y que la puta de mi mujer se excitaba con tener a su marido a sus pies, ellos la rodearon por los cuatro flancos cerrando distancias y ella pareció naufragar entre los rockers, incluso el bajista, que era el extraño, se sumó como si fuera todo un histórico conocido
Las manos de los amantes como tentáculos de pulpos fueron invadiendo la piel de mi amada, con la discreción de no arrancarle las prendas, sino jugar con la seducción de ese erotismo que da hacer el amor sin desnudarse por completo
Ella, centro de atención besaba en la boca a uno y a otro, y se dejaba avanzar, empezaba a gemir cuando algún dedo indiscreto se colaba en su intimidad

Te gusta mirar? - tiró el vocalista -
Que puta es tu mujer! - agregó el guitarrista -

El batero, sacó su verga y solo con mirarse parecieron entenderse, ella fue al piso y empezó a mamársela como puta, como poseída, y los otros hicieron lo propio, ella estuvo rodeada por cuatro pijas duras que pugnaban por ganarse un lugar en su boca, chupando una y otra, buscando de reojo hacer contacto visual conmigo
Yo solo estaba a un lado, servil y paciente, para cuando fuera mi turno, tragando saliva con un nudo que apretaba mi garganta, con las sienes latiendo en excitación y las axilas bañadas en sudor por culpa de la puta de mi mujer, por que era muy puta, pero era mía

Oriana pareció escapar del cerco que le hacían esos machos, vino a mi lado, con sus ojos de serpiente, pasó una mano por mi nuca, se paró en puntas de pies y me beso en la boca metiendo su lengua profundo por minutos que se hicieron interminables, embriagada por compartir el sabor a otros hombres conmigo, su esposo
Jugó con su lengua pasándola por mis labios, ahora para que ellos vieran, y ellos esperaban con sus miembros erguidos con sonrisas marcadas en su rostro

Mi mujer dijo

Vamos, vengan de a uno, tengo aguante para todos, pero cada uno a su tiempo

Oriana como siempre intentaba hacer todo a su modo, no buscaba un ataque global, como a un paquete de dulces solo quería disfrutar uno a uno, ellos, como chiquillos decidieron sus turnos jugando piedra, papel y tijera mientras ella se había quitado la tanga y se había subido la pollera, se acariciaba los pezones y también el clítoris de su enorme argolla depilada, por mi lado, solo era espectador en un rol pasivo, acariciándome lentamente, puesto que de lo contrario acabaría demasiado rápido

El que era el guitarrista de HELL PATROL tomó el primer lugar, fue entre las piernas de mi amor, abriéndola como una flor de primavera, llevándole las rodillas a los lados de las orejas, parado al borde de la cama, solo se la metió profundo y se movió en su interior mientras ella gemía y buscaba nuevamente poder establecer contacto visual conmigo


Hell Patrol


Que rica! - decía balbuceante envuelta en placer - dale! llenámela de leche! dale hijo de puta!

Era muy caliente ver como se cogían a mi esposa, y más caliente sería ver cuando el salió de ese lugar y el semen que le había dejado en el interior solo escapaba naturalmente para ensuciar toda su zona íntima

El vocalista sería el segundo, la puso en cuatro, le dió una nalgada y dijo

La misma puta de siempre!, no cambiaste nada!

El pelilargo empezó a cogérsela también, y al metérsela hacía expulsar la leche que aun tenía dentro, desde donde estaba veía con nitidez como los jugos del que la había cogido en primer turno iban chorreando por sus entrepiernas, llegando a las rodillas, mientras ella solo se masturbaba y disfrutaba desentendida del entorno
De pronto, el tipo se detuvo y tomándola fuerte por la cintura con sus grandes manos, también se vino en su interior, haciendo que más y más semen fluyera
El baterista, que parecía el mas exacerbado de los cuatro, casi sacó a empujones a su compañero y exclamó

Esto es un asco, yo no pondré mi pija ahi...

Sin embargo se acomodó, y empujó, ella bramó en el momento, y exclamó como reclamo

Roger! Siempre el mismo degenerado!!!! No cambias más! Yo sabía que vos lo harías!!!!

El tal Roger empezó a darle y darle, y comprendí que ahora le estaba rompiendo el culo, fuerte, más fuerte, ella gritaba, y yo me enloquecía!

Que orto que tenes! - vociferaba perdido - estás más buena que cuando éramos jóvenes!

Solo le dió hasta descargarle todos sus jugos en los intestinos, para luego salir, buscarme donde yo estaba y abriéndole las nalgas me mostró a mi mujer con todos sus agujeros abiertos y chorreando leche por todos lados

Llegaría el turno del bajista, quien por ser el nuevo del grupo, no había podido participar en el sorteo de turnos y había sido relegado al último lugar, el miró el panorama y dijo

Diablos, no hay por donde entrar! Esto es un desastre...

Sin embargo, el empezó a darle por los dos agujeros, alternando entre concha y culo, de una lado a otro y cuando estuvo a punto, se la sacó para acabar litros de semen a corta distancia

Llegaba mi turno de jugar el juego, lo sabía, Oriana permanecía en cuatro, toda abierta, la mezcla de semen llenaba todos sus agujeros, sus nalgas, sus labios, toda embardunada, esa mezcla melosa había caído naturalmente por sus piernas, muy perra, muy puta, ella me miró y dijo lo que esperaba que dijera

Mi amor... Estoy toda sucia, necesito que me limpies...

Fui por detrás, me acerque lo suficiente como para sentir el olor a leche ingresando por mis fosas nasales, me acerqué más todavía, el placer y la excitación me embriagaba, estiré mi lengua y la pasé por su piel, por los sitios donde estaba sucia y solo empecé a succionar todo, ante la mirada incrédula de los integrantes del grupo, era mucho, pero beber la leche de los amantes de mi mujer era el precio que con gusto pagaba para tener su sexo
Le metí la lengua en el culo y en la concha, para extraer todo lo que había quedado, era demasiado
Mi mujer estaba colmada de jugos, pasé luego mis labios por sus hermosas piernas, intenté aprisionarle el clítoris pero todo estaba demasiado resbaladizo, ella se encorbaba para tomarme por la nuca para enterrar mi rostro contra su sexo

Cuando fue suficiente, cuando aun saboreaba los jugos que le habían dejado, ella se sentó al borde de la cama para chupármela como enloquecida, rico, profundo, constante, se perdía en mamadas eternas sabiendo que no duraría demasiado
Cuando faltaba poco, ella lo hizo entonces con sus manos, con mi verga sobre su rostro, provocándome con palabras, que estaba caliente, que quería que le acabara mientras se acariciaba los pechos con su mano libre
Y solo acabé con fueras, sobre su cara, sus ojos, su frente, sus pómulos, su nariz, sus labios, sus cabellos, por todos lados

Ella se reía, como poseída por tanta locura mientras se limpiaba el rostro con sus dedos para beber mis jugos, como yo lo había hecho con los jugos de sus amantes

Seguimos un rato mas, luego nos despedimos de HELL PATROL, y fuimos a nuestro coche para retornar a nuestro domicilio
Las luces de la avenida iban pegando en el parabrisas para iluminar en forma intermitente a mi esposa, quien conducía tranquilamente concentrada en el tráfico, mientras en el asiento de acompañante divisaba en silencio sus facciones y en mis pensamientos me preguntaba como una mujer tan linda podía ser tan puta, como podía coger con cualquiera en las narices de su esposo hasta llevarlo a una humillación sin retorno sin el menor de los remordimientos

Qué te pasa? - preguntó ella - estás callado...

No fui consciente en ese momento, pero en mi respuesta iría la decisión a futuro, porque era la oportunidad de cerrar una historia junto a una mujer que nunca sería completamente mi mujer, porque yo era solo una parte de mi vida y las cosas nunca cambiarían, nunca me respetaría, o simplemente sonreír y dejar la puerta abierta para nuevas aventuras, porque sabía que HELL PATROL era solo parte del comienzo
Acaricié su rostro con el revés de mi mano, y le regalé esa sonrisa que ella esperaba, como si nada raro hubiera ocurrido
Llegamos a casa, ella fue por una ducha porque tenía olor a sexo, pero sexo sucio, y no pude evitar colarme tras ella, porque estaba con la verga hirviendo nuevamente por todo lo sucedido
Lo gracioso fue que ella no quería, estaba cansada y había tenido demasiada pija por una noche, sin embargo, no se libraría de que la cogiera a mi gusto, bajo las gotas de la ducha,, aunque solo fuera para para quitarme las ganas

Pronto HELL PATROL sería historia, ellos seguirían de gira por el resto del país y como llegaron habían desaparecido, sin embargo llegarían nuevos juegos, como conocer a Freddy, el famoso tipo de mantenimiento de 'enorme herramienta', y no solo para que se la cogiera delante de mis ojos, sino también para que me humillara por mi pequeño tamaño, pero esa historia, es solo otra historia


Si te gustó esta historia, puedes escribirme con título HELL PATROL a dulces.placeres@live.com

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