⚠️ Relato 100% ficticio. Esto esuna fantasía sexual entre dos hombres chubby (gorditos). Contiene contenidoexplícito: sexo anal, mamadas, leche, gemidos, sudor, y amor por los cuerposgrandes.
Si no es lo tuyo, pasa de largo. Si sí lo es... bienvenido a mi mente sucia 😈
No podía sacarlo de mi cabeza. La manera en que se tragaba mi verga, la forma en que temblaba cuando me venía dentro.
Jonathan también quería más. Nos vimos al día siguiente…
Y esta vez, no hubo piedad.
Era una mañana húmeda, de esas en las que el aire te roza la piel como si quisiera meterse entre tus rollos. Estaba solo, acostado sin ropa,el ventilador apenas movía el calor. Pero no era el clima lo que me tenía sudando.
Pensaba en Jonathan.
Cuerpo generoso, piel suave y cálida.
Esa panza redonda, con pliegues suaves y reales. Un cuerpo que no se esconde.
Y yo, mirándolo, deseándolo.
Le mandé un mensaje simple: "¿Vienes? Tengo calor. Pero no solo por el clima."
No pasaron ni cinco minutos cuando tocó la puerta.
Camiseta pegada al cuerpo por el sudor, y una mirada que decía: "estoy igual que tú." Nos abrazamos apenas cerré la puerta. Fue como juntar dos masas de deseo. Las panzas chocaron. Los pechos se aplastaron.
Nuestros alientos se mezclaron como si nuestras bocas se conocieran de otras vidas.
Le levanté la camiseta y se la quité con ansiedad. Le besé el pecho, los pezones, la curva de su barriga. Lo hice gemir antes de tocarle la verga.
Y cuando lo hice… estaba dura. Gorda. Caliente. Igual que él.
Se arrodilló frente a mí, su panza colgando un poco,rozándome las piernas mientras sacaba mi verga.
- “No sabes cuánto he soñado con esto”- me dijo antes de tragársela. Profundo.Lento.
Su lengua me hacía temblar. Yo le sujeté del cabello, lo empujé más. Sentía mis huevos chocar con su papada suave, sus babas resbalando por mi base.
Gemía con la boca llena. Y eso me prendía más.
Lo levanté. Lo besé de nuevo. Nuestras barrigas sudadas se frotaban, resbalaban una contra otra. Estábamos jadeando. Pesados. Vivos.
Lo llevé a la cama y lo puse de espaldas. Le levanté las piernas. Le escupí el hoyo, lo lamí, lo abrí con la lengua como quien se muere de hambre. Él gemía, mordía la almohada, me rogaba que entrara.
Y le metí la verga. Lento al principio, sintiendo cómo su cuerpo se la tragaba. Mis manos en su panza, su espalda arqueada. Empecé a embestirlo.
PLAK PLAK PLAK
El sonido era delicioso. Cuerpos chocando sin vergüenza. Sudor mezclado. Gemidos bajos, graves, de macho cachondo.
- ¡Dámelo! -, me decía. - ¡Lléname, hazme tuyo! -
No pude aguantar más. Lo agarré fuerte. Metí hasta el fondo.Y acabé dentro. Todo.
Le llené el culo de leche caliente mientras él se venía solo, su panza temblando, su leche salpicando su pecho.
Quedamos ahí, pegados, empapados, respirando como animales satisfechos. Me apoyé en su panza, todavía dentro. Y le dije al oído:
- Esto fue la primera. Prepárate para la segunda. -
Pero bueno, eso es todo por hoy, síganme, den puntos, favoritos, comenten y todo eso, recuerden que subo post CASI todos los viernes. Nos vemos en el siguiente post, adiós.
Si no es lo tuyo, pasa de largo. Si sí lo es... bienvenido a mi mente sucia 😈
No podía sacarlo de mi cabeza. La manera en que se tragaba mi verga, la forma en que temblaba cuando me venía dentro.
Jonathan también quería más. Nos vimos al día siguiente…
Y esta vez, no hubo piedad.
Era una mañana húmeda, de esas en las que el aire te roza la piel como si quisiera meterse entre tus rollos. Estaba solo, acostado sin ropa,el ventilador apenas movía el calor. Pero no era el clima lo que me tenía sudando.
Pensaba en Jonathan.
Cuerpo generoso, piel suave y cálida.
Esa panza redonda, con pliegues suaves y reales. Un cuerpo que no se esconde.
Y yo, mirándolo, deseándolo.
Le mandé un mensaje simple: "¿Vienes? Tengo calor. Pero no solo por el clima."
No pasaron ni cinco minutos cuando tocó la puerta.
Camiseta pegada al cuerpo por el sudor, y una mirada que decía: "estoy igual que tú." Nos abrazamos apenas cerré la puerta. Fue como juntar dos masas de deseo. Las panzas chocaron. Los pechos se aplastaron.
Nuestros alientos se mezclaron como si nuestras bocas se conocieran de otras vidas.
Le levanté la camiseta y se la quité con ansiedad. Le besé el pecho, los pezones, la curva de su barriga. Lo hice gemir antes de tocarle la verga.
Y cuando lo hice… estaba dura. Gorda. Caliente. Igual que él.
Se arrodilló frente a mí, su panza colgando un poco,rozándome las piernas mientras sacaba mi verga.
- “No sabes cuánto he soñado con esto”- me dijo antes de tragársela. Profundo.Lento.
Su lengua me hacía temblar. Yo le sujeté del cabello, lo empujé más. Sentía mis huevos chocar con su papada suave, sus babas resbalando por mi base.
Gemía con la boca llena. Y eso me prendía más.
Lo levanté. Lo besé de nuevo. Nuestras barrigas sudadas se frotaban, resbalaban una contra otra. Estábamos jadeando. Pesados. Vivos.
Lo llevé a la cama y lo puse de espaldas. Le levanté las piernas. Le escupí el hoyo, lo lamí, lo abrí con la lengua como quien se muere de hambre. Él gemía, mordía la almohada, me rogaba que entrara.
Y le metí la verga. Lento al principio, sintiendo cómo su cuerpo se la tragaba. Mis manos en su panza, su espalda arqueada. Empecé a embestirlo.
PLAK PLAK PLAK
El sonido era delicioso. Cuerpos chocando sin vergüenza. Sudor mezclado. Gemidos bajos, graves, de macho cachondo.
- ¡Dámelo! -, me decía. - ¡Lléname, hazme tuyo! -
No pude aguantar más. Lo agarré fuerte. Metí hasta el fondo.Y acabé dentro. Todo.
Le llené el culo de leche caliente mientras él se venía solo, su panza temblando, su leche salpicando su pecho.
Quedamos ahí, pegados, empapados, respirando como animales satisfechos. Me apoyé en su panza, todavía dentro. Y le dije al oído:
- Esto fue la primera. Prepárate para la segunda. -
Pero bueno, eso es todo por hoy, síganme, den puntos, favoritos, comenten y todo eso, recuerden que subo post CASI todos los viernes. Nos vemos en el siguiente post, adiós.
3 comentarios - Fantasía de dos chubby gays Parte 2