“Vencida y destrozada por el (ex) suegro”.
l. Candela es una mujer de unos 25 años, rubia, piel blanca, delgada, de un metro 60 de altura, grandes pechos para su menudo cuerpo y su chica espalda. Cola pronunciada, parada, y con carnosos cachetes.
Ojos bellísimos, mirada sensual y una boca grande con labios carnosos que son una invitación a fantasías diversas
Ella estuvo en pareja por varios años, con el hijo mayor del maestro, con el que tuvo un hijo.
Hoy están separados, y ella vive en la costa, en una casa hermosa con vista al mar.
El suele visitarlos cada tanto, dado que es adoración que tiene por su nieto.
Está historia que comienza, es contada por la misma Candela, en ocasión de la última visita que les hizo.
II. Está por venir el abuelo, se va a quedar con vos todas las vacaciones de invierno porque tiene muchas ganas de verte, le dije a mí hijo, el que no para de saltar y emocionarse por la alegría que la noticia le daba. Más contento se puso cuando le comenté, que se iba a quedar en casa viviendo esos 15 días, durmiendo en la habitación que teníamos libre.
Debo confesar, que mí hijo no era el único feliz y entusiasmado, yo también lo estaba, iba a tener en casa al hombre que siempre había deseado y al que nunca me anime a tener.
Nunca me atreví a nada con él, más allá de histeriqueos y bromas subidas de tono. Después, la historia con su hijo, cómo premio consuelo anulo todo el deseo, pero hoy…. Hoy es otra historia.
Pero también me quedan dudas, porque ya es un hombre grande, aunque hermoso, y con una condición atlética, propia de un gran deportista, pero, pasa los cincuenta años.
Podrá seguir mí lujuria, mí pasión y mí calentura? Podrá seguir mí ritmo? Será cierto todo lo que siempre han dicho de el?
De los hombres que pasaron por mí vida, el único que pudo empatar mí lujuria y mí ritmo, fue su hijo, nuestro sexo, nos dejaba a ambos agotados y dormidos, luego, todos los hombres que pararon por mí cuerpo, no pudieron seguirme el ritmo, siempre terminaban agotados y yo con ganas de más.
De él, se dice que te destruye, y te lleva a lugares impensados, he escuchado y visto escenas tremendas que ya contaré, pero, podrá conmigo si se atreve a cogerme? O la fantasía superará a la realidad, y me desilusionarse?
Llegó, y voy a obviar, todo lo relacionado con mí hijo, para no aburrir.
La primera cena transcurrió en paz respecto a bromas o histeriqueos, no así la sobremesa posterior a quedar solos.
Una botella de vino abierta para la ocasión, sirvió para que el ambiente se calentara de repente. Bromas, doble intención e indirectas generaron un revuelo de hormonas… miradas, sonrisas pero nada físico aún.
Me elogio toda, y cada parte de mí cuerpo, me dijo que nunca le había prestado atención a mí boca, a mis tetas y a mí culo, pero que por lo que veía, estaba para hacerse un festín con cada una!!!
No me quedé atrás y le dije que no se hiciera el vivo, que después había que terminar llamando al médico.
Y muy suelto de cuerpo me dijo…. Que claro tenés todo, pero prometo no llegar al punto de que tengas que ir al médico!!!
A lo que le contesté… suegro, no me aguanta más de un par de horas usted!!!
Y ahí me desafío!!! Me dijo… si me aguantas más de cuatro horas, admito que me ganaste, pero si abandonas antes y encima acabas más de 8 veces, te hago el culo!!!
Guauuuu, dije!!! Y pensé… se tiró a la pileta y con que seguridad!!! Pero no podía quedarme sin contestar… y le tire, muy segura de mí… si gana, hace conmigo lo que quiera y como quiera durante estos 15 días, si gano yo, veré si le doy alguna otra oportunidad de así que disfrute.
Me dijo, acepto, pero tengo mis reglas, son con esas reglas o nada….
Me lleno de misterio… y le dije, bueno, cuáles son…
Muy simples, contestó… y enumero… no quedó satisfecho antes de acabar 5 veces, la chupada de conchs no puede faltar y mínimo es una hora, sin importar las veces que acabes, y la última es que cada vez que tengo ganas de acabar, lo hago en tu boca, para ver cómo te la tragas, salvo cuánto te cojo el culo, que acabo en él.
Excelente jugada pensé, fue a fondo, con seguridad y seguramente basado en su experiencia.
Dele suegro, acepto todo!!! Igual, gano yo…
III. Nos miramos, nos acercamos, y busco mí boca, y yo la de él.
Nos besamos, muy muy intensamente, mientras sentí que sus manos, acarician mis tetas, suavemente al principio, más fuerte después, todo sin dejar de besarme, eran las 2215 hs.
Mis pezones erectos, hicieron que juegue con ellos, y empecé a gemir, mientras seguíamos besándonos.
Salió de mis tetas y me manoseo muy ardiente la cola, me apretó contra él, y sentí su miembro duro como una roca, y enorme, gemi, me moje, se dio cuenta, y su mano fue a mí entrepierna, sentí que corría mí tanga y metía sus dedos en mí concha empapada.
Deje de besarlo para gemir, me estremecí, y empecé a jadear cuando sus dedos llegaban a mí útero y entraban y salían frenéticamente, acariciando mí clítoris, así fue durante unos minutos, en lo que me besaba y bajaba a chuparme las tetas, todo sin parar.
Estaba enloqueciendo, jadeaba y genia más fuerte, y más fuerte jugaba con sus dedos, empecé a estremecerme, temblar y de repente acabé, muy fuerte muy intenso, a tal punto que las piernas me temblaban.
Eran las 2235 hs.
l. Candela es una mujer de unos 25 años, rubia, piel blanca, delgada, de un metro 60 de altura, grandes pechos para su menudo cuerpo y su chica espalda. Cola pronunciada, parada, y con carnosos cachetes.
Ojos bellísimos, mirada sensual y una boca grande con labios carnosos que son una invitación a fantasías diversas
Ella estuvo en pareja por varios años, con el hijo mayor del maestro, con el que tuvo un hijo.
Hoy están separados, y ella vive en la costa, en una casa hermosa con vista al mar.
El suele visitarlos cada tanto, dado que es adoración que tiene por su nieto.
Está historia que comienza, es contada por la misma Candela, en ocasión de la última visita que les hizo.
II. Está por venir el abuelo, se va a quedar con vos todas las vacaciones de invierno porque tiene muchas ganas de verte, le dije a mí hijo, el que no para de saltar y emocionarse por la alegría que la noticia le daba. Más contento se puso cuando le comenté, que se iba a quedar en casa viviendo esos 15 días, durmiendo en la habitación que teníamos libre.
Debo confesar, que mí hijo no era el único feliz y entusiasmado, yo también lo estaba, iba a tener en casa al hombre que siempre había deseado y al que nunca me anime a tener.
Nunca me atreví a nada con él, más allá de histeriqueos y bromas subidas de tono. Después, la historia con su hijo, cómo premio consuelo anulo todo el deseo, pero hoy…. Hoy es otra historia.
Pero también me quedan dudas, porque ya es un hombre grande, aunque hermoso, y con una condición atlética, propia de un gran deportista, pero, pasa los cincuenta años.
Podrá seguir mí lujuria, mí pasión y mí calentura? Podrá seguir mí ritmo? Será cierto todo lo que siempre han dicho de el?
De los hombres que pasaron por mí vida, el único que pudo empatar mí lujuria y mí ritmo, fue su hijo, nuestro sexo, nos dejaba a ambos agotados y dormidos, luego, todos los hombres que pararon por mí cuerpo, no pudieron seguirme el ritmo, siempre terminaban agotados y yo con ganas de más.
De él, se dice que te destruye, y te lleva a lugares impensados, he escuchado y visto escenas tremendas que ya contaré, pero, podrá conmigo si se atreve a cogerme? O la fantasía superará a la realidad, y me desilusionarse?
Llegó, y voy a obviar, todo lo relacionado con mí hijo, para no aburrir.
La primera cena transcurrió en paz respecto a bromas o histeriqueos, no así la sobremesa posterior a quedar solos.
Una botella de vino abierta para la ocasión, sirvió para que el ambiente se calentara de repente. Bromas, doble intención e indirectas generaron un revuelo de hormonas… miradas, sonrisas pero nada físico aún.
Me elogio toda, y cada parte de mí cuerpo, me dijo que nunca le había prestado atención a mí boca, a mis tetas y a mí culo, pero que por lo que veía, estaba para hacerse un festín con cada una!!!
No me quedé atrás y le dije que no se hiciera el vivo, que después había que terminar llamando al médico.
Y muy suelto de cuerpo me dijo…. Que claro tenés todo, pero prometo no llegar al punto de que tengas que ir al médico!!!
A lo que le contesté… suegro, no me aguanta más de un par de horas usted!!!
Y ahí me desafío!!! Me dijo… si me aguantas más de cuatro horas, admito que me ganaste, pero si abandonas antes y encima acabas más de 8 veces, te hago el culo!!!
Guauuuu, dije!!! Y pensé… se tiró a la pileta y con que seguridad!!! Pero no podía quedarme sin contestar… y le tire, muy segura de mí… si gana, hace conmigo lo que quiera y como quiera durante estos 15 días, si gano yo, veré si le doy alguna otra oportunidad de así que disfrute.
Me dijo, acepto, pero tengo mis reglas, son con esas reglas o nada….
Me lleno de misterio… y le dije, bueno, cuáles son…
Muy simples, contestó… y enumero… no quedó satisfecho antes de acabar 5 veces, la chupada de conchs no puede faltar y mínimo es una hora, sin importar las veces que acabes, y la última es que cada vez que tengo ganas de acabar, lo hago en tu boca, para ver cómo te la tragas, salvo cuánto te cojo el culo, que acabo en él.
Excelente jugada pensé, fue a fondo, con seguridad y seguramente basado en su experiencia.
Dele suegro, acepto todo!!! Igual, gano yo…
III. Nos miramos, nos acercamos, y busco mí boca, y yo la de él.
Nos besamos, muy muy intensamente, mientras sentí que sus manos, acarician mis tetas, suavemente al principio, más fuerte después, todo sin dejar de besarme, eran las 2215 hs.
Mis pezones erectos, hicieron que juegue con ellos, y empecé a gemir, mientras seguíamos besándonos.
Salió de mis tetas y me manoseo muy ardiente la cola, me apretó contra él, y sentí su miembro duro como una roca, y enorme, gemi, me moje, se dio cuenta, y su mano fue a mí entrepierna, sentí que corría mí tanga y metía sus dedos en mí concha empapada.
Deje de besarlo para gemir, me estremecí, y empecé a jadear cuando sus dedos llegaban a mí útero y entraban y salían frenéticamente, acariciando mí clítoris, así fue durante unos minutos, en lo que me besaba y bajaba a chuparme las tetas, todo sin parar.
Estaba enloqueciendo, jadeaba y genia más fuerte, y más fuerte jugaba con sus dedos, empecé a estremecerme, temblar y de repente acabé, muy fuerte muy intenso, a tal punto que las piernas me temblaban.
Eran las 2235 hs.
2 comentarios - Las historias del maestro, hoy “La historia de Candela "