Una repostera

Que tal, Soy Naty, claro no es mi nombrereal, pero prefiero que me llamen así.
Quiero contarles algunas de las historias que me han pasado.





Soy una chica de 169, mis pechos no son grandes, pero creo que enamoran y mi trasero tampoco es grande, siempre me he sentido orgullosa de el. Trabajé en distintas pastelerías aquí en México, desde las caseras y de franquicias, aunque actualmente tengo una propia.
Empezaré diciendo que me encanta el sexo, aunque no lo he practicado mucho, prefiero ver cómo la gente se excita, como su pene quiere saludarme.

Una de mis primeras veces trabajando, estaba en una pastelería casera, ya había sido abordada por varios compañeros, hasta que un día, la excitación parecía consumirme, tristemente no había compañeros cerca, solo un proveedor.
Fui al baño, quitándome el bra y mi tanga, traía un pantalón blanco que se ajustaba a mi hermoso trasero, salí y pude notar que me empezaba a mojar, cosa que el proveedor vio, el siguió con lo suyo, pero no dejaba de verme. Me quite la filipina, mis pezones estaban casi por reventar la playera, fue cuando lo note, él estaba acariciando su pene, eso me prendió, pero lamentablemente no había tiempo para divertirnos. Me desabroche el pantalón, le deje ver, mi paraíso, empapado, con jugos. Recuerdo el placer que sentí cuando su lengua recorrió mi vagina, logrando ligeros espasmos en mis piernas, mi cuerpo sucumbió y pude ver como todo mi squirt baño su rostro y pecho. Un hermoso charco se formó debajo de mí, recorriendo mis piernas, quería más, pero el tiempo me lo impedía, todo lo que pude hacer fue agacharme y darle un beso en la cabeza a su pené, que empezaba a gotear.