Por situaciones externas a mi se tuvo que volver el capitulo 1 y2 de la serie, en los próximos días subiré el capitulo 2 e inmediatamente la parte 3, aproveché para hacer correcciones de ortografía y signos de puntuación, espero que sigan apoyando la serie para que suba las de mas partes y
Capítulo Uno: El inicio del verano
Undía más en la oficina, estaba en mi escritorio redactando un contratoimportante para mi empresa cuando por debajo del escritorio sentí una manoacariciando mi entrepierna, las manos pasaron de acariciar a desabrochar mispantalones para sacar mi verga. Ya con la verga afuera sentí una boca cálidarodeando la cabeza de mi miembro, miré y era Susana mi secretaria, llevábamosuna relación desde hace varios años, incluso antes de que falleciera mi esposaKate por lo que el sexo en la oficina era algo cotidiano
-Aaaah estoy a punto de venirme, susurre y cerraba los ojos sin embargo almirar el rostro de susana me dijo:
-Te gusta Papá?....
-Papá?- quede confundido -Papá...despierta- Abrí los ojos y vi a Brenda, mihija, encima de mí, brincando y rozándome de manera inocente, la tome de lacintura y delicadamente la aparte de mí, no quería que sintiera mi verga erectapor ese sueño
-Por qué la prisa por que me despertaste Princesa?- Le pregunte aun somnoliento
-Hoy comienza el verano Papi, ¿sabes lo que significa? podré tomar el sol todoel día, dormir, relajarme y beber alcohol sin control- me dijo conentusiasmo
-Pero no mucho, no quiero que te vuelvas una alcohólica- le dije con unasonrisa
-Papii! obvio no, solo voy a tomar poquito- me dijo mordiéndose el labio, deforma coqueta
-mira, solo no quiero que rompas algo o que…
-Gracias papiiiiiiiii- me interrumpió Brenda, me dio un beso en la mejilla ysalió corriendo de mi habitación, suspire resignado, me levanté de la cama, aúntenía mi verga erecta por el sueño y por la fricción que hubo con Brenda, mepreguntaba si había sentido algo cuando estaba encima de mí, a pesar de queteníamos una fuerte confianza, había límites y que ella rozara mi verga era unlímite que no quería superar.
Me vestí de forma casual y me dirigí hacia la cocina, tenía que hacer eldesayuno, ser padre viudo no era una tarea fácil y menos cuando tu hija era unajoven inmadura que seguía comportándose como adolescente, eso y agregando queera sumamente hermosa me hacía pensar acerca de nuestro futuro.
Mientras hacía el huevo con tocino sentí como las manos de Brenda me abrazaba ycomo sus pechos se apretaban a mi espalda
-Hija de verdad, no quiero que tomes mucho alcohol, voy a dejar que estés en lapiscina pero te voy a estar vigilando- le dije de forma firme
-Eso solo es un pretexto para verme en bikini cierto?- me sonroje de inmediatoante las palabras de mi hija
-Claro que no… quiero decir eres una joven hermosa pero soy un hombre mayor y…-
-JAJAJAJAJA- Brenda comenzó a reír a carcajadas -obvio es una broma papi, estoymuy contenta de que me cuides- me abrazó con aún más fuerza -aunque varias demis amigas consideran que eres un hombre muy guapo- dijo casi susurrando
-Que dijiste?-
-Nada, nada papi…ya está el desayuno? me muero de hambre- dijo cambiando eltema.
El desayuno transcurrió con normalidad. Brenda estaba visiblemente emocionadaante la idea de pasar un verano lejos de los pensamientos de la escuela y conla tranquilidad de una adolescente. Por mi parte, no podía hacer más queapoyar sus planes. Al fin y al cabo, era lo más importante en mi vida, y haríatodo lo necesario para cuidarla.
Cuando terminamos de desayunar, subimos al auto rumbo al supermercado máscercano
-Vamos a comprar inflables, bronceador, comida y mucho alcohol- dijo Brenda,aferrada a mi brazo mientras cruzábamos la entrada del súper.
-No quiero que compres mucho alcohol, no quiero que termines ahogada en mipiscina por favor- Le dije a Brenda -Voy a buscar unas cosas. Toma lo quenecesites y luego me buscas para pagar, ¿vale? -
-Si, papi- contestó alegremente antes de soltar mi brazo y desaparecer casicorriendo entre los pasillos.
Aproveché el momento para dirigirme al área de farmacia. Del mostrador tomé unacaja de condones, pensando que, si mi hija iba a divertirse, yo también podríahacerlo. Mientras revisaba entre las distintas opciones disponibles, sentí lavibración de mi celular. Al sacarlo, noté que era un mensaje de Susana, misecretaria.
"¿Cómo amaneciste Cesar?" preguntaba. Nuestra relación era todo menosconvencional. Más que una pareja madura, nos comportamos como dos adolescentesenamorados. Salíamos a parques, cenas, y teníamos sexo siempre que podíamos.Para mí, era más de lo que podría pedir: Susana, a sus 35 años, con una hija de18 años era una mujer espectacular que se mantenía increíblemente bien
"¿Quieres venir a casa? Podríamos divertirnos hoy", le respondí.Guardé mi teléfono, tomé una caja de condones y me dirigí al área de alimentos.Mi idea inicial era preparar una parrillada típica para mi hija, pero no sabíaque Brenda probablemente tendría otros planes
-PAPIIIIII- gritó su voz desde el otro extremo del supermercado. Al voltear, lavi acercándose con una canasta que contenía tres botellas de vodka y variasbolsas de botanas.
-listo papi, esto es lo único que quiero- me dijo sonriente mientras levantabaorgullosa la selección que había hecho, suspiré y le devolví la sonrisa.
- ¿Y para comer? -pregunté.
-Pizza quiero de pepperoni- contestó, suspiré resignado; mi idea de parrilladatendría que esperar. Pagamos todo, incluidos los condones, que Brenda nisiquiera notó por estar distraída con su celular. Cargamos las compras en elauto y emprendimos el regreso a casa.
Cuando llegamos, Brenda corrió a su habitación para arreglarse y estar listamientras yo bajaba las cosas del auto. Al acomodarlas en la cocina, revisé micelular nuevamente y vi un mensaje de Susana: "Voy en camino". Sonreíy estaba a punto de responder cuando el timbre de la casa interrumpió misfantasías, era el repartidor que había llegado con las pizzas que ya habíapedido Brenda, pagué las pizzas, las recibí y me dirigí a la cocina, tomé unvaso y serví un poco de vodka de las botellas de Brenda, camine hacia la salade estar donde me dejé caer sobre el sofá, prendí la televisión, bebí de mivaso y aclare la garganta después del primer trago
-Ajam, que fuerte esta esto- dije en voz alta, sorprendido de lo que habíacomprado Brenda
-Es que no es para viejos, es para la gente joven- Dijo Brenda parada en bikinien la entrada de la sala

Lamiré de arriba hacia abajo completamente sorprendido, tal vez fue el rápidoefecto del alcohol en mi cuerpo sin embargo no pude evitar que la sangrecirculara hacia mi pene formando una leve erección finalmente era una jovenhermosa y su cuerpo estaba completamente bien desarrollado medía poco más de165 cm pero eso poco importaba comparado con el firme tamaño de sus tetas, sinduda era hermosa
-Te vez hermosa hija- le dije después de examinar su cuerpo con mi mirada
-¿Te gusta? pensé que era muy provocativo- me dijo mientras movía sucuerpo para verse a sí misma
-Creo que el color resalta tus ojos- dije sonriendo y sin apartar la mirada desu escultural cuerpo
-Ay papi, me apeno- soltó una risa coqueta -pero bueno, iré a servirme un pocode lo que estas bebiendo e iré a tomar el sol un poco- dijo y se dirigió a lacocina, sirvió en un vaso una buena cantidad de vodka con algo de jugo de piñay salió al patio donde se encontraba la piscina
-Mmmm está bien, aunque voy a ir periódicamente a verte, así que no hagas nadamalo porque lo voy a saber- le dije antes de que saliera por completo
-Qué desgracia, entonces quién me va a poner bronceador en mi cuerpo?- dijosarcásticamente mientras se dirigía hacia el patio, suspiré ante suindiferencia
Termine de beber de mi vaso, me levanté hacia la cocina y mire hacia la ventanadonde ya estaba Brenda acostada boca arriba con los ojos cerrados, quedéhipnotizado por su hermoso cuerpo y por lo linda que se veía su piel cubiertade bronceador brillando por el reflejo del sol, al ver su cuerpocompletamente desarrollada la erección que tenía aumentó súbitamente, me servíotro vaso de vodka mientras vigilaba a mi niña
-Si fuera más joven…- susurre y bebí de mi vaso. Inconscientemente acomode miverga dentro del pantalón ya que la erección me era incómoda, en eso nuevamenteel timbre, al abrir era Susana de pie frente a la puerta vestida de manera muycasual en comparación a cuando nos vemos en la oficina

-Holajefe- se acercó y me dio un beso en la boca
-Hola Susy, pensé que no ibas a venir, ya es muy tarde- le conteste
-Si perdón tuve que ir a dejar a Erica a su clase de natación- me contestómientras entraba, Erica era su hija que tenía la misma edad que Brenda, nuncafueron amigas incluso podría decir que no se llevaban bien por el hecho quefuera de la escuela nunca las había visto platicar -¿Que es ese ruido?-preguntó Susana al escuchar la música que Brenda había puesto en su sesión debronceado
-Ya sabes, jóvenes.- bromee -pero tome siéntate- le señalé el sofá- Quieresbeber algo? ¿Tengo vino, cerveza o vodka? -
-Será mejor que tome algo ligero, una copa de vino, tengo que ir por la tarde arecoger a Lana, no puedo llegar ebria- me dijo, asentí y me dirigí hacia lacocina serví más vodka para mí y un poco de vino en otra copa. Regresé a lasala y me senté junto a Susana, bebimos, comenzamos a platicar el tiempo pasómuy rápido y el alcohol que seguíamos bebiendo hacía cada vez más efecto, sinimportarme la presencia de mi hija me lancé hacia Susana.
Empezamos a besarnos, los besos empezaron como pequeños picos, pero pronto sehicieron más largos y apasionados. Nuestras lenguas se lanzaron un alrededor dela otra. Me estiré alrededor de su cintura y busqué a tientas el cierre de sufalda. Ella apartó mi mano de un manotazo e interrumpió el beso.
-No tan rápido- dijo. Me encorvé ligeramente, mostrando mi decepción. Ella giróla cabeza hacia la puerta del baño y dijo
-Tengo que ir al baño, espérame en tu habitación- me dio un beso, se puso enpie y tambaleándose entró al baño, fui hacia la cocina por más alcohol y vicomo Brenda parecía haberse quedado dormida bajo el sol, rellene mi vaso y subíhacia mi cuarto.
Me senté en la cama con solo mis calzoncillos puestos, ansioso por que Susanallegara y finalmente escuche sus pasos y, después de lo que pareció unaeternidad, Susana apareció. La miré de arriba abajo; tenía el pelo suelto,llevaba solo un sujetador blanco de encaje con una tanga a juego y todavíallevaba sus tacones, que acentuaban sus pantorrillas. Se veía más increíble delo que recordaba. Mi pene se había ablandado un poco mientras estaba en elbaño, pero al verla, volvió a estar completamente erecto.

-¡Guau! - exclamé
- ¿Te gusta lo que ves? - preguntó y luego giró 360 grados mostrando cada partede ella
-Sí - respondí- Muchísimo-
-Sube a la cama- dijo con tono autoritario, casi como una orden. Obedecí y memoví hasta que mi cabeza quedó justo encima de las almohadas.
Se subió a la cama, puso las rodillas entre las mías y empezó a recorrerlentamente con el dedo índice derecho mi pie, hasta el tobillo, pasando por lapantorrilla y la rodilla, y subiendo hasta el muslo
-Vamos a deshacernos de estos- dijo mientras comenzaba a quitarme los bóxeres.
Mientras agarraba la cintura con ambas manos, levanté mi trasero de la cama.Los deslizó por mi cintura y mi polla se puso de pie. Susana le dio un beso enla punta mientras se movía por la cama, llevándose mi bóxer con ella. De pie alpie de la cama, tiró de la tela sobre mis pies y la arrojó al suelo.
Me incliné sobre los codos para verla mejor y ella me miró con picardía y luegose estiró para desabrocharse el sujetador, se lo quitó y lo arrojó junto a mis calzoncillos.Se pasó las manos por la parte exterior de los pechos, ahuecando cada uno deellos, y luego comenzó a masajear los pezones entre el pulgar y el índice.Sonreí en señal de aprobación al ver eso.
Después de unos momentos de jugar con sus tetas, se quitó los zapatos, seinclinó hacia delante, puso sus manos entre mis pies y comenzó a subirse a lacama, moviéndose sobre mí al mismo tiempo. Se detuvo cuando su cabeza estaba ala altura de mi cintura, con sus manos a ambos lados de mí, y dijo
-Recuéstate y cierra los ojos jefe- Obedecí de inmediato y moví mis manos porencima de mi cabeza. Susana comenzó a trazar muy suavemente la punta de mi penecon su lengua. Era tan suave que no estaba seguro de que me estuviera tocando.Su lengua se movió más abajo en la cabeza hasta que sentí la caricia de suslabios, su lengua continuaba lamiendo su perímetro. Se sentía tan maravillosoque dejé escapar un gemido audible.
Empezó a mover la cabeza de arriba a abajo, pasando la lengua por la base de mimiembro. Al principio, lentamente, pero luego aceleró el ritmo.
-Oh, Susana- gemí -es increíble-
Mi orgasmo se acercaba y luego sentí que la cama se movía un poco. Susana dejóde mover la cabeza y mantuvo sus labios alrededor de mi verga. Entonces sentíque su mano agarraba mi miembro y comenzaba a deslizarse hacia arriba y haciaabajo. El movimiento de su mano hacia arriba y hacia abajo y su lengua jugandocon mi cabeza me dieron todo lo que pude soportar. Sentí que mis bolascomenzaban a apretarse y gemí de nuevo. Un par de embestidas más y logré jadear
- ¡Me voy a correr! - Dejó de acariciar mi pene y volvió a colocar su manosobre la cama. Mi liberación era inminente y comencé a empujar mis caderashacia su cabeza, sintiendo sus labios deslizarse por mi pene. En la terceraembestida, no pude contenerme y dejé mis caderas en el aire, liberando untorrente de semen, mi pene enterrado profundamente en su boca.
-UAAAAAAHHHHHH- gemí mientras pintaba la parte posterior de su garganta con misemen. Escuché a Susana chillar de placer. Después del cuarto chorro, dejéescapar un último gemido y me desplomé en la cama. Susana, con sus labiostodavía sellados alrededor de mi eje, bajó la cabeza mientras yo colapsaba,asegurándose de que no se escapara ninguna gota de semen. Sus labios sedeslizaron hasta la cabeza de mi pene, e involuntariamente sufrí un espasmoante la sensación Susana inclinó la cabeza una vez más mientras tragaba misemen.
Ella se subió a mí y se tumbó de costado a mi lado. Yo todavía disfrutaba delresplandor de mi orgasmo, con las manos sobre la cabeza y los ojos cerrados
-tal vez podamos continuar cuando vuelva, tengo que ir a recoger a Erica de susclases de Natación- me susurró al oído, excitado, ebrio, y completamenteagotado ante tal mamada dije
-Te acompaño a la puerta- me trate de levantar pero Susana me detuvo
-Conozco bien la salida, gracias- me dijo, comenzó a vestirse de nuevo y salióde mi habitación, me recosté de nuevo tratando de asimilar la situación.
Tomé mi celular y ordené algunas milanesas, la comida favorita de Brenda esperéa que llegara la comida mientras esperaba mi mejor opción fue beber más vodkabebí mucho muy rápido, escuche el timbre y completamente mareado abrí la puertarecibí la comida y pagué. Cuando me disponía a entrar de nuevo a la casaescuché el claxon del auto de Susana, se estaciono en los lugares frente a lapuerta y ambas, Susana y Erica bajaron del vehículo
-Veo que ya está la comida lista- dijo sonriente Susana
-Claro, lo pedí para ustedes- dije con una falsa sonrisa
-mmmmmmh milanesas, son mi comida favorita- olfateó Erica acercándose a mi -Lascompraste para mí, Papá?- me dijo mordiéndose un labio a lo que inmediatamenteen sonrojé -JAJAJAJAJAJAJAJ- Erica comenzó a reír -Siempre caes en la mismabroma Cesar- dijo ya con un tono más relajado, incomodo, sonreí, no sé quéclase de educación le dio Susana pero Erica era muy atrevida, audaz y un pocoinsolente tanto que podría imaginar que se me había insinuado más de una vezpero no le di importancia
-Pasen, pasen, que se enfría- les dije a lo que ambas reaccionaron e ingresarona la casa, comencé a poner la mesa
-Brenda está en la piscina?- pregunto entusiasmada Erica
-SI, ella lleva desde la maña….- traté de responder pero me interrumpióErica
-Apuesto a que necesita quien le ponga bronceador en su espalda, iré a hacerlecompañía- dijo Erica decidida
-Erica, come algo antes- dijo Susana
-Mamá, estoy a dieta a demás esa comida ya está fría- dijo con un tono seco-voy a pasar al baño a ponerme algo adecuado para la piscina- dijo, tomó sumochila y se dirigió al baño
-Tiene su mochila llena de bikinis?- Pregunté burlándome
-Si, en sus clases de natación son muy flexibles y les dejan solo relajarse ytomar el sol, por eso lleva más de un bikini por cada clase- dijo susanaresignada -pffffff- suspiré
-Tienes hambre?- le pregunté a Susana
-La verdad sí, pero tengo antojo de milanesa, tengo hambre de salchicha- medijo seductoramente y se lanzó a mi dándome besos apasionados, comencé poniendomi manos en su cintura, para después empezar a acariciar sus tetas y porsupuesto su enorme culo
-¿Perdón? hay niñas presentes ¿Pueden esperar a estar solos para empezar ahacer sus cosas?- escuché la voz de Erica, me separé de inmediato de Susanaquien no reaccionó a la voz de su hija, miré a Erica que estaba parada en lapuerta de la cocina
-¿Me veo bien?- preguntó mordiéndose el labio Mequedé boquiabierto al ver su traje de baño, un bikini muy pequeño que dejaba poco a la imaginación

-Te ves muy bien- le contesté sin despegar mi mirada de su hermoso cuerpo,Susana se dio cuenta de ello y decidió intervenir
-Hija, ponte al más…-
-Decente?- interrumpió Erica - Pues no veo nada de malo, a Cesar le gusta- dijoviéndome
-¿Eh? - me despertó de mi inspección al cuerpo del Erica -Ay amor, déjala queuse lo que quiera, están en confianza, aquí no le va a pasar nada- intentétranquilizar a Susana -Gracias por no ser un aburrido Cesar- me guiñó unojo y salió al patio . Mire la cara de Susana visiblemente enojada
- ¿Pasa algo? - pregunté con ingenuidad
-Agradecería que no me pusieras en contra a mi hija- respondió molesta
-Susana, ella es hermosa, déjala que use lo que quiera- trate de calmarla
-Es que, tengo miedo, es joven y hermosa si, no quiero que termine embarazada alos 18 años para que termine siendo abandonada- su voz se quebró -no quiero quetermine como yo- se levantó y se dirigió al cuarto, no la seguí para darle suespacio, suspiré resignado. Me serví otra copa de vodka y otra y otra y derepente estaba acostado en el sofá, los ojos cansados y completamente ebrio,cerré los ojos y me quedé dormido…
Continuará...
Cualquier idea, comentario, apoyo será bienvenido, dejen sus puntos
Gracias por leer
Capítulo Uno: El inicio del verano
Undía más en la oficina, estaba en mi escritorio redactando un contratoimportante para mi empresa cuando por debajo del escritorio sentí una manoacariciando mi entrepierna, las manos pasaron de acariciar a desabrochar mispantalones para sacar mi verga. Ya con la verga afuera sentí una boca cálidarodeando la cabeza de mi miembro, miré y era Susana mi secretaria, llevábamosuna relación desde hace varios años, incluso antes de que falleciera mi esposaKate por lo que el sexo en la oficina era algo cotidiano
-Aaaah estoy a punto de venirme, susurre y cerraba los ojos sin embargo almirar el rostro de susana me dijo:
-Te gusta Papá?....
-Papá?- quede confundido -Papá...despierta- Abrí los ojos y vi a Brenda, mihija, encima de mí, brincando y rozándome de manera inocente, la tome de lacintura y delicadamente la aparte de mí, no quería que sintiera mi verga erectapor ese sueño
-Por qué la prisa por que me despertaste Princesa?- Le pregunte aun somnoliento
-Hoy comienza el verano Papi, ¿sabes lo que significa? podré tomar el sol todoel día, dormir, relajarme y beber alcohol sin control- me dijo conentusiasmo
-Pero no mucho, no quiero que te vuelvas una alcohólica- le dije con unasonrisa
-Papii! obvio no, solo voy a tomar poquito- me dijo mordiéndose el labio, deforma coqueta
-mira, solo no quiero que rompas algo o que…
-Gracias papiiiiiiiii- me interrumpió Brenda, me dio un beso en la mejilla ysalió corriendo de mi habitación, suspire resignado, me levanté de la cama, aúntenía mi verga erecta por el sueño y por la fricción que hubo con Brenda, mepreguntaba si había sentido algo cuando estaba encima de mí, a pesar de queteníamos una fuerte confianza, había límites y que ella rozara mi verga era unlímite que no quería superar.
Me vestí de forma casual y me dirigí hacia la cocina, tenía que hacer eldesayuno, ser padre viudo no era una tarea fácil y menos cuando tu hija era unajoven inmadura que seguía comportándose como adolescente, eso y agregando queera sumamente hermosa me hacía pensar acerca de nuestro futuro.
Mientras hacía el huevo con tocino sentí como las manos de Brenda me abrazaba ycomo sus pechos se apretaban a mi espalda
-Hija de verdad, no quiero que tomes mucho alcohol, voy a dejar que estés en lapiscina pero te voy a estar vigilando- le dije de forma firme
-Eso solo es un pretexto para verme en bikini cierto?- me sonroje de inmediatoante las palabras de mi hija
-Claro que no… quiero decir eres una joven hermosa pero soy un hombre mayor y…-
-JAJAJAJAJA- Brenda comenzó a reír a carcajadas -obvio es una broma papi, estoymuy contenta de que me cuides- me abrazó con aún más fuerza -aunque varias demis amigas consideran que eres un hombre muy guapo- dijo casi susurrando
-Que dijiste?-
-Nada, nada papi…ya está el desayuno? me muero de hambre- dijo cambiando eltema.
El desayuno transcurrió con normalidad. Brenda estaba visiblemente emocionadaante la idea de pasar un verano lejos de los pensamientos de la escuela y conla tranquilidad de una adolescente. Por mi parte, no podía hacer más queapoyar sus planes. Al fin y al cabo, era lo más importante en mi vida, y haríatodo lo necesario para cuidarla.
Cuando terminamos de desayunar, subimos al auto rumbo al supermercado máscercano
-Vamos a comprar inflables, bronceador, comida y mucho alcohol- dijo Brenda,aferrada a mi brazo mientras cruzábamos la entrada del súper.
-No quiero que compres mucho alcohol, no quiero que termines ahogada en mipiscina por favor- Le dije a Brenda -Voy a buscar unas cosas. Toma lo quenecesites y luego me buscas para pagar, ¿vale? -
-Si, papi- contestó alegremente antes de soltar mi brazo y desaparecer casicorriendo entre los pasillos.
Aproveché el momento para dirigirme al área de farmacia. Del mostrador tomé unacaja de condones, pensando que, si mi hija iba a divertirse, yo también podríahacerlo. Mientras revisaba entre las distintas opciones disponibles, sentí lavibración de mi celular. Al sacarlo, noté que era un mensaje de Susana, misecretaria.
"¿Cómo amaneciste Cesar?" preguntaba. Nuestra relación era todo menosconvencional. Más que una pareja madura, nos comportamos como dos adolescentesenamorados. Salíamos a parques, cenas, y teníamos sexo siempre que podíamos.Para mí, era más de lo que podría pedir: Susana, a sus 35 años, con una hija de18 años era una mujer espectacular que se mantenía increíblemente bien
"¿Quieres venir a casa? Podríamos divertirnos hoy", le respondí.Guardé mi teléfono, tomé una caja de condones y me dirigí al área de alimentos.Mi idea inicial era preparar una parrillada típica para mi hija, pero no sabíaque Brenda probablemente tendría otros planes
-PAPIIIIII- gritó su voz desde el otro extremo del supermercado. Al voltear, lavi acercándose con una canasta que contenía tres botellas de vodka y variasbolsas de botanas.
-listo papi, esto es lo único que quiero- me dijo sonriente mientras levantabaorgullosa la selección que había hecho, suspiré y le devolví la sonrisa.
- ¿Y para comer? -pregunté.
-Pizza quiero de pepperoni- contestó, suspiré resignado; mi idea de parrilladatendría que esperar. Pagamos todo, incluidos los condones, que Brenda nisiquiera notó por estar distraída con su celular. Cargamos las compras en elauto y emprendimos el regreso a casa.
Cuando llegamos, Brenda corrió a su habitación para arreglarse y estar listamientras yo bajaba las cosas del auto. Al acomodarlas en la cocina, revisé micelular nuevamente y vi un mensaje de Susana: "Voy en camino". Sonreíy estaba a punto de responder cuando el timbre de la casa interrumpió misfantasías, era el repartidor que había llegado con las pizzas que ya habíapedido Brenda, pagué las pizzas, las recibí y me dirigí a la cocina, tomé unvaso y serví un poco de vodka de las botellas de Brenda, camine hacia la salade estar donde me dejé caer sobre el sofá, prendí la televisión, bebí de mivaso y aclare la garganta después del primer trago
-Ajam, que fuerte esta esto- dije en voz alta, sorprendido de lo que habíacomprado Brenda
-Es que no es para viejos, es para la gente joven- Dijo Brenda parada en bikinien la entrada de la sala

Lamiré de arriba hacia abajo completamente sorprendido, tal vez fue el rápidoefecto del alcohol en mi cuerpo sin embargo no pude evitar que la sangrecirculara hacia mi pene formando una leve erección finalmente era una jovenhermosa y su cuerpo estaba completamente bien desarrollado medía poco más de165 cm pero eso poco importaba comparado con el firme tamaño de sus tetas, sinduda era hermosa
-Te vez hermosa hija- le dije después de examinar su cuerpo con mi mirada
-¿Te gusta? pensé que era muy provocativo- me dijo mientras movía sucuerpo para verse a sí misma
-Creo que el color resalta tus ojos- dije sonriendo y sin apartar la mirada desu escultural cuerpo
-Ay papi, me apeno- soltó una risa coqueta -pero bueno, iré a servirme un pocode lo que estas bebiendo e iré a tomar el sol un poco- dijo y se dirigió a lacocina, sirvió en un vaso una buena cantidad de vodka con algo de jugo de piñay salió al patio donde se encontraba la piscina
-Mmmm está bien, aunque voy a ir periódicamente a verte, así que no hagas nadamalo porque lo voy a saber- le dije antes de que saliera por completo
-Qué desgracia, entonces quién me va a poner bronceador en mi cuerpo?- dijosarcásticamente mientras se dirigía hacia el patio, suspiré ante suindiferencia
Termine de beber de mi vaso, me levanté hacia la cocina y mire hacia la ventanadonde ya estaba Brenda acostada boca arriba con los ojos cerrados, quedéhipnotizado por su hermoso cuerpo y por lo linda que se veía su piel cubiertade bronceador brillando por el reflejo del sol, al ver su cuerpocompletamente desarrollada la erección que tenía aumentó súbitamente, me servíotro vaso de vodka mientras vigilaba a mi niña
-Si fuera más joven…- susurre y bebí de mi vaso. Inconscientemente acomode miverga dentro del pantalón ya que la erección me era incómoda, en eso nuevamenteel timbre, al abrir era Susana de pie frente a la puerta vestida de manera muycasual en comparación a cuando nos vemos en la oficina

-Holajefe- se acercó y me dio un beso en la boca
-Hola Susy, pensé que no ibas a venir, ya es muy tarde- le conteste
-Si perdón tuve que ir a dejar a Erica a su clase de natación- me contestómientras entraba, Erica era su hija que tenía la misma edad que Brenda, nuncafueron amigas incluso podría decir que no se llevaban bien por el hecho quefuera de la escuela nunca las había visto platicar -¿Que es ese ruido?-preguntó Susana al escuchar la música que Brenda había puesto en su sesión debronceado
-Ya sabes, jóvenes.- bromee -pero tome siéntate- le señalé el sofá- Quieresbeber algo? ¿Tengo vino, cerveza o vodka? -
-Será mejor que tome algo ligero, una copa de vino, tengo que ir por la tarde arecoger a Lana, no puedo llegar ebria- me dijo, asentí y me dirigí hacia lacocina serví más vodka para mí y un poco de vino en otra copa. Regresé a lasala y me senté junto a Susana, bebimos, comenzamos a platicar el tiempo pasómuy rápido y el alcohol que seguíamos bebiendo hacía cada vez más efecto, sinimportarme la presencia de mi hija me lancé hacia Susana.
Empezamos a besarnos, los besos empezaron como pequeños picos, pero pronto sehicieron más largos y apasionados. Nuestras lenguas se lanzaron un alrededor dela otra. Me estiré alrededor de su cintura y busqué a tientas el cierre de sufalda. Ella apartó mi mano de un manotazo e interrumpió el beso.
-No tan rápido- dijo. Me encorvé ligeramente, mostrando mi decepción. Ella giróla cabeza hacia la puerta del baño y dijo
-Tengo que ir al baño, espérame en tu habitación- me dio un beso, se puso enpie y tambaleándose entró al baño, fui hacia la cocina por más alcohol y vicomo Brenda parecía haberse quedado dormida bajo el sol, rellene mi vaso y subíhacia mi cuarto.
Me senté en la cama con solo mis calzoncillos puestos, ansioso por que Susanallegara y finalmente escuche sus pasos y, después de lo que pareció unaeternidad, Susana apareció. La miré de arriba abajo; tenía el pelo suelto,llevaba solo un sujetador blanco de encaje con una tanga a juego y todavíallevaba sus tacones, que acentuaban sus pantorrillas. Se veía más increíble delo que recordaba. Mi pene se había ablandado un poco mientras estaba en elbaño, pero al verla, volvió a estar completamente erecto.

-¡Guau! - exclamé
- ¿Te gusta lo que ves? - preguntó y luego giró 360 grados mostrando cada partede ella
-Sí - respondí- Muchísimo-
-Sube a la cama- dijo con tono autoritario, casi como una orden. Obedecí y memoví hasta que mi cabeza quedó justo encima de las almohadas.
Se subió a la cama, puso las rodillas entre las mías y empezó a recorrerlentamente con el dedo índice derecho mi pie, hasta el tobillo, pasando por lapantorrilla y la rodilla, y subiendo hasta el muslo
-Vamos a deshacernos de estos- dijo mientras comenzaba a quitarme los bóxeres.
Mientras agarraba la cintura con ambas manos, levanté mi trasero de la cama.Los deslizó por mi cintura y mi polla se puso de pie. Susana le dio un beso enla punta mientras se movía por la cama, llevándose mi bóxer con ella. De pie alpie de la cama, tiró de la tela sobre mis pies y la arrojó al suelo.
Me incliné sobre los codos para verla mejor y ella me miró con picardía y luegose estiró para desabrocharse el sujetador, se lo quitó y lo arrojó junto a mis calzoncillos.Se pasó las manos por la parte exterior de los pechos, ahuecando cada uno deellos, y luego comenzó a masajear los pezones entre el pulgar y el índice.Sonreí en señal de aprobación al ver eso.
Después de unos momentos de jugar con sus tetas, se quitó los zapatos, seinclinó hacia delante, puso sus manos entre mis pies y comenzó a subirse a lacama, moviéndose sobre mí al mismo tiempo. Se detuvo cuando su cabeza estaba ala altura de mi cintura, con sus manos a ambos lados de mí, y dijo
-Recuéstate y cierra los ojos jefe- Obedecí de inmediato y moví mis manos porencima de mi cabeza. Susana comenzó a trazar muy suavemente la punta de mi penecon su lengua. Era tan suave que no estaba seguro de que me estuviera tocando.Su lengua se movió más abajo en la cabeza hasta que sentí la caricia de suslabios, su lengua continuaba lamiendo su perímetro. Se sentía tan maravillosoque dejé escapar un gemido audible.
Empezó a mover la cabeza de arriba a abajo, pasando la lengua por la base de mimiembro. Al principio, lentamente, pero luego aceleró el ritmo.
-Oh, Susana- gemí -es increíble-
Mi orgasmo se acercaba y luego sentí que la cama se movía un poco. Susana dejóde mover la cabeza y mantuvo sus labios alrededor de mi verga. Entonces sentíque su mano agarraba mi miembro y comenzaba a deslizarse hacia arriba y haciaabajo. El movimiento de su mano hacia arriba y hacia abajo y su lengua jugandocon mi cabeza me dieron todo lo que pude soportar. Sentí que mis bolascomenzaban a apretarse y gemí de nuevo. Un par de embestidas más y logré jadear
- ¡Me voy a correr! - Dejó de acariciar mi pene y volvió a colocar su manosobre la cama. Mi liberación era inminente y comencé a empujar mis caderashacia su cabeza, sintiendo sus labios deslizarse por mi pene. En la terceraembestida, no pude contenerme y dejé mis caderas en el aire, liberando untorrente de semen, mi pene enterrado profundamente en su boca.
-UAAAAAAHHHHHH- gemí mientras pintaba la parte posterior de su garganta con misemen. Escuché a Susana chillar de placer. Después del cuarto chorro, dejéescapar un último gemido y me desplomé en la cama. Susana, con sus labiostodavía sellados alrededor de mi eje, bajó la cabeza mientras yo colapsaba,asegurándose de que no se escapara ninguna gota de semen. Sus labios sedeslizaron hasta la cabeza de mi pene, e involuntariamente sufrí un espasmoante la sensación Susana inclinó la cabeza una vez más mientras tragaba misemen.
Ella se subió a mí y se tumbó de costado a mi lado. Yo todavía disfrutaba delresplandor de mi orgasmo, con las manos sobre la cabeza y los ojos cerrados
-tal vez podamos continuar cuando vuelva, tengo que ir a recoger a Erica de susclases de Natación- me susurró al oído, excitado, ebrio, y completamenteagotado ante tal mamada dije
-Te acompaño a la puerta- me trate de levantar pero Susana me detuvo
-Conozco bien la salida, gracias- me dijo, comenzó a vestirse de nuevo y salióde mi habitación, me recosté de nuevo tratando de asimilar la situación.
Tomé mi celular y ordené algunas milanesas, la comida favorita de Brenda esperéa que llegara la comida mientras esperaba mi mejor opción fue beber más vodkabebí mucho muy rápido, escuche el timbre y completamente mareado abrí la puertarecibí la comida y pagué. Cuando me disponía a entrar de nuevo a la casaescuché el claxon del auto de Susana, se estaciono en los lugares frente a lapuerta y ambas, Susana y Erica bajaron del vehículo
-Veo que ya está la comida lista- dijo sonriente Susana
-Claro, lo pedí para ustedes- dije con una falsa sonrisa
-mmmmmmh milanesas, son mi comida favorita- olfateó Erica acercándose a mi -Lascompraste para mí, Papá?- me dijo mordiéndose un labio a lo que inmediatamenteen sonrojé -JAJAJAJAJAJAJAJ- Erica comenzó a reír -Siempre caes en la mismabroma Cesar- dijo ya con un tono más relajado, incomodo, sonreí, no sé quéclase de educación le dio Susana pero Erica era muy atrevida, audaz y un pocoinsolente tanto que podría imaginar que se me había insinuado más de una vezpero no le di importancia
-Pasen, pasen, que se enfría- les dije a lo que ambas reaccionaron e ingresarona la casa, comencé a poner la mesa
-Brenda está en la piscina?- pregunto entusiasmada Erica
-SI, ella lleva desde la maña….- traté de responder pero me interrumpióErica
-Apuesto a que necesita quien le ponga bronceador en su espalda, iré a hacerlecompañía- dijo Erica decidida
-Erica, come algo antes- dijo Susana
-Mamá, estoy a dieta a demás esa comida ya está fría- dijo con un tono seco-voy a pasar al baño a ponerme algo adecuado para la piscina- dijo, tomó sumochila y se dirigió al baño
-Tiene su mochila llena de bikinis?- Pregunté burlándome
-Si, en sus clases de natación son muy flexibles y les dejan solo relajarse ytomar el sol, por eso lleva más de un bikini por cada clase- dijo susanaresignada -pffffff- suspiré
-Tienes hambre?- le pregunté a Susana
-La verdad sí, pero tengo antojo de milanesa, tengo hambre de salchicha- medijo seductoramente y se lanzó a mi dándome besos apasionados, comencé poniendomi manos en su cintura, para después empezar a acariciar sus tetas y porsupuesto su enorme culo
-¿Perdón? hay niñas presentes ¿Pueden esperar a estar solos para empezar ahacer sus cosas?- escuché la voz de Erica, me separé de inmediato de Susanaquien no reaccionó a la voz de su hija, miré a Erica que estaba parada en lapuerta de la cocina
-¿Me veo bien?- preguntó mordiéndose el labio Mequedé boquiabierto al ver su traje de baño, un bikini muy pequeño que dejaba poco a la imaginación

-Te ves muy bien- le contesté sin despegar mi mirada de su hermoso cuerpo,Susana se dio cuenta de ello y decidió intervenir
-Hija, ponte al más…-
-Decente?- interrumpió Erica - Pues no veo nada de malo, a Cesar le gusta- dijoviéndome
-¿Eh? - me despertó de mi inspección al cuerpo del Erica -Ay amor, déjala queuse lo que quiera, están en confianza, aquí no le va a pasar nada- intentétranquilizar a Susana -Gracias por no ser un aburrido Cesar- me guiñó unojo y salió al patio . Mire la cara de Susana visiblemente enojada
- ¿Pasa algo? - pregunté con ingenuidad
-Agradecería que no me pusieras en contra a mi hija- respondió molesta
-Susana, ella es hermosa, déjala que use lo que quiera- trate de calmarla
-Es que, tengo miedo, es joven y hermosa si, no quiero que termine embarazada alos 18 años para que termine siendo abandonada- su voz se quebró -no quiero quetermine como yo- se levantó y se dirigió al cuarto, no la seguí para darle suespacio, suspiré resignado. Me serví otra copa de vodka y otra y otra y derepente estaba acostado en el sofá, los ojos cansados y completamente ebrio,cerré los ojos y me quedé dormido…
Continuará...
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