Fantaseo con mí hermano🔥🍑🥒

Era enero, hacía mucho calor, y estaba solo en casa. Recién terminaba de comer, y el silencio se iba apoderando de mi casa. Mi mente rumoreaba. ¡Qué aburrimiento!, ya me estaba inquietando. Ansioso. Si tan solo estuviera mi hermano podríamos jugar a la play o algo divertido.

Giré mi vista hacia su cama. Desordenada. Pero mantenía su esencia. Lo que daría por verlo con sus pies sobre el colchón, con su celular, riendo con los reels de Instagram. Se me contrajo el pecho. Realmente necesitaba alguien al lado.

(Él es Alexis, mí hermanito mayor)

Me acerqué a su cama un poco cabizbajo. Su calzoncillo amarillo. Tendido. Ahí lo había dejado mientras se cambiaba antes de partir con sus amigos aquella mañana hacia la costa. Hipnotizado lo contemplé. Caliente. Suave. Mi boca se abrió sola. Mi atención calló hondo hacia mi vientre, algo comenzaba a despertarme.

Me despertó fantasías que nunca había sentido antes. Su cuerpo luego de la ducha, su vientre marcado por la toalla, sus abdominales, su piel blanca. Entregado. Quedé sacudido. Esa personalidad suya masculina que decía "me gusta como soy" "si quiero tenerte, lo consigo fácil". Por él siempre se enfrentaron las chicas. Fusión nuclear, como el sol, todo eso dentro de él. 

Pero eso estaba horrible!! me sentí sucio en un momento por fantasear con un familiar. Eso no se hace, me decían de pequeño. Si, terrible.

Pero sentí su calor. Ya no me contenía. Loco. Desorbitado. La cama me invitaba a estimularme. Caí rendido. Mi vientre rozaba el colchón, mi cadera flexionada. "Ahhh" "ahhhh" escapaba de mi boca en forma de susurro. Era una droga que fluía en mi entrepierna.

¡No! ¿cómo voy a estar haciendo esto...? es mi hermano. ¿Estaré enloqueciendo?. En contradicción. Mi vientre seguía franeleando contra el colchón, mientras mi mente se oponía. ¿Angel o demonio?. ¿A quién le hago caso?.

-Ya está… mirá lo que me hacés, hermano. Así me dejaste hijo de puta...

Tomé su boxer con mis manos. Lo pasé suavemente por mi piel, de arriba hasta abajo. De él emergía la fragancia de su zona. Nunca la había visto, pero podía imaginarla. Grande, blanca, húmeda, totalmente masculina. Con su cintura marcada al borde del jean, y esa mirada de nene malo que busca provocarte.


-Si!! podía sentir mi mano quemarse dentro de mi ropa interior, frotándome. Velozmente. También suave.

Me senté sobre su boxer. Apoyé mi parte baja sobre él. Imaginaba como si ambos danzáramos rozándonos ahí abajo. Que rico verlo excitado. Piel con piel. Mis dientes apretados. Mis manos detrás de la nuca. Entregado. A full con Alexis.


Si algo me hacía sentir su presencia, era imaginar so respiración en mi panza, caliente y agitada, sus manos fría vencerse en mi torso y apretando mi culo. Dejando sus manos marcadas sobre él.



Quedé exhausto. Totalmente.

Pensé, ¿qué diría él si se entera lo que hice con su ropita interior?. Me agarró vertigo. Pero decidí tirarme por la montaña rusa. Tomé mi celular, me saqué una foto para Alexis... solo para contarle como sentía en ese momento.


No creo que mis fantasías me definan. Son solo eso: fantasías. Y no vivirlas no me haría más puro… como vivirlas no me hace menos yo.