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La profe Majo

Fotos que tomamos mi esposa y yo, tratando de darle un toque erotico
Total libertad para comentar lo que quieran
Espero sean de vuestro agrado

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dulces.placeres@live.com






LA PROFE MAJO

La profe Majo, esa soy yo, vengo a escribir mi historia y contarles en unas líneas una vivencia de un par de años atrás
Había nacido bajo el signo de virgo, en una familia tradicional de clase media, bautizada por fe cristiana bajo el nombre de María José, MaJo en adelante.
Juan María, mi hermano mayor me lleva un par de años, mamá y papá compartían su vida de pareja entre quehaceres domésticos y llevar adelante un modesto almacén de ramos generales que nos daban sustento
Papá y mamá eran muy conocidos en el barrio, todos alguna vez habían pasado por el almacén 'Renacer', ellos profesaban profundamente la religión católica, todos los domingos teníamos cita obligada con la misa de rigor, papá estaba en el grupo parroquial y mamá cada tanto iba a limpiar la iglesia y ambos hacían muy buenas migas con el párroco del momento

Mi hermano y yo éramos de otra generación, rebeldes, y un poco hacían la vista gorda con Juan María, puesto que era el mayor y era el varón, pero a mi, 'la nena', me tenían entre ceja y ceja
Ahora bien, recuerdo dichos de mi abuela, que era enfermizamente religiosa, ella odiaba 'las mujeres de vida fácil' y decía que 'puta no se hace, puta se nace', y para la tragicómica historia familiar, una de esas putas, sería yo
Es que me di cuenta que había nacido para el sexo, y me encantaba ser mujer, además, me había desarrollado mas que la media, enorme culo, enormes tetas, y hasta en la misma iglesia, en esos molestos domingos, sorprendía a mas de un traga ostia con su vista perdida en mis curvas mientras escuchaban la palabra del Señor

Era aun peque cuando probé una verga, y me enloquecí con ello, y después de la primera quise más, y otra y otra, y el sexo en algún punto significó en mi vida el extremo opuesto a la cansina vida dedicada al Señor, donde todo era prohibido, donde todo era pecado
Con el correr de los días cambió mi actitud, poco a poco, mi manera de pintarrajearme el rostro, mis cortes de cabello y lo que mas enfurecía a mi padre, mi forma de vestir, porque mis escotes eran cada vez mas pronunciados, mis pantalones cada vez mas ajustados y mis faldas cada vez mas cortas, y lo que mas lo enervaba, las calzas de licra que me marcaban el culo
Las cosas fueron de mal en peor, más cogía, más puta, más rebelde, me conocían los chicos del barrio y obviamente los comentarios no escapaban a los oídos de mi padre, y la gota que rebalsaría en vaso sería el hecho de que dejara de ir a misa cada domingo

Aun era menor de edad y mi padre no podía con la situación, habló con su párroco amigo y sus contactos de la iglesia y me metieron de pupila en un internado de monjas
El buscaba enderezar mi camino sin notar que así solo lo torcía más y más
Serían días de hastío, la abstinencia a una buena verga me tenía como a una tigresa enjaulada, sería de las peores, indomables, al punto que me enviarían al último cuarto, mientras mas lejos mejor, y si no podían corrgirme, al menos no debía ser la manzana podrida del cajón, el mal ejemplo
Ahi conocería a Sofía, otra perdida como yo, compañera de cuarto con quien sin quererlo iniciamos una relación lésbica, y solo por necesidad
Sofía era una maldita sádica y perversa y no solo sería mi primer encuentro mujer a mujer, sino más, le gustaba el sexo rudo, nalguearme, atarme las manos, aprisionarme el cuello, castigos dolorosos que en medio de la excitación me arrancaba lágrimas
Era loco, porque me gustaba, el papel de mala, de viciosa, y si mi padre me había metido ahí por ser medio puta, ahora saldría puta completa

En esos días de internado aprovechaba mi tiempo en cosas que me interesaban, ahí dentro estudiaba para profesora, algo que me gustaba, tomaba lo bueno y dejaba de lado las estupideces como la doctrina religiosa
También me gustaba la cocina, era buena en eso, así que también pasaba algunas horas ahí, y a las monjas del lugar, con tal que yo no molestara, me dejaban hacer cualquier cosa
Recuerdo que solía robarme cada tanto algún pepino de los que traían de la proveeduría para usarlos como penes imaginarios con mi compañera de cuarto
A Sofía la excitaba cogerme con esos vegetales desproporcionados, y dármelos por el culo, incluso me haría las primeras dobles penetraciones de mi vida y me sentía la mas perra del lugar, aunque en el fondo, siguiera suspirando por la ausencia de una buena pija

Al salir de ese internado, estaba muy adelantada en mi futura profesión de profesora de secundaria, lo que significaba la parte buena de esos días en el infierno, pero por otro, solo había salido mas perra, mas ansiosa por las vergas, con un lado sádico y con una experiencia bastante fuerte sobre el lesbianismo, aunque ya no transitaría por esos caminos
Trabajé un poco de cualquier cosa, lo que pintara, solo era cuestión de ganarme unos pesos para mantenerme a flote, alquiler, comida y estudios, fueron días difíciles, pero cualquier cosa era mejor a volver a mi casa rendida a los brazos de mi padre
Pronto empezarían mis días como ayudante de profesores y en poco tiempo más mis primeras hora de catedra, primero en suplencias, hasta hacerme un lugar


La profe Majo


A todo esto, la profe Majo no gozaba de buena reputación, siendo una mujer mucho más atractiva que la media y con un 'si' fácil, bueno, estaba repitiendo la misma vida de mi adolescencia
Por esas cosas de la vida el destino me cruzaría con Adolfo, un joven apuesto con quien me terminaría casando
Adolfo manejaba un camión de transporte de gran porte por las rutas del país, tenía horarios complejos, a veces estaba varios días en casa y a veces se ausentaba por semanas, se hacía un trabajo un tanto sacrificado, para él, y para mi, una joven esposa que pasaba demasiado tiempo sola
Y realmente trataba de no ser tan fácil, de ser una mujer decente, de vestirme bien y no andar putaneando por ahí, pero no tardaría en serle infiel, una y otra vez, sabiendo además, que como todo camionero tendría alguna que otra novia esperándolo en cada pueblo

Con casi treinta y cuatro, ya mi posición económica estaba establecida, era una profesora popular, tenía una vida de pareja aceptable, con infidelidades mutuas asumidas y podía decir que estaba en una etapa estable después de años de vivir en una montaña rusa
Pero llegaría el año 2022, donde algo loco pasaría...
El mundo se recuperaba de la pandemia donde la habíamos pasado realmente mal, donde se habían puesto de moda las clases virtuales, donde no ingresaba dinero y donde había perdido a mi padre, sin poder hacer las paces con el
El covid sería un volver a empezar, un reset a cero, había perdido parte de mi trabajo y llegarían algunas nuevas posibilidades, entre ellas, algunas horas de cátedra a nivel terciario, con alumnos que recién superaban los veinte, y Jonatan Acuña, no sería uno más...

Joni era un rebelde, un chico que sobresalía sobre el resto, por su físico, por su altura, por belleza y por su desfachatez y por su desinhibición, un poco me recordaba lo que yo era a su edad
Solía andar con jeans, campera de cuero, y los cabellos lacios que pasaban la línea de sus hombros, iba en contra de la moda de nucas rapadas, él tenía una moto de gran porte, una tipo Harley, con la que llegaba a diario a la facultad y tenía un grupo de laderos que si bien parecía ser una grupo homogéneo de amigos, a todas luces quedaba claro que Joni era el líder natural
Con él se daría una situación que iría mas lejos de lo normal, yo estaba acostumbrada que mis jóvenes alumnos me vieran como un objeto sexual, que murmuraran a mis espaldas, pero yo tenía muy en claro los límites, y por más que me gustara la pija, mis amoríos iban siempre por fuera de mi trabajo

Pero Joni era un caradura y no dudó en acelerar sobre mi como aceleraba su moto, el me cruzó en algún sitio fuera de clases, solo para decirme directamente que lo calentaba demasiado y que no pararía hasta cogerme, que tenía un culo de puta y que hasta sus amigos solo hablaban de mi
Mierda, le llevaba casi quince años, pero por primera vez un mocoso me dejaba sin palabras, podría haberlo denunciado, hacerlo expulsar, pero la humedad que tenía entre mis piernas cuando me hablaba con su voz ronca, solo me hacía confundir
Lo dejé pasar, a ver donde nos llevaba, y solo fue para peor
Joni volvería a acorralarme en cada oportunidad que tendría por delante y solo empecé a desafiarlo, sobre que yo era demasiado mujer para él, que era exigente en la cama, que no me acostaba con niños y que él no me conocía, y no entendía nada del sexo rudo que a mi me gustaba

A mi me calentaba mucho la idea de enredarme bajo las sábanas con Joni, solo que a mi me gustaba él, pero él hablaba de 'manada', de sus amigos, los cuatro y me decía que si tanto me gustaba el sexo rudo y si tanto pensaba que él no tendría aguante, pues bueno, que tenía por perder?
La historia se fue enfriando un poco, y por mi culpa, por un lado porque empecé con evasivas, le rechacé varias veces la invitación a tomar unas cervezas a un pub que ellos frecuentaban, alguna vez estaba mi esposo en casa, y cuando no estaba, la situación de verlo como a un alumno, no dejaba de molestarme
Joni solo pareció dejar de intentarlo, ya no hablaba tanto y hasta notaba un enojo para conmigo, ya no era su profesora culona que lo calentaba, ahora me tiraba indirectas sobre una mujer que solo era una calienta pijas

Y yo también empezaba a poner paños fríos, si no tenía que ser pues que no fuera
Pero sin pensarlo sería mi propio esposo quien cambiaría la jugada
Ese sábado estaba por salir de viaje rumbo a Catamarca, habíamos desayunado y Adolfo revisaba toda la documentación como hacía antes de cada viaje, y yo lo ayudaba como siempre lo hacía, y fui a llevarle un bolso con ropas de recambio al camión en una rutina que me era habitual
También me gustaba darle una limpieza porque mi marido era un descuidado, siempre había alguna bolsa con yerba mate usada, o cáscaras de frutas, envoltorios de caramelos, envases vacíos de gaseosas, hojas de diario, o de ruta ya viejas, siempre encontraba alguna sorpresa, pero esa mañana... un par de envoltorios de preservativos abiertos y usados...
Yo sabía que me engañaba y eso no me molestaba, sabía que andaba con putas, y eso tampoco, pero que fuera tan básico como para enrostrármelo y pensar que no me molestaría, era demasiado
No dije nada, terminé la limpieza y minutos mas tarde lo despedí con una sonrisa en los labios

Apenas el enorme monstruo de acero se alejó y dobló la esquina, tome mi cartera y fui de compras, necesitaba ropa nueva para la noche
Cuando caía el sol fui por una ducha, me puse un conjunto de encaje con una less tan pequeña como sugerente, la remera un tanto transparente con profundo escote que dejaba el nacimiento de mis pechos sugerentemente al desnudo, con mi ombligo al aire, y la corta mini negra, tan corta que casi no podía evitar que la parte inferior de mis glúteos se asomaran con timidez
Obviamente no podían faltar mis zapatitos con plataformas, un peinado y un maquillaje provocativo, las uñas esculpidas y un puñado de alhajas que sonaban como víbora cascabel
Tomé mi cartera de mano, mi campera de cuero a la cintura, me miré al espejo, mis tetas rebalsaban por el escote y mi gran culo se veía mas grande aun.
Fui por un taxi, y viajé hacia el pub que tantas veces Joni me había invitado y que por cierto, no sabía si estaría allí

Su moto y la de los demás chicos estaban en la puerta, eran fácilmente reconocibles, entré, Marcos, Daniel y Mauro estaban en la barra tomando unas cervezas


puta


Hola chicos, como están? - dije sorprendiéndolos -

Profe... - dijo Mauro un tanto incrédulo -

Hoy nada de profe... - dije - hoy solo Majo, si?

Majo, estás terrible! - dijo Daniel -

Y Joni? - pregunté - su moto está afuera...

En el baño, - volvió a decir Mauro - está al caer

Me incliné un poco hacia la barra, tomé una de las botellas de los chicos y la bebí por completo hasta no dejar una gota, tras lo cual sentí la voz ronca de Joni a mis espaldas diciendo

Majo, que sorpresa!, te decidiste????

Si, quería coger toda la noche, quería sentir unas nalgadas, y pensé que seguramente acá los encontraría...

Joni me empujó levemente hacia adelante, me dio una nalgada bien fuerte en mi glúteo derecho y lo sentí hurguetear por debajo de la línea de la falda, entre mis piernas, haciendo lugar entre la tanga para colarme un par de dedos bien profundo
Disimuladamente empezó a cogerme con esos dedos, cerré los ojos, me encantaba, gemí, intenté detenerlo pero el presionó mas fuerte por mi espalda, y mas fuerte lo hacía más se me aflojaban las piernas y mi resistencia
Tome la botella de Daniel y también bebí de la suya, Joni no dejaba de hacerlo pero al fin pude imponerme y le dije

Pará... pará... esto es un lugar público, hay gente, no pretenderán cogerme delate de todos, vamos a un sitio seguro y hare todo lo que quieran, y cuando digo 'todo', es 'todo'

Sus ojos se iluminaron, no esperarían a que lo repitiera, y en minutos cuatro motocicletas ruidosas bramaban por el asfalto bajo la luz de la luna.
Yo iba con Joni, sacando culo, sintiéndome puta, acariciando su pecho musculoso, cerré los ojos y dejé que el viento acariciara mi rostro, y esperé a que se detuvieran en lo que me dirían era el departamento de Daniel

Subimos con premura y apanas la puerta de ingreso se cerró tras nuestros pasos dije

Alumnos, hoy les daré una lección práctica que no olvidaran en su vida

Mauro vino a besarme tímidamente, pero lo aparté diciendo

Así no, así besan las monjitas del convento...

Joni me tomó por el brazo, y me apartó, a un lado, apoyó las palmas de mis manos contra la pared, dejando mi culo hacia su lado, me levantó la pollera y me dio una nalgada

Ay... - dije - que decepción, tantos músculos y tus nalgadas saben a nenita...

El tomó la apuesta de mi provocación, y bajó la palma de su mano con mucha fuerza para arrancarme un quejido de dolor, el ruido del chirlo quedó resonando en el cuarto y dijo

Asi puta?

Y volvió a hacerlo, y otra vez y una lágrima escapó de mi ojo, el dolor me excitó demasiado

Joni volvió con el juego de sus dedos como en el pub, empecé a gemir, y con su mano libre me empezó a apretar con fuerzas por el cuello, por la garganta

De estas perras sos? puta...

Marcos se coló entre la pared y mi frente, para desnudar mis pechos y lamerme, Joni empezaba a ahogarme por la presión en el cuello y eso me excitaba, apreté mis tetas contra el rostro de mi alumno, cerré los ojos, Daniel vino por detrás desplazando a Joni, sacó su pija y me la metió toda, me hacía gemir, Mauro, se sacó el cinturón de su pantalón y ajustando la habilla en derredor de mi cuello dijo

Vamos a darle una lección a la profe para que no se olvide en su vida...

Empezó a jalar y el cuero se apretó en mi cuello, y caminó hacia el dormitorio, conmigo por detrás y los chicos desnudándose en el camino, me pusieron en cuatro con mi culo levantado, Mauro soltó el cinto y me llenó la concha con su verga, Joni, parado sobre el colchón pasó una de sus piernas de lado, y bajando entre su amigo y mi cuerpo se deslizó para dármela por el culo, al mismo tiempo que el otro llenaba mi conchita caliente
A pesar de lo puta que había sido en mi vida, jamás había estado con dos hombres al mismo tiempo y las únicas doble penetraciones que había experimentado habían sido con los pepinos en mis días lésbicos de convento, pero esto, Dios, esto era diferente, carne dura, caliente y real solo para mi
Pero no tendría mucho tiempo porque los otros dos vinieron al frente a meterme sus vergas en la boca, era como que peleaban por su lugar y parecía destrozarme los labios, es que ambas no cabían al mismo tiempo

Ellos se cansaron luego de un rato, salieron de sus posiciones, uno me tomó por el cuello y apretó mi cabeza contra el colchón para poner luego una almohada dejándome cubierta, ciega y al borde de la asfixia, me excitaba, y mas entender luego que ahora solo se turnaban un rato cada uno para dármela por el culo, sentía su placer dentro mío, me acariciaba el clítoris llenándome de orgasmos, me metía los dedos en la conchita y sentía la carne masculina entrando y saliendo de mi dilatado esfínter, me retorcía y me daban nalgadas caliente, me gritaban lo puta que era y solo gemía entre la almohada y el colchón
Los sentí venirse uno a uno sobre mi espalda, sobre mis nalgas, sobre mi piel, una y otra vez hasta que ya no les quedaba una gota de leche en sus vacíos huevos

Caí de lado y fue como observar el espectáculo, Joni fue hasta la cocina y volvió con un vaso con el cual comenzó a recolectar todo el semen que había en derredor, prolijamente hasta juntar una cantidad suficientemente tentadora


anal


Abri la boca puta... - me dijo -

Le hice caso, tan grande como pude, sacando la lengua, excitada por el premio que estaba por recibir, pero entonces el me dio una fuerte cachetada en el rostro para decirme

No podes ser tan pero tan puta!

Acto seguido me agarró con fuerzas por los cabellos y me llevó un lado, vertió toda la mezcla de semen en el piso y como si fuera una perra me llevo la cabeza para aplastarme el rostro en la leche y ordenarme que limpiara todo
Hervía en placer, solo pasé una y otra vez mi lengua por los cerámicos hasta limpiar hasta la última gota...

Hoy ya pasaron casi dos años de esa noche de sábado y muchas cosas cambiaron, para mi las cosas habían terminado esa misma noche, pero los chicos querían más y más, en especial Joni, que se había vuelto un caprichoso insoportable que me acosaba en cada oportunidad que tenía, y como nada conseguía, con sus lindos amigos empezaron a difamarme y a hacer correr el rumor del lo que había sucedido y las cosas ya no fueron fáciles para mi
Yo no contaba con los mejores antecedentes, al menos lo que se esperaba de una profesora, para colmo me sorprendieron discutiendo a viva voz con ese mocoso y eso no fue bien visto
Me llamaron del directorio del colegio para darme a entender que renunciara o me tendrían que despedir, lo cual sería peor para mi futuro

Las situación estaba clara, no tenía lugar en esa institución y cerré esa puerta para dejarlo en el pasado, y en se pasado quedaron Joni y sus amigos
Deambulé por distintos establecimientos pero en todos lados sabían los rumores de lo ocurrido, y terminé dando clases en las perores escuelas públicas donde todas las reputaciones están por el piso
Con Adolfo el camionero, seguimos en nuestra rara convivencia de mutuos engaños, a la distancia, el algo supo de todo el embrollo, pero como yo había hecho esa mañana con la tanga en su camión, solo prefirió hacerse el desentendido de todo y mirar hacia otro lado
Y hasta acá llega mi historia, la historia de la profe Majo


Si te gustó esta historia puedes escribirme con título LA PROFE MAJO a dulces.placeres@live.com

1 comentarios - La profe Majo

Max_Guapo +1
Alucinante! Me gustaría cogerte toda